martes, 20 de junio de 2017

Atila 2

Hace pocos días oí a alguien referirse a los desastres que causan los criminales orates fascistas de la mal llamada oposición venezolana; desastres que sobrepasan ampliamente los límites del simple crimen. Esta persona los comparaba injustamente, nada más y nada menos, que con Atila, Rey de los Hunos. Recordé haber leído una opinión autorizada, la de Wess Roberts, PhD sobre el mal llamado “azote” de Dios, busqué su libro Leadership secrets of Attila, the Hun (Secretos sobre el liderazgo de Atila, el Huno) - Pags. 12, 13 y, a continuación copio:

Attila was less savage than the Romans, who cast thousands of Christians to wild animals for mere entertainment. In comparison, he was less cruel than Ivan the Terrible, Cortés or Pizarro. In his sparing of Rome, he showed more mercy than did Genserich, Belizar, the Norsemen, the Germans and the Spanish mercenaries, who all pillaged it without regard.

Attila's legacy is generally unfamiliar to us in the Western World. We are naive about his historical importance as a genius civilizer, his open-mindedness and richness of views, in all of which he far exceeded Alexander the Great or Caesar.

Traducido a mi manera:

Atila fue menos salvaje que los Romanos, quienes lanzaban miles de cristianos a bestias salvajes tan solo para divertirse. Comparando, Atila fue menos cruel que Iván el Terrible, Cortés o Pizarro. Al perdonar a Roma, demostró más misericordia que Genserico, Belizario, los mercenarios escandinavos (vikingos), alemanes y españoles quienes saqueaban, destruían a discreción.

El legado de Atila es generalmente desconocido en la llamada Civilización Occidental. Ignoramos la importancia histórica de un genio civilizador, su mente abierta, su enorme visión, cualidades en las que sobrepasó a Alejandro el Grande y a César.

Admiro a Atila como personaje histórico. Lo afirmé antes en mi anterior escrito Atila en este mismo blog. Repito que Atila fue víctima de los medios de alienación de su época manejados por el imperio, también de su época. Estos crearon una falsa imagen de un hombre que luchó bravamente en inferioridad de condiciones contra un imperio que se impuso, en su tiempo y en su mundo, a sangre y fuego, destrucción y muerte. Lo que modernamente llamamos terrorismo, exterminio, genocidio, crímenes de lesa humanidad, esclavitud, discriminación racial, étnica, religiosa, social, etc.

La oposición venezolana es definitivamente fascista-sionista. Su deseo e intención es exterminar la Revolución Bolivariana; es decir, el llamado chavismo. Quieren e intentan realmente MATAR, acabar con todo el que huela o parezca chavista. Intentan y hacen lo posible por dañar de cualquier manera, cada vez peor, lo que es, lo que representa, lo que ha hecho, lo que hace y lo que hará el chavismo en Venezuela, en América Latina y el resto del mundo. Quien no se adhiere a sus perversas intenciones es su mortal enemigo; es, en términos sionistas goim (mierda) cuya única suerte posible es el exterminio, tal como se exterminan las plagas dañinas, la langosta, las cucarachas, etc. Así como para los sionistas, los goim, malamente traducido como gentiles, merecemos la muerte porque valemos, para ellos, menos que las mismísimas cucarachas, de la mismísima manera, según el concepto escuálido, todos lo no como ellos, también merecen la muerte.

No tienen ni pizca de humanidad. Desconocen el significado de las palabras piedad, clemencia y misericordia. No sienten el menor remordimiento de matar gente de la manera más cruel y despiadada y me refiero a las personas que han quemado vivas convirtiendo esas dantescas escenas en teatro burlesco y divertido. De otra manera no se explica como es que atacan despiadadamente locales de educación pre-escolar con infantes dentro y centros hospitalarios materno-infantiles poniendo en grave peligro bebés recién nacidos y madres parturientas.

