sábado, 16 de abril de 2011

Explicando

He leído numerosos artículos y análisis escritos por mucha gente de muchas partes tratando de explicar porque las cosas ocurren o no en Venezuela. Gente de fama y valía, intelectuales y "expertos" recurren a toda clase de argumentaciones para justificar sus hipótesis, teorías, conclusiones, etc. y, lamentablemente, todavía no encuentro ninguno que acierte en su totalidad. Ojo, advierto que esto no es una crítica ni mucho menos un intento por descalificar a nadie porque mi experiencia indica que algunos tienen algún atisbo de razón parcial, otros se acercan un poco a la realidad, pero la mayoría recurre a viejas teorías o a experincias fallidas en otras latitudes para hacer comparaciones que, por lo general, conducen a un error o a conclusiones no valederas.

Igual ocurre con tantos vaticinios fallidos que se han hecho a lo largo de doce años de la revolución bolivariana. Quienes han hecho pronósticos han fallado, tantos los favorables como los desfavorables al desenlace de los acontecimientos.

¿Por qué ocurre o ha ocurrido ésto? Mi explicación de tanta falla recurrente radica, según mi modesto criterio, en que ninguno se ha atrevido a decir, y menos a aceptar de buena gana que la nuestra es una revolución única, inédita, que es un intento que se realiza por primera vez en la historia de la humanidad.

Lo curioso del caso es que el Señor Presidente Chávez lo ha repetido hasta la saciedad. Lo he oido en repetidísimas oportunidades y todos se han negado, racional o irracionalmente, a creerle.

En todos los intentos; exitosos total o parcialmente, fracasados también total o parcialmente, los augures han estado lejos o muy lejos de la diana. Yo diría que sobretodo fallan cuando pronostican resultados a futuro y esto, no lo dudo, se debe a una inevitable e involuntaria comparación con experiencias de otras partes.

A los de otras latitudes los descargo de responsabilidad porque en Venezuela la gran mayoría de los opinadores de oficio han sido los primeros en estar diametralmente opuestos a los resultados que se van obteniendo, empezando por los pronosticadores de resultados electorales, muchos de ellos "vacas sagradas" de inmaculado prestigio. Siempre se equivocan por márgenes de error muy superiores a los generalmente aceptados o aceptables. ¿Qué les pasa? ¿Se equivocan en la planificación y formulación de las encuestas? ¿Si son tan profesionales, por qué fallan? Mi respuesta más simplista es que no aplican procedimientos especialmente adaptados a la idiosincracia del pueblo venezolano porque siempre andan copiando métodos "científicamente" creados para medir comportamientos propios de gente de otras partes y, seguramente hacen eso porque desprecian al pueblo y al despreciarlo se niegan a conocerlo. Es natural que un PhD de Harvard o MIT se crea la última Pepsi Cola del desierto porque así se lo inculcaron los expertos en lavado cerebral de esos centros de estudio, quienes lo indujeron a creer que esas catedrales capitalistas son la magna creación del género humano. Imposible para ellos aceptar que no es cierto. La verdad es que han demostrado fehacientemente que no son lo que creen ser. En todo caso no pasan de ser realmente sino una piche lata de anchoas.

Oigo y leo a diario catastróficas predicciones sobre el desenlace futuro de la economía, las finanzas; los planes, proyectos o emprendimientos de obras educacionales, de salud, infraestructura, producción industrial o agrícola; en fin, de todos los ámbitos de la vida nacional. ¿Qué ha pasado realmente?

La respuesta contundente de los hechos es que nadie acierta. La cifras indican, por ejemplo, que el país ya sobrepasó o está en vías de cumplir las llamadas metas del milenio, el analfabetismo desapareció hace años, la deserción escolar es cosa del pasado salvo ínfimas inevitables cifras, el acceso a la educación universitaria es una de las más altas del mundo (de hecho somos segundos en latinoamérica y quintos a escala planetaria, solo superados, hasta ahora, por Finlanda, Grecia, Corea y Cuba), la pobreza se ha reducido a menos de la mitad de lo que era cuando la revolución llegó, la pobreza extrema es ahora menos de la cuarta parte, la desnutricion infantil es practicamente cero, la mortalidad infantil menos de la mitad y no hablemos de los logros en salud, alimentación (la ingesta de kilocalorías/día/habitante casi se ha duplicado y los niños menores de siete años han aumentado la talla más de dos centímetros), acceso al agua potable(98%) e inclusive acceso a Internet gratuito, en muchos casos con donación de computadoras como es el caso de las Canaima que se suministran a los niños de la escuela primaria.

No mencionemos los grandes logros en infraestructura. Construcción de ferrocarriles, puentes de grandes dimensiones, autopistas, carreteras, puertos, aeropuertos, presas y represas de sistemas de agua potable o plantas hidroeléctricas, nuevas instalaciones o ampliaciones de plantas industriales, los grandes avances en agricultura y agroindustria y una larguísima etcétera.

Perdonen que no hablaré de política. Ese es un campo donde cualquier especulación es "válida" pero, ahí también han fallado de plano.

Intentaré dar una respuesta a tanto desaguisado intelectual. Cuando alguien se pone en plan de criticón a ultranza encuentra arrugas en un huevo. Cuando alguien quiere ensalzar porque sí, le pasa lo que explica el viejo refrán, a nadie le hiede su peo ni le parece su hijo feo.

Me pregunto entonces la razón de tanto equívoco entre los que han procedido de buena fe. Sencillo. La revolución bolivariana estudia, analiza y aprende de las experiencias ajenas pero no copia ni calca. Seguimos la máxima de Simón Rodríguez, el maestro de El Libertador, INVENTAMOS O ERRAMOS. Nos la pasamos inventando nuestras propias soluciones. Los resultados hasta ahora están a la vista.

El que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que oiga. Máxima bíblica.
No hay peor ciego que el que no quiere ver ni peor sordo que el que no quiere oír.

Terminen por aceptar que somos la vanguardia de algo hasta ahora único e inédito. Entonces y solo entonces comenzarán a entendernos.


PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!

1 comentario:

  1. Hola,

    Tienes razón en parte. Pero es que el Socialismo siempre fue así... Se construye basándose en un objetivo: la lucha contra la injusticia, el fin de la explotacion del hombre por el hombre, la igualdad, pero, como decia Marx, la teoria se tiene que ir construyendo dialecticamente en la realidad, y cada realidad es diferente y, por lo tanto, el resultado es siempre nuevo en cada caso.

    Es un error juzgar las cosas según las teorias sin tener en cuenta las caracteristicas particulares de cada pueblo, cada contexto, y olvidando que la historia es un continuo proceso de cambio y, por lo tanto, de diferenciacion.

    Jamas se podra repetir la revolucion bolchevique en ningun lado, ni la francesa, ni la chilena, ni la sandinista o la cubana. Se podran tener de modelos pero cada uno tiene que construir la suya con el mismo objetivo pero con caminos que nadie puede anticipar.

    Saludos!

    ResponderEliminar