domingo, 30 de marzo de 2014

¿Alguien aclara una duda?



La OEA (Organización de Estados Americanos) se reunió los días 6, y 7 de marzo de 2014, naturalmente, of course, en su sede en Washington, EEUU, para - digo yo - “considerar” el caso Venezuela a petición del gobiernito de Panamá y es vox populi que lo hizo obedeciendo órdenes de los Estados Unidos, lo cual no debe resultar extraño a nadie. El petitorio panameño, entre otras cosas, pedía nombrar una comisión interventora (?) que viajaría al país para analizar “el caso Venezuela” como paso previo a una intervención directa que “estabilizaría” el país e impondría la paz y, luego, el día 21 para intentar montar un verdadero show, al cual no me voy a referir por el gran ridículo que les resultó. En ambos casos, la derrota de esos tres mosqueteros de la antipolítica fue aplastante y la Revolución Bolivariana salió fortalecida internacionalmente. Inútil decir que la mayoría de los medios mundiales silenciaron esas noticias que, de ser publicadas, hubieran sido de alto impacto.

Nota: no polemizaré con nadie si considera que los términos que uso no son los “adecuados” o “correctos” en el eufemístico lenguaje diplomático. Así lo entendí y creo que una inmensa mayoría también. De paso, esta aclaratoria me permite expresar que me gusta, así en tiempo verbal presente, el lenguaje de Chávez, quien siempre habló claro con PALABRA DE PUEBLO, comprensible para todo el mundo porque, inclusive, a los traductores se les hacía más fácil expresar sus ideas en otros idiomas.

Las razones del caso Panamá (EEUU) – OEA – Venezuela son aparentemente los recientes hechos de violencia ocurridos a partir del día 23 de enero de 2014, con un muy lamentable saldo de muertos, heridos, destrucción y daños a la propiedad pública y privada y su inevitable incidencia en muchos otros aspectos de la vida nacional. Pero el caso fue presentado apuntando interesadamente a un solo lado de la situación, y se calificó al Gobierno Venezolano de que sé yo tantas cosas, mientras que se presentó a la oposición como un sufrido conjunto de figuras celestiales sometidos a la peor e inhumana represión.

No voy a explicar detalles suficientemente conocidos y solo me limitaré a decir que la pantomima panameña fue parte de un plan elaborado cientificamente para derrocar al legítimo Gobierno democrático de la República Bolivariana de Venezuela, tal como exitosamente lo han llevado a cabo en otros numerosos países.

Cronologicamente, las fases de ese plan “perfecto” fueron: guerra eléctrica, guerra económica, violencia política desenfrenada, delincuencia TERRORISTA mercenaria, intervención de la llamada “comunidad internacional” (un eufemismo infantil para decir EEUU y sus lacayos), y todo lo anterior atravesado transversalmente por una despiadada guerra mediática a escala mundial absolutamente inmoral y una grosera guerra psicológica para minar mentes y conciencias.

Ha sido esta reciente la quinta vez que lo han intentado intensamente contra la Revolución Bolivariana, contra Chávez y, ahora, contra Maduro. Año 2002 con el golpe de estado y efímero derrocamiento del Presidente Chávez; año 2002 – 2003 con el paro sabotaje petrolero; años 2004 y 2007 con las “guarimbas” y la desestabilización del país y, recientemente, como dijimos antes.

No es secreto para nadie que estos planes para tumbar gobiernos populares, queridos por los pueblos, queridos por aquellos invisibles hijos de nadie que nunca tuvieron nada, son y han sido impulsados por la élite gubernamental gringa y, así como antes lo hicieron con intentonas encabezadas por militares traidores a sus patrias, desde 1973 fueron modificados y así, con nuevos componentes, lo hicieron contra el Presidente chileno Salvador Allende. A lo largo de estas cinco últimas décadas han perfeccionado estos planes con el concurso de CIENTÍFICOS y especialistas en todas las áreas. Mentes lúcidas y gente preparada que cuenta con gente traidora también lúcida y preparada en los países objetivo. Todos sin ética ni moral. Todos sin valores humanos.