Entiendo aunque no comparto que en una guerra se enfrenten bandos contrarios que buscan la destrucción del contrario. Entiendo también que en esos casos se desbordan las pasiones y afloran los peores sentimientos pero; al fin y al cabo, se trata de enemigos. Pero, pregunto, ¿son esos bebés, infantes y madres recién paridas sus enemigos a muerte? ¿Son enemigos a muerte aquellos cuya piel es algo tostada o simplemente negra? ¿Aquellos que no se visten, hablan, actúan o tienen hábitos y costumbres como las de ellos? Y lo más incongruente, nosotros no los consideramos como enemigos. En todo caso serían adversarios pero nunca sujetos de nuestro odio.

Hay algo adicional que tampoco me cuadra. Muchos de esos fanáticos son descendientes directos en primera o acaso segunda generación de europeos que llegaron a Venezuela después de la llamada II guerra mundial. Esas personas llegaron y fueron acogidas con humanidad, se les ayudó generosamente, se entendió su drama y se le dieron las mejores y mayores facilidades para que recompusieran sus vidas. Vinieron huyendo de sus explotadores, persecutores y genocidas y, ahora, comprobamos fehacientemente como sus descendientes se comportan de peor manera que aquellos que persiguieron sus padres o abuelos.

No llego a entender claramente como es posible que por una falsa y manipulada opinión, esas personas crean que se les persigue, se abusa de ellas, se les va a quitar sus bienes, ir en contra de sus egoístas intereses crematísticos. Tampoco entiendo la rabia que les provoca la ayuda preferente que la Revolución da a las víctimas de la sempiterna exclusión social. En días pasados, accidentalmente oí a uno de ellos alabar a Macri, el presidente argentino, por haber eliminado las pensiones a cientos de miles de personas con discapacidad. Grotesca la expresión de ese descerebrado al dragonear “lo que haría su sector con todo el dinero que reciben los más de tres millones de pensionados que hay en Venezuela”; y lo peor, remataba diciendo que “esos viejos inútiles son una carga para la sociedad – la decente y pensante, quizás – que mejor y más barato sería aplicarles la eutanasia”.

Volviendo al principio. Esos opositores fascista-sionistas son definitivamente peores que Atila. Ni siquiera el reivindicado sino el “azote” de Dios que construyeron artificialmente en su época. Perdón pido a quien opinó, referido al comienzo, por llevarle la contraria e intentar desmentirlo. Usted no tenía razón para opinar así tan libremente, contrario a la real historia.

Invitadas(os) a releer mi anterior escrito sobre Atila.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!








domingo, 18 de junio de 2017

¡¿Yo?! ¡¿Constituyente?!

Si alguna(o) de mis lectoras(es) ha tenido la curiosidad de ir a los orígenes de esta blog habrá notado que surgió en 2010. En ese entonces hubo elecciones para elegir diputados a la Asamblea Nacional. Amigos, vecinos y otros me ofrecieron su apoyo, me entusiasmaron y, efectivamente, me postulé para Diputado. Hubo elecciones, no gané en mi circuito. Ahora vivo en otra comunidad, en otro pueblo y vuelve a ocurrir lo mismo; nuevamente vecinos, amigos y otros muestran sus simpatías y me ofrecen apoyo. Estudié brevemente simpatías y apoyos que podría lograr, además de otras consideraciones y, llegando a ciertas conclusiones, no acepté ser postulado.

Pensando por adelantado, si llegara a ser electo a la nueva Asamblea Constituyente, no les quepa la menor duda, que una de las medidas que propondría y lucharía para su aprobación sería la inclusión en el Código Penal de las más severas penas, sin atenuantes ni beneficios, a los delitos de lesa Patria, lesa humanidad, terrorismo de todo tipo y el peor de los castigos para los traidores a la patria, incluyendo entre estos a quienes reciben financiamiento de gobiernos y o instituciones extranjeras para atentar contra la paz y estabilidad de mi país. Revivir, actualizar, adaptar a la época aquel famoso decreto del Libertador estableciendo severas penas a jueces y otras autoridades judiciales que no sancionaran delincuentes como debe ser.

