martes, 1 de octubre de 2013

La Corrupción


El delito, en cualquiera de sus formas, se esconde, se mimetiza, se mezcla con las demás actividades. El delito se transforma y se renueva. Todo delito, por supuesto, debe ser ilegal aunque a veces ciertos delitos no lo sean. Todo delito es pecado y fruto directo de otros pecados – los pecados capitales – porque se origina y forma parte de ellos. La corrupción es una forma de delinquir derivada directamente de los pecados capitales; la envidia, la codicia, la avaricia, la soberbia y hasta la lujuria. Su principal nutriente es la ambición desmedida e insana propia de almas podridas, pervertidas.

Hay mucha gente que permanece honrada porque nunca tuvo oportunidad de probar su verdadera naturaleza. Nunca se le presentaron tentaciones para ser deshonestos.

Para que haya corrupto tiene que haber corruptor. ¿Quién da el primer paso? Tanto el uno como el otro pueden tomar la iniciativa y al juntarse se da el matrimonio diabólico. Como siempre, la víctima de todo delito es el pobre. De hecho, los ricos son ricos porque siempre han robado a los pobres y esta conducta se ha hecho habitual y casi se considera como parte del orden natural. Peor es cuando el pobre roba a otro pobre, ese es un pobre ladrón, las migajas que roban son realmente pocas.

Antes dije que muchos delitos pueden no ser ilegales. Inmorales y faltos de ética siempre lo son. No todo lo legal es ético, ni moral ni mucho menos justificable; pero las leyes, muchas malhadadas leyes, son escritas por los corruptos directa o indirectamente. Uno de los grandes ejemplos en Venezuela fue una tristemente famosa “Ley de Bancos”, escrita por banqueros corruptos, aprobada por políticos corruptos, ley que amparó el tal vez mayor robo colectivo de la historia de Venezuela.

Ultimamente se ha mezclado peligrosamente la corrupción con una guerra económica que intenta sabotear el país. Los capos de la guerra se han aliado con los corruptos, que en esa mezcolanza son los mismos, han estimulado el delito y han encontrado campo fértil en aquellas personas que de honestos tienen la honradez virginal de las mujeres muy feas. Son honestos porque nadie les ha propuesto dejar de serlo al igual que esas mujeres que se conservaron vírgenes porque nadie les dio la oportunidad de dejar de serlo.

Daré algunos casos, a veces difíciles de identificar, que sabotean y a la vez nadan en el asqueroso pozo de la corrupción. Son saboteadores los empleados administrativos de empresas u organizaciones públicas que se encargan de cancelar “las cuentas por pagar”. Retrasan con cualquier pretexto, real o imaginario, la cancelación de las facturas vencidas. De este punto se derivan dos vías: una, la empresa afectada corta el suministro hasta recibir el pago, las máquinas, equipos o procesos no son atendidos debidamente, se retrasa o suspende la producción y el sabotaje se consuma. Otra, la empresa afectada está presionada por su falta de flujo de caja y le proponen pagar las facturas atrasadas siempre y cuando “se bajen de la mula” con determinado porcentaje. En ambos casos se sabotea la producción.

Otra forma de corrupción es la desidia. Esos empleados a quienes no les importa que el ciudadano común o la institución para la cual “trabaja” obtengan lo que buscan. El primero se llena de ira o frustración y echa pestes contra la institución y sus líderes superiores y, en el segundo caso, la empresa no cumple con sus objetivos en el tiempo deseado.

La corrupción no se puede relativizar. Es tan corrupto el funcionario que por desidia, incapacidad, flojera, perversión, mala leche o grupos de estas “cualidades” guarda “involuntariamente” un expediente o solicitud en una gaveta, como el tipo que cobra millones en comisiones por contratos o compras millonarias. A la sempiterna corrupción (existe en todo el planeta desde que se inventó la humanidad) se ha unido ahora en Venezuela la guerra económica contra el país. Hay necesariamente complicidad de funcionarios públicos y el daño se le hace a todo el pueblo. Los oligarcas burgueses siempre han robado a todo o todos los pueblos y diseñan los más elaborados planes para lograrlo. En eso son expertos.