Repetida la somera explicación anterior, y digo repetida porque todos mis lectores la conocen, les planteo una duda. Tanto Chávez como Maduro y todos los personajes dirigentes de la Revolución Bolivariana han sido despreciados y descalificados por los muy ilustrados encopetados opositores por ser gente chusma, bruta, animal, ignorante, sin estudios, sin preparación y una larguísima etcétera. Por ejemplo, a Chávez lo llamaron “mono” y a Maduro lo llaman “maburro”.
 
Si todo eso es cierto como esos “cráneos” opositores realmente lo creen y asumen al igual que sus seguidores, similares, conexos y afines, me hago y les hago a ustedes mis lectores una pregunta, y se la hago también a aquellos opositores que tienen alguna capacidad para razonar:

¿Como es y como ha sido posible que esos planes súper inteligentes, tan bien estudiados, tan bien planeados, tan bien ejecutados por gente tan inteligente y preparada, con todos los recursos monetarios y financieros a su disposición, que han sido exitosos en muchos países, en todos donde se han aplicado y; en cambio, en Venezuela, haciéndolo contra brutos, chusma sin estudios ni preparación alguna, orilleros, lumpen, marginales, patenensuelo, etc., etc., han fallado una y otra vez a lo largo de quince (15) años y solo han logrado fortalecer aún más la gloriosa Revolución Bolivariana?


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sábado, 22 de marzo de 2014

Las guerras económicas. ¿Cómo superarlas? - Séptima parte



Realmente no sé como ganarlas. No seré yo quien diga cómo porque para eso hay más que suficientes cerebros expertos en esos menesteres en los altos mandos políticos estratégicos y tácticos del Gobierno y de la Revolución.

Me dirán algunas(os) lectoras(es) el para que las(os) molesto escribiendo posibles pazguatadas. De una buena vez les anuncio que mi intención es el de estimularlas(os) a sugerir las posibles soluciones que vengan a sus cabezas, no importa lo disparatadas que puedan inicialmente parecerles. ¿El motivo? Ustedes lo saben, el pueblo es sabio y bien lo dijo El Libertador hace casi 200 años: más creo en el tino de los pueblos que en los consejos de los sabios.

La única idea que se me ha ocurrido hasta ahora es la de proponer la descarga de los camiones que surten los puntos de venta durante la noche. Al día siguiente amanecerán los productos en los anaqueles, todo parecerá normal y, ojalá, se vaya disipando la angustia compulsiva de las compras nerviosas. No le hagamos el juego a los productores/distribuidores ni a los detallistas.

Tal vez me atreva a proponer lo que mucha gente dice en la calle, no pagar los precios especulativos. Pagar lo normal, lo que se debe, dejar los productos en la caja y que ellos los acomoden en los anaqueles. Cuando vean que las ventas disminuyen tomarán sus acciones para intentar recuperarlas y, ojalá, tengan el buen criterio para entender que la razón de la caída de sus ventas radica en los altos precios que pretenden cobrar. Que se les pudran los productos perecederos, que se les llenen de polvo y se venzan los otros. Tengamos paciencia porque es una solución que tomará su tiempito.

También se ha hablado de evitar las compras nerviosas. Acabemos de una buena vez con el acaparamiento familiar. Comprar solo lo necesario para que los productos alcancen para otras familias y se vaya desvaneciendo poco a poco el fantasma de la escasez. No ha habido una real escasez sino una perversa mala distribución de los productos fundamentales, los de mayor consumo, los que satisfacen necesidades más inmediatas.

Hay que plantarse con firmeza ante los acaparadores, especuladores, usureros. Rechazarlos y denunciarlos para que les caiga el peso de la ley. Ya verán como se empiezan a moderar cuando vean que unos cuantos de sus colegas son guardados tras las rejas. Muchos de ellos pondrán sus barbas en remojo y se decidirán a ganar menos, pero en libertad.

