martes, 17 de febrero de 2015

Mano durísima, Señor Presidente

Petición a mis lectoras(es): Lo que escribiré a continuación lo he recogido en la calle. Mi condición de pobre me obliga estar sumergido en la vorágine del pueblo, compro lo que consigo y trato de hacerlo en los pocos lugares donde encuentro raras veces lo que busco y, también, donde me ROBEN menos. Es una lucha desesperante a diario. Donde vivo, en un pueblo pequeño, NO HAY LEY y los pocos comerciantes hacen lo que les da la gana y encima se burlan de todos. No caigo en la trampa de hacer colas pero los veo desesperados y son pasto fácil de la malediciencia de unos cuantos que encima les causan terror psicológico. Estos también son pobres y lamentablemente de escasa preparación cultural, no son definitivamente elementos infiltrados por la burguesía para incitar a la población. Al contrario, son quejas legítimas originadas por la situación que están viviendo.

La petición consiste es hacer que este lamento se conozca. Por favor divúlguenlo y ojalá se produzca el milagro que alguien, a alto nivel, lo conozca y, de ser posible lleve mi ruego al Sr. Presidente a quien pediría que haga algo, como lo haré más adelante.

En este pueblito no hay Mercal, PDVAL ni nada perecido, salvo ocasionales operativos a cielo abierto y el camioncito que envían no alcanza ni siquiera para una pequeña comunidad, de un barrio. Tampoco traen lo necesario ni en cantidades apropiadas por lo que muchos se quedan insatisfechos y frustrados; lo que, a su vez, contribuye a aumentar el nivel de desesperanza, que con facilidad se convierte en rabia, que es rapidamente expresada en improperios que para ellos son legítimos.

Como resultado les daré algunos ejemplos sencillos. Café no he comprado desde octubre de 2014. Leche líquida imposible, el pequeño suministro lo agarran las pocas panaderías para el café con leche y como materia prima para sus elaboraciones dejando cero leche para el público. Hojillas para afeitarme tuve que comprarlas en otro pueblo y son de tan mala calidad que parecen arados. Las frutas, hortalizas y otros vegetales no los venden los burgueses ni los grandes negocios porque, sencillamente, tampoco hay. Los venden pequeños comerciantes semiambulantes y los precios son estratosféricos y de la calidad, mejor no hablar. Los huevos aumentan semanalmente y en un lapso de seis meses se han más que duplicado los precios. No hablemos de papel higiénico porque llegaría al borde de las lágrimas.

La Polar, empresa que practicamente monopiliza todo, ha truinfado implantando terror y angustia a esta pobre población, lo cual aumenta porque lo que envía invariablemente solo alcanza para unos poquitos. La transnacional Procter & Gamble, otro monopolio de los productos de limpieza, pañales y toallas higiénicas para damas brilla por las largas ausencias de los productos que elabora. Hace meses que no he comprado detergente para lavar la ropa ni jabón de baño. Lo que ha llegado a mi casa lo han traído familiares de otras partes. Por cierto, mencionar a la P & G me hace recordar que antes había muchas marcas de detergentes, muchas de jabones de baño, muchas de pasta dental, muchas de pañales; entonces, ¿qué ha pasado con esas marcas y donde están sus productos? ¿Qué pasó con aquella famosa fábrica de pañales que inauguró el Sr. Presidente Chávez, con bombos y platillos, en el Complejo Industrial Ana María Campos en El Tablazo, hace varios años? ¿Quien hizo posible que P & G se convirtiera en el terrible monopolio que es hoy en día? Dicho sea de paso, muchos de sus productos son importados. Lean la caja de la pasta dental Oral B o lean los empaques de los jabones de baño. Vergüenza debería darle a los mal llamados empresarios que ninguno de esos parásitos emprende, con su propio capital, la instalación de una pequeña jabonería.

Sr. Presidente, veo por TV los operativos que se llevan a cabo y el supuesto comiso de toneladas de productos, el allanamiento a galpones repletos, la promesa de distribuir esas exorbitantes cantidades al pueblo. Entonces, mándenos un poquito que con poca cosa se satisfarían las necesidades de esta pequeña comunidad. Pero mi ruego mayor es otro: QUEREMOS VER LOS ROSTROS, LOS NOMBRES DE LOS HAMBREADORES DE LA SOCIEDAD. QUEREMOS VERLOS CON LOS GANCHOS PUESTOS. No se quede, Sr. Presidente, en la genérica oferta de ponerlos a la orden de la Fiscalía. QUEREMOS VERLOS PRESOS Y QUE NOS DIGAN EN QUE PARTE ESTAN TRAS LAS REJAS. PERO TAMPOCO QUEREMOS QUE LES FABRIQUEN CARCELES ESPECIALES CON LUJOS PROPIOS DE HOTELES CINCO ESTRELLAS. NO Y MIL VECES NO, QUE VAYAN A TOCORON, TOCUYITO, EL RODEO, SAN JUAN DE LOS MORROS, ETC. JUNTO CON LOS DELINCUENTES LLAMADOS COMUNES AUNQUE ELLOS NO SEAN COMUNES. No son comunes porque no roban gallinas, no son carteristas ni arrancan cadenitas a las damas, son delincuentes de alto coturno mucho peores que los "choritos" de barrio pero, en honor a la verdad, causan mucho más daño.

Sr. Presidente, si usted propicia que se haga lo que le ruego con el alma, o algo parecido, segurísimo estoy que todo el pueblo lo aplaudirá y usted se consagrará como verdadero defensor el pueblo y asegurará su puesto en la historia.

Lo que le pido requiere una decisión política muy firme. Y lo requiere porque el enemigo es súper poderoso pero creo que ha llegado el momento de enfrentarlos sin vacilaciones. Sé que seguirán molestando e intentando tumbarlo pero, también creo que se aplacarán mientras diseñan otra estrategia distinta a la que han usado hasta ahora. EL último intento de golpe debe ser un gran acicate para fortalecer y profundizar la revolución. Ya basta de aguantarles todas sus tropelías y ha llegado la hora de darles duro, bien duro, hasta con el tobo.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!



2 comentarios:

  1. estimado Sr. sin despreciar su artículo o esa realidad que es la de muchos en el país, podría decir de cual pueblito está hablando. Un abrazo y haremos lo que esté en nuestras manos para que su palabra sea leida

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    1. Sr. Anónimo;
      Gracias por su comentario. No identifiqué al pueblito porque su situación es similar a todos los demás. Gracias por su oferta de ayuda. ¿Es Ud. funcionario?
      Le ruego escribirme. Mis correos están en la página, son públicos.
      Gracias, feliz día.

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