sábado, 1 de noviembre de 2014

La Historia no tan Sagrada - Novena Parte

Para no abrumarlos mucho, espero concluir en esta parte con las citas de personajes influyentes entre los sionistas. La finalidad sería la de conocer su forma de pensar que, consecuentemente, explicaría su forma de actuar. Leamos.

Se necesita una guerra más para que la infame organización de Satanás (que sería la organización de los Estados para la época, La Sociedad de Naciones) desaparezca”. (Entrevista al Rabino J. L. Magnes concedida en Nueva York en 1919 y reproducida par L. de Poncins en Judentum und Weltumsturz, II, pág. 24). Y continúa: “Tendrá lugar una nueva y completa organización de todos los pueblos de la tierra. Los actuales mapas del mundo, no servirán para nada en el Regnum (mesiánico)”. “Basados en que la luz que emana de las Sagradas Escrituras, podemos esperar que Jerusalem llegará a ser la capital del mundo”. (Id. en Rechtfertigung, III, pág. 321 y Eine wünschenswerte Regierung, pág. 35) “Los hebreos llegarán a dominar toda la tierra” (Russell, en Schriftstudien, 1917, VII, pág. 666)

Veamos con detenimiento las fechas de las anteriores citas. Final de la llamada primera guerra mundial que cambió brutalmente los mapas de la vieja Europa. Ya habían comenzado a fundarse las nuevas colonias judías en Palestina y se estudiaba la posibilidad de fundar el Estado Judío en diversos lugares de Africa, e inclusive Sur América – Latinia - que comprendería la Patagonia argentina y el sur de Chile, donde, por cierto llegaron numerosos judíos y también, por cierto, comenzó, desde entonces y perdura hasta hoy, un sistemático plan para desalojar los indios Mapuches de sus tierras ancestrales. Comienzos de la Revolución Rusa. ¿Profesía o conocimiento de planes concretos en marcha?

Aunque la cita es larga, vale la pena conocer a continuación la vertida por Marcus Eli Ravage, quien ha tenido el valor de expresarse como sigue (hasta con cierto descaro y cinismo) en dos artículos en Century Magazine, nos. 3 y 4, 1928)

Nos acusáis de haber encendido la revolución moscovita. Sea: aceptemos la acusación. ¿Y qué con esto? Comparada con lo que el hebreo Pablo de Tarso hizo en Roma, la revolución rusa sólo es un pequeño escándalo de corral. Gritáis tanto por la influencia hebraica en vuestros teatros y en vuestras películas. Muy bien. Concedido: vuestros lamentos son justos: ¿pero que puede significar todo esto en comparación con la prepotente influencia que nosotros ejercemos en vuestras iglesias, en vuestras escuelas, en vuestros regímenes, y hasta en los mínimos cambios que se producen en vuestro mundo intelectual?... Supongamos que los Protocolos de los Sabios de Sion sean auténticos. (Recordemos que en esos años se peleaba hasta en los tribunales intentando demostrar su falsedad que, dicho sea de paso, los sionistas todavía niegan haberlos escrito) ¿Que puede significar ello ante la innegable acción histórica de conspiradores que nosotros hemos desempeñado? Vosotros no habéis logrado conocer ni siquiera el principio del alcance de nuestra culpa. Nosotros somos invasores. Nosotros somos destructores. Nosotros somos subvertidores. Nosotros hemos tomado poseción de vuestro mundo natural, de vuestros ideales, de vuestro destino y nos hemos burlado de todo eso. Nosotros hemos sido la causa principal de la última guerra y de casi todas vuestras guerras. Nosotros hemos sido los promotores no tan solo de la revolución rusa, sino que también de todas las grandes revoluciones de la historia. Nosotros hemos provocado y seguimos provocando discordias y contrastes en vuestra vida privada y pública. Nosotros hemos cambiado todo el curso de vuestra historia. Os impusimos un yugo, como vuestra potencia no supo imponer a Africa ni a Asia. Y todo esto, sin armas, sin sangre ni clamor de batallas, sin medidas violentas de ninguna especie. Nosotros hemos realizado todo eso tan solo con la fuerza irresistible de nuestro espíritu, con las ideas y la propaganda. Nuestro terruño del pasado se ha convertido en vuestra Tierra Santa. Nuestra literatura nacional se ha convertido en vuestra Biblia. Una doncella hebrea es vuestro ideal de la maternidad y de la femenidad. Un profeta hebreo rebelde ocupa el centro de vuestra devoción... Consideremos las tres grandes revoluciones modernas, la francesa, la americana y la rusa. ¿Qué fueron, sino un triunfo de la idea hebraica de una justicia social, política y económica? Con alivio nosotros reconocemos que el goi (el no hebreo) jamás logrará descubrir la verdadera gravedad de nuestra culpa”.

Gracias Sr. Ravage por ignorar la Revolución de Independencia de Nuestra América. Dudo hasta el infinito que los precursores del sionismo hayan tenido alguna influencia en ella.

En un texto talmúdico – Divre, en Dav. f. 37 – puede leerse: “Comunicar algo de nuestra ley a un goi equivale a la muerte de todos los hebreos, pues si los goim supieran lo que nosotros enseñamos a propósito de ellos, nos exterminarían sin más” - Cada ladrón juzga por su condición – Antiguo proverbio español.

Los sionistas se han autoalienado al creer que “siendo de mentalidad puramente animal, los goim, son incapaces de prever las consecuencias a que puede conducir una causa presentada bajo una luz dada. Y es precisamente en esa diferencia de mentalidad existente entre nostros y los goim donde podemos reconocer facilmente que somos los elegidos de Dios y comprobar nuestra naturaleza sobrehumana, en comparación con la mentalidad instintiva y animal de los goim. Estos solo ven los hechos, pero no los preven y son incapaces de inventar cosa alguna, a no ser material. Los goim no son capaces de razonar en materia de ciencia, sin nuestra ayuda. Los consideramos como una especie de seres al margen de la ley.. Según el Talmud, los goim no han de considerarse como hombres, sino como seres inferiores de inteligencia obtusa y bestial.

Al mejor de los goi, mátalo.

Espero haber contribuido, en mínima proporción, a entender la forma de pensar de los sionistas y, por supuesto, a entender el porque de su comportamiento bestial, asesino, criminal, despiadado, inhumano contra nuestros hermanos palestinos, en contravención a las propias leyes de la religión judía. En la Torah, libro sagrado de los judíos están la leyes mesiánicas que establecen claramente, sin posibilidad de dudar, un mandamiento que dice NO MATARAS. Y aunque se justifiquen argumentando que están en una guerra, eso no es cierto. Allí no hay guerra alguna, no hay enfrentamiento alguno entre entre dos estados armados donde puediera existir algún equilibrio de fuerzas combatiendo entre sí. En Gaza, en Palestina, lo que hay es un deliberado plan genocida, etnocida, de exterminio de un pueblo para luego tomar poseción de su histórico territorio y usufructuar sus recursos naturales que tienen nombre: agua, petróleo y gas. Al exterminarlos violarán otro de sus mandamientos de la Torah: NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS, NO ROBARÁS

Hoy comenzaré a esparcir espanto entre las naciones, bajo todo el cielo, y se aterrorizarán al oír tu nombre”. (5. Moisés, 2, 25) Pués bien, eso es lo que hacen desde hace tiempo con Gaza y Cisjordania a diario. También lo hacen en muchas otras partes.

¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!



(Continuará)

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