Explico a mis amigos de otras latitudes. Las Empresas Básicas de Guayana son todas aquellas que fundó y continúa promoviendo el estado en, obvio, la región de Guayana. Tradicional e historicamente, esa fue una zona preterida y el llamado desarrollo del país se concentró en la zona norte-costera. Las razones para esta concentración del desarrollo precisamente en esta última son muchas y merecerían una consideración aparte que, tal vez, intente en otra ocasión.
Todo comenzó por allá por la década de los 40 del siglo pasado. El nacionalista gobierno del General Isaías Medina Angarita, hombre que amó su patria y se preocupó por su desarrollo, concibió planes para ocupar vastas zonas prcticamente olvidadas del país. Guayana es la región geográfica ubicada el sur-oriente de Venezuela y politicamente la integran los Estados Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro y constituye, aún hoy en día, la más extensa y despoblada región del país; pero, curiosamente es también la región más rica considerando las múltiples riquezas naturales que encierra. Hierro, bauxita, oro, piedras preciosas, tierras raras (algunas de enorme valor estratégico); además de una de las mayores reservas hídricas del planeta contituidas por los grandes ríos, selva todavía virgen, etc. Desde la época del mal llamado y malhadado "descubrimiento de América" se le conoció como la región donde estaba El Dorado y la fabulosa Manoa. Cuantos fueron allá perder la vida buscándolos y no se dieron cuenta que le pasaban por encima.
Los planes de esa remota época contemplaban, en primer término, el desarrollo gradual del potencial hidroeléctrico del Río Caroní, el desarrollo de las minas de hierro y la creación de una industria siderúrgica, igual con las minas de bauxita e industrias para procesarla y obtener aluminio. Paralelamente, se concibió el primer plan de electrificación del país tomando como punto de partida las nuevas centrales, el dragado del Río Orinoco, el ordenamiento de las explotaciones forestales, una red vial y una ferroviaria. Otras acciones colaterales, tales como el reordenamiento territorial y urbano de los pequeños centros poblados existentes, la implantación de sistemas educativos, salud, servicios públicos etc., no solo para la población existente sino también para las nuevas masas poblacionales que se preveía se desplazarían hacia allá.
Hasta ahora nadie ha dicho que esos ambiciosos planes disgutaron sobremanera a los poderes fácticos de los EEUU y derrocaron ese progresista gobierno en complicidad con la oligarquía criolla apátrida vendida a sus intereses. La participación directa del gobierno norteamericano en el Golpe de Estado de 1945 está fehaciente e historicamente demostrada. No olvidemos que el gobierno del General Medina había promulgado la Ley de Hidrocarburos que, por primera vez, venía a sistematizar y poner algo de orden en la explotación de ese recurso nacional que, desde el inicio de la industria petrolera en el país, había sido manejado a su antojo por las empresas transnacionales. Les ardió mucho el llamado fifty-fifty que los obligaba a compartir las ganancias con los dueños del recurso y, además, establecía la obligatoriedad de refinar parte del crudo en el país.
Al gobierno derrocado del General Medina siguieron gobiernos arrodillados; sin embargo, la dictadura de Pérez Jiménez (decada del 50) retomó con cierto buen sentido los planes de desarrollo de Guayana y desarrolló otros en diversas zonas del país con la visión de conectar todas los ámbitos geográficos dentro de un amplio concepto de unidad nacional, tales como un nuevo plan vial que logró desarrollar parcialmente y un ambicioso plan de desarrollo de vías férreas. Como nota curiosa, existe una conocida escueta carta dirigida entonces por la Embajada Norteamericana en Caracas al gobierno en la cual se expresa, palabras más, palabras menos, que EL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS CONSIDERA INAMISTOSO EL DESEO DEL GOBIERNO DE VENEZUELA DE CONSTRUIR FERROCARRILES EN EL PAIS.
¿Qué otra u otras le habrá parecido "inamistoso" al imperio?
La dictadura aceptó la invalorable ayuda de una misión francesa que asesoró en la elaboración de un proyecto nacional de electrificación. Este abarcaba a Guayana y a todo el país. Se puso en marcha y se construyó la primera planta hidroléctrica de importancia en al país: Macagua I. Así comenzó la explotación racional del inmenso potencial hidroeléctrico del Río Caroní que incluye, además, otras cuatro instalaciones mucho más grandes que la primera, a saber, Guri (la mayor), Tocoma (en construcción actualmente), Caruachi (finalizada en la gestión del Gobierno Bolivariano después de largos años de paralización) y Macagua II. Todas esas enormes instalaciones están ubicadas en tan solo 100 km., distancia entre Guri y la desembocadura del Caroní en el Orinoco, lo que demuestra que el Caroní es un río excepcional en el mundo. Se ha hablado de hacer obras en en el Alto y Medio Caroní, más arriba de Guri, pero muchos técnicos calificados descartan esa idea por razones ecológicas y conservacionistas. Información sobre estas centrales hidroeléctricas las pueden ver en las siguientas páginas web, y en muchas otras más. Estas las he tomado al azar:
http://www.venezuelatuya.com/guayana/guri.htm
http://www.soberania.org/Articulos/articulo_2062.htm
http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=633816
http://es.scribd.com/doc/24528907/Represa-del-Guri-Macagua-I-II-y-III
La historia del mineral de hierro en Venezuela es antiquísima y se remonta al lejano año de 1743. No la narraré y parte ella se puede leer en http://www.ferrominera.com/?q=node/4
De ahí se desprende que simultaneamente con el desarrollo del Bajo Caroní, después de largos procesos legales, la dictadura acordó con empresas transnacionales, Iron Mines Co. of Venezuela y Orinoco Mining Co., la explotación del mineral e inició los trámites para la implantación de Sidor, Siderúrgica del Orinoco. Tampoco narraré la historia de Sidor, esta se puede leer a grandes rasgos en http://www.sidor.com/la-nueva-sidor/sidor-es-venezuela/historia-siderurgica.html
El resultado fue que el mineral lo manejaban las transnacionales y la producción de acero el estado. Ocurrieron muchas situaciones como consecuencia de ese maridaje y el otro resultado se ajustaba a la política del imperio que impuso a Venezuela la condición de colonia productora de materias primas. Sidor nunca puso en práctica los planes de expansión para industriaizar el acero primario y fue así como quedaron embalados durante años los equipos para la fabricación de tubos sin costura hasta que se convirtieron en inútiles, primero por los daños físicos y, segundo, por la obsolescencia tecnológica.
Otros planes quedaron engavetados tales como la planta de aleaciones de aceros especiales, aceros inoxidables, acero naval, etc. La orden fué, repito, producir materias primas y nada de desarrollo aguas abajo. Resulta absurdo pensar que en Venezuela no se fabriquen tubos sin costura teniendo como principal cliente nada más ni nada menos que a PDVSA. El gran fiasco de la nacionalización de la industria del hierro en 1975 surtió efectos similares a la mal llamada nacionalización de la industria petrolera en 1976; el control, con mano más firme, quedó en manos de las transnacionales.
La historia del desarrollo de la industria del aluminio tiene características similares. Se repitió el mismo esquema, producir materias primas que, luego elaboradas se importaban. Vendíamos productos a bajo costo y que con el agregado de un sencillo proceso se convertían en productos elaborados que importábamos, y continuamos importando, a precios cada día más elevados.
Continuaré.
PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!
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