Sé perfectamente que hay muchos compatriotas que no creen que realmente estamos inmersos en una guerra económica contra el país, contra el Gobierno Revolucionario y contra el pueblo en general. Lamento que muchos compatriotas estén ciegos y sordos y, lamentablemente, son los peores ciegos y sordos que existen, son los que no quieren, porque no les da la real y regalada gana, ver ni oír. Son todos esos, y todas esas, alienados por los medios de comunicación de la burguesía parasitaria lo cual demuestra el éxito parcial de la guerra psicológica que tiene como fin predisponer a muchos en contra de ellos mismos. Son lo que achacan todas las culpas de sus ficticios e implantados sufrimientos al gobierno que los cuida y protege. También sé positivamente que además están impregnados de lo que modernamente se llama racismo social y eso se explica por el simple hecho, fehacientemente demostrado, de que la Revolución Bolivariana le ha dado prioridad, le ha dedicado sus mejores esfuerzos y su mayor inversión a los sectores más desposeídos, los más depauperados, los eternos excluidos de la sociedad. Esos sectores excluyentes consideran casi pecado que a sus privilegios los hayan levemente rasguñado; o dicho de otra forma, no aceptan por nada del mundo que parte de lo que ellos se apropiaban sea ahora dirigido al pueblo necesitado. He ahí la razón en la que se basan para querer deshacerse, por cualquier método, del Gobierno y la Revolución Bolivariana, pero se encuentran y se encontrarán siempre con la decisión de ese pueblo que se impuso una consigna de vida: ¡¡NO VOLVERÁN!!

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domingo, 9 de marzo de 2014

Las guerras económicas – Sexta Parte



Lo dicho en el escrito anterior se refiere a lo que podríamos llamar la micro guerra, o sea aquella dirigida directamente a personas o grupos familiares. Aunque practicamente no dispongo de información fehaciente, intentaré dentro de las limitaciones respectivas referirme a la macro guerra; es decir, la guerra a gran escala.

En este renglón ubico el contrabando de extracción de alimentos, el boicot, el acaparamiento en grandes cantidades, la cartelización y otros planes que no sé como llamar para alterar el normal funcionamiento de la producción y distribución de toda clase de productos esenciales, especialmente alimentos y otros artículos muy necesarios de consumo masivo (productos de higiene personal, aseo del hogar, varias líneas de ferretería, ciertos artículos de construcción y una larga y variada etcétera)

No cabe la menor duda, vuelvo a repetir, que esta guerra contra el Gobierno y pueblo venezolanos ha sido planificada, dirigida y ejecutada por equipos de alta preparación y experiencia. Ahí no hay neófitos, solo cuartos bate de gran calibre.

Digresión: a los amigos de otras latitudes, el venezolanismo cuarto bate es una expresión extraída de juego de béisbol (base ball en inglés). Generalmente, en la alineación de orden al bate – ofensiva – se coloca en cuarta posición al jugador más poderoso que supuestamente está mejor dotado para empujar carreras.

El Gobierno Nacional ya ha estimado; por ejemplo, que aproximadamente entre 30% y 50% de los alimentos supuestamente para consumo de los Estados Zulia y Táchira son contrabandeados hacia Colombia. Movilizar toneladas de alimentos o de lo que sea a lo largo de cientos de kilómetros desde los centros de producción, manipularlos y luego transportarlos sibilinamente al otro lado de la frontera no es cosa fácil y tampoco se improvisa de un día para otro. Eso requiere una enorme logística y de grandes capitales para financiar esas operaciones, incluyendo gruesas sumas para sobornar funcionarios para que volteen la mirada. No sé como hacen eso y por tanto no puedo describir como funciona pero es una realidad probada, a pesar de los múltiples mecanismos que se han establecido para evitarlo o, por lo menos, reducirlo a un mínimo.

Tampoco me pregunten como boicotean el suministro de alimentos. Presumo que se le hace difícil saberlo aún a los mismos cuerpos de seguridad. Una modalidad que se ha puesto recientemente al descubierto es evitar que los insumos sean distribuidos simplemente abandonando las mercancías en los puertos. Mucha de esa mercancía ya está corrompida cuando se cumplen los lapsos legales para inspeccionarla, es mercancía diferente a la declarada o, el colmo, contenedores vacíos. Cualquiera argumentaría que esto perjudica economicamente a los importadores; pero no es así. En el caso venezolano, el gobierno les suministró divisas a precios preferenciales para importar alimentos; ellos hicieron sus chanchullos y tracalerías en el exterior, se quedaron con el dinero o parte de él y, luego, lo incorporaron al torrente del tráfico ilegal de divisas.

