domingo, 18 de octubre de 2015

Empresarios



En mi anterior escrito me refería a la triste asociación que agrupa a muchos de los llamados “empresarios” venezolanos. Hoy les contaré dos pequeñas historias contrapuestas para ilustrar el carácter y el espíritu que animan dos tipos distintos de persona a quienes podemos llamar, a una empresaria, y a un pulpero.

Una mujer pobre con relativamente escasa preparación cultural y educativa trabajaba como costurera para criar y educar sus dos hijos, un varón y una hembra. Un cierto fin de semana su hija le pide dinero para comprar un traje de baño porque unos(as) amigos(as) la habían invitado a la playa. Ella procedió y con recortes de tela confeccionó un traje de baño, una prenda que requiere una cantidad mínima de tela. Esta confección llamó la atención de sus amigas y manifestaron el deseo de comprar algo parecido y se sorprendieron al saber que la mamá había sido la artífice, así que le encargaron varios.

Esto le dio la idea de producirlos, en pequeña escala por supuesto, e intentar venderlos en el comercio local. Inútil decir que los comerciantes no le compraron pero ella, tozuda al fin, tuvo otra idea. Preparó unos lindos estuches y les puso unas etiquetas llamativas y exóticas, inclusive con palabras extranjeras. Pidió mayor precio, se los arrancaron de las manos y le hicieron pedidos.

No es necesario recalcar que el negocio fue un éxito y al poco tiempo le agregó ropa interior para damas, que también colocó para la venta en estuches exóticos.

Lo que empezó con una sola persona, la costurera, se convirtió en tiempo relativamente breve en una exitosa pequeña industria de la confección con su respectivo equipamiento, constituyéndose en fuente de empleo para unas 40 operarias.

A la otra historia haré una breve introducción. Hace años había, y digo había porque no sé si todavía existe, una plantación de lechoza (papaya) en la zona de Barlovento al centro norte de Venezuela. A ese producto agrícola le hacían una pequeña transformación artesanal, la enviaban a Curaçao, luego a Alemania donde realmente la transformaban y volvía al país como un producto farmacéutico llamado Papaína, por cierto, el desinflamante o desinflamatorio más efectivo.

También, en una zona del Estado Falcón sembraban zábila o sábila, también le hacían una cierta preparación, la enviaban a Curaçao, a Alemania e igualmente la retornaban al país como ingrediente de jarabes, perfumes, cosméticos y otros productos con el pomposo apelativo de Aloe Vera.

Debo acotar que tanto la extracción de papaína, como de aloe vera, son procedimientos quimicamente sencillos y los equipos necesarios no tienen ninguna complejidad.

El caso es que fui compañero de estudios y todavía soy amigo de un muchacho que heredó de su padre una incipiente empresa quimico-farmacéutica, la cual transformó y fortificó después de haber hecho unos acuerdos con empresas alemanas. En cierta ocasión le plantee la posibilidad de incorporar a su industria un par de líneas de producción para obtener localmente la papaína y diversas fórmulas de aloe vera, e inclusive le asomé la idea de exportar productos casi terminados. Con la mayor naturalidad me respondió que eso no era necesario porque él las obtenía de Alemania y que no se iba a meter en complicaciones y adicionales inversiones, aunque fueran de poca monta. En definitiva, para él resultaba y resulta más fácil o práctico comprar materia prima semielaborada, ensamblar y vender. Creo que su razonada posición refleja fielmente el espíritu que anima a muchos de quienes se hacen llamar empresarios. Por supuesto que no es necesario decir que él pide divisas al Estado para importar insumos facilmente producibles en el país que solo requieren iniciativa; es decir, ganas de hacerlo e inversiones moderadas para lo cual también puede ocurrir a entes estatales que se lo financien y sería, de paso, una fuente para producir divisas para sí y para la nación.

Comparo ambas historias. Una iniciativa y una no iniciativa. La primera animó a una mujer pobre; la segunda, a un “empresario” millonario.

Para ustedes, caros lectores, ¿cual de los dos merece en verdad el calificativo de empresario?


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!


