domingo, 18 de junio de 2017

¡¿Yo?! ¡¿Constituyente?!

Si alguna(o) de mis lectoras(es) ha tenido la curiosidad de ir a los orígenes de esta blog habrá notado que surgió en 2010. En ese entonces hubo elecciones para elegir diputados a la Asamblea Nacional. Amigos, vecinos y otros me ofrecieron su apoyo, me entusiasmaron y, efectivamente, me postulé para Diputado. Hubo elecciones, no gané en mi circuito. Ahora vivo en otra comunidad, en otro pueblo y vuelve a ocurrir lo mismo; nuevamente vecinos, amigos y otros muestran sus simpatías y me ofrecen apoyo. Estudié brevemente simpatías y apoyos que podría lograr, además de otras consideraciones y, llegando a ciertas conclusiones, no acepté ser postulado.

Pensando por adelantado, si llegara a ser electo a la nueva Asamblea Constituyente, no les quepa la menor duda, que una de las medidas que propondría y lucharía para su aprobación sería la inclusión en el Código Penal de las más severas penas, sin atenuantes ni beneficios, a los delitos de lesa Patria, lesa humanidad, terrorismo de todo tipo y el peor de los castigos para los traidores a la patria, incluyendo entre estos a quienes reciben financiamiento de gobiernos y o instituciones extranjeras para atentar contra la paz y estabilidad de mi país. Revivir, actualizar, adaptar a la época aquel famoso decreto del Libertador estableciendo severas penas a jueces y otras autoridades judiciales que no sancionaran delincuentes como debe ser.

Los aspectos económicos no pueden ni deben quedar fuera de los ámbitos señalados en el párrafo precedente. Facilmente se pueden vincular esos delitos con las formas de guerra económica a las que nos han sometido. Atentar contr la barriga colectiva es crimen de lesa humanidad, ¿o no?

Pero todavía iría más allá. Pediría lo más drástico. Lo que verdaderamente castigaría de manera ejemplar a esos malos hijos de la Patria. QUE TAMBIÉN LES SEAN CONFISCADOS TODOS SUS BIENES. Lo único que les duele es el bolsillo.

Y para hacerles bajar la cerviz de manera definitiva, cero privilegios especiales. No, nada de eso. PRISIÓN COMÚN. Que los metan con los peores delincuentes en cárceles comunes. Ellos son aún peores que los peores. Y lo afirmo porque un asesino o un ladrón es redimible. Ellos jamás lo serían.

Es ahora cuando empiezo a estudiar lo que seguramente haría. Pero como no seré yo, lo propondría con fuerza a quienes sean mis futuros voceros en próxima Asamblea Nacional Constituyente. Tomen nota que no digo “representantes” sino “voceros”. Tal vez no me entienden fuera de Venezuela; los elegidos no representarán, solo hablarán y harán lo que les sea ordenado porque la soberanía nacional reside intransferiblemente en el pueblo, no es delegable.

Opino que el Sr. Presidente tomó la decisión más acertada. Los traidores a la Patria no quieren otra cosa que la erradicación de la Revolución Bolivariana; pero, analicemos algo lo que realmente ocurre en Venezuela. Según encuestas serias y confiables, más del 80% de la población no quiere violencia y es lo más natural del mundo. Hay que ser loco para estar de acuerdo con semejante diablura. Pero, ¿que pasa con el resto? Quienes quieren violencia, los vendidos al imperialismo gringo y al gran capital neoliberal son apenas una ínfima minoría. La gran ventaja con que cuentan es con el financiamiento ilimitado que le proporcionan la CIA, la NED, el Instituto Republicano, la Fundación Adenauer, banqueros, empresarios, etc., y sobretodo, apoyo mediático a escala casi mundial. El resto que los apoya pero no participa en sus acciones criminales es un puñado de enfermos de infofrenia, disociación psicótica y otra variedad de patologías mentales que, de hecho, confieren a ese aspecto características a ser tomadas en cuenta como un verdadero problema de salud pública. Tal vez, algunos serán curables, otros son candidatos a ingresar a sanatorios mentales de manera vitalicia.

Con esa clase de oposición no se puede negociar nada, no hay forma humanamente posible de dialogar ni de establecer acuerdos en beneficio mutuo ni en beneficio para el país. Pienso que el Sr. Presidente tomó la decisión más acertada. Que el pueblo decida lo más conveniente, lo más sano, lo que crea que más le conviene. Llegado a este punto debo señalar y resaltar las palabras fundamentales del Sr. Presidente al anunciar su sabia decisión al país en general:

El poder radica intransferiblemente en el pueblo; el pueblo me confirió el poder que detento; pongo ese poder en manos del pueblo a quien pertenece y que el pueblo sea quien decida. Me subordinaré ante la soberana y plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente.

¿Quieren más democracia? ¿De qué dictadura me hablabas?

Esa conducta es eminentemente bolivariana. Nuestro Libertador dijo, palabras más, palabras menos, cito de memoria:

Creo más en la sabia intuición del pueblo que en los consejos de los sabios porque el pueblo es incorruptible.

Buenos presagios. La inmensa mayoría se alegró con esa decisión y la apoya con entusiasmo. Ahora a esperar, desear y confiar que todos los Dioses, los Dioses de todos, bendigan la Patria Venezolana para el bien de todos, incluyendo a los enfermos mencionados porque ellos, si acaso merecen algo, es nuestra lástima y nuestra compasión.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!




2 comentarios:

  1. EXCELENTE BLOG !!!!!..... VAMOS CON LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE YAAAA !!!!!!... SIEMPRE CHAVISTAS....

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    1. Mil gracias por esaa cariñosa fidelidad que te hace merecedora de mis elogios y mejores deseos. Si, efectivamente, la ANC es la mejor de las soluciones. Lástima que alrededor del mundo pocos(as) lo entienden. Para entenderlo hay que vivir nuestra experiencia de vida y; aún así, muchos no lo consiguen.

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