lunes, 16 de enero de 2012

Feasible solutions

Lots and lots of ink and millions of bytes, both on newspapers, magazines or internet, have been lately used in so many writings about recent political, economical, financial, social, environmental and even criminal events worldwide. Analyses, recommendations, suggestions of all kind have flooded all sorts of media, be it corporate or alternative, in one or other direction, according to one or another viewpoint. However, I’ll refer exclusively to those pointing towards indignados, occupiers, revolted, rebelled, furious, outraged and mad, fed up, etc. people around the world. No feasible or recommended solution is offered so far to get off the chaos.

Please let me point out I’m not intending to criticize those actions nor what’s being written; on the contrary I’ll aim at helping if at all possible to obtain better concrete results than those up to now.

Please let me also point out that all I’ll be writing comes out directly from the horse’s mouth; therefore, start assuming all as sincere, frank, positive and well minded.

All of you are perfectly entitled to doubt. Who am I to pontificate? Who am I to give any piece of advice to all of you? Well, I’ve just mentioned that all would directly come out of the horse’s mouth. Yes fellows, I was one like you. I was directly involved in a similar struggle for years and nowadays I’m happily enjoying its outcome and results; therefore, I’m indignado no more; on the contrary, I’m a happy satisfied revolutionary.

It’s widely accepted that POLITICS is a science, social though; therefore, subject to human character. It’s not definitively an exact science like math or physics for it takes into account variable human values. As per accepted ancient definition, democracy is the government of the people, by the people, for the people; thus, for the benefit and welfare of persons and those goods fostered by politicians, i.e. persons dedicated to politics, in other words to take care of persons’ problems, wishes and desires, both personally and collectively.

Politicians should always aim at solving societal problems, but their behavior to be restricted to three specific values, namely, truth, importance and value. Let’s sum up. Whatever action undertaken by a politician should be IMPORTANT, VALUABLE AND TRUSTWORTHY.

All above lead us to an obvious conclusion: almost no country the world over is democratically governed but by fake, false and deceptive democracies. Almost no nation the world over is governed by real politicians but by technocrats. Most are disguised democracies directed by corporations or entangled corporate groups.

Needless to say those pseudo democracies don’t work for the benefit of the people. They work for their own greedy selfish interests. How has that happened? Easy, they cheat and make us think they work for us when they’re really working for something different. Ruling groups are expert at maneuvering and calculating every step to set up and perform their plans, but they also carefully consider how to make us swallow that. Nothing is frank and sincere, nothing is trustworthy.

By following a carefully calculated scientifically designed plan of action they let us know only what is convenient for them to inform and for us to know.  Thus, they don’t release what’s important but convenient towards their selfish interested goals.

We all know that economy is of paramount importance for all societies. The eternal rule of thumb clearly indicates that collective wealth is to be equally distributed among society members; but justice – a longly forgotten word – says that such distribution is to be done by giving to all according to their needs and taking from all according to their capacities. The same rule of thumb says something absolutely obvious: the wealth of a nation is to be distributed with justice among its members and that have been done nowhere for years. Otherwise you would have not come to a dramatic conclusion: most of the wealth goes to a negligible percentage of the population, something you clearly and widely express, we are 99%.

Evo Morales, the indigenous Bolivian leader, once said that they got fed up while asking politicians (?) to solve their problems, so they decided to take power for themselves to solve their own problems. That’s a way, perhaps the sole way. We took it after a horrible struggle against a mighty powerful enemy and the job is not entirely finished yet, but we keep on fighting and achieving justice for our people.

All of you have shown more patience than us. You have been squeezed by your necks much longer than us. One possible explanation could be that the mask we had in front of our eyes was easier to throw away than yours. Our advise, take off that mask, cleanse your brains, demand no more to traditional leaders for your problems solutions, get united and organized, get rid of traditional pseudo politicians and take power by yourselves and for yourselves.

The key is union. People united can’t be defeated. You are much more than them. You’re 99%, so start up and go ahead. The sky should be your limit.