Fedecámaras



En Venezuela hay un refrán que dice así: Picao e'culebra cuando ve bejuco brinca.
Algunos lo expresan de otra manera: El que lo picó culebra corre cuando ve bejuco. En síntesis, popularmente se expresa que la voz de la experiencia nos informa ante cualquier peligro cualquiera sea su naturaleza.

Voy a enlazar la sabiduría popular con una cita bíblica: Por sus obras los conoceréis. Las palabras se las lleva el viento y lo que perdura y vale son los hechos, las obras de los hombres.

Tangencialmente voy a invocar otra expresión que he oído desde que era apenas un muchacho: Todo lo bueno para Fedecámaras es malo para el pueblo. O viceversa: Todo lo bueno para el pueblo es malo para Fedecámaras.

Nota explicativa a mis queridos lectores de otras latitudes: Fedecámaras es la Asociación de Federaciones de Cámaras de Comercio y Producción de Venezuela, organización que agrupa a los empresarios, aunque no a todos. Siempre han pertenecido a esa asociación los tradicionales empresarios más rancios, herederos de las oligarquías que se originaron en el período colonial, los más conservadores y, casi siempre, politicamente pertenecientes a la derecha o ultra derecha. Es equivalente de lo que en España llaman “la patronal”.

Tal vez alguno se esté extrañando y preguntando a que se debe esta aburrida introducción. Verán. La última gran acción política de Fedecámaras; por cierto de muy ingrata recordación, fue el golpe de estado contra la Revolución Bolivariana y el Presidente Hugo Chávez que generó un gobierno de facto encabezado por el mismísimo presidente de Fedecámaras Pedro Carmona Estanga en Abril de 2002 y el paro sabotaje petrolero, de finales de 2002 y comienzos de 2003, que causó inmensas pérdidas a la República.

Hace poco tiempo, el día 2 de Agosto próximo pasado, el periodista José Vicente Rangel entrevistó en su habitual programa de televisión al nuevo presidente de Fedecámaras, Sr. Francisco Martínez a quien no conozco, primera vez tengo algún conocimiento sobre él y de quien, como es natural, no hago juicios de valor.

Como soy picado de culebra brinqué cuando vi el bejuco; pero, no obstante, puse atención a la entrevista. Por sus palabras (esperemos los hechos para luego juzgar), el Sr. Francisco Martínez se pareció a la Madre Teresa de Calcuta y no digo más porque ustedes me entienden de sobra.

Sin embargo, de todo aquel palabrerío florido y aparentemente con muy estudiada humildad y maravillosas intenciones, al Sr. Martínez, creo yo, se le escapó una perla y dejó ver alguna costurita. Entre las peticiones compulsivas que puso al Gobierno Nacional para un entendimiento entre las partes; es decir, entre el sector privado (se abroga la representación de TODO ese sector y no solo de una parte que creo minoritaria pero con mucha plata) y el público, estuvo la revisión del sistema de control cambiario pidiendo practicamente su desaparición inmediata, así como la eliminación de toda traba, liberar las importaciones de “materias primas, productos semielaborados, productos elaborados, piezas y repuestos, etc., etc.” y, no podía faltar el eterno ritornello, la liberación de los precios; es decir, abandonar de inmediato cualquier control por parte del Estado.

El Sr. Martínez se hubiera ganado de inmediato mi admiración y respeto si hubiera siquiera señalado la posibilidad de repatriar, al menos parte de los capitales que tienen en el exterior, instalar en el país fábricas de tantos productos de fácil elaboración que han venido importando durante tanto tiempo para incorporarlos a esos que ellos ensamblan y por los cuales, en su mayoría, pagan royalties bien abultados a consorcios extranjeros.

El Sr. Martínez se hubiera ganado mi admiración y respeto si hubiera hecho, por lo menos, alusión al problema de los bachaqueros, la especulación, el acaparamiento y el boicot generado por miembros de su asociación como estrategia de la guerra económica en que han sumido al país durante tiempo que, a mi entender, ya resulta demasiado. El mutis al respecto fue total.

