Tuve
la suerte, o la desgracia, de saber muchas cosas nefastas de la
historia cuando era aún un muchacho y, al saberlas, me daba mucha
rabia la cosas malas que los gobiernos de otros países le habían
hecho a Venezuela y Nuestra América en general. Así que,
ambicionaba que algún día hubiera en mi país “alguien” con la
suficiente dignidad nacional, que demostrara su amor a LA PATRIA, que
les endilgara, que les echara en cara sus fechorías y, como se dice
coloquialmente, que los pusiera en su sitio. Llegué a pensar que
moriría sin darme ese gusto. Me emocioné y casi llegué al llanto
cuando el eterno Comandante Chávez les dijo a la clase dirigente de
los gringos, por toda la calle del medio y en lenguaje alto, claro e
inteligible lo que ellos eran y lo que historicamente habían sido en
cuanto a Venezuela.
Todos
sabemos que nuestro sufrido país fue pasto de la explotación
secular por parte de podridas oligarquías parásitas que lo
esquilmaron durante siglos. Se perpetuó esa forma de dominación
aberrante en contubernio con los imperios de turno; primero, el
español, luego el inglés y durante todo el siglo XX, el gringo.
Si
bien Chávez “tuvo los cojones negros y rayaos” como dicen los
llaneros para hacerlo con los demonios imperialistas gringos, faltaba
alguien que dijera e hiciera algo para poner los oligarcas y la
burguesía criolla en su sitio.
Pues,
gracias a Dios, también tuve esa inmensa satisfacción y me emocioné
cuando el Sr. Presidente Maduro les dijo las verdades a fedecámaras
(en minúsculas en señal de asco y repudio) y, más aún, cuando
ordenó que no se les diera un solo dólar más, lo que implica
directamente que se les cerró la teta de la cual chuparon al erario
público desde siempre. Ahora, lo que me toca es rogar a Dios que esa
sabia, inteligente, sensata decisión se mantenga en el tiempo.
Desde
muchacho oí y repetí muchas veces aquella frase que dice lo que
es bueno para fedecámaras es malo para el pueblo.
Cuantas desgracias tuvo que sufrir el pueblo venezolano debido a las
políticas de los malos gobiernos entreguistas que hacían, deshacían
y decidían solo para beneficiar los intereses crematísticos de los
grandes centros de poder mundiales y sus lacayos lamebotas internos.
Frescos están aún los recuerdos que llevaron al pueblo a la
sublevación popular del “El Caracazo” en 1989, primera rebelión
en el mundo contra los dictados del FMI y del Banco Mundial, brazos
económicos financieros del imperio gringo y las burguesías
mundiales para explotar, oprimir y hambrear pueblos.
Si
algún lector acucioso lo intenta, puede encontrar en este blog
muchos escritos donde afirmo categoricamente que los mal llamados
empresarios venezolanos, especialmente
muchos de los afiliados a fedecámaras, salvo las excepciones que
siempre confirman la regla,
no son realmente empresarios
porque jamás emprenden nada, jamás arriesgan su propio capital,
jamás invierten, jamás desarrollan métodos o innovaciones
productivas, jamás hacen nada positivo en bien del país; al
contrario, siempre han chupado la teta del estado para financiar sus
sucias actividades.
Ahora
recuerdo que, durante el gobierno puntofijista del Dr. Luís Herrera
Campins, hubo un escarceo entre algunos sectores “empresariales”
y el gobierno porque los primeros exigían, como siempre, dinero y
prebendas a lo que momentaneamente se negó el gobierno. Herrera
declaró que no entendía como era posible que existieran
empresas quebradas y empresarios tan prósperos
y, además, los conminó a pagar capital e intereses sobre los
préstamos que el estado les había concedido desde – sorpréndase
otra vez – 1941 y que, una vez pagadas las deudas antiguas, se
sentarían a conversar sobre nuevos financiamientos.
No
sé como resolvieron entonces los problemas que decían tener pero si
se puede comprobar que, a partir de ese momento, los ataques contra
ese
gobierno arreciaron de manera desproporcionada y, como cosa
comprobable, las matrices de opinión creadas artificialmente por los
medios de propaganda y alienación de mentes (jamás los llamaré
medios de comunicación porque no comunican nada) hicieron que ese
gobierno se convirtiera en una de los más impopulares de esa
época. Como detalle curioso,
recordemos que el Presidente Herrera Campins fue vetado
vitaliciamente por los canales de TV y sigue así, aún después de
muerto.
Cuando
la oligarquía burguesa lacaya antipatria no obtiene lo que pide
comienza de inmediato a atacar a los gobiernos. Eso es un axioma que
no necesita demostración porque así ha ocurrido historicamente en
todos los países; especialmente, en los mal llamados
subdesarrollados del también mal llamado tercer mundo, o lo que es
lo mismo, en todos los países dependientes sometidos por el
capitalismo mundial y sus mafias. Que no se le ocurra a ningún
dirigente, del signo que sea, pero que sea nacionalista, intentar
independizarse y deslastrarse de esas oprobiosas cadenas porque, en
menos de lo que “respira un cura loco”, se convertirá en blanco
de todos los ataque imaginables o no. Podemos revisar la historia de
Nuestra América de los últimos doscientos años y encontraremos una
ristra de ataques, intervenciones, invasiones y otras formas de
presión para someter esos gobiernos o torcerles el brazo,
como ha declarado recientemente Barack Obama con toda sinceridad. Así
es que no debe sorprendernos el hecho concreto de los despiadados
ataques de todo tipo contra el gobierno nacionalista y popular del
Señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás
Maduro, incluyendo el nefasto reciente decreto imperial gringo
declarando a Venezuela como una amenaza inusual a la seguridad
de los mismísimos Estados Unidos de Norte América.
¡Vaya ridiculez!
Dijo
don Quijote a Sancho Panza, si
los perros ladran es señal que avanzamos.
Que ladren todos los perros malos del mundo, pero el pueblo Venezolano ha
decidido por mayoría, con la excepción de los lacayos traidores
antipatria que existen en todas partes para desgracia de los pueblos,
ser definitivamente libre, independiente y soberano frente a toda
dominación e influencia por parte de jerarquía alguna a escala
planetaria. No hay ni habrá jauría, por feroz que sea, que nos
tuerza el brazo.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ
VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
No hay comentarios:
Publicar un comentario