SOCIALIST MOTHERLAND AND VICTORY  - WE SHALL LIVE AND OVERCOME! 

Soluciones posibles

Mucha tinta ha chorreado y millones de bytes o bits se han esparcido en periódicos, revistas e Internet recientemente en tantos escritos sobre la situación política, económica, financiera, social, ambiental e inclusive criminal alrededor del mundo. Los análisis, recomendaciones, sugerencias de todo tipo han inundado toda clase de medio tanto corporativo como alternativo, en una u otra dirección según cada punto de vista. Sin embargo, hablaré únicamente de aquellos dirigidos a los indignados, ocupantes, alzados, rebelados, furiosos, “locos”, hartos, etc. de todo el mundo. Todos hablan y hablan pero nadie les ha mencionado ninguna recomendación sobre posibles soluciones para salir del entuerto. 

Por favor, entiendan que no quiero criticar las acciones ni lo que han escrito; al contrario, intento ayudar dentro de lo posible a obtener mejores resultados tangibles que los hasta ahora logrados.

Déjenme también señalarles que cuanto escriba proviene directamente de la experiencia; por lo tanto, asuman que todo es sincero, franco, positivo y bien intencionado.

Todos tienen perfecto derecho a dudar. ¿Quién soy yo para andar pontificando? ¿Quién soy yo para darles consejos? Bien, ya lo dije, todo cuanto diré viene de la experiencia vivida. Si amigos, yo fui uno como ustedes. Estuve metido en una lucha similar durante años y ahora felizmente disfrutando de lo que se ha logrado, dejé de ser un indignado y me he convertido en un revolucionario satisfecho.

Universalmente se acepta que la POLÍTICA es una ciencia social, por lo tanto dependiente del carácter humano. No es una ciencia exacta como la matemática o la física por cuanto debe tomar en cuenta como variables a valores humanos. Según se acepta la vieja definición, la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo; por tanto, para beneficio y bienestar de las personas y esos bienes promovidos por los políticos, o sea las personas dedicadas a la política; o dicho en otras palabras, quienes se ocupan de los problemas, deseos y anhelos individuales o colectivos.

Los políticos tienen que intentar solucionar los problemas de la sociedad, pero su conducta restringida a tres valores específicos, la verdad, la importancia y el valor. Resumiendo, cualquier acción que intente un político debe ser IMPORTANTE, VALIOSA Y VERAZ.

Lo anterior nos conduce a una conclusión innegable: casi ningún país del mundo está gobernado por un gobierno democrático sino por un remedo de democracia, falsa y engañosa. Casi ningún país del mundo está regido por verdaderos políticos sino por tecnócratas. La mayoría disfrazados de demócratas y dirigidos por corporaciones o grupos corporativos.

Inútil decir que esas pseudo democracias no gobiernan en beneficio del pueblo. Lo hacen en función de sus intereses crematísticos y egoístas. ¿Cómo ha sucedido esto? Sencillo, nos han engañado y hecho creer que lo hacen por nosotros cuando en realidad lo hacen por algo distinto. Esos grupos de poder son expertos manipuladores y calculan cada paso que dan para establecer y desarrollar sus planes y también prevén como hacer para que nos lo traguemos. Nada es franco, nada es confiable, nada es veraz.

Siguiendo un plan de acción diseñado y calculado científicamente nos informan solo lo que les conviene que sepamos y, consecuente a su lógica, no mencionan jamás lo que es conveniente e importante para el pueblo sino lo que es al logro de sus metas e intereses egoístas.

Todos sabemos que la economía es de importancia capital en todas las sociedades. La simple lógica nos dice que los bienes colectivos deben ser equitativamente distribuidos entre todos los miembros de la sociedad, pero con justicia – una palabra olvidada hace mucho tiempo – y ésta nos dice que esa distribución debe ser hecha dándole a todos según sus necesidades y requiriendo de todos según sus capacidades. La misma regla de la experiencia nos dice algo absolutamente obvio: la riqueza de una nación es para ser distribuida con justicia entre sus habitantes y eso no se ha hecho en ninguna parte a lo largo del tiempo. De otra forma no se explica que ustedes mismos hayan llegado a una dramática conclusión: la mayoría de la riqueza va a un porcentaje ínfimo de la población, algo que ustedes expresan amplia y gráficamente, somos el 99%.

