El sistema que ha prevalecido
históricamente ha empleado un método contra los pueblos que no ha evolucionado
mucho, ha permanecido casi inalterado. Ese método ha sido aplicado en todo el mundo desde la
invención del capitalismo, y solo para recordárselos, mencionaré brevemente
unos pocos de sus “logros heroicos”.
Es probable que recuerden de sus
clases de historia y literatura que los primeros explotados “modernos”, sobre
los que existe documentación, fueron los europeos pobres, espléndidamente
narrado por el inglés Charles Dickens y el francés Victor Hugo, entre otros
autores famosos. Después, cuando ya los europeos pobres habían sido desangrados
casi hasta morir, le tocó el turno a los africanos quienes sufrieron su parte a
los largo de siglos. Luego, en una cadena de acontecimientos sangrientos que
avergüenzan, le tocó su parte a China, India, Latinoamérica y casi todos los
países del llamado tercer mundo que fueron abusivamente explotados, saqueados y
dejados en la indigencia.
Ahora les toca a ustedes tragar
la misma medicina de la que sabemos bastante. Sí, sabemos mucho y podemos
enseñarles como sacudírsela. Lo aprendimos bien a carajazo limpio y no nos han
reprobado nunca.
El capitalismo engaña,
extorsiona, chupa y exprime todo lo que puede medido en términos de recursos
naturales, humanos, financieros, monetarios y otros. Y sépanlo, manténganse
callados y mejor sonrían porque de lo contrario, como se los advertí
anteriormente, la reacción será la más criminal y brutal represión. A ellos no
les importa cuantos heridos, aporreados o muertos haya; simplemente destruyen sin
piedad el menor síntoma de inconformidad. Y a propósito digo “inconformidad”
porque no quiero mencionar la palabra “rebelión” todavía.
Ellos han tenido suficiente
tiempo a lo largo de los siglos para desarrollar un complicado sistema que
funciona totalmente en beneficio de sus intereses. Lo bancario, financiero,
económico, político, social, cultural y otros aspectos están interrelacionados
de tal manera que es casi imposible atacarlos individualmente, porque son
partes de un complicado tejido en que se respaldan y entre apoyan el uno a los
otros, lo que les confiere algo cercano a la invulnerabilidad.
Solo por mencionar un aspecto, el
sistema bancario extrae dinero y riqueza de los bolsillos y alcancías de la
gente. Los banqueros no ponen ni uno de sus sucios centavos. Pero, ¿qué hacen con
nuestro dinero? Fácil, se lo prestan a ellos mismos y nunca a sus verdaderos
dueños. Ahora, imaginen un fenómeno que se repite con frecuencia, un banco le
presta a una de sus empresas, sus directores se roban el dinero y la empresa va
a la “quiebra”. Si fuera una solo empresa no habría mayores consecuencias;
pero, piénsenlo en términos de muchas empresas grandes. El o los bancos
oficialmente colapsan, pero la lectura debe ser que los directores bancarios
artificialmente crearon una situación anómala para robarse el dinero depositado
por la gente común. El resultado final es que el pueblo es defraudado, rapiñado
y exprimido y los banqueros se han hecho más y más ricos. Pero, encima de eso,
los banqueros van al gobierno que controlan y les piden dinero (rescate). Y no
contentos todavía, van a los medios que también controlan, dan explicaciones
incomprensibles y convencen a los robados que se queden quietos y en paz.
Si la gente se llega a molestar y
protesta, ya saben lo que automáticamente sucede. Los políticos que ellos
controlan ordenan represión total. El resultado final es que el pueblo no solo
es exprimido sino que, además, también es aporreado, herido, muerto,
desaparecido o encarcelado.
Vayan a la Fuentes, investiguen y
averigüen lo que le sucedió a las generaciones anteriores, muchos de cuyos
miembros están perdidos, desaparecidos o muertos. En el mejor de los casos, más
pobres que antes.
¿La solución? Olvídense de los
políticos tradicionales. Ellos piden tu voto para candidatos que ellos mismos
escogen, no los tuyos, y después imponen su dictadura disfrazada. El sistema
bipartidista es una falacia y lo sabemos bien porque lo hemos sufrido durante
mucho tiempo.
Olvídense de los políticos
tradicionales y tomen el poder ustedes mismos para ustedes mismos. Redacten sus
propias leyes según sus intereses y según sus sueños.
Ha llegado el momento de no
esperar nada de los demás sino de ustedes mismos.
¿Es difícil o irreal? No, no lo es. Aunque
la solución sea difícil, se presenten muchos problemas que resolver y tome
tiempo encontrar soluciones, estamos haciéndolo aún en contra de fuerzas
diabólicas que quieren destruir nuestros logros y a nosotros mismos. El enemigo
es lo más poderoso del mundo, viejos y nuevos imperios, corporaciones
transnacionales, el sistema bancario y financiero mundial; y lo peor, los
enemigos internos, quintacolumnistas, traidores, lacayos y cipayos.
Nunca olviden que son el 99% y
muchos más que ellos. Ellos están extraordinariamente organizados y ustedes no.
Únanse y organícense; el cielo debe ser el límite. Les deseamos de corazón la
mejor de las suertes. Ofrecemos nuestra solidaridad, apoyo moral y orientación
en caso que lo consideren necesario.
A ese movimiento que se ha regado
por el mundo, en castellano lo llamamos de los “Indignados”. Parece que en inglés no hay una palabra exacta que la
traduzca. Indignado (en singular)
significa alguien cuya dignidad haya sido pisoteada. Pues bien, este es el caso
de ustedes. Despierten y oblíguenlos para siempre a no pisotearlos más.
PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA -
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
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