Repetiré por enésima vez lo afirmado por Antonio Guzmán Blanco, un gobernante muy corrupto del pasado Siglo XIX, quien se entregó en cuerpo y alma a la ultra derecha oligárquica y al imperio británico (en minúsculas en señal de asco y repudio) quien dijo que “en Venezuela no hay empresarios sino pulperos “enfranelaos””. Pues sí, concuerdo con el llamado “autócrata civilizador” porque los llamados “empresarios” de nuestro país, salvo honrosas excepciones, son eso, pulperos y no empresarios porque no emprenden nada, no invierten sus propios capitales, no arriesgan nada y, sobretodo, no innovan ni crean adelantos para sus llamadas empresas y siempre se han limitado a importar toda clase de cachivaches que venden con módicas ganancias del 500% como mínimo. Y para ponerle la guinda a la torta, siempre se han opuesto vehementemente a las reivindicaciones sociales de sus trabajadores; es decir, de aquellos que con su esfuerzo y sudor cotidiano les producen tantas ganancias, así que me hubiera encantado que el Sr. Martínez se hubiera referido al establecimiento de relaciones laborales más dignas.

Que nadie me critique por cuanto digo ya que solo me he referido al pasado. Esperaré lo que promueva Fedecámaras de ahora en adelante y ojalá que las aparentes lágrimas vertidas no sean de cocodrilo o; dicho de otra forma, que rectifiquen su conducta de tal manera que sus futuras acciones se traduzcan en hechos concretos en beneficio de la patria y no solo egoistamente de sus propios bolsillos y los de sus mentores imperiales. Sin embargo, han pasado más de dos meses y, hasta el momento, no he sabido que haya o hayan dicho nada nuevo.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!

lunes, 12 de octubre de 2015

Clamo ante mi pueblo



El BRAVO pueblo de Venezuela, a decir del gran poeta Andrés Eloy Blanco, nació en un vivac y se crió en un cuartel y por eso es un pueblo retrechero, altanero y tercamente igualitario que no tolera señorías ni reconoce castas sociales. Pero también ese pueblo, al igual que nuestro Padre Libertador Simón Bolívar es el pueblo de las dificultades a las que siempre ha enfrentado y vencido. En los peores momentos de nuestra historia jamás se ha rendido ni doblado su cerviz.

La actual guerra económica debemos enfrentarla con brío y determinación hasta vencerla. No será fácil porque, además, es guerra con muchos frentes siendo el peor el del terrible veneno que han introducido en nuestras neuronas o, perdón, en las de muchos de mis compatriotas. La perfidia y la maldad de nuestros enemigos, valga decir la burguesía explotadora, apátrida y chupasangre, han sido increiblemente eficientes porque han puesto en práctica las peores teorías y prácticas de científicos y expertos en la manipulación de la mente colectiva. El peor frente de esta guerra actual es, sin el menor asomo de duda, el psicológico.

Precisamente, para intentar dar al menos una pequeña fórmula en contra tanta maldad, lo primero que digo es que reconozcamos que efectivamente esta guerra psicológica en contra nuestra existe; y existe en contra de todos los sectores, no hace distinción porque igual la sufrimos los revolucionarios patriotas que los más empecinados pitiyanquis. Lo que sí debemos distinguir es que también es una guerra de clases, los ricos ni la sienten porque ellos nos la hacen, la cosa es contra los pobres porque los ricos no soportan que la Revolución Bolivariana haya reivindicado a los pobres tal como Cristo mismo lo predicó, siendo ésta la mayor razón para crucificarlo. Ojo, que la llamada clase media ocupe su verdadero rango social porque los ricos también la odian y ella también sufre, quizás con mayor rigor, los efectos de esa guerra que he repetido tanto.

Al reconocer que la guerra psicológica efectivamente existe, pido, clamo, ruego a mi amado pueblo:

No permitas que pisoteen tu dignidad. Ten valor propio y mucho orgullo para que te respeten. Tu fuerza moral por delante.

No te arrastres ante los poderosos. Eso es indigno.

