martes, 28 de junio de 2011

El más importante

El Presidente Chávez ha pronunciado muchísimos discursos. Son siempre amplios y se pasea por todos los campos de la vida humana; política, economía, sociología, historia, etc. pero, en el fondo, siempre lleva un mensaje pedagógico en su terco empeño por enseñar al pueblo. Suele repetir frases contundentes del Padre de la Patria. "Las naciones marchan hacia su grandeza con el mismo paso con que marcha su educación". "Un ser sin estudios es un ser incompleto". "Las grandes palancas para el desarrollo son la educación y la industria (el trabajo)". Pero, como en la anterior cita, no se queda en la educación en sí, siempre la conecta con su aplicación directa con el trabajo. Es natural, lo que se aprende debe ir aplicado a la acción, a la realización concreta, a obtener resultados tangibles.

Ni el más acérrimo de los opositores o críticos podrá señalar jamás que el Presidente no muestra su preocupación por "estas palancas" en su relación directa con el pueblo venezolano. Personalmente, creo con sinceridad, que estas dos constituyen la preocupación principal del Jefe de Estado.

Vuelvo a los discursos. Dije que ha pronunciado muchísimos. Entre esos quizá miles, para mí hay uno; sí, uno solo, que considero el más importante. Nunca lo he visto impreso y es factible que esté por allí como material de lectura pero recuerdo perfctamente una pequeña parte. No solo la recuerdo, también la he comentado y debatido con amigos en diversas oportunidades.

Lo pronunció al comienzo del año 2000. En el Poliedro de Caracas. Miremos el momento. Había ocurrido la TRAGEDIA DE VARGAS poco tiempo atrás y había damnificados regados por todo el pais en medio de una espantosa situación humana. Eran cientos de miles aparentemente sin esperanza pronta de redención. Fué ante un grupo de esos refugiados producto de la tragedia.

¿Qué dijo entonces el Presidente Chávez?

No tengo a mano sus palabras textuales; sin embargo, la idea general la recuerdo clarita y él debió expresarla mejor que yo al reproducirla ahora.

Les prometió viviendas. La gente se alegró y vitoreó. Luego los instó a cooperar en la construcción. Uno o muchos replicaron que ellos no sabían hacer paredes, preparar concreto, doblar cabillas, etc.

Ah, ustedes dicen que no saben hacer tal o cual. La respuesta casi unánime: ¡No!

No se preocupen por eso. Silencio. Una vez más, NO SE PREOCUPEN POR ESO. Creo que la gente esperaba que les dijeran:

No se preocupen por eso, enviaremos ingenieros, arquitectos, constructores, maestros de obra, albañiles, etc.

¿De manera que ustedes no saben? - ¡No!

Repite. No se preocupen...LOS ENSEÑAREMOS A CONSTRUIR.

Imaginemos ahora, diez años después de aquella dramática escena, muchos debieron sentirse descorazonados con la contundente respuesta. No era de extrañar que se sintieran algo desilusionados. Venían de la IV República y estaban habituados solo a promesas demagógicas. Probablemente era la primera vez que un Jefe de Estado ofrecía al pueblo la oportunidad de realizar un esfuerzo en pro de ellos mismos y no estaban acostumbrados a esa inédita forma de ofrecimiento.

Volvamos a nuestro tiempo actual, diez años después de aquel discurso. El Presidente ofreció EDUCACIÓN. El Presiente ha cumplido. Pensemos solo en cuantos se han educado en el lapso transcurrido. No solo en las artes de la construcción sino en todas. Venezuela ha sido reconocida por la UNESCO y por muchas otras instituciones mundiales por sus asombrosos logros en materia educativa. Se erradicó el analfabetimo, las misiones educativas ya han graduado de profesionales universitarios a personas que hace diez años eran analfabetas. No tengo a mano la estadísticas con el número de instituciones a todos los niveles que se han creado aunque sí sé (según estadísticas de la ONU) que estamos en cuarto lugar mundial en inclusión universitaria; pero además debemos tomar en cuenta los logros en educación directamente vinculada al trabajo (agricultura, industria, etc.), cultura, artes. Ejemplo, el descollante desarrollo y logros mundiales del Sistema de Orquestas Sinfónicas Juveniles e Infantiles.

Volvamos a la construcción. Ahora se está comenzando a implementar la Gran Misión Vivienda Venezuela. Las metas que se desean lograr son descomunales. Construir más de dos millones de viviendas en las próximos seis años. Para ello se han movido todos los resortes posibles. Meta bastante ambiciosa, no son solo casas y apartamentos sino el desarrollo de habitat para vivir viviendo, en armonía con el ambiente y tomando en cuenta las necesidades de desarrollo humano, educación, salud, trabajo, recreación, transporte, etc.

Muchos de quienes aceptaron la oferta y el reto del Presidente hace diez años están formados como expertos constructores y ahora saben lo que no sabían entonces; batir concreto, doblar cabillas, pegar bloques, hacer puertas, ventanas, instalaciones eléctricas, plomería, sanitarias y todo lo demás. De no saber nada a lo que saben ahora hay un enorme trecho. Da gusto ver los reportajes de la sustitución de ranchos por viviendas dignas o los muchos programas de auto-construcción, da gusto ver mujeres de todas las edades ejecutando tareas prácticas que van desde la misma fabricación de bloques y otros insumos hasta el acabado final de sus nuevas viviendas. Aprendieron. Gracias a Dios, la iniciativa y el estímulo del Presidente ha rendido sus frutos. Están a la vista.

Hace diez años había tantos sin oficio definido, toderos y toderas, pero ahora muchos están orgullosamente construyendo las viviendas para sí mismos y para la comunidad, orgullosos de haber aprendido y agradecidos al gobierno revolucionario por haberles abierto un camino luminoso hacia una mejor vida, a vivir viviendo, hacia la mayor suma de felicidad posible.

Una última reflexión: ¿Por qué será que a los escuálidos y sus amos no les gusta ésto? A mí, me encanta. ¿A tí no? ¿Eres escuálido vende patria?

El sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social, y mayor suma de estabilidad política. Simón Bolívar. Discurso pronunciado ante el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819, día de su instalación.


PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!

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