Evo Morales, el dirigente indígena Boliviano, dijo una vez que se cansaron de pedirle a los políticos (¿?) la solución de sus problemas, hasta que decidieron tomar el poder por sí mismos para resolver sus propios problemas. Esa es una forma, tal vez la única. Esa fue la tomamos nosotros y libramos una terrible lucha que no ha concluido aún contra un enemigo súper poderoso, pero seguimos peleando y logrando justicia para nuestro pueblo.

Ustedes, amigos del mundo, han demostrado tener más paciencia que nosotros. Los han apretado por el cuello mucho más tiempo. Una explicación razonable es que la máscara que nos tapaba los ojos fue más fácil de quitar. Nuestro consejo es que se unan y organicen, que abran sus mentes, que no pierdan tiempo pidiendo nada a esos “líderes” tradicionales para que les soluciones sus problemas, sacúdanse esos viejos pseudo políticos y tomen el poder ustedes mismos y para ustedes mismos. 

La clave radica en la unidad. Pueblo unido jamás será vencido. Ustedes son mucho más que ellos. Ustedes son el 99%, así que arranquen y marchen. El cielo debe ser el límite.


PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA  -  ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

jueves, 12 de enero de 2012

Jesús de Nazareth

Lo repito, lo ratifico sin ambages y me niego de plano a retractarme de mi afirmación anterior que el más grande revolucionario de la historia fue y sigue siendo Jesús de Nazareth, cuyo nombre arameo era, más o menos, Joshua Ben Yusef, que significa Jesús Hijo de José. En latín lo escribieron Iesus y creo que en todos los idiomas modernos que se escriben con caracteres latinos se llama o se pronuncia Jesús, y en lo único que se diferencian algunos del castellano es en el acento sobre la letra U.

Parece mentira que me hayan escrito unos cuantos correos criticando, únicamente, esa afirmación contenida en mi anterior escrito y tan solo unos poquiticos dando opiniones favorables, lo cual agradezco infinitamente. La mayoría me produjeron hilaridad y que esos apreciados corresponsales perdonen mi franqueza. Hubo alguien que se opone casi brutalmente a mi condición de curero, beato, fanático religioso y otras lindezas. Inclusive hubo uno que llegó a calificarme de contrarrevolucionario de pacotilla.

Bueno, cuando escribí no llegué ni remotamente a pensar que tuviera que hacer esta tardía aclaratoria. Cuando hice mi afirmación no la hice siguiendo criterios religiosos como nunca lo hago. Tendré que pedir a esos puntillosos corresponsales que nos despojemos de cualquier criterio de esa naturaleza y con esa tónica actué, actúo y actuaré. Así que permítanme hacer varias observaciones, repito, totalmente desprovistas de intenciones “catequísticas”. Apoyémonos tan solo en evidencia histórica y pongamos a un lado creencias, mitos, leyendas, interpretaciones erradas o interesadas en el sentido que sea. Vuelvo a afirmar: el más grande revolucionario de la historia fue o es Jesús Nazareth. ¿Quieren más? También fue Socialista y Antiimperialista.

Parto de la definición de Revolución según una acepción que le da la Real Academia de la Lengua Española, Cambio rápido y profundo de cualquier cosa. Lo que sucede generalmente es que la gente ignorante asocia la palabra con violencia, guerra, muerte, desastre y otras porque así nos lo han inyectado malévolamente. No. Definitivamente no. En el campo político, desgraciadamente, en la mayoría de los casos ha sido así y ¿saben por qué? Muy sencillo, porque quienes se oponen al cambio han reaccionado violentamente por miedo a perder sus privilegios, inclusive en los casos cuando se han tratado de hacer los cambios de manera pacífica. ¿Acaso el reciente caso chileno de Salvador Allende no les hace recordar algo? Las revoluciones no han estado circunscritas estrictamente al campo político. Ha habido revoluciones en muchos campos que han tenido sus efectos, bien sea positivos o negativos. En la moda, la ciencia, la tecnología, el deporte, etc., etc.

