Bajaron
los precios del petróleo
¡Que
bueno! Me alegro que hayan bajado los precios del petróleo. Han
tenido éxito todas las manipulaciones para hacer bajar
artificialmente los precios del petróleo por parte de gobiernos,
organismos y otras organizaciones de todo tipo de la burguesía
mundial.
¡Lo
han logrado! ¡Los felicito y los congratulo! Y no me digan que estoy
loco por que me alegre. Lo más simplista sería creer, sin meditarlo
antes, que un venezolano tendría que entristecerse porque bajara el
precio del principal recurso del país, del que provee la mayor suma
de divisas, de aquello que "nos posiciona" (vaya palabreja
de moda) en el ámbito internacional.
Me
parece maravilloso que hayan bajado los precios del petróleo. Tiene
vigencia ahora la trillada frase aquella que "las crisis deben
aprovecharse como oportunidades". Naturalmente, ahora tenemos
otra gran oportunidad de hacer higiene social y, de paso, económica.
Quienes tienen razón para estar cabizbajos son los eternos
chupadores del erario público, las sempiternas sanguijuelas que
desangran la economía nacional y, logicamente, al pueblo trabajador,
al pueblo productor; los que solo aspiran que papá gobierno les
colme sus ansias de divisas convertibles para satisfacer sus
particulares gustos hedonistas.
Me
parece maravillos porque es una gran oportunidad para poner un
torniquete a la vena rota por donde se desangra al país.
El
gobierno nacional tiene ahora la excusa perfecta para negar divisas
convertibles a esos parásitos ladrones: NO HAY.
Y
solo habrá para aquellos que realmente producen, fabrican,
manufacturan, elaboran. Nada para traficantes de baratijas. ¿Que las
baratijas también hacen falta? No lo niego. Es cierto que también
se necesitan peines, espejitos, ganchitos para sujetar el cabello,
cremitas, lociones; pantaletas, sostenes, calzoncillos, cordones para
los zapatos; caramelos, chupetas y otras golosinas. Aquí hago un
alto: he visto y me da pena y vergüenza ajena observar en muchos
elegantes ventorrillos "chocolate importado". Carajo, si en
nuestro país se produce el mejor cacao del mundo, ¿como es que
vamos a importar chocolates de Europa, donde no se produce ni un
gramo ni siquiera del malo, en vez de producir y orgullosamente
consumir del nuestro? Francamente, lo que provoca es maldecir esos
antipatrias asquerosos que lo importan; ṕero, también, a los
burócratas que les hacen el juego, se los permiten y les otorgan
divisas.
Sigo
aleatoriamente con la lista de bagatelas que no es necesario
importar. En todos los centros comerciales, esos santuarios del lujo
y del consumismo desenfrenado e inhumano, se ven profusamente en
exhibiciones de la desvergüenza, a precios generalmente
estratosféricos, cosas tales como lápices, orfebrería barata, mala
y carente de estética, pasta dental, revistas pornográficas o, en
todo caso, vacías de contenido; correas para reloj, miles de
confituras alimenticias, bebidas de dudoso valor alimenticio y una
laaaaaarga etcétera.
A
los peticionarios de divisas se les debe hacer una primera pregunta
obligatoria:
Eso
que se pretende importar, ¿ya lo fabrica usted o alguien en el país
y, en caso negativo, se puede producir a corto plazo?
Pero
también sería necesario hacerles otra pregunta: Eso que se pretende
importar, ¿es realmente necesario? Hago la pregunta porque,
francamente, he visto tal cantidad de cosas absolutamente inútiles,
traídas de no sé donde, que, perdonen, no sé para que sirven; y lo
peor, no lo saben ni siquiera los mismos vendedores.
Cuando
exista producción local parcial que no llega a satisfacer "las
necesidades del mercado" (tremendo eufemismo), se les puede
perfectamente condicionar la entrega de licencias de importación al
compromiso de producir en el país en plazo determinado.
Hoy
en día es muy fácil contar con una base de datos actualizable que
contenga a todos los productores, fabricantes, elaboradores, etc. de
cualquier cosa. Si alguien pide permiso para importar algo de eso, se
llama inmediatamente al productor real o potencial para que satisfaga
con producción local, total o parcialmente, los requerimientos del
aspirante a importador.
Ojalá
este clamor llegue a oídos de alguien que pueda influir en la toma
de ciertas decisiones y, de alguna manera, contribuya al ahorro de
divisas que, maravillosamente, ahora son y serán menos y que debemos
preservar, no despilfarrar, en beneficio del gran colectivo nacional.
Cuando volvamos a tener abundancia sí se podrán emplear
efectivamente bien y, ojala, cuando llegue ese momento se haya
reducido el peligro de futuras hemorragias.
Señores
con poder de decisión, tenemos tremenda excusa para justificar la
"pichirrez" que se debería aplicar para, repito, poner un
torniquete y detener ya, de una vez por todas, el desangre al que ha
sido sometido el país por parte de esa oligarquía parasitaria,
floja, sinvergüenza, inútil, traidora, cipaya, etc., etc.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHÁVEZ
VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
Tiene razón señor, vi en un "bodegón" de lujo en Caracas, exclusivo de sifrinos con plata en los bolsillos pero nada en el cerebro, que vendían a casi Bs. 600 una bolsitas con, sorpréndase, SEMILLAS DE AUYAMA IMPORTADAS. ¡¿Habrase visto mayor estupidez?! Y seguro que el gobierno les dió divisas para traerlas al país. Basura de empresario y basura de funcionario que lo permitió. Raro porque la burguesía piensa que la auyama es comida chatarra propia de la chusma.
ResponderEliminarCero divisas para cosas como esas.
Feliz Navidad.
Andrés Peñafiel
Barrancas del Orinoco.