La cartelización la han practicado a lo largo del tiempo y en eso son expertos, no obstante estar penalizado por las leyes. Solo basta observar la simultaneidad de los incrementos de precios por parte de todas, o casi todas la empresas que deberían competir en la venta de rubros iguales o similares. Cuando a los empresarios les da la gana de aumentar el precio de algún producto, lo hacen simultaneamente todas las demás empresas de manera transversal a lo largo y ancho del país.

Otras dos actividades en las cuales son expertos desde hace tiempo son la especulación y la usura y se valen de todas las mañas y trucos habidos y por haber; aunque, justo es decirlo, presentan registros impolutos y siempre son achacables las fechorías a eslabones posteriores a lo largo de la cadena que va desde los centros de producción hasta los consumidores.

En definitiva, nos enfrentamos a expertos inteligentes y bien preparados que saben bien lo que hacen y se conocen todos los vericuetos legales para escapar de la justicia, asesorados desde el exterior donde existen centros también llenos de expertos que solo estudian y practican el arte de joder pendejos.


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jueves, 6 de marzo de 2014

Las guerras económicas – Quinta Parte



En mi anterior escrito afirme que “...los venezolanos y los pueblos del planeta en general, ESTAMOS DESUNIDOS.....No contamos con ningún equipo científico asesor que nos ilustre en la manera de cómo defendernos de ellos. Si tuviéramos alguna orientación tal vez no caeríamos como verdaderos pendejos en las trampas que nos tienden regularmente.” Naturalmente, si supiéramos lo suficiente, si tuviéramos experiencia práctica en el manejo de esos intríngulis o si contáramos con equipos de expertos asesores, no caeríamos tan facilmente en las trampas que nos ponen a cada rato para esquilmarnos los bolsillos.

Seguramente, comentando estas cosas entre amigos nos daríamos cuenta, por lo menos, de algunas de las trampillas menores. Al profundizar en el asunto, comparando experiencias, tal vez, detectaríamos trampas mayores.

Intentemos explicar la trampa más usada en esta guerra económica, el arma más certera empleada por la mayor empresa distribuidora de alimentos en el país para crear malestar social y, por supuesto, echarle la culpa al Gobierno y a la revolución Bolivariana de los males que ELLOS nos causan.

Empiezo explicando el basamento utilizado. Toda empresa productora o distribuidora de productos de venta masiva sabe estadísticamente el promedio volumétrico, por clase, tipo, empaque de cada producto que cada punto de distribución o venta maneja por unidad de tiempo. Dicho más fácil, sabe aproximadamente cuantas unidades de producto, por ejemplo, kilos de harina de maíz semanal, mensual, etc. vende cada supermercado. Asumamos que un determinado abasto vende al público un promedio de 5.000 kg. de harina de maíz por mes. La empresa utiliza ese dato para planificar sus rutas y frecuencias de distribución; así como también su producción y en base a esos datos, y otros más, para optimizar sus ganancias.

El Libertador Simón Bolívar sentenció que el talento sin probidad es una azote. Ellos usan el talento para causarnos daño, son un verdadero azote. Utilizan esos los datos señalados anteriormente para descoyuntar el mercado, crear una sensación artificial de escasez aunque efectivamente venden lo mismo o más de lo que vendían anteriormente. Repito, crean una artificial sensación de escasez, no hay tal escasez como ellos pretenden hacernos creer y, a fe de Dios, lo han logrado.

¿Como lo hacen? Muy sencillo. Ya han creado la idea generalizada que no hay suficientes productos para todos, de tal forma que cada uno puja por abastecerse y comprar por encima de sus necesidades reales. Esto simple y sencillamente incrementa la demanda. Al abasto del ejemplo le resulta insuficiente su dotación de 5.000 kg. mensuales, cantidad que mantienen en sus programas de despacho.

