domingo, 14 de diciembre de 2014

Bajaron los precios del petróleo

¡Que bueno! Me alegro que hayan bajado los precios del petróleo. Han tenido éxito todas las manipulaciones para hacer bajar artificialmente los precios del petróleo por parte de gobiernos, organismos y otras organizaciones de todo tipo de la burguesía mundial.

¡Lo han logrado! ¡Los felicito y los congratulo! Y no me digan que estoy loco por que me alegre. Lo más simplista sería creer, sin meditarlo antes, que un venezolano tendría que entristecerse porque bajara el precio del principal recurso del país, del que provee la mayor suma de divisas, de aquello que "nos posiciona" (vaya palabreja de moda) en el ámbito internacional.

Me parece maravilloso que hayan bajado los precios del petróleo. Tiene vigencia ahora la trillada frase aquella que "las crisis deben aprovecharse como oportunidades". Naturalmente, ahora tenemos otra gran oportunidad de hacer higiene social y, de paso, económica. Quienes tienen razón para estar cabizbajos son los eternos chupadores del erario público, las sempiternas sanguijuelas que desangran la economía nacional y, logicamente, al pueblo trabajador, al pueblo productor; los que solo aspiran que papá gobierno les colme sus ansias de divisas convertibles para satisfacer sus particulares gustos hedonistas.

Me parece maravillos porque es una gran oportunidad para poner un torniquete a la vena rota por donde se desangra al país.

El gobierno nacional tiene ahora la excusa perfecta para negar divisas convertibles a esos parásitos ladrones: NO HAY.

Y solo habrá para aquellos que realmente producen, fabrican, manufacturan, elaboran. Nada para traficantes de baratijas. ¿Que las baratijas también hacen falta? No lo niego. Es cierto que también se necesitan peines, espejitos, ganchitos para sujetar el cabello, cremitas, lociones; pantaletas, sostenes, calzoncillos, cordones para los zapatos; caramelos, chupetas y otras golosinas. Aquí hago un alto: he visto y me da pena y vergüenza ajena observar en muchos elegantes ventorrillos "chocolate importado". Carajo, si en nuestro país se produce el mejor cacao del mundo, ¿como es que vamos a importar chocolates de Europa, donde no se produce ni un gramo ni siquiera del malo, en vez de producir y orgullosamente consumir del nuestro? Francamente, lo que provoca es maldecir esos antipatrias asquerosos que lo importan; ṕero, también, a los burócratas que les hacen el juego, se los permiten y les otorgan divisas.

Sigo aleatoriamente con la lista de bagatelas que no es necesario importar. En todos los centros comerciales, esos santuarios del lujo y del consumismo desenfrenado e inhumano, se ven profusamente en exhibiciones de la desvergüenza, a precios generalmente estratosféricos, cosas tales como lápices, orfebrería barata, mala y carente de estética, pasta dental, revistas pornográficas o, en todo caso, vacías de contenido; correas para reloj, miles de confituras alimenticias, bebidas de dudoso valor alimenticio y una laaaaaarga etcétera.

A los peticionarios de divisas se les debe hacer una primera pregunta obligatoria:

Eso que se pretende importar, ¿ya lo fabrica usted o alguien en el país y, en caso negativo, se puede producir a corto plazo?

Pero también sería necesario hacerles otra pregunta: Eso que se pretende importar, ¿es realmente necesario? Hago la pregunta porque, francamente, he visto tal cantidad de cosas absolutamente inútiles, traídas de no sé donde, que, perdonen, no sé para que sirven; y lo peor, no lo saben ni siquiera los mismos vendedores.

Cuando exista producción local parcial que no llega a satisfacer "las necesidades del mercado" (tremendo eufemismo), se les puede perfectamente condicionar la entrega de licencias de importación al compromiso de producir en el país en plazo determinado.

Hoy en día es muy fácil contar con una base de datos actualizable que contenga a todos los productores, fabricantes, elaboradores, etc. de cualquier cosa. Si alguien pide permiso para importar algo de eso, se llama inmediatamente al productor real o potencial para que satisfaga con producción local, total o parcialmente, los requerimientos del aspirante a importador.

Ojalá este clamor llegue a oídos de alguien que pueda influir en la toma de ciertas decisiones y, de alguna manera, contribuya al ahorro de divisas que, maravillosamente, ahora son y serán menos y que debemos preservar, no despilfarrar, en beneficio del gran colectivo nacional. Cuando volvamos a tener abundancia sí se podrán emplear efectivamente bien y, ojala, cuando llegue ese momento se haya reducido el peligro de futuras hemorragias.

Señores con poder de decisión, tenemos tremenda excusa para justificar la "pichirrez" que se debería aplicar para, repito, poner un torniquete y detener ya, de una vez por todas, el desangre al que ha sido sometido el país por parte de esa oligarquía parasitaria, floja, sinvergüenza, inútil, traidora, cipaya, etc., etc.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE! 

1 comentario:

  1. Tiene razón señor, vi en un "bodegón" de lujo en Caracas, exclusivo de sifrinos con plata en los bolsillos pero nada en el cerebro, que vendían a casi Bs. 600 una bolsitas con, sorpréndase, SEMILLAS DE AUYAMA IMPORTADAS. ¡¿Habrase visto mayor estupidez?! Y seguro que el gobierno les dió divisas para traerlas al país. Basura de empresario y basura de funcionario que lo permitió. Raro porque la burguesía piensa que la auyama es comida chatarra propia de la chusma.
    Cero divisas para cosas como esas.

    Feliz Navidad.

    Andrés Peñafiel
    Barrancas del Orinoco.

    ResponderEliminar