No te arrodilles ante ellos ni les ruegues que TE ROBEN al suplicar que, por caridad, te vendan caro una harina, un jabón, un litro de aceite, un rollo de papel toilet.

Mantente firme, con dignidad, vergüenza y mucha altivez. Reconoce que tienes valor y hazlo sentir, por lo tanto, NO HAGAS COLA. No les des el gusto de verte sudando y clamando por un producto que te niegan. No compres a bachaqueros, no pagues precios especulativos ni aceptes ventas condicionadas.

Pon en duda lo que los medios te digan. Verifica la información. Quítate de la mente la idea de que todo cuanto digan los medios es verdad. La mayoría de los medios miente y manipula. La mayoría de los medios es enemiga del pueblo pues son armas que usan contra ti. No te dejes embrutecer. ¡Reacciona, carajo!

Ahora me dirijo a ti, bachaquero(a) pendejo(a) especulador(a):

Que los ricos roben a los pobres es casi como un orden natural y así ha sido siempre, y lo será hasta tanto se lo permitamos. Ellos son ricos porque siempre nos han robado y de ese robo sempiterno proviene su mal habida riqueza; pero, POBRE ROBANDO POBRE ES UNA ABERRACIÓN, es contra natura.

Crees que te la estás comiendo, crees que eres muy vivo pero estás construyendo una trampa contra ti mismo. No creas que te harás rico. No, es un grave error pensar así. Al contrario, te volverás más pobre. Esa “ganancia” que crees hacer es tan solo una vana ilusión, ese dinero que crees ganar, y algo más, se te irá como el agua entre los dedos cuando quieras adquirir lo que necesitas para vivir porque otros como tú están ahí para robártelo también y, ¿sabes adonde irá todo ese dinero proveniente de la cadena de robos? Si no lo sabes ni lo intuyes te lo diré: a los bolsillos de los burgueses, a las arcas de tus eternos explotadores. Ellos serán cada día más ricos y nosotros cada día más pobres, la inflación solo los beneficia a ellos y, de paso, se chupan a sus trabajadores porque jamás les pagarán salarios ajustados a sus abusivas “ganancias” que pongo entre comillas porque deberemos leer ROBO DESCARADO.

Pueblo: no te dejes sojuzgar con argumentos, comentarios, chismes y maledicencia que son productos, o mejor dicho, armas para engañarte y modelar tu conducta para que hagas exactamente lo que ellos quieren. Los rumores también provienen de una fábrica de mentiras dirigidas a destruirte. Al contrario, intenta mantener abierta tu mente, razonar que es lo que individual y colectivamente nos conviene a todos. Cuando hayamos alcanzado cierto nivel de raciocinio ten por seguro que venceremos en una batalla más entre tantas que hemos ganado a lo largo de nuestra hermosa historia. Recuerda venezolano(a) que eres un(a) soldado(a) más del único ejército libertador del mundo.

Si tienes alguna duda sobre el éxito de nuestra pronta victoria, recuerda que Rondón no ha peleado todavía. Y si acaso eres uno que aún no sabe quien fue Rondón y que hizo, no pierdas tiempo, averígualo ya.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!



Estado de Excepción



Publicamente, sin ambages, sin estridencia ni falsas poses, debo felicitar al Sr. Presidente Maduro por la declaratoria y puesta en ejecución del Estado de Excepción en varios municipios de los Estados Apure, Táchira y Zulia. No obstante mi alegría y entusiasmo ante ese hecho, me quejo por lo corto y le ruego encarecidamente que lo EXTIENDA A TODO EL PAIS.

Si, Sr. Presidente y demás funcionarios del Gobierno Bolivariano, vistas las inmensas bondades obtenidas apenas en escasos días en los territorios intervenidos, siento una enorme envida sana y quiero que esos maravillosos resultados lleguen ya a mi comunidad y a los lugares por donde suelo ir y, adonde no suelo ir, también.

Sufro cierta angustia y desazón cuando veo por TV a la gente de San Antonio, San Cristóbal, Maracaibo y otras poblaciones con una amplia sonrisa de satisfacción porque se acabaron las colas para tratar de adquirir productos necesarios. Eso lo quiero yo y ya para mi comunidad y para todo el país. Los veo felices porque están adquiriendo lo que necesitan y eso lo quiero yo para mi comunidad. Los veo felices porque compran lo que necesitan a precios justos, no los roban y eso lo quiero ya para mi comunidad.

