Mostrando entradas con la etiqueta Alimentación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Alimentación. Mostrar todas las entradas

sábado, 27 de febrero de 2016

Boicot Polar o Sigamos el ejemplo que Catia dio

Explicación preliminar para las(os) gentiles lectoras(es) de otras latitudes:

Parodiando la última estrofa del Himno Nacional del la República Bolivariana de Venezuela que dice así: “Seguid el ejemplo que Caracas dio”.

Catia: popular parroquia muy combativa al oeste de la ciudad de Caracas, la más numerosa.

Para comprender mejor a cuanto diré más adelante, invito cordialmente a ver un corto video:


En varios de mis anteriores escritos en este blog he repetido varias veces la frase lapidaria y futurista de Antonio Guzmán Blanco, un corrupto presidente de Venezuela del Siglo XIX, “en Venezuela no hay empresarios sino pulperos enfranelaos”. Acertó, la gran mayoría de nuestros mal llamados empresarios, son eso mismo, pulperos enfranelaos que no producen y jamás han producido nada, salvo las honrosas excepciones que suelen confirmar la ley.

Me explico: recuerdo los viejos pulperos de mi niñez en mi pueblito rural, eran señores muy, pero muy flojos, costaba que se movieran, recibían los sacos de productos que los campesinos traían en sus arreos de burros o mulas, cuando alguien venía a comprarles los envolvían, despachaban, cobraban y no hacían más nada. Los modernos pulperos, claro está, manejan toneladas de productos y el empaquetado lo hacen obreros y máquinas; es decir, son mucho más vagos que los viejos pulperos de mi infancia. Eso hace el conglomerado oligopólico de empresas Polar, empacar mecanicamente, cobrar y esquilmar al pueblo y, también, explotar sus trabajadores que hacen funcionar las máquinas empaquetadores. ¿No me creen? Solo piensen un momento en el proceso del arroz. No lo reciben en sacos sino a granel, lo embolsan y ya, salvo al que le agregan veneno llamado eufemística y pomposamente saborizante.

El oligopolio Polar es, no lo duden, el principal impulsor de la atroz guerra económica que no es contra el gobierno, es contra el pueblo, contra todo el pueblo, contra quienes apoyan y contra quienes adversan al gobierno y pretenden que los apoyemos sumándonos a los planes golpistas y desestabilizadores que una enorme mayoría de pulperos, no empresarios, han desatado desde hace ya bastante tiempo, pero la han arreciado contra el Sr. Presidente Maduro, conjuntamente con simultáneas guerras psicológicas, mediáticas, financieras, políticas, violencia, sabotajes y muchos otros actos criminales contra la patria y contra nosotros todos. Pretenden que creamos que el culpable de todas las desgracias que ellos crean es el gobierno y nos aliemos con ellos para ayudarlos a derrocarlo. Si serán también tan retestúpidos que nos agreden, nos causan daños muchos irreversibles, nos someten a muchos sufrimientos, nos aprietan el pescuezo, nos golpean la barriga y el bolsillo y, encima, nos incitan a que los apoyemos. Repito, ¿como serán de tarados para pretender que con ese criminal método terminemos apoyándolos? ¿Creerán que los venezolanos somos tan rependejos?

Deberían estar agradecidos que aguantamos estoicamente y, a pesar del tiempo transcurrido, no les hemos causado el más mínimo daño. Creo que ha llegado el tiempo de empezar pacificamente a golpearlos donde verdaderamente les duele. Han escondido y acaparado todos los productos necesarios para la vida, estrangulado los canales de distribución y manipulado la comida (harina, arroz, pasta, aceite, margarina, salsa de tomate, artículos de limpieza y otros rubros esenciales para la vida) para crear angustia y desesperación, pero despachan abundantes refrescos carbonatados, yogurt químico, cerveza, otros licores y productos chatarra que en ningún momento han faltado en ninguna parte.

Razón tiene la gente de Catia, los apoyo, respaldo y animo a no cejar en la lucha que han comenzado. Es más, incito y excito a todas las demás comunidades a seguir el ejemplo que Catia dio, a boicotearles la distribución de productos dañinos no esenciales y que solo traigan alimentos a las comunidades. Si no despachan a las comunidades la necesaria comida, no permitamos la llegada ni la descarga de camiones cargados de veneno. Es más, definitivamente dejemos de adquirir porquería dañina para la salud. En cuanto a mi, personalmente, no he adquirido productos Polar desde el paro-sabotaje petrolero de 2002/2003 y sé que muchas otras personas también lo hacen e invito a aquellos que tengan Twitter a divulgar la etiqueta #BoicotPolar

Animo gente de Catia. El pueblo unido jamás será vencido. Recuerden que p'alante es p'allá. Si no hay comida, que los enviciados no compren refrescos, cerveza y chucherías chatarra, todos dañinos para la salud y, tampoco, comprar los demás productos a bachaqueros quienes son sus cómplices voluntarios o involuntarios.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!






sábado, 16 de enero de 2016

Otra vez, ¡Clamo a mi pueblo!

Con dolor, con rabia, con frustración clamo a mi pueblo:


¡Pueblo mío, cuanto dolor siento por ti cuando te veo humillado, cuando veo tu dignidad pisoteada, cuando te veo arrastrarte en una cola rogando, rogando a unos sucios mercaderes de pacotilla que te estafen!

A ese nivel indigno de sinvergüerzura te han conducido tus amorales verdugos, a ese indigno nivel de alienación te han hecho llegar quienes han contaminado tu mente y tu espíritu altivo, guerrero, retrechero, igualitario, rebelde, porfiado que no le aguanta vainas a nadie.

¿Qué parte de los genes de tus antepasados se habrán perdido? ¿Qué parte de la sangre guerrera de tus antepasados se volvió agua sucia?
Si alguno de tus antepasados resucitara se metería de nuevo en la tumba, avergonzado de verte tan cobarde, vil y bajo que no te has rebelado todavía ante tanta humillación y como has soportado impávido durante tanto tiempo.

Pueblo, es momento que interiorices la idea que tu tiempo de venganza ha llegado para redimir tu apatía y quitarte de encima esa maldición que la burguesía te ha impuesto. Probemos algunos métodos para nosotros, ahora, aporrearlos aunque sea en muy mínima proporción, mucho menos de lo que ellos nos hacen todos los días de una manera inclemente y, encima, se ríen y burlan de nosotros y nos echan en cara nuestra imbecilidad.

