Los
judíos que creyeron en Cristo empezaron a llamarse Cristianos y, al
principio, eran un grupo muy reducido. Por extrañas razones, su
mensaje religioso fue desoído por sus correligionarios no obstante
ser dirigidos a ellos. Debido a la persecución originada por el
fanatismo religioso debieron esconderse o huir a tierra de paganos o,
según una nueva denominación, gentiles. Curiosa y extrañamente,
muchos de éstos sí acogieron el mensaje. La palabra “gentil”
usada hoy profusamente es una adecentada mala traducción de la
palabra hebrea “goi” (sungular), “goim” (plural) que se
traduce como excremento, vulgarmente “mierda”. Entre los
“gentiles”, los cristianos crecieron no obstante la persecución
de los romanos hasta que llegó un momento en que se convirtieron en
un problema político. Habían pasado más de cuatrocientos años
desde la aparición de Jesús. Entretanto, sabras y sefardíes
continuaban su vida entre gentiles sin mayores dificultades.
Debieron
pasar mas de mil años para que desapareciera el Imperio Romano, se
desorganizara el mundo político de entonces y surgió un nuevo
concepto religioso que reúne al Judaísmo, al Cristianismo y otras
nuevas ideas: el Islam, también llamado Mahometanismo por Mahoma su
Profeta. A los creyentes del Islam se les llama Musulmanes. De hecho,
la traducción del árabe al castellano de la palabra Musulmán es
precisamente “creyente”. Una nueva religión que logró unificar
los dispersos pueblos árabes y más allá porque logró incorporar
pueblos de otras etnias no semitas, los persas, por ejemplo. De esa
unión surgió una formidable fuerza política y, a la usanza de los
tiempos, un nuevo dominio territorial, el de los Califatos árabes
con el tiempo asentados en Bagdag, El Cairo y Córdova.
El
predominio árabe sobre una extensa zona geográfica duró unos
cuantos siglos y fue un período de paz durante el cual se
desarrollaron la cultura, las artes, la literatura, la arquitectura,
las ciencias especialmente las matemáticas, la astronomía, la
medicina, la navegación, etc. Las tres religiones monoteístas –
judía, cristiana y musulmana – convivieron en paz y armonía junto
con todas las demás.
La
decadencia de los árabes trajo consigo el fortalecimiento de los
reyes católicos de Europa, especialmente de España. Los cristianos
arremetieron violentamente contra todo cuanto oliera a árabe o
musulmán, y también contra los judíos desde mucho antes cuando
inventaron las famosas Cruzadas. El dogmatismo cristiano de esa época
es realmente espeluznante; por ejemplo, los judíos fueron obligados
a escoger entre convertirse al cristianismo o ser expulsados. Comenzó
una indiscriminada persecución muy violenta y ya antes, se les había
prohibido a los judíos cultivar la tierra, para entonces la primera
fuente de riqueza de los países. Se afirma que esta medida originó
la búsqueda de otros oficios y negocios en los cuales se volvieron
expertos con el correr de los siglos, joyeros y banqueros
especialmente.
En
la Palestina, los tres grupos religiosos que convergen en la llamada
Tierra Santa continuaban conviviendo en relativa paz, y si surgía
algún conflicto, no era generalmente religioso.
Las
potencias europeas de los siglos subsiguientes quisieron siempre
dominar la zona del llamado Medio Oriente porque es un lugar de mucha
importancia geoestratégica; de ahí que, los pueblos de esos lares
tuvieron que sufrir las consecuencias de esas apetencias. Imperios
fueron y vinieron durante siglos conculcando todos los valores y
derechos a los habitantes de esos sufridos territorios hasta hoy en
día.
Los
deseos de ser libres jamás se alejan de los pueblos, especialmente
aquellos que han cultivado valores y tradiciones de diverso signo.
Los pueblos levantinos llevan en los genes el germen de la libertad y
han sido, probablemente, entre los más sufridos del planeta.
Así
llegamos al siglo XX. Los nuevos imperios, vale decir francés,
británico, gringo, otomano se disputaron esos territorios y nos
detendremos en la llamada segunda guerra mundial de mediados de
siglo.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ
VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
(Continuará)
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