Revolución es algo que produce un cambio total en las estructuras existentes.

Volvamos a Jesús. No fue un político en el sentido vernáculo de la palabra, a sea, no fue un líder de partido político tal como se entiende hoy en día. Hago una digresión: Un gran filósofo griego de la antigüedad acuñó el concepto que todos los hombres “conscientes” somos animales políticos – zoon politikon – porque nos ocupamos de una u otra forma de lo que ocurre en nuestra comunidad, en nuestra ciudad – nuestra polis, en idioma griego antiguo. De ahí, para los pocos que no lo sepan, se deriva la palabra POLITICO. Político, en definitiva, es alguien que se ocupa y preocupa en y por su comunidad, y su gente por supuesto. De ninguna manera es un asqueroso traficante de prebendas en conchupancia con los factores de poder en un régimen corrupto tal como lo hemos vivido a lo largo de casi doscientos años en nuestra Venezuela. No confundamos.

Jesús no fue Jefe de Estado, no condujo ejércitos, no formó ni dirigió sindicatos, no asistió a ninguna universidad, no escribió un libro, no fundó ninguna empresa, no tuvo dinero ni posesiones, no tuvo hijos – agregue el lector lo que desee a esta lista – y, sin embargo cambió la historia del mundo usando tan solo la fuerza de la palabra y su ejemplo de humildad al servicio de los demás, especialmente de quienes menos tenían, tienen o tendrán, a quienes les señaló el camino de su redención social. Sin embargo, su enorme influencia fue tal que dividió la historia del mundo en dos: AC/DC – antes de Cristo, después de Cristo. Inició la más grande revolución que aún está en proceso.

Insisto, olvidemos todo cuanto tenga que ver con religión y circunscribamos el razonamiento estrictamente a lo social. Repasemos algunas de sus sentencias lapidarias en ese sentido. Lo hago de memoria, les afirmo categóricamente que no tengo notas ni libros conmigo al momento de hacer este escrito. Lo más seguro es que dejaré por fuera afirmaciones suyas muy importantes que ahora no vendrán a mi memoria. De la misma manera pido a mis lectores sumar las que ellos deseen aportar.

El único camino a la paz es la justicia. Jesús fue el campeón de la igualdad porque sabía que la desigualdad social es el germen de la injusticia, o lo que es lo mismo, es el punto de partida para la explotación del hombre por el hombre. Quien explota a otro comete un crimen social, genera rabia en su contra y, por lo tanto, deseo y necesidad de reivindicación entre los explotados. Estos últimos intentarán de todo para alcanzar su redención social. El fenómeno de la injusticia, históricamente, se presenta en las relaciones entre individuos, grupos y entre naciones y ha sido la sempiterna fuente de conflictos a lo largo de la historia de la humanidad.

Cuando estén juntos como hermanos, yo estaré con ustedes. Jesús pide a la humanidad la búsqueda y el trabajo para conservar la unión entre todos porque sabía que cada individuo, por sí mismo, no tiene ninguna posibilidad de alcanzar nada. No requiere ninguna discusión llegar a la conclusión inevitable que la unidad fortalece las relaciones humanas y así, unidos, existe la posibilidad cierta de alcanzar logros benéficos para la colectividad; lo cual viene a ser una reiteración de la búsqueda de la ansiada justicia. En colectivo se generan los mecanismos para que se logren los objetivos de la redención social. La desunión es campo fértil para la explotación de los débiles por parte de quienes detentan el poder. Poder lo tiene quien puede económicamente, socialmente, políticamente y, más allá, quien posee los elementos coercitivos, valga decir las armas, para imponer su voluntad.

