jueves, 5 de enero de 2012

2012


Se fue el 2011, llegó el 2012. Vaya manera cursi de empezar este escrito. Pero no lo voy a borrar y empezar de nuevo; no, lo voy a seguir.

No se pregunten que me pasa. Trataré de explicárselos. No tengo idea cierta sobre que escribir y no es una contradicción ni tampoco una paradoja, si nos atenemos a la definición filosófica de “paradoja”, a sea, un problema cuya solución es otro u otros problemas. Hasta ahora no he dicho nada, pero lo único que sé de filosofía me ha ayudado a concluir todo un párrafo.

Lo repito, no tengo idea cierta sobre que escribir. Por una parte estoy optimista y repotenciado por el “descanso” navideño; aunque lo de “descanso” es un decir, considerando al horrible tráfago al que me vi sometido por culpa de la sociedad de consumo que aún me mantiene viviendo con un cierto sopor raro y extraño; y digo esto último porque no me he habituado a pesar de haber vivido casi lo mismo durante muchos años.

Entonces, me dirán – pero, bueno, ¿qué le pasa a Juan-Pedro con tantos galimatías?

Algo me desanima. ¡Apresúrate!, me dirán entonces. ¿Qué te desanima?

Ajá, la cosa va saliendo. Si amigos y amigas, me desanima una antipática dicotomía. Por un lado me siento con ganas de hablar solo de cosas agradables como lo manifesté hace algo más de un mes, pero el mundo se empeña en llevarme la contraria. Al retomar la lectura de noticias de todo el mundo solo me aplastan eventos y acontecimientos que tienden a entristecerme y a volverme pesimista y me niego de plano. Lo vuelvo a decir, NO ME DA LA REAL GANA DE PONERME TRISTE.

Por otra parte me siento feliz y optimista con las noticias de Venezuela y casi toda Sur América (con sus excepciones que ustedes saben cuales son y no quiero nombrar). Pero el hecho que debería exultarme no lo hace porque sería egoísmo. Egoísmo, digo, porque quisiera desde muy dentro de mí que en el resto del mundo las cosas marcharan como por aquí. Ah maldito capitalismo imperialista neoliberal asqueroso chupa sangre explotador, y muchos epítetos más, que tiene al mundo sumido en un caos.

Un aspecto me alegra y el otro no. Se los digo sobre todo para que me entiendan quienes me leen en otras latitudes. Aquí se abre el año con una fabulosa misión inventada por el Señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, la Misión en Amor Mayor, con la finalidad de incluir en el programa de pensiones cuyo monto es igual al salario mínimo, por cierto el más alto de América Latina, a todos los viejitos mayores de 60 años y viejitas mayores de 55, - óigase bien – aunque no hayan cotizado nunca al Seguro Social. Esto incluye a todas esas personas que trabajaron en el mercado informal, taxistas, plomeros, jardineros, servicios domésticos, amas de casa, etc., etc. La idea es que haya INCLUSION TOTAL.

Digresión: sobre todo a las damas, les digo “viejitas” por puro cariño, ustedes todas son una adorables jovencitas llenas de fuego y vigor.

Es odioso comparar, sobretodo ahora. Equiparemos amigos lo que pasa en varios países de Europa donde recortan los montos de las pensiones, aumentan la edad para optar, les cobran impuestos, etc., etc. Lo que pasa en Venezuela es como injusto con ellos allá.

Cierra el 2011 con cifras decrecientes en materia de desempleo y se espera que la tendencia continúe en el 2012. Ya se anunciaron programas ambiciosos de obras y proyectos que efectivamente contribuirán a disminuirlo aún más. Lo contrastamos con Europa otra vez; sobretodo España y Grecia, donde el problema se agrava cada día y no se avizora ninguna solución a corto o mediano plazo.

Pondré solo un ejemplo más. En el 2011 se entregaron viviendas dignas a más de 144.000 familias, muchas de ellas provenientes de los refugios a donde tuvieron que ser ingresadas debido a las catastróficas lluvias, producto del cambio climático producido por el capitalismo salvaje mundial. En 2012 el programa es más ambicioso, 200.000. El cobro, o mejor dicho, el precio de venta financiado a muy largo plazo, se fija en función del ingreso familiar. La vivienda es una necesidad y un derecho constitucional y no una mercancía; por tanto, no se le aplica la lógica capitalista. Tiene valor de uso y no valor de cambio. Según el ingreso familiar, el Estado las subsidia hasta tal punto que hay familias a quienes se les subsidia el 100%.

Tristeza da, y mucha, cuando sabemos de las miles de viviendas vacías que tienen los bancos españoles después de haber echado a la calle, violentamente muchas veces, a familias atrapadas en los procedimientos anatosistas inventados por banqueros LADRONES y rapaces. Aquí pretendieron hacer lo mismo especialmente con la clase media pero, afortunadamente, el Gobierno y el pueblo actuaron a tiempo y evitaron una ESTAFA INMOBILIARIA de grandes proporciones. Quienes estuvieron al borde de la rapiña se salvaron y ahora están tomando posesión de sus inmuebles a los precios pactados originalmente.

No podía dejar por fuera mi solidaridad con los indignados de todo el mundo, occupiers en EUA. Los empezaré a llamar alzados. Animo, fuerza y coraje muchachada del mundo, los carajazos que recibieron en Navidad y Año Nuevo por parte de sus esclavizadores serán útiles para fortalecerlos en la pelea…hasta vencer. Adelante, la lucha sigue.

Con los anteriores ejemplos no termina todo. Hay mucho más. Ahora lo voy a dejar de este tamaño y espero haberles despertado alguna curiosidad. Si hablara de todo quien sabe cuantas cuartillas tendría que escribir.

Finalizo planteando reflexionar sobre lo que estaría ocurriendo, en casi todo el mundo, si hubieran volteado sus ojos hacia nosotros hace algún tiempo y esos pueblos nos hubieran emulado. Digo emulado; jamás diré copiado. Cada pueblo debe resolver sus problemas según sus propias particularidades y circunstancias. Nunca es tarde para inventar como nosotros hemos hecho, con todas las fallas y errores que asumimos con humildad. Gracias a todos los Dioses, tuvimos un gran maestro – Simón Rodríguez – quien dejó un consejo lapidario: no debemos hacer calcos ni copias, INVENTAMOS O ERRAMOS. Inventemos todos, pues.

Hoy cambiaré mi lema de cierre:


A TODAS Y TODOS, ¡FELICISIMOS PROXIMOS 361 DIAS!

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