Propongo un método que ha resultado infalible muchas veces en muchas partes del mundo:

Escojamos un producto comercializado por una empresa cualquiera. No lo compremos durante una semana; que nadie absolutamente lo compre. Si no reaccionan, abastecen profusamente y bajan los precios, continuemos una semana, o un mes más. Luego escogemos otros productos, otra empresas productoras y así sucesivamente. De esa manera los golpearemos donde les duele; lo único que les importa, sus bolsillos y sus vulgares cuentas bancarias.

Para comenzar, propongo hacer boicot a un producto emblemático, harina de maíz precocida marca P. A. N. tramposamente elaborada por polar (minúsculas en señal de asco y repudio) Sí, ya sé, me dirán muchos sobre el sufrimiento de no comer arepas ni bollitos. Muy bien, lo acepto pero es preferible no hacerlo un corto período de tiempo que seguir con el actual yugo encima. De paso, no nos va a ocurrir nada. Muchas personas hemos pasado largo tiempo en otros países donde no se comen arepas y no nos ha ocurrido nada, aquí estamos, aquí seguimos y no nos iremos del país como ellos seguramente harán al menor asomo de una insurrección popular. Entretanto, si otros nos la venden, compremos cualquier otra marca siempre y cuando lo hagan en las cantidades y precios que aceptemos; de lo contrario, aguantemos como machos, ¡carajo!

No perdemos nada haciendo la prueba; eso sí, garantizo los resultados. Personalmente, muchos boicoteamos los productos polar (idem) desde el Paro Sabotaje Petrolero de 2002/2003; pero somos pocos y no sienten el efecto; pero, siendo muchos, ojalá todos, la cosa cambia. No faltarán esquiroles que también venceremos.

Pido encarecidamente a todos aquellos lectores que estén de acuerdo, contribuir a dar la mayor difusión posible a este escrito y aportar su cuota en la lucha por el beneficio de todos. Sus ideas para mejorar estas propuestas las estamos todos ansiosamente esperando. Echemos a un lado la abulia, demostremos que somos un pueblo corajudo, reencontremos esa olvidada retrechería que siempre nos caracterizó. La pelea tenemos que darla TODOS.

Recordemos, tengamos presente la frase del Che: Si la lucha se dispersa no habrá victoria popular en el combate.

O a Bolívar en Pativilca, muy enfermo, sumido en una grave crisis y grandes contradicciones, interrogado por Joaquín Mosquera sobre que haría, respondió tajante:

¡VENCER! ¡VENCER! ¡VENCER!
Y... ¡ VENCIÓ!


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!






lunes, 4 de enero de 2016

¿Solución?

Si. Lo reconozco sin ambages. Estoy amargado, molesto, disgustado, de mal humor con la clase de vida que estoy obligado a enfrentar. Salgo a comprar comida y no hay. Lo poco que se consigue es de la peor calidad y obscenamente cara; han subido los precios a niveles estratosféricos sin ninguna justificación ni control y los vendedores, devenidos en asaltantes, nos enrostran antipáticas frases como eso es lo que hay, aproveche ahora que lo que viene es peor, aunque algunos nos consuelan diciendo en otras partes es más caro.

Es grotesco y vulgar que un tomate chiquito (lo pesé) de 170 gramos lo vendan por Bs. 120 y 1 Kg de pasta por 300 y encima obliguen a comprar un paquete con varios kilos. Uno de los rubros más baratos era la sardina que pasó en poco tiempo de Bs. 20 (limpia, sin cabeza) a 200 (entera, sin limpiar) y los culpables son las empresas enlatadoras, con Alimentos Margarita a la cabeza, por cierto parte del grupo polar (minúsculas en señal de asco y repudio) que inundaron el mercado con laticas de 170 gramos con el precio justo marcado de Bs. 180,99 c/u. Los vendedores de sardina arguyen, con razón, que las suyas son frescas, naturales y mucho más baratas que las enlatadas. Cerca de mi casa hay una fábrica de queso y el kilo en solo dos años, modicamente, lo subieron de 200 a 1200 el kilo

Tengo muchos ejemplos más y no me referiré a medicinas, ropa u otras necesidades, pero lo que quiero destacar es haber llegado a una trágica y dolorosa conclusión sobre la asquerosa descomposición moral de un minúsculo sector de la población que integra fedecámaras, consecomercio, cavidea, venamcham, cámara de droguerías y farmacias (idem) y otros grupos de mafiosos y bandidos totalmente desprovistos de ética, moral y sobretodo honor; que, en todo caso, no pasan de ser unos pocos cientos, a los cuales debemos agregar sus corifeos y cómplices en número mayor. El total no sobrepasa unos pocos miles que, ni remotamente, llegan al 1% de la población adulta, que nos someten y humillan con su torva guerra económica contra todo el pueblo. No es solo contra los revolucionarios, sus adeptos pobres también comen. Y menciono a los pobres porque a los ricos los precios les importan un cipote.

La frase un corrupto hace más ruido que un millón de honestos cobra vigencia.

Lo malo y aborrecible es que este minúsculo grupo, repito, por su poder e influencia, ha logrado exitosamente ENFERMAR a varios millones de ilusos que los apoyaron y auparon, tal como quedó fehacientemente comprobado con los resultados del último proceso electoral para renovar el Poder Legislativo. Cuando digo ENFERMAR no es un eufemismo; es una realidad, está comprobado que hacer colas produce serias neurosis y complicaciones neurológicas.

Atentar contra la alimentación y la satisfacción de las necesidades básicas de la sociedad es un acto criminal terrible y la población unida debe eliminarlo de raíz para que no se vuelva a reproducir. Si los afectados, es decir, la mayoría del pueblo no extirpa ese maleficio a la brevedad, la sociedad entera corre serio peligro de descomponerse y llegar a límites de conflictividad social impredecibles.

Ironicamente, si se llegaran a presentar eventos que nadie desea, los únicos ilesos serían precisamente los culpables desencadenadores de los males. Todos esos burgueses están forrados de dinero, poseen lujosas propiedades en el exterior, la mayoría cuenta con sus propios aviones y, como en todas las épocas, dejarían el pelero y quien venga atrás que arree. Tal vez sea bueno porque así se purificaría la sociedad, al menos por un tiempo, y nuevos actores entrarían en escena, presumiblemente con otra visión.

