sábado, 1 de noviembre de 2014

La Historia no tan Sagrada - Octava Parte


Seguiré incluyendo citas de manera aleatoria cuyo contenido nos irá, tal vez, aclarando cierta manera de pensar a la que, por lo general, no solemos tener acceso. Se trata de citas provenientes de hombres “eminentes” del sionísmo mundial.

El rebino francés Isidoro Loeb, quien desde 1869 fue secretario de la Alliance Israélite Universelle, se expresa así en su libro “La littérature des pauvres dans la Bible” - (La literatura de los pobres en la Biblia) – París, 1892, pág. 218.

No se puede afirmar con certeza si Isaías pensó o no en la aparición de un Mesías personal... Pero es indudable que, con o sin un Mesías Rey, los hebreos constituirán el centro de la humanidad, en torno del cual se agruparán, después de su conversión, los no hebreos. Los pueblos se unirán para tributar homenaje al pueblo de Dios. Todas las riquezas de las naciones pasarán a manos del pueblo hebreo; y todas las naciones seguirán al pueblo hebraico y se arrojarán a sus piés. “Los Reyes serán tus alimentadores y las reinas sus esposas, tus nodrizas; el rostro inclinado a tierra, te adorarán, y el polvo de tus piés lamerán” (Isaías, 49, 23). Dios estipulará con el pueblo hebreo una eterna alianza, como con David, y como David el hebreo mandará a los pueblos... Está claro que en la restauración del pueblo hebraico, Jerusalem y la Tierra Santa tendrán una función muy importante”.

A continuación parte del testimonio del hebreo y masón (sionista) B. Crémieux, que se encuentra en los Archives Israélites, año 1861:

La doctrina hebraica se ha de compenetrar de sí un día a todo el mundo... No está lejos el día en que las riquezas de la tierra pertenecerán exclusivamente a los hebreos... Las naciones desaparecerán, la religiones declinarán”

Y redondea:

Habrá de surgir un Mesianismo de los tiempos modernos; una Jerusalem del nuevo orden, santamente colocada entre Oriente y Occidente, deberá suplantar al dúplice reinado imperial y papal. Sólo ahora ha entrado en acción la Alianza Israelita Universal, pero ya manifiesta hasta muy lejos su influencia. No se limita a nuestro culto, sino que entiende penetrar en todas las religiones. Las nacionalidades habrán de desaparecer. Las religiones declinarán. Pero Israel subsistirá, y este pequeño pueblo es el elegido de Dios”.

Du Mesnil-Marigny, economista judío (sionista), entre otras cosas escribe en su “Historia de la economía política de los pueblos antiguos”, (ed. 1878, II vol., pág. 275 y sig.):

La época actual se caracteriza indiscutiblemente por el oro y la omnipresencia... El que domina absolutamente el oro es también el que domina absolutamente el mundo. ¿Y quien podría ser este dominador sino el hebreo? ¿Acaso no posee ya el hebreo el monopolio de los bancos, de los ferrocarriles y del comercio?... Con su oro, ¿no da ya acaso una instrucción superior a sus hijos, y por tal medio, no está en condiciones de asegurar a los mismos los puestos directivos en las artes, en la literatura, en la ciencia y en las funciones públicas?” “En Francia, ¿quienes son en La Sorbona, en la Universidad y demás institutos franceses masónicos, los mejores profesores? ¡Hebreos! ¿Y qué son los más renombrados filósofos y escritores? ¡Hebreos! “Es notoria la corrupción de la prensa. ¿Quienes son los que ponen en marcha esta terrible máquina, cuyo poder, así destructor como constructor, es bien conocido? Los hebreos... o sea, los que poseen el oro”. “La ascención de Israel a la mayor altura es cosa cierta... Nosotros veremos, a no tardar, como regirá a las naciones, después de haberse apoderado de todas sus riquezas, que por tal vía se multiplicarán a desmedida, y los veremos barrer de su alrededor a los habitantes de la tierra entera, como hizo con los Cananeos”. “Cuando, según nuestra previsión, los hijos de Jacob, gracias a su superioridad, tengan en sus manos todo lo que garantiza el bienestar y larga vida en esta tierra, y se encuentren en condiciones de sobrevivir a cualquier otra raza, entonces, nadie podrá negar que gracias a ellos se realizará esa época tan deseada, ese deseo de todos los filántropos, esa nostalgia de todo corazón magnánimo, que es la fraternidad universal”.

Cero comentarios, cero resaltado y subrayado. Cada uno saque sus propias conclusiones. Cualquier parecido con la vida real actual, año 2014, NO es pura coincidencia. Solo mencionaré un párrafo escrito por un autor desconocido:

Cada cual puede ver que magnífica fraternidad universal sería esa: un amasijo de pueblos aplastados y desheredados, sobre los cuales se iergue el “pueblo elegido”, indestructible. Fraternidad solo entre ellos mismos.” Y parte de esa “futura fraternidad” la expresa muy bien las siguientes dos citas:

Nosotros vivimos es un Estado cristiano, cosa incompatible con los intereses del Hebraísmo: el Estado cristiano ha de ser suprimido” (Rabino Loeb, citado por S. v. d. March, Die Juden in Urteil der Zeit, 1921, pág. 117)

Para cerrar esta parte, copio a continuación una obligatoria plegaria cotidiana, SHEMORÉ ESRÉ, contenida en el Talmud: “Que los apóstoles pierdan toda esperanza, que los Nazarenos y los Minin (Cristianos) mueran de improviso, sean borradoss del libro de la vida y no se cuenten entre los justos”.

¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!



(Continuará)

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