El Señor Presidente Maduro va a solicitar a la Asamblea Nacional una Ley Habilitante para luchar contra la corrupción y, supongo, la guerra económica desatada contra toda la nación. Ruego a los lectores dar difusión y divulgar lo que diré a ver si estas notas llegan a los altos niveles del gobierno y consideran mi propuesta. Es la siguiente:

Considerar la figura de la renta presunta. Se dice que hay tres cosas que nunca se pueden ocultar: la tos, el humo del cigarrillo y la riqueza. El robo fabrica millonarios de la noche a la mañana o acrecienta los activos de quienes ya lo son. Si se les encuentra riqueza súbita – no el producto de viejos robos cometidos por sus antepasados – que se les confisque todo, al menos preventivamente. Tocará a ellos la difícil prueba de demostrar que esas ganancias “son honradas”. ¿Podrán los acaparadores, especuladores, cobradores de comisiones, etc. superar esta clase de prueba? A esa gente hay que aporrearla donde les duele: en sus bolsillos y cuentas bancarias. Acaparen o especulen con lo que sea no importa, no tiene que ser solo con productos de primera necesidad, que se les quite todo sin contemplaciones. Si ellos roban con toda clase de productos, que se les castigue por lo que sea que ellos roban, es decir, acaparan y o especulan.

No es raro ver tipos que siempre fueron pobres, como de la noche a la mañana viven en mansiones, tienen carros de lujo, viajan por el mundo, se codean con “el alto perraje” y ostentan riquezas de origen dudoso. Que se les caiga encima sin piedad ni consideración alguna, que se les quite todo. Ya tocará a ellos probar la legitimidad de esos capitales. Sería la única manera con que contaría para devolver al pueblo al menos parte de cuanto le fuera robado.

Simón Bolívar lo dijo muy claro que debe haber leyes inexorables, draconianas agrego yo, para preservar la moral y la virtud de toda la nación. Ojalá Bolívar viviera y pusiera en práctica su famoso decreto ordenando pasar por las armas a todo aquel que robe más de 10 pesos, y a los jueces que los apañen.

Para cerrar, voy a parafrasear la frase de aquel inmundo batracio (con el perdón de esos inocentes animalitos) aquel 4 de febrero de 1992 en el extinto congreso nacional (en minúsculas en señal de asco y desprecio):

MUERTE A LOS LADRONES, A LOS ESPECULADORES QUE ES LO MISMO, MUERTE A LOS CORRUPTOS.

Sé de antemano que la pena capital no la contempla nuestra humanista Constitución, pero volver a la pobreza sería peor para esos desgraciados escatológicos tipos que la pena de muerte misma.


INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA  -  ¡CHÁVEZ VIVE!  -  ¡LA LUCHA SIGUE Y SIGUE!

1 comentario:

  1. La corrupcion significa literalmente cuando algo se pudre, se pasa de Maduro, o sea muy maduro, entonces es imposible que maduro ataque la corrupción cuando la ley anticorrupción la engavetaron por un articulo donde se atacaba el nepotismo, y todos saben que el gobierno esta lleno de Flores (la familia de la primera camburera).Ademas un país donde el contralor murió en ejercicio, (mejor dicho no ejercicio) cobrando tres pensiones a pesar que la ley lo prohibia y la actual contralora no controla nada, donde la mitad del preupuesto es paraleo e inauditable a través de Bandes, que por cierto cambia de jefe cada momento ya que el que pasa se enriquece como loco y se va.Cuando los militares que se llenan la boca de antiimperialistas mandan a sus hijos al norte para estudiar (y protegerlos de secuestros y etc) .La ineficacia del estado es resultado de los pobres contralores,contadores, auditores que no detectan sobreprecios,comisiones, incumplimientos, etc. Y si hablas de acaparamiento basta asomarse a la rada de Puerto Cabello y ver como esta la producción nacional en los barcos y almacenes de nuestra costa.Esos son los barcos de la guerra económica, guerra económica contra el talento nacional, Si hay una guerra económica y la decreto Chavez hace tiempo y su principal aliado, su compadre de Traki, reflejo de cuanta basura traemos de China a pesar de los "cerificados de no producción nacional"Traki, traki, traki es escuchado cada momento por todas las propagandas, escuchen los tiros de la guerra economica

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