sábado, 11 de junio de 2011

El regreso

Por razones que no vale la pena comentar, he estado alejado de mi casa, comunidad, amigos, computadora e Internet. He ahí la razón por la cual no había vuelto a escribir. Supongo que nadie se ha quejado aunque todavía no he leído los más de cien
correos recibidos durante todo el lapso.

Lo único que me llama la atención es ya reiterativo. El mundo está loco loco. Sin orden específico, menciono que continúa la criminal, asesina - y no es redundancia - agresión al pueblo libio. Los criminales capitalistas continúan matando a ese
pueblo siguiendo las órdenes del supercriminal imperio gringo que ha desatado su locura salvaje sobre todo el planeta. Europa está revuelta, los españoles salieron de Guatemala y se metieron en Guatepeor. Lo lamento por ellos. Votaron en las recientes elecciones precisamente por los causantes y generadores de los males que sufren, aunque el PSOE también es culpable por haberse pepetizado olvidando sus orígenes y postulados socialistas y, dicho sea de paso, también ha impuesto una feroz
represión sobre el pueblo que protesta por razones muy válidas. De los demás países europeos no diré nada, todo sigue igual a como lo dejé. Grecia, Portugal, Italia, Francia, etc. lo mismito del año pasao.

La crisis imperial continúa en apogeo y el malvado gobierno de los EEUU sigue castigando a su propio pueblo, parece que no le basta con lo que le hace a los demás para saciar su demencia, desmejorando todo lo que huela a soluciones que beneficien a su propia sufrida población. Los únicos factores económicos con cifras positivas son los que que componen el complejo militar industrial. De resto, lo negativo se extiende por todos los campos de la economía y la sociedad en general.

La naturaleza que no perdona nunca los males que se le causan, también se ha cobrado con creces esos daños. Tormentas de todo tipo han asolado numerosos países, desgraciadamente incluyendo a Venezuela, donde el pasado período de lluvias se unió con el actual con la salvedad que, el gobierno nuestro parece uno de los muy pocos en el mundo que si se ocupa de su gente. Más adelante me referiré a nuestro país.

Chile, que lo exhiben como ejemplo de "como debe manejarse un país", no se queda atrás y es el único país de Sur América donde se han radicalizado tanto las protestas de la población como la feroz represión. El lío de los Mapuches continúa y se les siguen violando todos los derechos humanos; los estudiantes protestan y son duramente reprimidos porque el sistema educativo, según la opinión de muchos, está en franca regresión. Los teóricos del neoliberalismo muestran con gran alharaca cifras macroeconómicas positivas, pero la triste y dura realidad es que eso solo sirve para enriquecer a los ya muy ricos porque la pobreza crece a ritmo desproporcionado a cifras astronomicamente elevadas. Vaya con el modelito que nos quieren refregar en la cara.

México; pobrecito México, tan lejos de Dios y tan cerca de EEUU, sigue sumido en una muy dolorosa situación de criminalidad sin duda atizado desde el imperio y mientras tengan gobiernos lacayos y serviles no habrá solución. Esa triste y dolorosa situación por la que atraviesa ese sufrido pueblo solo beneficia a los poderas fácticos de los EEUU.

América Latina en general parece no formar parte de ese mundo loco loco. Los pueblos van poco a poco solucionando sus problemas con sus propios remedios, van creciendo unos más, otros menos y, en general, se respira paz y progreso.

Venezuela, no obstante los despiadados ataques imperiales y de los arrastrados cipayos pitiyanquis apátridas, merece consideración aparte. El país se liberó, creo yo que en tiempo muy razonable, de casi todos los efectos de la crisis financiera mundial, al punto que retomó la senda del crecimiento económico. Cada día se ponen en marcha nuevos programas o se refuerzan los anteriores para mejorar la salud, la educación, la agricultura y la alimentación, la industria, la infraestructura. Esta última merece consideració especial porque las lluvias pasadas y presentes han causado enormes estragos en casi todas las vías de comunicación y, sobretodo, en las viviendas de los pobres. Espero y confío en Dios que la Gran Misión Vivienda Venezuela, un programa de vastos y ambiciosos alcances sea exitosa y todos los excluídos de una vivienda digna vean cumplidos sus sueños y sus más caros anhelos
de justicia social.

Algunos dirán que el párrafo anterior despide solo optimismo y que no me ocupo de los muchos problemas que todavía no se han resuelto. Claro que me ocupo y me preocupan. Dicen que ya han pasado más de diez años de revolución y nada se ha resuelto. Es cierto, pero me pregunto y les pregunto, ¿creen ustedes que en tan solo diez años se resuelvan todos los problemas heredados de casi doscientos años de desastre y desatención? Si no quieren que me remonte tan lejos en la historia, me atrevo a replicarles que el despelote dejado por los pésimos gobiernos de la IV República de los años más recientes fue, como dicen los españoles, de órdago. ¿Y que decir de los malhadados gobiernos que nos acogotaron con las recetas neoliberales, FMI y World Bank de por medio?

Me he referido con mucho dolor en varios de mis artículos anteriores a muchas de las fallas y carencias presentes. He dicho con suma claridad que hay fallas, se cometen errores, persiste la corrupción, hay mucha mediocridad rampante en muchas partes
con su consabida dosis de desastres; pero, también me he referido a los infiltrados quinta columna que solo buscan perturbar la obra de gobierno. Hay muchos que se la echan de revolucionarios, aparentan volverse locos con una boina y una franela roja,
pero a la hora de la verdad no son más que saboteadores disfrazados. Desde algo lejos, he visto con dolor algunos de los problemas que se presentan con las Empresas Básicas de Guayana. A falta de mejor opinión, creo que allí está en marcha y con mucho éxito aparente, una bien orquestada y dirigida campaña de saboteo. Los laboratorios de guerra sucia, creo yo, han diseñado y puesto en práctica verdaderos ensayos de guerra sucia que ha provocado enfrentamientos entre trabajadores, llegando inclusive a la la violencia física. Por otra parte, también creo, la mediocridad y falta de buena gerencia ha contribuido a desmejorar muchos servicios básicos para lo cual también se valen de métodos para crear anarquía, indolencia y incredulidad en vastos sectores de la población. ¿Y que decir de los medios? Estos no informan nunca de manera veraz y objetiva sobre los programas y actos de gobierno; antes, por el contrario, tergiversan y manipulan las informaciones cuando no les queda otra alternativa que divulgarlas. Y lo peor, también creo, ha sido una insidiosa campaña mediática para negarle la sal y el agua a la revolución. Como resultado concreto, hay personas que a voz en cuello se les oye decir por todas partes que todo es mentira, que todo es propaganda, que el gobierno solo habla de un inexistente "país de las maravillas" y tozudamente se niegan a ver nada de lo positivo que existe en todo el país, y que es mucho por cierto. Razón tiene la biblia cuando afirma que no hay "peor ciego que quien no quiere ver, ni peor sordo
que quien no quiere oír".


PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!

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