miércoles, 17 de agosto de 2011

Chile Sigue Doliendo

Un amable lector de las reflexiones anteriores sobre Chile me escribe y, de alguna manera, me pide que hable sobre los pobres. Creo interpretar que para él “es tiempo y esfuerzo irremisiblemente perdido intentar hacer algo para que superen su estado de pobreza”; en consecuencia, ellos mismos se hacen merecedores a…nada. Es más, afirma que “cobrarles los estimula a ser productivos”. No me atrevo a polemizar con él y ya se lo expresé en privado; sin embargo, algunas de mis reflexiones ya las tenía escritas en mi inédito libro “La Toma de la Colina”, una novela ambientada en el tiempo del nefasto paro sabotaje petrolero de 2002 – 2003. A continuación, parte de un diálogo imaginario del Capítulo 16

""Si quisiéramos explicarnos los conceptos económico-productivos siguiendo los conceptos emitidos por los llamados “sabios” desde Adam Smith, pasando por David Ricardo, Stuart Mill, Schumpeter, Schacht, Walrauss, Keynes y muchos otros incluyendo a Marx, Lenin y Trotsky, sin dejar por fuera los pensadores de la iglesia desde León XIII, Pío XI, Maritain, Teilhard de Chardin; quiero decir, absolutamente todos los que de alguna forma han estudiado las cuestiones económicas; repito, y aplicáramos esas explicaciones, esos conceptos y las fórmulas propuestas por ellos para medir y fundamentar lo que realmente pasa en el mundo; LOS POBRES NO EXISTIRÍAN. No existe ninguna explicación plausible que explique la existencia y la sobre vivencia de los pobres. No hay explicación posible que haga viable su existencia porque de acuerdo a todas las teorías no cabe la posibilidad de su existencia pero..... AHÍ ESTAN. Y regados por todo el mundo y, no obstante los llamados avances, cada día hay más. ¿Cómo podemos dar una explicación creíble a la existencia de algo que está ahí, ante nuestros ojos, que no hay forma de ocultarlo porque es absolutamente real y evidente, si los métodos que utilizamos para justificar su existencia nos dicen numéricamente que no es posible que estén ahí?

Tratemos de respondernos esta interrogante: ¿cómo es posible que en un determinado territorio, sin recursos naturales de ninguna especie; poblado por gentes sin ninguna preparación, la mayoría analfabetas; sin ayuda de nadie, puedan producir, puedan sobrevivir y algunas veces, como lo enseña la historia, ser capaces de realizar grandes hazañas? ¿Ser capaces de dejar grandes legados?

Si nos atenemos a la econometría simplemente no hay punto de partida. Todo es absurdo. ¿Será por ello que nadie ha intentado explicarlo hasta ahora? Yo por mi parte me hago una reflexión: ¿será que para explicar todo lo que atañe a la pobreza hay que pasar primero por ser pobre? ¿Y no será que aquellos pobres que por alguna razón superaron su pobreza no quieren recordar, ni mucho menos admitir que una vez fueron pobres?

Hasta donde yo sé, ningún pobre o ex-pobre ha escrito un libro, y si lo ha hecho no ha sido sino para execrar todo lo concerniente a la pobreza. Y la historia nos enseña que en toda ella, en la zaga de la humanidad, los pocos redentores de la pobreza que han existido han sido sacrificados en el altar donde se adora la riqueza; han sido ellos víctimas propiciatorias para calmar las iras de Satanás e implorar su protección. Es cierto, no mencionan la pobreza ni a los pobres, los excluyen, los ignoran, no existen pero, a la vez, hay una contradicción: les temen y ¿cómo se puede temer algo inexistente?; y hay otra paradoja: ¿por qué será que los pobres no temen a los poderosos, ni tampoco atentan contra ellos, sabiendo todos que los poderosos solo piensan en aplastarlos para asegurarse de su no existencia?

Padre, - interrumpió Pedro león – entonces quiere decir que nadie ha logrado, hasta ahora, descifrar los códigos que ayudan a entender el fenómeno de la pobreza.