Siempre he creído que una solución para el país es algo que, por supuesto, no deseo ni remotamente. Que surja algo que haga inútil el petróleo y nadie lo quiera, o que el precio baje tanto que no sea negocio producirlo, lo que, desde luego, dejaría al país temporalmente en una gigantesca crisis económica. Pero, veamos su lado positivo: en primer lugar el imperio gringo se olvidaría de nosotros, nuestro petróleo dejaría de interesarles, en cuyo caso no tendrían motivo para codiciarnos. Todos los aristócratas burgueses platudos se irían del país a disfrutar sus malhabidas fortunas y no molestarían más por un tiempo; los inútiles inevitablemente quedarían apartados; es decir, repito, se purificaría la sociedad y los aptos tomarían la conducción del país que emergería con inusitada fuerza libre de plagas. Y este pueblo puede hacerlo porque tiene con que.

Suena bonito a largo plazo, pero habría grandes sufrimientos a lo largo del proceso que solo hombres y mujeres fuertes, valientes, de mucho temple soportarían.

Presiento nubarrones que parecen anunciar el inicio de una grave crisis planetaria de la cual no escaparía ningún pueblo. Los ciclos históricos se repiten inevitablemente, tanto los pequeños dentro de los mayores como los catastróficos, pero la humanidad obnubilada por la soberbia, y por todos los llamados pecados capitales, no los reconoce o se hace la loca. Para aliviar los efectos se precisa algo que parece imposible dentro del marco de los valores que abrazamos, volver a la solidaridad entre los humanos; es decir, dar paso al amor y que éste surta sus efectos.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y CENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!



lunes, 12 de octubre de 2015

Clamo ante mi pueblo



El BRAVO pueblo de Venezuela, a decir del gran poeta Andrés Eloy Blanco, nació en un vivac y se crió en un cuartel y por eso es un pueblo retrechero, altanero y tercamente igualitario que no tolera señorías ni reconoce castas sociales. Pero también ese pueblo, al igual que nuestro Padre Libertador Simón Bolívar es el pueblo de las dificultades a las que siempre ha enfrentado y vencido. En los peores momentos de nuestra historia jamás se ha rendido ni doblado su cerviz.

La actual guerra económica debemos enfrentarla con brío y determinación hasta vencerla. No será fácil porque, además, es guerra con muchos frentes siendo el peor el del terrible veneno que han introducido en nuestras neuronas o, perdón, en las de muchos de mis compatriotas. La perfidia y la maldad de nuestros enemigos, valga decir la burguesía explotadora, apátrida y chupasangre, han sido increiblemente eficientes porque han puesto en práctica las peores teorías y prácticas de científicos y expertos en la manipulación de la mente colectiva. El peor frente de esta guerra actual es, sin el menor asomo de duda, el psicológico.

Precisamente, para intentar dar al menos una pequeña fórmula en contra tanta maldad, lo primero que digo es que reconozcamos que efectivamente esta guerra psicológica en contra nuestra existe; y existe en contra de todos los sectores, no hace distinción porque igual la sufrimos los revolucionarios patriotas que los más empecinados pitiyanquis. Lo que sí debemos distinguir es que también es una guerra de clases, los ricos ni la sienten porque ellos nos la hacen, la cosa es contra los pobres porque los ricos no soportan que la Revolución Bolivariana haya reivindicado a los pobres tal como Cristo mismo lo predicó, siendo ésta la mayor razón para crucificarlo. Ojo, que la llamada clase media ocupe su verdadero rango social porque los ricos también la odian y ella también sufre, quizás con mayor rigor, los efectos de esa guerra que he repetido tanto.

Al reconocer que la guerra psicológica efectivamente existe, pido, clamo, ruego a mi amado pueblo:

No permitas que pisoteen tu dignidad. Ten valor propio y mucho orgullo para que te respeten. Tu fuerza moral por delante.

No te arrastres ante los poderosos. Eso es indigno.

No te arrodilles ante ellos ni les ruegues que TE ROBEN al suplicar que, por caridad, te vendan caro una harina, un jabón, un litro de aceite, un rollo de papel toilet.

Mantente firme, con dignidad, vergüenza y mucha altivez. Reconoce que tienes valor y hazlo sentir, por lo tanto, NO HAGAS COLA. No les des el gusto de verte sudando y clamando por un producto que te niegan. No compres a bachaqueros, no pagues precios especulativos ni aceptes ventas condicionadas.

Pon en duda lo que los medios te digan. Verifica la información. Quítate de la mente la idea de que todo cuanto digan los medios es verdad. La mayoría de los medios miente y manipula. La mayoría de los medios es enemiga del pueblo pues son armas que usan contra ti. No te dejes embrutecer. ¡Reacciona, carajo!

Ahora me dirijo a ti, bachaquero(a) pendejo(a) especulador(a):

Que los ricos roben a los pobres es casi como un orden natural y así ha sido siempre, y lo será hasta tanto se lo permitamos. Ellos son ricos porque siempre nos han robado y de ese robo sempiterno proviene su mal habida riqueza; pero, POBRE ROBANDO POBRE ES UNA ABERRACIÓN, es contra natura.

Crees que te la estás comiendo, crees que eres muy vivo pero estás construyendo una trampa contra ti mismo. No creas que te harás rico. No, es un grave error pensar así. Al contrario, te volverás más pobre. Esa “ganancia” que crees hacer es tan solo una vana ilusión, ese dinero que crees ganar, y algo más, se te irá como el agua entre los dedos cuando quieras adquirir lo que necesitas para vivir porque otros como tú están ahí para robártelo también y, ¿sabes adonde irá todo ese dinero proveniente de la cadena de robos? Si no lo sabes ni lo intuyes te lo diré: a los bolsillos de los burgueses, a las arcas de tus eternos explotadores. Ellos serán cada día más ricos y nosotros cada día más pobres, la inflación solo los beneficia a ellos y, de paso, se chupan a sus trabajadores porque jamás les pagarán salarios ajustados a sus abusivas “ganancias” que pongo entre comillas porque deberemos leer ROBO DESCARADO.

