miércoles, 13 de julio de 2011

New York Times canallesco (Cont.)

Girish Gupta. Creo que es indio por el nombre. No sé porque se me parece y lo relaciono inconcientemente con Sabú, actor hindú, el de algunas películas de mi niñez, quien interpretó, entre otros a Mowgli, personaje adulante y arrastrado creado por un infame poeta ramplón, Rudyard Kipling, autor del Libro de la Selva, uno de los impulsores del sionismo, propagandista fanático del imperialismo y del decadente imperio británico tal como desvergonzadamente lo demuestra en su obra “La carga del hombre blanco”. No en balde fue amigo y admirador de los políticos colonialistas y segregacionistas más poderosos de la época y sus ideas políticas, incluyendo a Cecil Rhodes, Sir Alfred Milner, y Leander Starr Jameson.

Sabú interpretó personajes más arrastrados que el Tío Tom y ya es decir mucho. Hablemos de personajes de ficción súper arrastrados y adulantes, que se cuadran con sus explotadores, que los martirizan. El Tío Tom, creación de la escritora Harriet Beecher quien publicó "La Cabaña del Tío Tom" una novela que “piadosamente” condena la esclavitud y en la cual el protagonista, un afrodescendiente, perdona a sus hermanos blancos por explotarlo, destruir su familia y su contexto social”. “Entre tanta tiranía, Tom es un ejemplo a seguir para perdonar al prójimo, un "milagro moral", de la moral cristiana”. (Wikipedia dixit). Sugerimos leer también “El síndrome del Tío Tom”, escrito por Héctor Agüero en http://www.aporrea.org/tiburon/a101803.html

Otros, además de quien sabe cuantos que no conozco, son los interpretados por Selar Shaik Sabu, quien nació el 27 de enero de 1924 en la India en el pequeño poblado de Mysore, en plena selva de Karapur. Hijo de un mahout, domador y guía de elefantes al servicio del Maharajá de su zona, aprendió desde muy joven “sus responsabilidades en la vida” (sirviente obligado de poderoso, digo yo) y a la pronta muerte de su padre cuando tan solo tenía 9 años (explotación infantil, vuelvo a decir), se encargó de los establos. Tres años más tarde “tuvo la suerte” de ser descubierto por un equipo de cineastas que buscaban un joven para el papel de guía de paquidermos en la próxima producción Sabu-Toomai, el de los elefantes. Su apariencia y su adaptabilidad a los animales “salvajes” (para los sajones, por supuesto) y su hábitat le abrieron el camino de una carrera cinematográfica mediante un contrato de exclusividad con el magnate Alexander Korda.

Sabú fue llevado a la Gran Bretaña para terminar la película e inmediatamente se convirtió en guardián de los elefantes del gobierno británico. Después filmó Revuelta en la India, El Libro de la Selva, Gunga Din, Kim de la Selva y otras. Se hizo ciudadano gringo y entre sus amigos figuró Ronald Reagan. Tremendo amigo. Por supuesto, lo reclutaron y lo expusieron a morir en la segunda guerra. Inútil decir que siempre lo utilizaron como actor para papeles estereotipados; indio semitarado, admirador de los sajones, arrastrado adulante y traidor a los suyos. El Tío Tom, al menos, trata de justificar su imbecilidad en valores cristianos muy traídos por los pelos.

Girish, ahora voy contigo. Deseo vehementemente que no seas uno de esos seres alienados por los sempiternos explotadores y avasalladores de tu pueblo y otros muchos pueblos, colonialistas, imperialistas, segregacionistas y toda una larga serie de cualidades no precisamente muy positivas.

Supongo que hablas castellano y con todo afecto te sugiero que en tu oficio de periodista seas objetivo, oportuno y verás. En Venezuela hay muchas cosas positivas, destácalas y no te regodees en la basura que tipos traidores, también basura humana ellos mismos, lanzan a los cuatro vientos para denigrar de su país. Deja que ellos sean como el tío Tom, Mowgli, Sabú y tantos otros. Tú no.

Leí en uno de tus twitters que ibas a tratar de “colearte” en el Concierto que dirigió Gustavo Dudamel durante la celebración del Bicentenario. Eso me hace pensar que te gusta la buena música – punto a tu favor – y quizás admiras a Dudamel.

Bien, tienes un maravilloso tema a desarrollar en tus envíos a los medios extranjeros. ¿Qué tal los logros locales y universales de El Sistema?

Los venezolanos tenemos muy cerca de nuestro corazón a la Gran Civilización milenaria de la India y entendemos por ella a toda esa vasta región dividida artificialmente, precisamente, por los pérfidos sajones admirados por los personajes de ficción a que me refería antes. Ellos fueron creación artificial de unos nefastos propagandistas; por lo tanto, te ruego que, conciente o inconcientemente, no te vuelvas uno de ellos. Si te sesgas voluntariamente en tus escritos por órdenes de los propietarios de esos medios, te exijo que tengas dignidad, que no tergiverses las cosas ni mucho menos mientas para satisfacer exigencias bastardas políticamente interesadas. No hay dinero en el mundo para comprar la dignidad de ningún hombre digno. Uno de los mayores ejemplos lo dio un paisano tuyo, el gran Mahatma Gandhi.

Recibe mi afectuoso saludo.

PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!

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