Bienaventurados los pobres porque de ellos será el reino. El reino es la tierra misma. Es aquí mismo. Se le ha querido añadir la palabra “cielo” y se ha manipulado a los desheredados para que se resignen y esperen la justicia celestial después de muertos cuando supuestamente serían sujetos de la justicia “divina”. No. No es así. Jesús cuando se refiere al Reino de Dios está hablando de un tiempo futuro con respecto a su propio tiempo, sin injusticias donde el hombre se realice a plenitud sin hambre ni miseria en vida; o lo que es lo mismo, en el reino de la justicia una vez alcanzada la redención social y esté vigente el reino de la igualdad plena. Ese es el reino al cual se refiere Jesús y no uno etéreo e inexistente. Sé de antemano que, tal vez, sufra un despiadado ataque por parte de pseudoteólogos y otros fanáticos que se escandalizarán por lo que estoy afirmando. Bienvenidos sean esos ataques y desde ya les replico con la frase de Don Quijote de la Mancha: si los perros ladran, Sancho amigo, es señal que cabalgamos.

Quien se sienta libre de pecado que arroje la primera piedra. Es una reconvención que Jesús nos hace a no juzgar las acciones de los demás, especialmente cuando no contamos con razones ni autoridad para hacerlo. Es fácil y común que los seres humanos se desboquen para criticar al prójimo, para ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Esta inveterada costumbre es punto de partida para cometer muchas injusticias, algo a lo cual Jesús es opuesto tajantemente. Parte de ese malhadado juzgamiento es la nefasta discriminación, y la consabida explotación, basada en falsos estereotipos raciales, étnicos, sociales, religiosos y de otra índole, fuente de tantos conflictos que han generado y continúan generando muerte, miseria y desolación.

Amaos los unos a los otros. Ama a tu prójimo. Perdona y ama a tu enemigo. No hagas a nadie lo que no quieres que nadie te haga. Se explica por sí solo y no requiere que haga explicaciones adicionales. Solo puedo decir lo obvio, si nos amamos entre nosotros, jamás tendremos conflictos, habrá paz, justicia e igualdad; en consecuencia, habríamos alcanzado la redención social; o lo que es lo mismo, habremos alcanzado el Reino al cual se refiere Jesús. Este reino pertenece a toda la humanidad. A todos absolutamente. No a ninguna confesión religiosa en particular. Jesús no establece ninguna diferencia. No hace discriminación alguna. Que esta última afirmación quede bien entendida es mi único propósito.


PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA  -  ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

lunes, 9 de enero de 2012

¿Qué y cómo hacer?

Hace mucho tiempo oí o leí una historia que se me grabó. Se las cuento para que saquen sus propias conclusiones:

Había un hombre que decidió cambiar al mundo. Transcurrió cierto tiempo y viendo que no lograba nada optó por reducir sus aspiraciones y entonces se dijo: no puedo cambiar al mundo, haré algo más pequeño, cambiaré mi país.

Tampoco pudo y las redujo aún más: cambiaré mi ciudad. Al no poder, optó por cambiar su barrio; posteriormente su calle, más tarde su cuadra, su casa.

El tiempo pasaba inexorablemente y habiendo fallado todo, decidió cambiar su familia. Desde que comenzó habían pasado varios años y miles de infructuosos intentos y, finalmente, cuando ya era viejo, tomó una decisión heroica:

ME CAMBIARÉ A MÍ MISMO.

No se pregunten adonde pretendo llegar. Se los digo ya.

Se trata de la moraleja del cuento. Para cambiar cualquier cosa es absolutamente necesario e imprescindible empezar cambiándonos a nosotros mismos. Esta es mi respuesta a todos aquellos amigos de otras latitudes que me han preguntado, creyéndome un augur, como hacer la revolución.