Pueblo: no te dejes sojuzgar con argumentos, comentarios, chismes y maledicencia que son productos, o mejor dicho, armas para engañarte y modelar tu conducta para que hagas exactamente lo que ellos quieren. Los rumores también provienen de una fábrica de mentiras dirigidas a destruirte. Al contrario, intenta mantener abierta tu mente, razonar que es lo que individual y colectivamente nos conviene a todos. Cuando hayamos alcanzado cierto nivel de raciocinio ten por seguro que venceremos en una batalla más entre tantas que hemos ganado a lo largo de nuestra hermosa historia. Recuerda venezolano(a) que eres un(a) soldado(a) más del único ejército libertador del mundo.

Si tienes alguna duda sobre el éxito de nuestra pronta victoria, recuerda que Rondón no ha peleado todavía. Y si acaso eres uno que aún no sabe quien fue Rondón y que hizo, no pierdas tiempo, averígualo ya.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!



Estado de Excepción



Publicamente, sin ambages, sin estridencia ni falsas poses, debo felicitar al Sr. Presidente Maduro por la declaratoria y puesta en ejecución del Estado de Excepción en varios municipios de los Estados Apure, Táchira y Zulia. No obstante mi alegría y entusiasmo ante ese hecho, me quejo por lo corto y le ruego encarecidamente que lo EXTIENDA A TODO EL PAIS.

Si, Sr. Presidente y demás funcionarios del Gobierno Bolivariano, vistas las inmensas bondades obtenidas apenas en escasos días en los territorios intervenidos, siento una enorme envida sana y quiero que esos maravillosos resultados lleguen ya a mi comunidad y a los lugares por donde suelo ir y, adonde no suelo ir, también.

Sufro cierta angustia y desazón cuando veo por TV a la gente de San Antonio, San Cristóbal, Maracaibo y otras poblaciones con una amplia sonrisa de satisfacción porque se acabaron las colas para tratar de adquirir productos necesarios. Eso lo quiero yo y ya para mi comunidad y para todo el país. Los veo felices porque están adquiriendo lo que necesitan y eso lo quiero yo para mi comunidad. Los veo felices porque compran lo que necesitan a precios justos, no los roban y eso lo quiero ya para mi comunidad.

Sé de antemano que algunos dirán que los paramilitares ni los cambistas están en otras partes del país y lo admito como parcialmente cierto; pero, los ladrones especuladores están en todas partes y a esos enemigos de la Patria hay que darles hasta con el tobo y ya.

Además hay otra plaga que debemos fumigar. Me refiero a todo tipo de funcionario que mira para otra parte y no cumple con su deber. A esos hay que erradicarlos ya.

No puede ser posible ni mucho menos aceptable que quienes se hacen llamar empresarios, se hacen llamar industriales y o comerciantes, hagan subir los precios a discreción multiplicándolos algunas veces 10, 20 y hasta 100 veces los valores que tenían hasta hace poco y los ejemplos concretos sobran. Daré ejemplos: los huevos suben de precio semanalmente, antes aumentaban a razón de Bs. 10 semanal, ahora a razón de Bs. 50; el jabón líquido marca Clic lo compré hace poco tiempo a Bs. 60/lt.; ahora lo vi con PVJusto a casi 500 y, por supuesto no lo compré. Un simple bollo de pan de tan solo 300 gramos ya los venden a Bs. 50, 60 o más. No hablemos de las laticas de sardina. ¿Existen razones serias y verdaderas para semejante abuso? ¿Quien fija los llamados Precios Justos de venta al público? ¿Quien los aprueba? Incrementar al precio de venta de un producto 10 veces su valor anterior es absolutamente injustificable.

No puede ser posible que distorsionen y manipulen las cadenas de distribución para represar los productos que deben llegar con fluidez al pueblo necesitado y para ello los esconden, los desvían, los venden a quienes acapararan y boicotean al pueblo.

Causa rabia e indignación la humillación a que someten al pueblo pobre y necesitado que debe hacer largas colas, muchas de ellas a tiempo perdido porque los productos que esperan no terminan de llegar. He visto con mis propios ojos (expresión común aunque muy redundante) como la gente sufre haciendo colas soportando calor e inclemencias y, al cabo de largo tiempo, aparece un camión con un escaso cargamento que no alcanza para satisfacerlos a todos. Esta criminal táctica por parte de los distribuidores genera rabia, frustración, confusión; pero, también intolerancia que a veces llega inclusive a provocar pleitos y rencillas entre los sufridos que esperan. Cuantos he visto irse rumiando su rabia por el tiempo y esfuerzo perdido para no conseguir nada.

Casos como los señalados y miles de ejemplos más tienen a la gente al borde de la desesperación y los cretinos antipatria de la derecha se aprovechan de eso para desprestigiar a la Revolución Bolivariana. No debemos esconder que aprovechan el terreno fértil de los ignorantes, desinformados, disgustados, etc. para hacer mella, causar daño y llevarlos al molino triturador de sus adherentes.

El Estado de Excepción permitiría al Estado aplicar sin piedad ni contemplaciones todo el peso de la ley, de manera expedita, a quienes abusan del pueblo. Ya basta de manos de seda y, por cierto, las multas no bastan porque ellos recuperan rapidamente lo que pagan, cuando no evaden, aumentando los precios a discreción. Cárcel parece ser el único método efectivo. Al respecto me viene a la memoria el episodio aquel cuando los banqueros se negaron rotundamente a prestar dinero al Gobierno encabezado por el General Cipriano Castro. Los metieron a todos en La Rotunda y pidieron cacao a los pocos minutos.

El pueblo gozará un puyero cuando vea a Fedecámaras, Consecomercio, Cavidea, Venemcham y otros grupos de traidores, mafiosos, especuladores, chupasangre pidiendo cacao. Las manos se me pondrían rojas rojitas de tanto aplaudir. Ruego al Sr. Presidente que me de ese fabuloso gusto... Y, millones de gracias anticipadas a nombre propio y de millones.


¡INDPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!

martes, 17 de febrero de 2015

Mano durísima, Señor Presidente

Petición a mis lectoras(es): Lo que escribiré a continuación lo he recogido en la calle. Mi condición de pobre me obliga estar sumergido en la vorágine del pueblo, compro lo que consigo y trato de hacerlo en los pocos lugares donde encuentro raras veces lo que busco y, también, donde me ROBEN menos. Es una lucha desesperante a diario. Donde vivo, en un pueblo pequeño, NO HAY LEY y los pocos comerciantes hacen lo que les da la gana y encima se burlan de todos. No caigo en la trampa de hacer colas pero los veo desesperados y son pasto fácil de la malediciencia de unos cuantos que encima les causan terror psicológico. Estos también son pobres y lamentablemente de escasa preparación cultural, no son definitivamente elementos infiltrados por la burguesía para incitar a la población. Al contrario, son quejas legítimas originadas por la situación que están viviendo.

