jueves, 4 de junio de 2015

Verdad gráfica


La viñeta que copio la encontré al azar en Internet y me trajo ciertas memorias sobre hechos pasados en Venezuela de los que nadie comenta. No le dan ninguna importancia, lo olvidaron o ¿qué se yo?

Lo que hablan los personajes de la viñeta refleja casi fielmente un proceso que ocurrió en este país durante, aproximadamente, los últimos veinte años de la república llamada puntofijista; es decir, el período previo a la Revolución Bolivariana.

Pero, hagamos un poco de memoria. De memoria, por supuesto, porque no me voy a tomar la molestia de hacer investigaciones solo para aportar datos especificos. Después de todo, tampoco vale la pena el esfuerzo. Así que, solo recordemos.

Por allá por años finales de la década de los70 y principios de los 80; pienso yo, se reunieron una serie de señoritos hijitos de papi y mami, todos con dineritos mal habidos (of course, como les gusta a ellos decir) que, creyéndose el cuento inventado por ellos mismos, que eran los finos, los cuchi cuchi, los estudiados, los fisnos; los sabelotodo, o como decía entonces el refrán popular, se creían la última pepsi cola del desierto. Pues bien, estos “angelitos” llegaron a la conclusión que ellos debían tomar el poder total de la nación y regirla ellos mismos, por supuesto, y no a través de personajes interpuestos, valga decir sus testaferros, que formaban parte de los llamados partidos políticos que, para la época, habían llegado a niveles vergonzantes de degradación de todo tipo.

Ellos, como tenían el control sobre el dinero, tenían y tienen todavía el control sobre los mal llamados medios de comunicación social que prefiero llamar medios de alienación, armas que usaron, y todavía usan para promover sus torvos fines y enlodar reputaciones ajenas.

Uno de esos señoritos en particular, muy famoso por sus mal interpretadas poses teatrales, cuya gran proeza y mérito había sido dar uno de los más famosos y productivos braguetazos que se conozcan en los últimos tiempos, muy engolado y prosopopéyico él, le impuso a los demás la tarea de hacerlo nada más y nada menos que presidente de la República, toda vez que se creía el ungido de los dioses. Paréntesis: lo imagino rumiando una tremenda frustración desde hace 16 años.

Pues bien, armaron diversos parapetos para auto encumbrarse; pero, sobretodo, para descalificar, ergo, destruir el imperante sistema bipartidista. Usaron sus medios y, a fe de Dios, contribuyeron a lograrlo; y digo contribuyeron, porque los mismos partidos y sus conmilitones se encargaron de la mayor parte de su auto destrucción, de tal manera que la impronta del Comandante Chávez la vio el pueblo como su tabla de salvación para liberarse del desastroso régimen que hizo padecer al pueblo hambre, miseria y desolación.

Resalto que manipularon tanto a la derecha como a la izquierda, a la cual me he referido anteriormente en estos escritos. Si se quieren tomar la molestia, por favor relean mis viejos escritos ¿Izquierda? y Más sobre la izquierda

A la derecha la desprestigiaron, lo que fue tarea fácil. A la izquierda le ensalzaron ciertos elementos y los enfrentaron con otros, la dogmatizaron, la fragmentaron, y al final todos ellos resultaron tanto o más derechistas que los mismos derechistas declarados.

Derecha desprestigiada más izquierda fragmentada y manipulada parecía abonado el terreno para ellos entrar en la escena política como los salvadores de la patria, los eficientes, los que sabían gerenciar y dirigirían la cosa pública como sus “eficientes” y “honestas” empresas privadas. Los lauros que los adornaban eran aparentemente impresionantes y contaban con embaucar al pueblo.

Realmente tuvieron un éxito impresionante y casi, creo yo, llegaron muy cerca de lograr sus torcidos fines, lo cual hubiera sido un tremendo descalabro para el país porque el neoliberalismo lo hubieran impuesto a troche y moche, represión bestial incluida porque el pueblo para ellos jamás ha contado y jamás contará. La plebe solo sirve para explotarla y someterla a la más abyecta miseria porque, para ellos los elegidos, la plebe no piensa, no oye, no siente, solo sirve, valga la redundancia, para servirles y beber aguardiente, etc., etc., etc.

Volviendo a la viñeta, no puede resistir la tentación de copiarla y mostrársela a ustedes porque, creo, que resume graficamente cualquier explicación que alguien pudiera dar sobre estas cosas que ocurrieron en el país y que parece un episodio ya olvidado. Chávez borró ese tenebroso pasado pero lo malo es que ellos siguen agazapados con deseos de volver por sus fueros. Alerta pueblo.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!


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