Una revolución no se decreta. Imposible inventarla. Es un proceso lento y largo que se va incubando. Posiblemente empieza por un individuo como el de la historia, luego un grupo pequeño que puede ir creciendo hasta que llega a tener la “masa crítica”. Solo cuando alcanza esa masa crítica se comienza a impulsar la revolución. El gran salto hacia su inicio es cuando se crea una nueva masa crítica mayor conformada por grandes segmentos de pueblo. Y solo un pueblo convencido y dispuesto a darlo todo puede hacer una revolución.

Pero no basta el deseo aunque sea el predominante de todo un pueblo. Son necesarios otros ingredientes. El primero es el amor. La revolución para ser genuina debe ser espíritu de sacrificio por los demás, incluyendo el dar la vida desinteresadamente. La verdad debe ser forma de vida y no se pueden hacer cálculos basados en el engaño ni en suposiciones interesadas, por lo que la manipulación y la tergiversación están totalmente excluidas a priori. Todos los valores humanos son necesarios y tienen que estar incluidos, la generosidad, la solidaridad, el desprendimiento y todos los demás. Por razonamiento en contrario, están absolutamente excluidos los cálculos egoístas o interesados. De una revolución no es posible obtener nada excepto la parte proporcional de todo aquello que gana el pueblo en general y he ahí uno de los grandes retos que se debe afrontar cotidianamente, desenmascarar a los pseudos revolucionarios coleados e  infiltrados que intentan aprovecharse y sacar alguna ventaja material; al igual que a los quinta columnistas que intentan frenarla o destruirla desde dentro, generalmente obedeciendo órdenes de sus antiguos amos.

Ninguna revolución nace absolutamente pura. Nace viciada con toda la podredumbre heredada del anterior estado de cosas que se intenta destruir y reemplazar. No se pasa de un estadio a otro en un día ni tampoco en un período corto. Una revolución nace viviendo un período de transición, largo o corto dependiendo de muchos factores. Antonio Gramsci define ese período como aquel en que algo que debe morir no termina de morir, mientras otro que puja por nacer no termina de nacer.

Amigos de otros países con deseos de tener una revolución en marcha, empiecen pues a cambiar ustedes mismos; háganlo cuanto antes sin esperar resultados inmediatos y ojalá logren tener muy pronto esa masa crítica que la inicie. Una vez iniciado, comienza una lucha diaria, se reciben ataques por todos los flancos y hay que resistirlos mientras simultáneamente se está haciendo una lenta labor de construcción. Cuando se comienzan a cosechar frutos, estos no son para nadie sino para todos y la repartición tiene que ser de tal forma que, cada quien reciba según sus necesidades mientras cada uno aporta según sus capacidades. Importante: cualquier trinchera, por modesta y humilde que parezca, es buena para la lucha. El deseo de protagonismo es contrarrevolucionario, por tanto, sumamente dañino. La revolución es, por naturaleza, también humildad y eso lo pregonó e impuso el más grande revolucionario de la historia, Jesús de Nazareth.

No se imaginen que sea un camino fácil. No lo es. La única revolución que conozco es la Bolivariana porque la he vivido completica. Tomó forma inicial cuando la masa crítica había sido ya creada a lo largo de una tormentosa historia de sufrimiento del pueblo que llegó a anhelar “algo”, y cuando ese “algo” llegó se plegó casi en masa. Al comienzo, es mi opinión, fue un movimiento que llamo aluvional. Lo comparo con un río crecido que arrastra de todo con fuerza indescriptible pero, poco a poco, al ir perdiendo ímpetu va arrastrando a la orilla, por tanto despojándose de, mucha basura que va dejando atrás.

Al principio había de todo pero se dice que la revolución tiene su propio molino que va volviendo polvo lo que no le conviene, precisamente aquellos que no han cambiado y posiblemente no cambiarán. Sí, así fue. La Revolución Bolivariano no la hicieron marcianos ni extraterrestres. La hicieron los mismos que antes apoyaron el estado de cosas vigente en mayor o menor grado; pero, esos que apoyaron lo viejo y ahora luchan por lo nuevo fueron quienes dieron el paso y decidieron cambiar.


