Ya
lo he dicho en reiteradas ocasiones. Los empresarios venezolanos,
salvo algunas honrosas excepciones, son unos verdaderos parásitos
chupasangre y me avergüenzo que sean mis compatriotas. En vez de
producir bienes invirtiendo y arriesgando “SU” capital, que
dicho sea de paso no tocan pero sí mantienen en cuentas en otros
países, se dedican a llorar y pedir divisas al Estado para importar
bagatelas y cachivaches de pésima calidad, con las que luego
esquilman al pueblo vendiéndolas con sobreprecios tan vulgares que a
veces llegan a la increíble cifra de 6000% y más, aunque debo
reconocer que unos pocos importan partes para luego ensamblarlas en
el país; pero lo que es producir,
muy poco o casi nada.
Emprender y crear, mejor no hablar.
Espero
que mis amigos lectores, que estén de acuerdo conmigo, se encarguen
de divulgar estas observaciones y la propuesta al Gobierno que haré
a continuación, a ver si llega a oídos de alguna persona con
influencia y, a su vez, la divulga entre las altas esferas y ... ver
que pasa.
Empecemos
separando los productos en tres categorías:
Caso
1: Productos que se fabrican en el país y quieren importar
cantidades adicionales.
Caso
2: Productos que no se fabrican actualmente pero son factibles de ser
producidos localmente a corto plazo.
Caso
3: Productos que por alguna razón no se podrán producir sino, tal
vez, a largo plazo o nunca.
En
el primer caso se establece una relación entre la producción actual
y lo que se desea importar. El importador se obliga a producir
localmente una cantidad en función de lo importado, cantidad que irá
aumentando paulatinamente hasta que la producción local cubra la
demanda local y no haya necesidad de importar.
En
el segundo se condiciona el permiso al compromiso del importador a
comenzar a producir localmente en un determinado plazo. Una vez
comenzada la producción local se clasificaría en el caso 1.
En
el tercero, se condicionaría la importación al compromiso de
producir localmente cualquier otro bien equivalente monetariamente a
lo importado.
Otra
posibilidad, en ciertos casos, está en condicionar la importación
de ciertos bienes a la exportación de otros.
Se
da con frecuencia el caso de creer que algo no se produce en el país
pero no es cierto. Alguien lo produce o está en condiciones
inmediatas de producir; así que, una medida sabia sería indagar
primero si alguien está en condiciones de producir aquello para lo
cual se pide permiso de importación. Esto es relativamente fácil
porque el gobierno y las distintas asociaciones disponen de los
correspondientes censos e información necesaria para cotejar datos.
Si realmente ese alguien puede producir, que lo produzca localmente y
que no se importe total o parcialmente lo solicitado.
Inútil
decir que estas propuestas iniciales están sujetas a ser mejoradas
para lo cual las(os) invito a opinar, sugerir, recomendar, etc.
El
Gobierno Nacional Revolucionario y Bolivariano hace enormes esfuerzos
para derrotar la terrible guerra económica con la que nos ha
enormemente afectado el imperio gringo y sus lacayos criollos
traidores. Es obligación de todo patriota combatirlos hasta
derrotarlos y una de las mejores estrategias es la de no caer como
tontos en las trampas que nos tienden. No nos dejemos sojuzgar con
los llamados "deseos inducidos". Hagamos un exámen de
conciencia y seguro que encontraremos, facilmente, una enorme lista
de productos que realmente no necesitamos, pero nos han inducido
malevolamente a comprar sin mirar atrás
Muchos
productos deliberadamente ausentes de los anaqueles no los
necesitamos realmente. Preguntemos a nuestros abuelos como
satisfacían ellos muchas de sus necesidades sin tener que recurrir a
cosas que, inclusive, no existían en sus tiempos. Avivemos también
nuestra imaginación y, seguro, encontraremos con que reemplazarlos,
y reemplacémoslos. Recordemos que ellos son ávidos comerciantes que
necesitan meter ganancias en sus ya podridos bolsillos y, tarde o
temprano, reaccionarán al darse cuenta que sus nefastas prácticas
no funcionan y tampoco nos afectan.
Parte
de la batalla la tenemos ganada de antemano con solo no darles el
gusto de caer en sus trampas. No hagamos cola desesperadamente cuando
llegan los camiones con su miseria de suministro. Tengamos voluntad y
paciencia y aguantemos las ganas y, luego, comprar solo lo justo
porque también se produce una terrible falta de equidad distributiva
cuando solo algunos atiborran sus despensas en desmedro de la
mayoría. No es justo ni moralmente correcto que algunas familias
tengan muchos paquetes de cualquier producto que, inclusive de hecho
llegan a perderlos, mientras otros no tengan ni migajas con que
cubrir sus "necesidades" más inmediatas.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ
VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
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