La petición consiste es hacer que este lamento se conozca. Por favor divúlguenlo y ojalá se produzca el milagro que alguien, a alto nivel, lo conozca y, de ser posible lleve mi ruego al Sr. Presidente a quien pediría que haga algo, como lo haré más adelante.

En este pueblito no hay Mercal, PDVAL ni nada perecido, salvo ocasionales operativos a cielo abierto y el camioncito que envían no alcanza ni siquiera para una pequeña comunidad, de un barrio. Tampoco traen lo necesario ni en cantidades apropiadas por lo que muchos se quedan insatisfechos y frustrados; lo que, a su vez, contribuye a aumentar el nivel de desesperanza, que con facilidad se convierte en rabia, que es rapidamente expresada en improperios que para ellos son legítimos.

Como resultado les daré algunos ejemplos sencillos. Café no he comprado desde octubre de 2014. Leche líquida imposible, el pequeño suministro lo agarran las pocas panaderías para el café con leche y como materia prima para sus elaboraciones dejando cero leche para el público. Hojillas para afeitarme tuve que comprarlas en otro pueblo y son de tan mala calidad que parecen arados. Las frutas, hortalizas y otros vegetales no los venden los burgueses ni los grandes negocios porque, sencillamente, tampoco hay. Los venden pequeños comerciantes semiambulantes y los precios son estratosféricos y de la calidad, mejor no hablar. Los huevos aumentan semanalmente y en un lapso de seis meses se han más que duplicado los precios. No hablemos de papel higiénico porque llegaría al borde de las lágrimas.

La Polar, empresa que practicamente monopiliza todo, ha truinfado implantando terror y angustia a esta pobre población, lo cual aumenta porque lo que envía invariablemente solo alcanza para unos poquitos. La transnacional Procter & Gamble, otro monopolio de los productos de limpieza, pañales y toallas higiénicas para damas brilla por las largas ausencias de los productos que elabora. Hace meses que no he comprado detergente para lavar la ropa ni jabón de baño. Lo que ha llegado a mi casa lo han traído familiares de otras partes. Por cierto, mencionar a la P & G me hace recordar que antes había muchas marcas de detergentes, muchas de jabones de baño, muchas de pasta dental, muchas de pañales; entonces, ¿qué ha pasado con esas marcas y donde están sus productos? ¿Qué pasó con aquella famosa fábrica de pañales que inauguró el Sr. Presidente Chávez, con bombos y platillos, en el Complejo Industrial Ana María Campos en El Tablazo, hace varios años? ¿Quien hizo posible que P & G se convirtiera en el terrible monopolio que es hoy en día? Dicho sea de paso, muchos de sus productos son importados. Lean la caja de la pasta dental Oral B o lean los empaques de los jabones de baño. Vergüenza debería darle a los mal llamados empresarios que ninguno de esos parásitos emprende, con su propio capital, la instalación de una pequeña jabonería.

Sr. Presidente, veo por TV los operativos que se llevan a cabo y el supuesto comiso de toneladas de productos, el allanamiento a galpones repletos, la promesa de distribuir esas exorbitantes cantidades al pueblo. Entonces, mándenos un poquito que con poca cosa se satisfarían las necesidades de esta pequeña comunidad. Pero mi ruego mayor es otro: QUEREMOS VER LOS ROSTROS, LOS NOMBRES DE LOS HAMBREADORES DE LA SOCIEDAD. QUEREMOS VERLOS CON LOS GANCHOS PUESTOS. No se quede, Sr. Presidente, en la genérica oferta de ponerlos a la orden de la Fiscalía. QUEREMOS VERLOS PRESOS Y QUE NOS DIGAN EN QUE PARTE ESTAN TRAS LAS REJAS. PERO TAMPOCO QUEREMOS QUE LES FABRIQUEN CARCELES ESPECIALES CON LUJOS PROPIOS DE HOTELES CINCO ESTRELLAS. NO Y MIL VECES NO, QUE VAYAN A TOCORON, TOCUYITO, EL RODEO, SAN JUAN DE LOS MORROS, ETC. JUNTO CON LOS DELINCUENTES LLAMADOS COMUNES AUNQUE ELLOS NO SEAN COMUNES. No son comunes porque no roban gallinas, no son carteristas ni arrancan cadenitas a las damas, son delincuentes de alto coturno mucho peores que los "choritos" de barrio pero, en honor a la verdad, causan mucho más daño.

Sr. Presidente, si usted propicia que se haga lo que le ruego con el alma, o algo parecido, segurísimo estoy que todo el pueblo lo aplaudirá y usted se consagrará como verdadero defensor el pueblo y asegurará su puesto en la historia.

Lo que le pido requiere una decisión política muy firme. Y lo requiere porque el enemigo es súper poderoso pero creo que ha llegado el momento de enfrentarlos sin vacilaciones. Sé que seguirán molestando e intentando tumbarlo pero, también creo que se aplacarán mientras diseñan otra estrategia distinta a la que han usado hasta ahora. EL último intento de golpe debe ser un gran acicate para fortalecer y profundizar la revolución. Ya basta de aguantarles todas sus tropelías y ha llegado la hora de darles duro, bien duro, hasta con el tobo.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!



sábado, 22 de marzo de 2014

Las guerras económicas. ¿Cómo superarlas? - Séptima parte



Realmente no sé como ganarlas. No seré yo quien diga cómo porque para eso hay más que suficientes cerebros expertos en esos menesteres en los altos mandos políticos estratégicos y tácticos del Gobierno y de la Revolución.

Me dirán algunas(os) lectoras(es) el para que las(os) molesto escribiendo posibles pazguatadas. De una buena vez les anuncio que mi intención es el de estimularlas(os) a sugerir las posibles soluciones que vengan a sus cabezas, no importa lo disparatadas que puedan inicialmente parecerles. ¿El motivo? Ustedes lo saben, el pueblo es sabio y bien lo dijo El Libertador hace casi 200 años: más creo en el tino de los pueblos que en los consejos de los sabios.

