sábado, 29 de agosto de 2015

¿Macabra estrategia total? - Primera Parte



A raíz de mis anteriores escritos, basicamente sobre la falta de pago de las deudas de Las Empresas del Estado, en los cuales toqué tangencialmente algunas dudas que tengo sobre el falimento, real o aparente, de algunas de ellas, un acucioso lector me escribe y me hace generar otras dudas de mayores dimensiones por los temas que abarca.

La noche del 20 de Agosto de 2015, el Sr. Presidente Maduro anunció la declaratoria del Estado de Emergencia Constitucional en varios municipios del Estado Táchira y, previamente, había ordenado el cierre temporal de la frontera con Colombia el cual por cierto extendió. Las causas que originaron esas decisiones son ampliamente conocidas por la opinión pública.

El lector asocia mis dudas con las suyas y opina que las mías son solo parte de una estrategia mayor contra la Patria. Veamos.

Un macabro plan mucho mayor para destruir la Revolución Bolivariana elaborado por mentes sumamente perversas está en ejecución. Una pequeña parte sería lo que supuse en mis aludidos escritos, pero otras de sus partes serían:

La Guerra Económica, que a su vez se ramifica en muchos frentes, el acaparamiento de productos esenciales o no, la especulación desmedida con incrementos de precios programados en el tiempo, el saboteo a la producción, el estrangulamiento también programado al flujo de muchos, o casi todos los productos en las cadenas PRIVADAS de distribución. Aquí me detengo.

Esa guerra económica tiene bastante tiempo en ejecución, no crean que es algo nuevo y reciente. Debe haber comenzado cuando Polar, la empresa con la mejor, más amplia y más eficiente sistema de distribución, suspendió, es decir, canceló la distribución de productos esenciales a las bodegas de barrios y pueblos pequeños. Pero, como cosa realmente curiosa, dejó de distribuir comida y otros productos esenciales pero jamás cerveza. Esa suspensión coincidió con la eliminación de sus manifestaciones visibles en sus camiones y gandolas, desde entonces usan camiones anónimos, sin publicidad alguna. Por supuesto, la acción iniciada por Polar fue seguida de inmediato por otras empresas que producen artículos esenciales. Lo curioso del caso es que existen muchos productos de uso diario que no son considerados esenciales pero sí son útiles según como opine cada consumidor y un ejemplo sencilla sería la pintura de uñas para las damas. Es inconcebible que 14 cc de ese producto se venda a Bs. 300. Quienes tenemos algún conocimiento sobre elaboración de productos y las materias primas que se usan, sabemos que esas cantidades insignificantes no pueden jamás llegar a esos niveles, tal como es el caso de los tornillos cuya cantidad de metal es apenas de gramos y si hiciéramos la proporción a toneladas, ¿a cuanto estaría entonces la tonelada de acero? Igual ocurre con los artículos de plástico, no es posible que el costo de un pequeño peine y su consiguiente precio de venta alcance las dimensiones estratosféricas que tiene actualmente. La conclusión lógica es que hay por parte de algunos factores un robo programado para exasperar a la población. Repito, no es solo la comida y los artículos llamados esenciales, la incidencia de la guerra económica surte su efecto negativo en los precios que suben a diario sin que se hayan renovado los inventarios, lo cual forma parte también de algo perverso previamente programado. Es cotidiano encontrar subidas de precios sin justificación a productos existentes hasta en los mismos anaqueles y, perdonen la alusión personal, yo mismo he visto empleados cambiando las etiquetas a la vista de todos.

Hace tiempo, me contaba el propietario de un pequeño negocio, que los distribuidores le llevaban regularmente la lista de precios a los cuales debía vender; entonces, me pregunto la razón por la cual los distribuidores mayoristas imponen los precios al detal. Otro mecanismo empleado que ya he comentado en algún escrito anterior es el cobro extra, “por debajo de la mesa”, sin factura ni justificación alguna que muchos distribuidores exigen a los pequeños comerciantes como condición para hacerles el suministro. Todo esto último es, sin duda alguna aberracion comercial injustificada e ilegal o, en pocas palabras, descarado chantaje, es decir robo bajo presión. Si no me pagas el extra que te pido no te vendo y tu no vendes, tu no ganas para vivir, que obliga al minorista a aumentar los precios de venta a los consumidores finales. Métodos total y absolutamente mafioso implantado por verdaderos delincuentes que se hacen llamar empresarios, y la pregunta que nos deberíamos hacer es de donde se han importado esas prácticas delincuenciales que nunca se habían visto en nuestro país. Y hay un efecto curioso pero lógico, el cliente final culpa al pequeño bodeguero de barrio cuando el verdadero LADRÓN es el mal llamado empresario grandote que controla la cadena de distribución.

Parte de la estrategia de la guerra económica es la parte psicológica a través de los medios de alienación. Los llamo así por la sencilla razón de que no son “medios de comunicación” sino medios de distorsión de la realidad y verdaderos inventores de mentiras y falsedades. A eso no me referiré por ahora y lo dejaré en manos de los llamados científicos sociales.

¿Y qué podemos decir del bachaqueo que no se haya dicho? No diré nada ahora porque tengo la gran ilusión, la iluminada esperanza que este horroroso fenómeno comience pronto a extinguirse; entre tanto, pido, clamo a mi pueblo que no haga colas, no compre a bachaqueros, no acepte ventas condicionadas. Esta clase de ventas es un chantaje, es decir, robo bajo presión. Dejemos de ser pendejos, caer en esas trampas es escupir hacia arriba. Ustedes me entienden.


(Continuará)


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!



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