Cuando van a realizar un despacho se encargan de difundirlo abierta o subliminalmente. Alguien avisa a alguien que en determinado momento será surtido el abasto tal. La noticia se riega y acuden masivamente tanto los clientes habituales como los circunstanciales y además los otros. Antes de la llegada del camión una larga cola de gente ansiosa lo está esperando y no pasa mucho tiempo sin que las molestias habituales, el calor, el tiempo de espera, etc. les altere el humor. Muchos casos se han dado de reales trifulcas, algunas con consecuencias lamentables. La generación de habladurías, consejas y fantasías se da en profusión y no falta un estratégico infiltrado que empieza a correr la voz que la culpa es del gobierno. Mucha gente se lo cree sin el menor esfuerzo. Parte de daño ya está hecho.

Llega el camión. La angustia aumenta a medida que lo descargan. Las molestias y el mal humor se incrementan. Limitan la venta por persona a cierto número de unidades y eso genera más habladurías de otro tipo – ¿cuando en mis días? Era feliz cuando había para todos lo que quisieran – que generalmente dan pié a más comentarios perversos, incrementa el mal humor y se aumentan las posibilidades de conatos de pleitos entre los sufridos y ya acalorados insatisfechos clientes.

El resultado final es que en muy poco tiempo venden la dotación para, digamos, una semana, cobran de contado al brinco rabioso, y aunque muchos compran MAS DE LO QUE NECESITAN, otros muchos se van furiosos con las manos vacías.

Hay personas que han desarrollado la habilidad, o tienen los contactos que se lo indican, para estar en toda cola en todo supermercado para abastecerse. Conozco una familia en particular que siempre tiene una dotación mínima de 40 paquetes de harina de maíz; pero, hay otra perversión: parte del cargamento NO LO VENDEN AL PUBLICO DE LA COLA. No. Lo apartan en los depósitos para revenderlo a los pequeños comerciantes, buhoneros, bodeguitas de barrio, etc. pero se lo venden a precio de detal, no a precio de mayor, o más caro. Estos otros compran caro, son especulados, así que ellos se ven obligados a revender a precios elevados. Al final del final terminan los pobres robando a los pobres, la cosa más fea del mundo.

Inútil decir que, además de lo explicado, hay otros mecanismos, acaparamiento, especulación, usura, pero hoy vamos a quedarnos con un solo ejemplo.

¿Como acabar con esta perversión? Lo único que se me ocurre es que nadie vaya a hacer colas frente a los puntos de venta. Que descarguen los camiones, que exhiban los productos como hacían antes y que todo vuelva a la normalidad.

¿Qué les parece proponer al gobierno que establezca una regla mediante la cual la descarga de los camiones se haga solo de noche cuando la mayoría duerme?

El ejemplo de la harina ha contagiado otros rubros. También están apareciendo las colas para el arroz, café, aceite, papel higiénico, etc. Claro, el truco es formidable, venden más, cobran de inmediato y logran su satánico propósito de poner a la gente en contra del gobierno. Loa a los genios creadores de la maldad, los talentosos que usan sus circunvoluciones cerebrales para joder a los pendejos.


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domingo, 2 de marzo de 2014

No sé que título poner



Quería seguir montando los escritos restantes de la serie sobre las Guerra Económicas, pero no me dejan. Prometo que con el próximo las retomaré. Mi anterior escrito parece que lastimó algunas delicadas pieles y debo hacerles algunas aclaratorias para que se les restablezca la normalidad dérmica.

No sé tampoco porque existen personas que sin razón te agreden brutalmente de cualquier forma y manera y responden como vestales ofendidas cuando se les toca, aunque sea tangencialmente, sus tabues, miedos, falsas concepciones; o, dicho de otra manera, sus saboreadas alienaciones. Se ofenden cuando se les llama por lo que son. Hay una larga lista de conceptos revoloteando en las vacías mentes de muchos que provienen, indudablemente, de los lavados cerebrales y posteriores inoculaciones auspiciadas por esos que todos sabemos quienes son, incluyéndolos a ellos mismos, pero que, no quieren o no se atreven a reconocer.