Nadie, absolutamente nadie, hasta donde tengo conocimiento; y la razón que hay por detrás de esto, a mi modesto entender, es que sobre la pobreza solo han escrito algunos cuantos ricos y ningún rico podrá jamás hacer nada coherente al respecto por una razón elementalísima: no sabe ni podrá saber nada de la pobreza porque nunca ha sido pobre. He leído algunos libros, muy bien intencionados tal vez, que tratan del tema de la superación de la pobreza pero las formas propuestas no pasan de ser una entelequia más. Para entender y poder hablar de la pobreza y para atreverse a dar fórmulas para resolver sus problemas, estimo, creo que es necesario haber nacido y haber sido pobre. Solo los pobres pueden encontrar por sí mismos las soluciones que los ayuden a superar su propio drama y a fe de Dios, me consta que lo intentan, que tratan desesperadamente por lograrlo pero aún muchas sociedades pobres no logran remontar los muchísimos obstáculos que cada día interponen los otros en su camino para impedirlo. Y son obstáculos poderosos; para ello son muy creativos y tienen recursos para inventar y desarrollar mecanismos cada día más macabros para interponérselos a los pobres, y por eso cada día hay más pobres. La fábrica de pobres se tecnifica y se perfecciona cada día, cuenta con abundantes recursos para ello y, además, con la complicidad de los gobiernos. Cada día se hace más eficiente, a cada instante se multiplican los pobres y ellos son a la vez materia prima para que las máquinas infernales rindan más. Poned atención, a los ricos debería interesarles que hubiera cada día menos pobres, que dejaran de ser pobres, que nadie se muera de hambre y así habría más consumidores para los tantos productos que elaboran sus factorías, pero no es así, su avaricia y su egoísmo los enceguece y, oh paradoja, hacen todo lo que pueden para que los pobres se multipliquen. No lo entiendo. A veces pienso que Felipe V tenía toda la razón y les dio una clave cuando dijo que “conviene más que haya muchos medianamente ricos y contentos, que pocos ricos y muchos pobres quejosos”. Lo que parece ser definitivamente cierto es que los que disfrutan de riqueza se aíslan en su mundo y ese aislamiento los hace indiferentes a las mismas formas de lograr su propia felicidad, y sigo sin entender.

Padre, - acotó Simón Quijano – usted perdone, pero supuestamente Dios ama a los pobres; el mismo Cristo dijo “bienaventurados los pobres”.

Claro hijo mío, Dios ama a los pobres y también a los ricos, solo que los ricos suelen alejarse de Dios; y como dices, es cierto, Jesús también dijo “porque serán saciados”. Ahora bien, ¿qué significa eso de “serán saciados”?. Eso quiere decir que serán bienaventurados cuando hayan sido saciados, esto es, cuando hayan superado su pobreza y esa superación, esa saciedad tiene que ser lograda EN ESTE MUNDO, NO EN EL OTRO. En el otro no hay ni pobres ni ricos, allí no hace falta tener riquezas, allí todos los hijos de Dios son iguales; claro, los que llegan allí y me temo que la mayoría de los que llegan provienen de los estratos pobres de la tierra.

Fray Marcelino hizo una pausa para tomar un trago de lo que contenía su jarro, lo que aprovechó Simón para comentar:

Hasta ahí entiendo todo su punto de vista pero, a la vez, me llega una duda: este es el cuento de nunca acabar porque pobres han existido siempre y por el camino que vamos existirán siempre.

Muy bueno pero muy simplista tu argumento, - replicó de inmediato el religioso. Pero yo soy optimista. A los pobres solo les ha faltado un punto de apoyo y una palanca, ¿recuerdas el principio de Arquímedes?, para mover su propio mundo. Repito, soy optimista y creo firmemente que llegará un día, ojalá no muy lejano, que en algún remoto país de este planeta, cuando surgirá un campeón parecido a los de las historia de caballeros.....

Pedro León no lo dejó continuar.

..... Como Don Quijote que salió a desfacer entuertos y no lo logró, pero ese que usted espera si logrará desfacerlos.

Exactamente, - dijo sonriente Fray Marcelino Madroñero y continuó:

Tal vez no desfaga los entuertos, pero si podrá ser lo suficientemente creativo para proporcionarles ese punto de apoyo y esa palanca para que ellos mismos resuelvan su propio problema, para que ellos mismos se auto-liberen... También espero que a partir de ese remoto país salga el ejemplo y cunda, cunda y se universalice.

¿No es acaso optimista en exceso?

No, no y no. Está previsto en la obra de Dios, lo dicen las Santas Escrituras, lo dijo el mismo Cristo. El hombre se redimirá en este mundo, no en el otro; es evidente que allá no hace falta. El Reino de Dios es aquí y aquí se logrará. Así lo quiso y así lo explicó el mismo Salvador. Aún más, las fuerzas tenebrosas que hay en esta tierra que se oponen a la llegada del Reino de Dios se auto destruirán, se hundirán en sus propias excrecencias. Tiene que ser así porque se trata de la derrota y de la destrucción de muchos demonios que andan sueltos por ahí y a esos demonios forzosamente les llegará su fin cuando menos los esperemos.

¿Y no sería posible que los demonios se multiplicaran, que se reprodujeran?

En ciertos momentos, pudiera ser. A veces parece que a todas luces retrocedemos, sino fijaros en el terrible drama que ha ocurrido en España y cuyas nefastas consecuencias viviremos quien sabe por cuanto tiempo más. Eso fue y es un desastre de más de mil demonios. Andan revoloteando por ahí, los veo, los siento, los intuyo pero también a veces veo pequeños puntitos de luz que me llenan de una alegre esperanza; muchas veces ocurren eventos que aparentemente no tienen importancia alguna y los desatendemos pero luego resultan cruciales, son como piedras angulares en la construcción de eventos futuros.""

Hasta ahí. Basta. Ojalá algún editor se anime y publique mi obra. En cuanto a la visión de Piñera, ¿estará allí parte de la explicación que motiva su proceder?

PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA - ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

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