Sé de antemano que algunos dirán que los paramilitares ni los cambistas están en otras partes del país y lo admito como parcialmente cierto; pero, los ladrones especuladores están en todas partes y a esos enemigos de la Patria hay que darles hasta con el tobo y ya.

Además hay otra plaga que debemos fumigar. Me refiero a todo tipo de funcionario que mira para otra parte y no cumple con su deber. A esos hay que erradicarlos ya.

No puede ser posible ni mucho menos aceptable que quienes se hacen llamar empresarios, se hacen llamar industriales y o comerciantes, hagan subir los precios a discreción multiplicándolos algunas veces 10, 20 y hasta 100 veces los valores que tenían hasta hace poco y los ejemplos concretos sobran. Daré ejemplos: los huevos suben de precio semanalmente, antes aumentaban a razón de Bs. 10 semanal, ahora a razón de Bs. 50; el jabón líquido marca Clic lo compré hace poco tiempo a Bs. 60/lt.; ahora lo vi con PVJusto a casi 500 y, por supuesto no lo compré. Un simple bollo de pan de tan solo 300 gramos ya los venden a Bs. 50, 60 o más. No hablemos de las laticas de sardina. ¿Existen razones serias y verdaderas para semejante abuso? ¿Quien fija los llamados Precios Justos de venta al público? ¿Quien los aprueba? Incrementar al precio de venta de un producto 10 veces su valor anterior es absolutamente injustificable.

No puede ser posible que distorsionen y manipulen las cadenas de distribución para represar los productos que deben llegar con fluidez al pueblo necesitado y para ello los esconden, los desvían, los venden a quienes acapararan y boicotean al pueblo.

Causa rabia e indignación la humillación a que someten al pueblo pobre y necesitado que debe hacer largas colas, muchas de ellas a tiempo perdido porque los productos que esperan no terminan de llegar. He visto con mis propios ojos (expresión común aunque muy redundante) como la gente sufre haciendo colas soportando calor e inclemencias y, al cabo de largo tiempo, aparece un camión con un escaso cargamento que no alcanza para satisfacerlos a todos. Esta criminal táctica por parte de los distribuidores genera rabia, frustración, confusión; pero, también intolerancia que a veces llega inclusive a provocar pleitos y rencillas entre los sufridos que esperan. Cuantos he visto irse rumiando su rabia por el tiempo y esfuerzo perdido para no conseguir nada.

Casos como los señalados y miles de ejemplos más tienen a la gente al borde de la desesperación y los cretinos antipatria de la derecha se aprovechan de eso para desprestigiar a la Revolución Bolivariana. No debemos esconder que aprovechan el terreno fértil de los ignorantes, desinformados, disgustados, etc. para hacer mella, causar daño y llevarlos al molino triturador de sus adherentes.

El Estado de Excepción permitiría al Estado aplicar sin piedad ni contemplaciones todo el peso de la ley, de manera expedita, a quienes abusan del pueblo. Ya basta de manos de seda y, por cierto, las multas no bastan porque ellos recuperan rapidamente lo que pagan, cuando no evaden, aumentando los precios a discreción. Cárcel parece ser el único método efectivo. Al respecto me viene a la memoria el episodio aquel cuando los banqueros se negaron rotundamente a prestar dinero al Gobierno encabezado por el General Cipriano Castro. Los metieron a todos en La Rotunda y pidieron cacao a los pocos minutos.

El pueblo gozará un puyero cuando vea a Fedecámaras, Consecomercio, Cavidea, Venemcham y otros grupos de traidores, mafiosos, especuladores, chupasangre pidiendo cacao. Las manos se me pondrían rojas rojitas de tanto aplaudir. Ruego al Sr. Presidente que me de ese fabuloso gusto... Y, millones de gracias anticipadas a nombre propio y de millones.


¡INDPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!