jueves, 9 de febrero de 2012


¿La destrucción o la salvación de la humanidad?

Las noticias procedentes de todo el mundo ya me están fastidiando en extremo. No leo ninguna que me anime a nada. Solo tragedias de todo tipo, problemas, inconvenientes, muertos, aporreados, hambreados y una larga pero tenebrosa lista. ¿Qué pasa? ¿Están todos locos? Medito y llego a una conclusión aterradora: quienes dirigen casi todos los gobiernos del mundo no son humanos. ¿Cómo? No son humanos. Tiene forma figura y en algo se comportan como humanos, pero no lo son. La naturaleza o lo que llaman ciencia o tecnología ha producido unos abortos, unos engendros sin alma.

Por naturaleza soy y quiero seguir siendo optimista y auguro que los que sí somos humanos podemos sacarnos de encima esos bichos repugnantes.

Hago una propuesta a todo el género HUMANO, a todos los habitantes del planeta tierra. Quitémonos de encima esa plaga.

Sí, sencillo; somos muchísimos más que ellos. Ellos son poderosos, tiene acaparado todo el dinero y toda la riqueza del mundo, han diseñado en sus laboratorios métodos y procedimientos para manipularnos, esclavizarnos, explotarnos y…deshumanizarnos. Pero somos más. Eso deberíamos convertirlo en fuerza. Si nos unimos, los aislamos y los sacamos de nuestras vidas, quedarán solos y a mordiscos se aniquilaran entre ellos mismos.

¿Es muy difícil unirnos? Si. Ellos nos han preparado a lo largo de años, han condicionado nuestras mentes a rechazar la unión creativa y creadora, solidaria, espiritual y espiritualista, cooperadora y cooperativista, caritativa y comprensiva entre nosotros los miembros del género humano que nos diferenciamos de ellos en que tenemos alma y somos capaces de amar. Somos esa parte del mundo que es capaz de sufrir, amar y esperar. Pues bien, ya hemos sufrido bastante y quieren aumentarnos la dosis a niveles infernales pero hemos reducido nuestra capacidad de amar y, también, pareciera que no nos hemos cansado de esperar obnubilados, ¿y esperanzados?, por ofertas engañosas propias de los publicistas que, entre otras cosas, engañaron malévolamente a nuestra bellas mujeres para que se pusieran implantes PIP y se inyectaran los mal llamados biopolímeros, pagando previamente sumas astronómicas a ladrones criminales hábilmente disfrazados de científicos para que las acercaran a su propia destrucción.

Ha llegado el momento de escudriñar nuestra conciencia y escudriñar en que hemos fallado para inclinarnos a favor de quienes nos exprimen, explotan y conducen a la muerte cierta, sin darnos la menor oportunidad para disfrutar las cosas más elementales de la vida. Lo que ciertos sectores de la humanidad habían logrado alcanzar a punta de luchas y sacrificios para vivir un poquito mejor, se los están quitando. Vuelvo a las noticias para ilustrarlo algo. Se habían obtenido ciertos niveles de atención y mejoras a la salud; pues, los están echando abajo. Igual con la educación que se habían ampliado los horizontes, la inclusión y la calidad; pues, también los están reduciendo y pretenden eliminarlos. No hablemos de los beneficios sociales, alimentación, pensiones, jubilaciones, condiciones dignas para los últimos años de nuestros abuelos. Vivienda, ni hablar. No sigo, tú lector, agrégale tu parte. Pretenden dejarnos sin nada y vaya que lo están consiguiendo. Millán Astray, un cruel verdugo franquista de la despiadada Guerra Civil Española acuñó una frase macabra: Viva la Muerte. Duele comprobar que le están dando vigencia, importancia y concreción.

En Venezuela, gracias a Dios, y en otras partes de Nuestra América, estamos haciendo lo contrario y, ¡carajo!, hacen todo lo posible e imposible para que no tengamos éxito. Son tan despiadados, tan canallas y asquerosos miserables que también les duele el bienestar ajeno. Y eso que no lo hemos logrado todavía, tan solo lo estamos buscando y apenas hemos alcanzado pequeños logros. Nos quieren destruir porque señalamos un rumbo a otros que lamentablemente no lo han podido todavía diseñar todavía.

Ignoro la recóndita razón por la cual muchos pueblos no han llegado a comprender lo que les ha sucedido durante las últimas décadas, y esa incomprensión los lleva directamente al precipicio de su propia destrucción. ¿Qué de especial tuvimos o tenemos una buena parte de nosotros – desgraciadamente no somos todos – que nos dimos cuenta en buena hora? No lo sé. Solo sé que hemos podido hacer un alto en el viejo camino al despeñadero, reflexionar como consecuencia de los latigazos y medio voltear la tortilla.

¿Cómo lo hicimos o lo estamos haciendo? Sencillo. Volvimos al lógico punto de partida: pusimos los bueyes delante de la carreta. Otros, en otras partes, insisten ilógicamente en poner la carreta delante de los bueyes. O en permitir que la pongan otros.

La POLÍTICA, así, escrita con mayúsculas, debe ser el motor que impulsa cualquier sociedad. No, nunca jamás los tecnócratas económicos. La economía debe ser tan solo uno más de los instrumentos que usa la Política para beneficio de los pueblos. Los resultados económicos tienen que ser para apuntalar los beneficios sociales que facilitan la REDENCION SOCIAL de los pueblos o, lo que es lo mismo, pavimentar el camino hacia ese largamente ansiado desideratum de alcanzar la ansiada utopía que nos señaló Tomás Moro.

Hago una salvedad. Cuando hablo de POLÍTICA, y por antonomasia de POLITICOS, me estoy refiriendo a POLÌTICOS de verdad. No hablo de tecnócratas u sus acólitos hábilmente disfrazados.

He repetido muchas veces una fórmula práctica que nos enseñó ese ser, con quinientos o más años de sabiduría acumulada en sus genes, llamado Evo Morales. El dijo, más o menos:

Nos cansamos de pedir a los gobernantes la solución de nuestros problemas, hasta que nos decidimos a tomar el poder y resolverlos nosotros mismos.

Huelgan más palabras.


PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA  -  ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

2 comentarios:

  1. Carmen Alejandrina9 de febrero de 2012, 19:10

    Excelente artículo, muy verás todo lo que plantea; un tanto ambicioso pero de sueños y de utopías es que se ha hecho muchas cosas hermosas en la tierra. Preciso en un aspecto... ¿Cuánto cuesta la "toma de conciencia"? a veces la vida la salud

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  2. Mil gracias Carmen Alejandrina por ese auspicioso comentario. Espero no defraudar nunca.

    Interesante pregunta: ¿Cuanto cuesta la toma de conciencia?
    Mi respuesta: en dinero nada, en sueños algo; en compromiso todo.

    Suerte y muchos éxitos.

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