Señores ultra sensibles, en mi anterior escrito NO ATAQUÉ AL PUEBLO DE LOS EU. El pueblo es una cosa y el sistema politico-económico-financiero-militar imperante allá es otra cosa. Sin temor a errar mucho, si me atrevo a afirmar que uno de los pueblos del mundo más ignorante sobre lo que su sistema de gobierno hace en el mundo es el pueblo de EU. Mi experiencia personal es que las veces que hablé con muchos de ellos sobre esos temas se quedaron sorprendidos, boquiabiertos e incrédulos, no tenían ni la más remota idea sobre esos temas. No encontré en años ni uno solo que hubiera oído hablar sobre el episodio del Maine que “desencadenó” la guerra para apoderarse de Cuba, ni sobre las más de cien intervenciones gringas en latinoamérica a lo largo del Siglo XX.

La mayoría del pueblo de los EU está integrado por personas naive, es decir, practicamente inocentes antes que desinformados sobre las barbaridades que su “sistema” (prefiero llamarlo sistema antes que gobierno) hace, no solo por fuera sino por dentro de su país mismo. Para ellos, sus intereses son otros porque así los han inducido a vivir. Durante años solo leí una pequeñísima nota periodística cuando uno de sus boxeadores perdió ante un venezolano, y jamás podré olvidar a mi profesor de Ecuaciones Diferenciales, un PhD, Doctor en Matemáticas, quien me preguntó si en latinoamérica hablaban “LATÍN”. Tengo, o tuve (han muerto algunos), muchos buenos amigos en ese país y admiro muchas de sus cualidades; pero, una cosa son las personas, otra la sociedad en general y algo completamente distinto el sistema que los gobierna y pretende dominar al mundo entero.

Es el sistema de gobierno lo que critico y a lo que me opongo. Ese sistema ha enviado a las personas a destruir o causar daño haciéndoles creer que van a defender la libertad; pero, ¿cual libertad? La libertad de los grupos de poder imperialista a seguir jodiendo a los demás.

Sobre este tema se ha escrito mucho. Demasiado diría yo, por expertos, por personas más documentadas que saben mucho más que yo. Sería bueno que ustedes también se informaran para que se despojen de tantos falsos conceptos e ideas que tienen que llegan, inclusive, casi a divinizarlos.

Les parece muy fuerte que cité palabras de Hugo Chávez mandándolos al carajo. Pues, sépanlo, no solo ha sido él el único en hacerlo. Esa expresión la han repetido durante casi 200 años en todo el mundo y se origino durante la guerra, o mejor dicho, agresión contra México en 1846 cuando le robaron más de la mitad de su territorio y los mexicanos de entonces, haciendo alusión al color de los uniformes de sus invasores, les gritaban Green (verde) go home, vete a casa. Green se pronuncia grin más la palabra go, cacofónicamente suena GRINGO. Esa es la versión suave, pero, además, existe la otra, Green go to hell, verde vete al infierno, o, casi lo mismo en castizo, vete al carajo.

Les confieso de frente que el día que publicamente Chávez les dijo Vayanse al carajo, gringos de mierda, me alegré y lloré porque desde niño soñé con el día cuando un Presidente nuestro, macho de verdad, con los cojones negros y rayados, les dijera de frente, en alta, clara e inteligible voz, lo que tantos decíamos sin consecuencia alguna.

No me escriban los dermidelicados protozoarios sobre este tema porque no les responderé. Ah, otra cosa, los llamo protozoarios, aunque esos sabrosos animalitos no tienen la culpa de sus ridículos modos de proceder saboreando la ignorancia, porque no tienen en sus cabezas, ergo sus cavidades encefálicas, materia gris sino ocre igual que todos ustedes.

¿Todavía no entienden? Busquen cualquier chavista de barrio que les explique. Finalmente, busquen algo provechoso que hacer, dejen a los demás vivir en paz y váyanse ya al mismísimo carajo. Acompañen a los gringos.


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