La única idea que se me ha ocurrido hasta ahora es la de proponer la descarga de los camiones que surten los puntos de venta durante la noche. Al día siguiente amanecerán los productos en los anaqueles, todo parecerá normal y, ojalá, se vaya disipando la angustia compulsiva de las compras nerviosas. No le hagamos el juego a los productores/distribuidores ni a los detallistas.

Tal vez me atreva a proponer lo que mucha gente dice en la calle, no pagar los precios especulativos. Pagar lo normal, lo que se debe, dejar los productos en la caja y que ellos los acomoden en los anaqueles. Cuando vean que las ventas disminuyen tomarán sus acciones para intentar recuperarlas y, ojalá, tengan el buen criterio para entender que la razón de la caída de sus ventas radica en los altos precios que pretenden cobrar. Que se les pudran los productos perecederos, que se les llenen de polvo y se venzan los otros. Tengamos paciencia porque es una solución que tomará su tiempito.

También se ha hablado de evitar las compras nerviosas. Acabemos de una buena vez con el acaparamiento familiar. Comprar solo lo necesario para que los productos alcancen para otras familias y se vaya desvaneciendo poco a poco el fantasma de la escasez. No ha habido una real escasez sino una perversa mala distribución de los productos fundamentales, los de mayor consumo, los que satisfacen necesidades más inmediatas.

Hay que plantarse con firmeza ante los acaparadores, especuladores, usureros. Rechazarlos y denunciarlos para que les caiga el peso de la ley. Ya verán como se empiezan a moderar cuando vean que unos cuantos de sus colegas son guardados tras las rejas. Muchos de ellos pondrán sus barbas en remojo y se decidirán a ganar menos, pero en libertad.

Sé perfectamente que hay muchos compatriotas que no creen que realmente estamos inmersos en una guerra económica contra el país, contra el Gobierno Revolucionario y contra el pueblo en general. Lamento que muchos compatriotas estén ciegos y sordos y, lamentablemente, son los peores ciegos y sordos que existen, son los que no quieren, porque no les da la real y regalada gana, ver ni oír. Son todos esos, y todas esas, alienados por los medios de comunicación de la burguesía parasitaria lo cual demuestra el éxito parcial de la guerra psicológica que tiene como fin predisponer a muchos en contra de ellos mismos. Son lo que achacan todas las culpas de sus ficticios e implantados sufrimientos al gobierno que los cuida y protege. También sé positivamente que además están impregnados de lo que modernamente se llama racismo social y eso se explica por el simple hecho, fehacientemente demostrado, de que la Revolución Bolivariana le ha dado prioridad, le ha dedicado sus mejores esfuerzos y su mayor inversión a los sectores más desposeídos, los más depauperados, los eternos excluidos de la sociedad. Esos sectores excluyentes consideran casi pecado que a sus privilegios los hayan levemente rasguñado; o dicho de otra forma, no aceptan por nada del mundo que parte de lo que ellos se apropiaban sea ahora dirigido al pueblo necesitado. He ahí la razón en la que se basan para querer deshacerse, por cualquier método, del Gobierno y la Revolución Bolivariana, pero se encuentran y se encontrarán siempre con la decisión de ese pueblo que se impuso una consigna de vida: ¡¡NO VOLVERÁN!!

¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! - ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS! ¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE! - ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!

jueves, 6 de marzo de 2014

Las guerras económicas – Quinta Parte



En mi anterior escrito afirme que “...los venezolanos y los pueblos del planeta en general, ESTAMOS DESUNIDOS.....No contamos con ningún equipo científico asesor que nos ilustre en la manera de cómo defendernos de ellos. Si tuviéramos alguna orientación tal vez no caeríamos como verdaderos pendejos en las trampas que nos tienden regularmente.” Naturalmente, si supiéramos lo suficiente, si tuviéramos experiencia práctica en el manejo de esos intríngulis o si contáramos con equipos de expertos asesores, no caeríamos tan facilmente en las trampas que nos ponen a cada rato para esquilmarnos los bolsillos.

Seguramente, comentando estas cosas entre amigos nos daríamos cuenta, por lo menos, de algunas de las trampillas menores. Al profundizar en el asunto, comparando experiencias, tal vez, detectaríamos trampas mayores.

Intentemos explicar la trampa más usada en esta guerra económica, el arma más certera empleada por la mayor empresa distribuidora de alimentos en el país para crear malestar social y, por supuesto, echarle la culpa al Gobierno y a la revolución Bolivariana de los males que ELLOS nos causan.

Empiezo explicando el basamento utilizado. Toda empresa productora o distribuidora de productos de venta masiva sabe estadísticamente el promedio volumétrico, por clase, tipo, empaque de cada producto que cada punto de distribución o venta maneja por unidad de tiempo. Dicho más fácil, sabe aproximadamente cuantas unidades de producto, por ejemplo, kilos de harina de maíz semanal, mensual, etc. vende cada supermercado. Asumamos que un determinado abasto vende al público un promedio de 5.000 kg. de harina de maíz por mes. La empresa utiliza ese dato para planificar sus rutas y frecuencias de distribución; así como también su producción y en base a esos datos, y otros más, para optimizar sus ganancias.

El Libertador Simón Bolívar sentenció que el talento sin probidad es una azote. Ellos usan el talento para causarnos daño, son un verdadero azote. Utilizan esos los datos señalados anteriormente para descoyuntar el mercado, crear una sensación artificial de escasez aunque efectivamente venden lo mismo o más de lo que vendían anteriormente. Repito, crean una artificial sensación de escasez, no hay tal escasez como ellos pretenden hacernos creer y, a fe de Dios, lo han logrado.

¿Como lo hacen? Muy sencillo. Ya han creado la idea generalizada que no hay suficientes productos para todos, de tal forma que cada uno puja por abastecerse y comprar por encima de sus necesidades reales. Esto simple y sencillamente incrementa la demanda. Al abasto del ejemplo le resulta insuficiente su dotación de 5.000 kg. mensuales, cantidad que mantienen en sus programas de despacho.

Cuando van a realizar un despacho se encargan de difundirlo abierta o subliminalmente. Alguien avisa a alguien que en determinado momento será surtido el abasto tal. La noticia se riega y acuden masivamente tanto los clientes habituales como los circunstanciales y además los otros. Antes de la llegada del camión una larga cola de gente ansiosa lo está esperando y no pasa mucho tiempo sin que las molestias habituales, el calor, el tiempo de espera, etc. les altere el humor. Muchos casos se han dado de reales trifulcas, algunas con consecuencias lamentables. La generación de habladurías, consejas y fantasías se da en profusión y no falta un estratégico infiltrado que empieza a correr la voz que la culpa es del gobierno. Mucha gente se lo cree sin el menor esfuerzo. Parte de daño ya está hecho.

