También
dedicado a Y. R.
Una
buena amiga envía para mi lectura parte de una supuesta entrevista
que una periodista hace al Prof. Luís Britto García; pero, en la
pequeña introducción que hace, creo entender que interpretó los
conceptos como una crítica al Chavismo y a la Revolución.
Leí
y releí y no vi crítica directa alguna. De hecho he oído algunas
veces al Prof. Britto García emitir conceptos, sino iguales,
bastante semejantes y los suscribo en su totalidad.
Muchas
personas están actualmente, diría yo, encrispadas con el tema de la
corrupción como si eso fuera ajeno o lejano a nosotros. Nada más
lejano de nuestra realidad, hemos vivido y convivido con ella desde
los albores de la Colonia cuando se decía que “las 3 llaves de la
Contraloría eran tan de fiar como las de los cinturones de
castidad”. Cuando me tocan ese tema de manera interesada intentando
decirme que actualmente hemos llegado a límites inalcanzados de
corrupción, enseguida me predispongo. Seguro son opiniones
interesadas malévolamente para descalificar a alguien en particular,
siendo el blanco actual preferido el Sr. Presidente Maduro o alguien
cercano a él. De hecho, estoy persuadido que en la mayoría de los
casos se trata de simples chismes malintencionados propios de comadre
de vecindario arrabalero como decían antes. Lo terrible de este
procedimiento también usado por palangristas venales es que una vez
derramada el agua es imposible recogerla y el daño que se pretende
hacer queda hecho.
Con sobrada razón, el Prof. Britto García afirma: “Terminar de socializar la mayoría de las tierras, tanto para desarrollar la producción agrícola como para acabar con la especulación de los terrenos urbanos y el crecimiento desmesurado de las ciudades. Destinar el ingreso petrolero a la producción o la compra de bienes básicos de consumo, y no a la satisfacción del consumismo de los privilegiados. Denunciar los Infames Tratados contra la Doble Tributación, en virtud de los cuales las transnacionales no pagan impuestos por sus ganancias en Venezuela, con la excusa de que los cancelan en los países de sus casas matrices. Aplicar estrictas medidas de control sobre la banca y nacionalizar algunos de sus establecimientos cuando sea indispensable. Reformar el sistema tributario para pechar los altos ingresos, y disminuir o eliminar el IVA, que castiga al consumidor pobre y que casi no es entregado al Fisco por los comerciantes que dicen retenerlo. Disminuir la proporción del PIB que va a los empresarios, e incrementar la que remunera a los trabajadores. Denunciar sin excepción todos los tratados que someten nuestros contratos de interés público o nuestras decisiones soberanas a la decisión de Tribunales, Cortes o Juntas arbitrales extranjeras. Sancionar drásticamente los delitos contra la cosa pública y contra los intereses generales y los bienes de la Nación.”
No
son en realidad críticas a nadie. Para mí, son inmejorables
propuestas para perfeccionar la Revolución y ojalá que la dinámica
del proceso incluya esas ideas en futuras reformas; a las cuales, le
agregaría la inclusión y la normativa respecto a la llamada “Renta
Presunta”, una formidable arma para luchar contra la corrupción
porque tocaría a los presuntos corruptos demostrar de donde
provienen sus ostentosas riquezas; es decir, se invertiría la carga
de la prueba y no sería el Estado quien tendría que demostrarlo.
Sabemos que los corruptos son personas muy inteligentes y muy
preparadas, saben de leyes y reglamentos, cuentan con asesores muy
duchos y siempre encontraran formas, maneras, vías y escapes para
burlar todas las legislaciones. Es más, muchas leyes tienen fallas y
vacíos por donde facilmente se cuelan los delitos, pero éstos quedan solo como delitos de orden ético, de orden moral pero no legal.
Recordemos que todo lo legal no es es justo, no es ético, no es
moral y el ideal es que llegue a serlo.
En
tiempos recientes se habla mucho del tema de la corrupción, pero
debemos estar conscientes que solo se trata de un ardid
propagandístico muy bien estructurado, canalizado y puesto en
práctica por factores de poder que quieren acabar con la Revolución
Bolivariana y, sin lugar a dudas, uno de los mejores métodos es
atacarlos individualmente. Cuantos chismes y mentiras que se pueden
calificar de inverosímiles he oído. Es más, si fueran ciertas las
haciendas a todo lo largo y ancho del país que se le atribuyen a un
determinado personaje, creo que harían falta varias Venezuela para
contenerlas. Pero, por otra parte, también creo que es rigurosamente
cierto que muchos se han disfrazado de revolucionarios muy
habilmente, se han colado por los predios de la Administración y han
hecho verdaderos desaguisados llegando al punto de introducirse en el
mismo Palacio de Miraflores, llegar a ser Ministros y prominentes
funcionarios de confianza. Tantos casos se han visto de como se
enmascaran muy inteligentemente y engañan a casi todos.
Cristo,
teniendo sabiduría infinita por ser Hijo de Dios, escogió solo doce
(12) y entre ellos se le coló un corrupto y, - ¡que casualidad! -
era el administrador del dinero.
Ojo,
por favor no me malinterpreten interesadamente. No estoy afirmando ni
afirmaré jamás que la corrupción no existe. Por supuesto que
existe, pero también creo que no es tan fiero el león como lo
pintan, aunque el hecho de ser menor tampoco la justifica y estoy
diametralmente en contra de ella. Ojalá no existiera o se redujera a
límites ínfimos y, aún así, intolerables. Las propuestas que hace
el Prof. Britto García pueden ser elementos que ayudarían a
fortalecer la lucha contra este flagelo universal porque, sépanlo,
la corrupción está presente en todo el mundo y es consecuencia
directa de los pecados capitales codicia y avaricia, elementos por
cierto muy presentes que impulsan y dirigen la ideología perversa
del capitalismo.
En
otra parte de la entrevista, el Prof. Britto García afirma que “Al
poco tiempo fracasan o traicionan, para cubrir un desfalco o porque
el Imperio les paga mejor.” Y también:
“... habilitar mecanismos eficaces para la denuncia, que
sepan discriminar entre situaciones verídicas o infundios
interesados para descalificar personas o instituciones.”
Gracias Profesor, usted ha dicho lo mismo que yo, solo que lo ha
hecho con más sabiduría, elegancia y soltura.
Nota:
los subrayados son míos.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
!CHAVEZ
VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
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