sábado, 19 de noviembre de 2011

Se los advertí


El sistema que ha prevalecido históricamente ha empleado un método contra los pueblos que no ha evolucionado mucho, ha permanecido casi inalterado. Ese método ha  sido aplicado en todo el mundo desde la invención del capitalismo, y solo para recordárselos, mencionaré brevemente unos pocos de sus “logros heroicos”.

Es probable que recuerden de sus clases de historia y literatura que los primeros explotados “modernos”, sobre los que existe documentación, fueron los europeos pobres, espléndidamente narrado por el inglés Charles Dickens y el francés Victor Hugo, entre otros autores famosos. Después, cuando ya los europeos pobres habían sido desangrados casi hasta morir, le tocó el turno a los africanos quienes sufrieron su parte a los largo de siglos. Luego, en una cadena de acontecimientos sangrientos que avergüenzan, le tocó su parte a China, India, Latinoamérica y casi todos los países del llamado tercer mundo que fueron abusivamente explotados, saqueados y dejados en la indigencia.

Ahora les toca a ustedes tragar la misma medicina de la que sabemos bastante. Sí, sabemos mucho y podemos enseñarles como sacudírsela. Lo aprendimos bien a carajazo limpio y no nos han reprobado nunca.

El capitalismo engaña, extorsiona, chupa y exprime todo lo que puede medido en términos de recursos naturales, humanos, financieros, monetarios y otros. Y sépanlo, manténganse callados y mejor sonrían porque de lo contrario, como se los advertí anteriormente, la reacción será la más criminal y brutal represión. A ellos no les importa cuantos heridos, aporreados o muertos haya; simplemente destruyen sin piedad el menor síntoma de inconformidad. Y a propósito digo “inconformidad” porque no quiero mencionar la palabra “rebelión” todavía.

Ellos han tenido suficiente tiempo a lo largo de los siglos para desarrollar un complicado sistema que funciona totalmente en beneficio de sus intereses. Lo bancario, financiero, económico, político, social, cultural y otros aspectos están interrelacionados de tal manera que es casi imposible atacarlos individualmente, porque son partes de un complicado tejido en que se respaldan y entre apoyan el uno a los otros, lo que les confiere algo cercano a la invulnerabilidad.

Solo por mencionar un aspecto, el sistema bancario extrae dinero y riqueza de los bolsillos y alcancías de la gente. Los banqueros no ponen ni uno de sus sucios centavos. Pero, ¿qué hacen con nuestro dinero? Fácil, se lo prestan a ellos mismos y nunca a sus verdaderos dueños. Ahora, imaginen un fenómeno que se repite con frecuencia, un banco le presta a una de sus empresas, sus directores se roban el dinero y la empresa va a la “quiebra”. Si fuera una solo empresa no habría mayores consecuencias; pero, piénsenlo en términos de muchas empresas grandes. El o los bancos oficialmente colapsan, pero la lectura debe ser que los directores bancarios artificialmente crearon una situación anómala para robarse el dinero depositado por la gente común. El resultado final es que el pueblo es defraudado, rapiñado y exprimido y los banqueros se han hecho más y más ricos. Pero, encima de eso, los banqueros van al gobierno que controlan y les piden dinero (rescate). Y no contentos todavía, van a los medios que también controlan, dan explicaciones incomprensibles y convencen a los robados que se queden quietos y en paz.

Si la gente se llega a molestar y protesta, ya saben lo que automáticamente sucede. Los políticos que ellos controlan ordenan represión total. El resultado final es que el pueblo no solo es exprimido sino que, además, también es aporreado, herido, muerto, desaparecido o encarcelado.

Vayan a la Fuentes, investiguen y averigüen lo que le sucedió a las generaciones anteriores, muchos de cuyos miembros están perdidos, desaparecidos o muertos. En el mejor de los casos, más pobres que antes.

¿La solución? Olvídense de los políticos tradicionales. Ellos piden tu voto para candidatos que ellos mismos escogen, no los tuyos, y después imponen su dictadura disfrazada. El sistema bipartidista es una falacia y lo sabemos bien porque lo hemos sufrido durante mucho tiempo.

Olvídense de los políticos tradicionales y tomen el poder ustedes mismos para ustedes mismos. Redacten sus propias leyes según sus intereses y según sus sueños.

Ha llegado el momento de no esperar nada de los demás sino de ustedes mismos.

¿Es difícil o irreal? No, no lo es. Aunque la solución sea difícil, se presenten muchos problemas que resolver y tome tiempo encontrar soluciones, estamos haciéndolo aún en contra de fuerzas diabólicas que quieren destruir nuestros logros y a nosotros mismos. El enemigo es lo más poderoso del mundo, viejos y nuevos imperios, corporaciones transnacionales, el sistema bancario y financiero mundial; y lo peor, los enemigos internos, quintacolumnistas, traidores, lacayos y cipayos.

Nunca olviden que son el 99% y muchos más que ellos. Ellos están extraordinariamente organizados y ustedes no. Únanse y organícense; el cielo debe ser el límite. Les deseamos de corazón la mejor de las suertes. Ofrecemos nuestra solidaridad, apoyo moral y orientación en caso que lo consideren necesario.

A ese movimiento que se ha regado por el mundo, en castellano lo llamamos de los “Indignados”. Parece que en inglés no hay una palabra exacta que la traduzca. Indignado (en singular) significa alguien cuya dignidad haya sido pisoteada. Pues bien, este es el caso de ustedes. Despierten y oblíguenlos para siempre a no pisotearlos más.


PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA  -  ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

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