Ahora estamos viviendo la transición. El viejo estado de cosas no ha muerto completamente y se resiste con furia a morir. El nuevo está pujando por nacer pero son tantos los obstáculos que se lo impiden. ¿Cuánto tiempo durará esa situación? Pues, no se sabe ni se sabrá.

El estallido que da inicio a cualquier revolución ocurre cuando “la masa crítica” se convence, tal como lo definió Evo Morales, palabras más, palabras menos, cuando el pueblo ya no duda que no obtiene nada pidiéndolo a los políticos de viejo cuño y decide tomar el poder para resolver los problemas por sí mismos. El poder no es nada fácil de tomar. El gobierno no es el poder, es solo un componente. La toma del poder total es un largo y dificultoso proceso que, si es exitoso, va gradualmente apoderándose de pequeños trozos. Poder tiene quien puede y el pueblo va poco a poco pudiendo más y más. Cuando un analfabeta aprende a leer y escribir adquiere una minúscula parte de poder y esa partecita le permitirá a su vez adquirir más y más pedacitos. Cuando todo un pueblo está libre de analfabetismo se le abren, como dijo Allende minutos antes de su paso a la inmortalidad, las amplias alamedas por donde transita el hombre libre.


PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA  -  ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
 

jueves, 5 de enero de 2012

2012


Se fue el 2011, llegó el 2012. Vaya manera cursi de empezar este escrito. Pero no lo voy a borrar y empezar de nuevo; no, lo voy a seguir.

No se pregunten que me pasa. Trataré de explicárselos. No tengo idea cierta sobre que escribir y no es una contradicción ni tampoco una paradoja, si nos atenemos a la definición filosófica de “paradoja”, a sea, un problema cuya solución es otro u otros problemas. Hasta ahora no he dicho nada, pero lo único que sé de filosofía me ha ayudado a concluir todo un párrafo.

Lo repito, no tengo idea cierta sobre que escribir. Por una parte estoy optimista y repotenciado por el “descanso” navideño; aunque lo de “descanso” es un decir, considerando al horrible tráfago al que me vi sometido por culpa de la sociedad de consumo que aún me mantiene viviendo con un cierto sopor raro y extraño; y digo esto último porque no me he habituado a pesar de haber vivido casi lo mismo durante muchos años.

Entonces, me dirán – pero, bueno, ¿qué le pasa a Juan-Pedro con tantos galimatías?

Algo me desanima. ¡Apresúrate!, me dirán entonces. ¿Qué te desanima?

Ajá, la cosa va saliendo. Si amigos y amigas, me desanima una antipática dicotomía. Por un lado me siento con ganas de hablar solo de cosas agradables como lo manifesté hace algo más de un mes, pero el mundo se empeña en llevarme la contraria. Al retomar la lectura de noticias de todo el mundo solo me aplastan eventos y acontecimientos que tienden a entristecerme y a volverme pesimista y me niego de plano. Lo vuelvo a decir, NO ME DA LA REAL GANA DE PONERME TRISTE.

Por otra parte me siento feliz y optimista con las noticias de Venezuela y casi toda Sur América (con sus excepciones que ustedes saben cuales son y no quiero nombrar). Pero el hecho que debería exultarme no lo hace porque sería egoísmo. Egoísmo, digo, porque quisiera desde muy dentro de mí que en el resto del mundo las cosas marcharan como por aquí. Ah maldito capitalismo imperialista neoliberal asqueroso chupa sangre explotador, y muchos epítetos más, que tiene al mundo sumido en un caos.