Llega el camión. La angustia aumenta a medida que lo descargan. Las molestias y el mal humor se incrementan. Limitan la venta por persona a cierto número de unidades y eso genera más habladurías de otro tipo – ¿cuando en mis días? Era feliz cuando había para todos lo que quisieran – que generalmente dan pié a más comentarios perversos, incrementa el mal humor y se aumentan las posibilidades de conatos de pleitos entre los sufridos y ya acalorados insatisfechos clientes.

El resultado final es que en muy poco tiempo venden la dotación para, digamos, una semana, cobran de contado al brinco rabioso, y aunque muchos compran MAS DE LO QUE NECESITAN, otros muchos se van furiosos con las manos vacías.

Hay personas que han desarrollado la habilidad, o tienen los contactos que se lo indican, para estar en toda cola en todo supermercado para abastecerse. Conozco una familia en particular que siempre tiene una dotación mínima de 40 paquetes de harina de maíz; pero, hay otra perversión: parte del cargamento NO LO VENDEN AL PUBLICO DE LA COLA. No. Lo apartan en los depósitos para revenderlo a los pequeños comerciantes, buhoneros, bodeguitas de barrio, etc. pero se lo venden a precio de detal, no a precio de mayor, o más caro. Estos otros compran caro, son especulados, así que ellos se ven obligados a revender a precios elevados. Al final del final terminan los pobres robando a los pobres, la cosa más fea del mundo.

Inútil decir que, además de lo explicado, hay otros mecanismos, acaparamiento, especulación, usura, pero hoy vamos a quedarnos con un solo ejemplo.

¿Como acabar con esta perversión? Lo único que se me ocurre es que nadie vaya a hacer colas frente a los puntos de venta. Que descarguen los camiones, que exhiban los productos como hacían antes y que todo vuelva a la normalidad.

¿Qué les parece proponer al gobierno que establezca una regla mediante la cual la descarga de los camiones se haga solo de noche cuando la mayoría duerme?

El ejemplo de la harina ha contagiado otros rubros. También están apareciendo las colas para el arroz, café, aceite, papel higiénico, etc. Claro, el truco es formidable, venden más, cobran de inmediato y logran su satánico propósito de poner a la gente en contra del gobierno. Loa a los genios creadores de la maldad, los talentosos que usan sus circunvoluciones cerebrales para joder a los pendejos.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! - ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS! - ¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE! - ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!

jueves, 23 de enero de 2014

Guerras económicas –Tercera Parte

Aquí no hay empresarios emprendedores que construyan empresas productivas, sino pulperos enfranelaos – Palabras aproximadamente textuales de Antonio Guzmán Blanco, malamente titulado “el Ilustre americano”, Presidente de Venezuela durante varios períodos en el último tercio del siglo XIX. A mi manera de ver, Antonio Guzmán Blanco fue un déspota vende patria muy corrupto que enajenó la soberanía nacional a los banqueros ingleses, pero tenía razón cuando afirmó lo dicho antes. Sí, así es, lamentablemente en Venezuela, salvo muy honrosas excepciones, jamás ha habido empresarios aunque traficantes trepadores sí, y muchos. Tal como lo explica Eduardo Galeano en sus “Venas abiertas de América Latina”, las clases dominantes de América, y de Venezuela muy en particular, se acostumbraron desde tiempos coloniales a MEDRAR, a pisotear los pueblos y garantizarse a toda costa sus groseros privilegios de toda índole. En consecuencia, no les importa en absoluto el destino del pueblo al que siempre han intentado, y logrado, esclavizar y matar de hambre y miseria con tal de obtener réditos. La vieja frase izquierdosa  que los tildaba de hambreadores del pueblo no es de ninguna manera una exageración en nuestros días. De hecho, están manteniendo un sostenido ataque por los dos flancos más sensibles de los seres humanos, los dos extremos del aparato digestivo. No despachan la comida ni tampoco papel higiénico. Los esconden, acaparan y sueltan por cuenta gotas para aumentar la desesperación de la gente y no les arriendo la ganancia si el pueblo se arrecha, los saquea, les incendia los camiones y depósitos y, en fin, no domina su buen sentido y, aunque sea leve, les rasguña sus delicadas pieles. Auguro que la reacción soberana del pueblo será lo contrario de lo que ellos buscan, irá contra ellos y no contra “su” gobierno.

La PATRIA jamás ha tenido valor alguno para ellos y de eso hay abundantísima documentación histórica que incluye traiciones de las más abyectas. El destino de la sociedad les ha importado menos que un comino. Solo les ha interesado la especulación, la usura, el robo descarado y para ello se valieron secularmente de su poderío económico para comprar, sobornar, corromper y poner a su servicio a quienes han oficialmente gobernado el país. ¿Valores morales? Carecen completamente de ellos. ¿Etica? Idem. ¿Valores humanos? Ni hablar. Su única justificación la dio recientemente uno de sus más conspicuos e inmorales representativos cuando afirmó que “especulamos pero damos empleo”; y, pregunto, ¿qué clase de empleos? Respuesta, los más precarios sin garantías laborales, semiesclavitud en suma.

A lo largo de la historia han intentado numerosas veces hundir al país antes que dejarse hacer el más leve rasguño a sus delicadas pieles (entiéndase privilegios de todo orden) Cada vez que se han visto remotamente amenazados de que sus privilegios se vean tocados han emprendido y, de hecho triunfado muchas veces, despiadadas guerra económicas en contra del pueblo.

Hay una serie de hechos menores que aparentemente no se entienden, pero están claros para todos. Intentaré dar algunos ejemplos concretos que ilustran algunos de los mecanismos perversos puestos en práctica, muy inteligentemente, por esos perversos seres malvados que dirigieron y siguen dirigiendo otra batalla más de otra guerra económica más contra el Gobierno Revolucionario y el pueblo venezolano en general. Y digo el pueblo porque a los muy ricos nunca los afecta nada; al contrario, se benefician cada vez que el pueblo sufre y es obligado a pagar precios exorbitantes. ¿Adonde creen que va la masa monetaria pagada de más,  millones y millones, que pertenecen a sencilla gente del pueblo?

