martes, 29 de junio de 2010

¿Cumbre o sima?

El día domingo 27 de junio de 2010, en horas de la mañana, me sacudió la noticia publicada en la página www.yahoo.com, escrita por el periodista Rob Gillies de la agencia Associated Press, en la que describe los sangrientos motines en la ciudad de Toronto, Canadá, el día anterior, como protesta por la reunión de la Cumbre del G – 20.

Haré una versión libre de algunos párrafos de su nota periodística.

El primer párrafo dice así: La policía arrestó más de 400 manifestantes que se desprendieron de una multitud pacífica durante la cumbre económica global y salvajemente crearon el caos en el centro de Toronto, lo que se prolongó hasta la madrugada del domingo, según dijeron las autoridades hoy domingo.

No pude dejar de comparar esa cruda descripción con lo que ocurre en las llamadas Cumbres en nuestras latitudes latinoamericanas. Por un lado se reúnen los mandatarios y sus delegaciones y; por el otro, los llamados movimientos sociales. Nada sucede. Cantos, bailes, alegría, consignas, apoyo a las posiciones oficiales, interrelación entre los distintos emisarios, se intercambian opiniones y todo queda en sana paz.

Continuemos con la descripción de los hechos: La policía utilizó escudos, rolos, gases lacrimógenos y de pimienta para detener a la turba que trataba de dirigirse al sur, hacia la cerca de seguridad que rodea el sitio de la cumbre del Grupo de los 20. Los manifestantes arrojaron piedras y botellas a la policía.

Escudos, rolos, gases y fuerza contra piedras y botellas. Que enorme diferencia con nuestros escenarios. Cantos, bailes, alegría, consignas y otras muestras gratas apareados y no enfrentados a sonrisas, apretones de manos, abrazos y aceptación mutua.

Tim Burrows, Sargento de la Policía de Toronto, dijo el domingo que habían arrestado por lo menos a 412 personas durante el motín que comenzó el sábado por la tarde.

De la descripción policial se desprende que el zaperoco se prolongó durante muchas horas. Comenzaron el sábado por la tarde y, supuestamente, amanecieron. Debe haber sido algo casi monstruoso como lo reflejan las fotografías que se muestran en la citada página web. ¿Qué les parece, más de 400 presos? ¿Qué destino les espera?

Un estimado de 19.000 agentes policiales traídos de todo Canadá se encargó de la seguridad, cuyo costo se estima en $ 900 millones.

Los organizadores de la protesta habían previsto reunir unos 10.000 manifestantes, pero solo acudió más o menos la mitad debido a la lluvia.

“Nunca habíamos visto tal nivel de salvajismo, criminalidad, vandalismo y destrucción en nuestras calles”, dijo Blair.

En estos tres últimos párrafos de los pocos que seleccioné del largo artículo, llaman la atención algunos aspectos resaltantes, por no decir contradicciones o cosas extrañas. La policía canadiense no sirve para nada. Lo dice el periodista y lo ratifica su propio vocero. 19.000 policías a un costo de $ 900 millones no pueden controlar una supuesta turba que apenas llegaba en número a la CUARTA PARTE de la fuerza policial. No entiendo como es que cada 4 policías fuertemente apertrechados no pueden someter a UN manifestante que solo puede gritar, maldecir, insultar y en último caso tirar piedras o botellas. Pero eso no es todo. Además, no los controlan y causan destrozos importantes a lo largo de muchas horas. ¿Cuáles hubieran sido los resultados sino hubiera llovido y, efectivamente, los organizadores lograran llevar los 10.000 que se proponían?

Se me ocurren algunas preguntas. ¿No hubiera sido mejor negocio dejar que la gente protestara y se ahorraran los $ 900 millones, más el costo de los destrozos?

¿Cuántas cosas realmente útiles y provechosas se pueden hacer con $ 900 millones a favor de los desposeídos de Canadá?

¿Para qué carajo tienen que enjaular a esos mandatarios y así separarlos con una cerca de seguridad de los pueblos que ellos supuestamente representan y defienden?

¿Será que para ellos es más importante beneficiar con $ 900 millones a los fabricantes de gases lacrimógenos y de pimienta (ojo, no he dicho balas) que a los canadienses más pobres?

¿Será que para ellos es más importante gastar ese dineral alejando a la gente que el riesgo de contaminarse si se acercan mucho?

En un artículo pasado pedía que pararan el mundo porque me quería bajar. Me arrepentí al final y prometí hablar de cosas más gratas pero; que buena vaina, carajo; ¡no me dejan!

PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!

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