Un aspecto me alegra y el otro no. Se los digo sobre todo para que me entiendan quienes me leen en otras latitudes. Aquí se abre el año con una fabulosa misión inventada por el Señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, la Misión en Amor Mayor, con la finalidad de incluir en el programa de pensiones cuyo monto es igual al salario mínimo, por cierto el más alto de América Latina, a todos los viejitos mayores de 60 años y viejitas mayores de 55, - óigase bien – aunque no hayan cotizado nunca al Seguro Social. Esto incluye a todas esas personas que trabajaron en el mercado informal, taxistas, plomeros, jardineros, servicios domésticos, amas de casa, etc., etc. La idea es que haya INCLUSION TOTAL.

Digresión: sobre todo a las damas, les digo “viejitas” por puro cariño, ustedes todas son una adorables jovencitas llenas de fuego y vigor.

Es odioso comparar, sobretodo ahora. Equiparemos amigos lo que pasa en varios países de Europa donde recortan los montos de las pensiones, aumentan la edad para optar, les cobran impuestos, etc., etc. Lo que pasa en Venezuela es como injusto con ellos allá.

Cierra el 2011 con cifras decrecientes en materia de desempleo y se espera que la tendencia continúe en el 2012. Ya se anunciaron programas ambiciosos de obras y proyectos que efectivamente contribuirán a disminuirlo aún más. Lo contrastamos con Europa otra vez; sobretodo España y Grecia, donde el problema se agrava cada día y no se avizora ninguna solución a corto o mediano plazo.

Pondré solo un ejemplo más. En el 2011 se entregaron viviendas dignas a más de 144.000 familias, muchas de ellas provenientes de los refugios a donde tuvieron que ser ingresadas debido a las catastróficas lluvias, producto del cambio climático producido por el capitalismo salvaje mundial. En 2012 el programa es más ambicioso, 200.000. El cobro, o mejor dicho, el precio de venta financiado a muy largo plazo, se fija en función del ingreso familiar. La vivienda es una necesidad y un derecho constitucional y no una mercancía; por tanto, no se le aplica la lógica capitalista. Tiene valor de uso y no valor de cambio. Según el ingreso familiar, el Estado las subsidia hasta tal punto que hay familias a quienes se les subsidia el 100%.

Tristeza da, y mucha, cuando sabemos de las miles de viviendas vacías que tienen los bancos españoles después de haber echado a la calle, violentamente muchas veces, a familias atrapadas en los procedimientos anatosistas inventados por banqueros LADRONES y rapaces. Aquí pretendieron hacer lo mismo especialmente con la clase media pero, afortunadamente, el Gobierno y el pueblo actuaron a tiempo y evitaron una ESTAFA INMOBILIARIA de grandes proporciones. Quienes estuvieron al borde de la rapiña se salvaron y ahora están tomando posesión de sus inmuebles a los precios pactados originalmente.

No podía dejar por fuera mi solidaridad con los indignados de todo el mundo, occupiers en EUA. Los empezaré a llamar alzados. Animo, fuerza y coraje muchachada del mundo, los carajazos que recibieron en Navidad y Año Nuevo por parte de sus esclavizadores serán útiles para fortalecerlos en la pelea…hasta vencer. Adelante, la lucha sigue.

Con los anteriores ejemplos no termina todo. Hay mucho más. Ahora lo voy a dejar de este tamaño y espero haberles despertado alguna curiosidad. Si hablara de todo quien sabe cuantas cuartillas tendría que escribir.

Finalizo planteando reflexionar sobre lo que estaría ocurriendo, en casi todo el mundo, si hubieran volteado sus ojos hacia nosotros hace algún tiempo y esos pueblos nos hubieran emulado. Digo emulado; jamás diré copiado. Cada pueblo debe resolver sus problemas según sus propias particularidades y circunstancias. Nunca es tarde para inventar como nosotros hemos hecho, con todas las fallas y errores que asumimos con humildad. Gracias a todos los Dioses, tuvimos un gran maestro – Simón Rodríguez – quien dejó un consejo lapidario: no debemos hacer calcos ni copias, INVENTAMOS O ERRAMOS. Inventemos todos, pues.

Hoy cambiaré mi lema de cierre:


A TODAS Y TODOS, ¡FELICISIMOS PROXIMOS 361 DIAS!