Haré algunas preguntas, entre ellas una a ustedes amables, sufridas(os) lectoras(es):

¿Cómo es posible que no hay leche pero sí hay abundancia de productos lácteos?

¿Cómo es posible que no hay azúcar pero sí hay abundancia de toda clase de productos azucarados? Que yo sepa nunca jamás ha habido escasez de bebidas carbonatadas, por cierto muy dañinas a la salud.

¿Cómo es posible que no hay harina de trigo pero sí hay abundancia de galletas y toda clase de confites que se elaboran industrialmente también con azúcar?

¿Cómo es posible que no hay harina de maíz corriente pero se consigue, a veces, harina envenenada, saborizada, trampeada y más cara y toda clase de confites a base de maíz tales como el llamado corn flake y otras porquerías similares?

¿Cómo es posible que no hay arroz NORMAL pero si arroz muy caro, envenenado, saborizado, al cual le agregan un poquito de veneno que solo les cuesta pocos céntimos por kilo y le clavan al pobre consumidor una verdadera puñalada, tanto al bolsillo como a su salud?

¿Cómo es posible que no hay papel higiénico pero si hay toda clase de cartones, empaques, rollos de papel especial, todo elaborado con la misma materia prima?

Podríamos hacernos muchas preguntas más dentro de este mismo orden de ideas. Por ahora, la última pregunta dirigida directamente a la conciencia de ustedes: ¿Esto que estamos sufriendo, es o no es una batalla más de la más despiadada guerra económica contra el pueblo venezolano?

INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA    -    ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!   -    ¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE!    -   ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!

jueves, 22 de agosto de 2013

Ladrón es ladrón

La ultraderecha fascista, lacaya y apátrida se rasga las vestiduras cuando alguien, en el colmo de su desesperanza o en un arranque de sinceridad de lenguaje sin eufemismos, los llama ladrones. ¿Cómo se llama entonces a quien roba, roba continuamente y ha robado desde siempre? ¿Será que sus “impolutos” tímpanos se recienten con la palabreja y preferirían que los llamaran cacos, cleptómanos o simplemente amigos de lo ajeno?

Ladrón es ladrón y hay que llamarlo ladrón. Sin ambages.

Da risa porque ultimamente han pretendido relativizar el término. No, el término LADRÓN no es sujeto de relativización. Tan ladrón es quien se roba un centavo como quien se roba varios millones. Es como las mujeres, están o no preñadas; ninguna puede estar medio preñada o algo preñada.

Tal vez, bajo ciertas condiciones, podría aceptar que alguien robe en caso de extrema necesidad bajo ciertas dolorosas y lamentables circunstancias; pero, jamás podré aceptar que un desgraciado desalmado sin conciencia lleno de dinero, lujos y comodidades robe.

¿Qué fenómeno obliga a alguien que disfruta de todos los bienes materiales imaginables e inimaginables robe? La avaricia y la codicia son pecados capitales. Son contra natura. Todas las religiones los condenan al igual que todas las reglas de ética y moral de todos los tiempos.

Ya dije que el término ladrón no es sujeto de relativización; pero, hay momentos cuando el robo adquiere ribetes de criminalidad. Eso ocurre cuando algún descerebrado androide roba, por ejemplo, la limosna a un ciego o el juguete a un niño. Y mayor aún es el grado de criminalidad cuando los grupos de ladrones – generalmente ricachones sin necesidades – roban lo que corresponde a pueblos menesterosos plagados de necesidades, muchas de ellas ancestrales causados por el robo que cometieron los antepasados de esos engendros.

Mención aparte se le debe dar al caso cuando el robo va precedido del asesinato, del crimen, de la matanza rápida o lenta de otro u otros seres humanos.

Y peor aún, el colmo del latrocinio es cuando el ladrón no tiene los cojones suficientes para hacerlo el mismo y manda a otros a robar en su nombre y para su provecho. A eso debemos agregarle la cobardía, algo por cierto no propio de hombres machos de verdad, dignos, corajudos y valerosos.

Y llegamos al summun de los casos: cuando el ladrón, como siempre ocurre, no asume su culpa, la niega, la disfraza, la justifica. Robar para dar a otro no elimina la falta, la culpa ni el pecado. Y generalmente, nunca se roba para realmente dar a otro sino que se usa ese pretexto como excusa falsa para intentar justificar lo injustificable.

Para ilustrar parte de lo dicho, les cuento algo real. Fui testigo.

En cierta ocasión presencié como un vendedor de “una prestigiosa gran empresa” le cobraba a un bodeguero de barrio una prima extra no reflejada en la “correcta” factura. Al preguntarle la razón de su conducta me respondió que “la empresa” lo obligaba. El bodeguero dijo que pagaba lo que yo califico de extorsión porque de lo contrario no le vendían los productos. Le razoné que él, - el vendedor - siendo un pobre explotado, hacía muy mal en robar a los de su clase para darle y beneficiar a los millonarios, que en todo caso robara, si él era realmente ladrón, para beneficiarse a sí mismo.

Quiso el destino que al cabo de un tiempo lo encontrara accidentalmente. Me reconoció y me agradeció cuanto le había dicho. Me llenó de satisfacción cuando afirmó que “había pensado en todo cuanto le había dicho y había renunciado a trabajar para sus antiguos empleadores”. Lo felicité por ser un hombre digno.

Es el caso típico del súper ladrón que convierte a personas decentes en ladrones que roban migajas y, seguro estoy, que muchos se habitúan a robar para favorecer millonarios que realmente no necesitan nada. El refrán dice que grano a grano la gallina llena el buche. Tremendo empresario que no emprende sino que crea un ejército de ladrones para que le llenen sus arcas y, dicho sea de paso, la gran mayoría de los llamados empresarios no lo son, jamás han emprendido otra cosa que establecer redes para el latrocinio y, de paso, medrar contra el tesoro público sempiternamente.

Clamo ante las personas dignas y decentes de mi país, no contribuyamos con los ladrones. No compremos nada de lo que producen en sus empresas. También clamo para que los desenmascaremos, clamo para que los saquemos a la luz, clamo para que los denunciemos.

Clamo para que les hagamos una guerra frontal.

De los politiqueros ladrones no diré nada. En ese podrido e inmundo charco de mierda no me meto. Mi estómago y mi epiplón no lo soportan.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA!  -  ¡CHÁVEZ VIVE!  -  ¡LA LUCHA SIGUE!