Los aspectos económicos no pueden ni deben quedar fuera de los ámbitos señalados en el párrafo precedente. Facilmente se pueden vincular esos delitos con las formas de guerra económica a las que nos han sometido. Atentar contr la barriga colectiva es crimen de lesa humanidad, ¿o no?

Pero todavía iría más allá. Pediría lo más drástico. Lo que verdaderamente castigaría de manera ejemplar a esos malos hijos de la Patria. QUE TAMBIÉN LES SEAN CONFISCADOS TODOS SUS BIENES. Lo único que les duele es el bolsillo.

Y para hacerles bajar la cerviz de manera definitiva, cero privilegios especiales. No, nada de eso. PRISIÓN COMÚN. Que los metan con los peores delincuentes en cárceles comunes. Ellos son aún peores que los peores. Y lo afirmo porque un asesino o un ladrón es redimible. Ellos jamás lo serían.

Es ahora cuando empiezo a estudiar lo que seguramente haría. Pero como no seré yo, lo propondría con fuerza a quienes sean mis futuros voceros en próxima Asamblea Nacional Constituyente. Tomen nota que no digo “representantes” sino “voceros”. Tal vez no me entienden fuera de Venezuela; los elegidos no representarán, solo hablarán y harán lo que les sea ordenado porque la soberanía nacional reside intransferiblemente en el pueblo, no es delegable.

Opino que el Sr. Presidente tomó la decisión más acertada. Los traidores a la Patria no quieren otra cosa que la erradicación de la Revolución Bolivariana; pero, analicemos algo lo que realmente ocurre en Venezuela. Según encuestas serias y confiables, más del 80% de la población no quiere violencia y es lo más natural del mundo. Hay que ser loco para estar de acuerdo con semejante diablura. Pero, ¿que pasa con el resto? Quienes quieren violencia, los vendidos al imperialismo gringo y al gran capital neoliberal son apenas una ínfima minoría. La gran ventaja con que cuentan es con el financiamiento ilimitado que le proporcionan la CIA, la NED, el Instituto Republicano, la Fundación Adenauer, banqueros, empresarios, etc., y sobretodo, apoyo mediático a escala casi mundial. El resto que los apoya pero no participa en sus acciones criminales es un puñado de enfermos de infofrenia, disociación psicótica y otra variedad de patologías mentales que, de hecho, confieren a ese aspecto características a ser tomadas en cuenta como un verdadero problema de salud pública. Tal vez, algunos serán curables, otros son candidatos a ingresar a sanatorios mentales de manera vitalicia.

Con esa clase de oposición no se puede negociar nada, no hay forma humanamente posible de dialogar ni de establecer acuerdos en beneficio mutuo ni en beneficio para el país. Pienso que el Sr. Presidente tomó la decisión más acertada. Que el pueblo decida lo más conveniente, lo más sano, lo que crea que más le conviene. Llegado a este punto debo señalar y resaltar las palabras fundamentales del Sr. Presidente al anunciar su sabia decisión al país en general:

El poder radica intransferiblemente en el pueblo; el pueblo me confirió el poder que detento; pongo ese poder en manos del pueblo a quien pertenece y que el pueblo sea quien decida. Me subordinaré ante la soberana y plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente.

¿Quieren más democracia? ¿De qué dictadura me hablabas?

Esa conducta es eminentemente bolivariana. Nuestro Libertador dijo, palabras más, palabras menos, cito de memoria:

Creo más en la sabia intuición del pueblo que en los consejos de los sabios porque el pueblo es incorruptible.

Buenos presagios. La inmensa mayoría se alegró con esa decisión y la apoya con entusiasmo. Ahora a esperar, desear y confiar que todos los Dioses, los Dioses de todos, bendigan la Patria Venezolana para el bien de todos, incluyendo a los enfermos mencionados porque ellos, si acaso merecen algo, es nuestra lástima y nuestra compasión.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!