Se
ha pretendido hacer creer a los incautos que el actual conflicto
entre Palestina e Israel es religioso y milenario. No es ni lo uno ni
lo otro. No es religioso porque no se trata de dirimir ninguna
interpretación de esa naturaleza, y no es milenario porque este
problema se intensificó a partir de 1948, aunque sus orígenes se
remonten al último tercio del siglo XIX. Ese conflicto es
simplemente el resultado de pretender, como lo han logrado,
introducir una cuña neocolonial en el Medio Oriente para desmembrar
los estados árabes y, desde luego, hacer más fácil el dominio
colonialista imperialista por parte de las élites capitalistas
mundiales y, sobretodo, saquear sus recursos naturales y para ello se
han valido del movimiento sionista; siendo éste último, una simple
cuestión política económica financiera que no tiene nada que ver
con religión ni etnias. Esto último niega entonces las a veces
pretendidas intensiones de tildar de antisemitismo a sus opositores o
críticos. Ya vimos anteriormente que son igualmente semitas tanto
los árabes como los judíos, llamémoslos originarios, sabras
quienes hablan árabe y sefardíes o sefarditas que hablan castellano
antiguo. El sionismo, repito, es una doctrina colonialista
imperialista creada por una alta burguesía europea de los llamados
judíos eskenasis que no son
semitas ni hablan hebreo, hablan una mezcolanza de idiomas
centroeuropeos llamada yidish,
quienes se han aliado con el
decadente imperialismo británico, con el gringo y con muchos oscuros
intereses europeos y solo
persigue intereses. El
llamado idioma hebreo “moderno” es una intentona ridícula
de resucitar el antiguo idioma hebreo que desapareció hace siglos.
Es algo tan tirado por los pelos como que los italianos actuales
pretendieran resucitar el latín o los mejicanos el azteca.
Los
acontecimientos del siglo XX son realmente una continuación de lo
acaecido en el XIX. Primero fueron los franceses y luego los
británicos quienes disputaron a los turcos otomanos el dominio sobre
la zona, lucha que concluyó con el fin de los sultanes y la
Revolución Turca encabezada por Mustafá Kemal, llamado Ataturk o el
padre de los turcos, es decir, el final de la llamada primera guerra
mundial. A esto debemos agregar los eventos políticos y las guerras
intervencionistas en la Rusia de la revolución comunista. Aquí hay
un punto oscuro en la historia y no se ha sabido con certeza como es
que muchos intelectuales judíos impulsan el nacimiento del
socialismo y del comunismo – Marx, Engels, Bronsky, Bronstein, etc.
- y se oponían vehementemente al capitalismo mercantilista de
entonces, precisamente liderizado por judíos capitalistas muy
poderosos – Rothschield o Rothchild, Schiff, Vanderbilt, por
ejemplo.
Desde
el último tercio del siglo XIX, otros intelectuales judíos de menor
renombre que los nombrados, Herlz y Teodoro Bialik, impulsan la
llamada doctrina sionista que prevé el dominio del mundo por la
burguesía financiera judía eskenazy, de
origen estrictamente europeo. Repito, no son semitas ni hablan
hebreo, son en su mayoría eslavos y hablan yidish. Entre algunas de
sus contradicciones pregonan el retorno a ”la tierra prometida”
pero consideraron varias opciones; es decir, establecerla en algún
lugar de África o América Latina, proposiciones que fueron negadas
por los probables afectados. A los gobernantes europeos se les
presentaba el problema creado por “esos judíos” que no se
integraban a sus sociedades, se mantenían al margen, pretendían
regirse por sus propias leyes
y carecían de identidad patria lo que los hizo cometer el error de
apoyar la idea de la vuelta a la tierra prometida, cualesquiera que
ésta fuese, con tal de liberarse de una población que consideraban
como un estorbo. Los
postulados sionistas son realmente aberrantes y pueden leer algunas
cosas horripilantes en un pequeño libro intitulado “Los Protocolos
de los sabios ancianos de Sión”, que dicho sea de paso, los
sionistas niegan haberlo escrito.
Se
habla mucho del holocausto judío; es decir el llamado exterminio
llevado a cabo por los nazis durante la llamada segunda guerra
mundial. Ese tema se ha exagerado hasta límites demenciales y se ha
convertido en un verdadero negocio para muchas mafias judías,
especialmente gringas. Un judío decente como hay muchos,
Norman Finkelstein, entre
sus obras escribió “The
Holocaust History”
donde
se aclaran muchas falacias y se señala el terrible silencio sobre la
suerte corrida por polacos, rusos, magiares, gitanos, homosexuales y
muchos otros en los llamados campos de exterminio nazis. De
hecho, la mayoría de las víctimas judías lo fueron por ser
socialistas o comunistas, no por ser judíos. Nadie
dice nada de la colaboración de las burguesías capitalistas judías
con los nazis y Hitler en particular, quienes no sufrieron
absolutamente nada y en cambio negociaron a sus pobres “congéneres”
para alimentar la industria militar germana con mano de obra semi
esclava.
Tampoco
se menciona por ninguna parte que altos dirigentes nazis eran judíos
e inclusive, al final de la guerra, durante la vulgar parodia llamada
juicio de Nüremberg, un ministro judío de Hitler, Albert Spier,
aspiraba
a gobernar la Alemania derrotada como premio a ser concedido por los
aliados. Nadie ha dicho nada que un formidable economista judío,
Djarmar Schacht, fue ministro de finanzas de Hitler y presidente del
Bundesbank. Observen además que ninguno de los pocos judíos
nombrados tiene nombre semita ni bíblico. Son todos de orígen
europeo. También pueden observar el fenotipo, ninguno de esos judíos
poderosos de entonces ni los actuales tiene aspecto de semita; al
contrario, muchos son rubios con facciones típicas de los pueblos
centroeuropeos.
Volviendo
al malestar generalizado de los países europeos destruidos por la
guerra por tener una población molesta, éstos optan por la solución
de la vuelta de los judíos a la tierra prometida dondequiera que
ésta estuviera. Un cretino “noble” inglés llamado Balfour había
presentado
una propuesta horripilante basado
en las ideas de un tal Shaftbury que
los demás aceptan como “su” solución y apoyan que vuelvan a
Palestina y crean todo un parapeto para justificar esa acción y es
así como las Naciones Unidas, es
decir la burguesía internacional económica-militar-financiera,
crean al actual estado de Israel, donde
ya habían creado colonias hebreas desde comienzos del siglo XX,
forzando a los palestinos a evacuar a
sangre y fuego una
tierra donde habían permanecido, se cree, durante 11.000 años.
Nadie
dice nada que los gobiernos europeos, en bancarrota después de la
primera guerra mundial, fueron practicamente chantajeados por los
banqueros judíos para que apoyaran el fulano “retorno”.
Estos intrusos
europeos trasladados a Palestina pudieron, inclusive, haber vivido en
paz con los palestinos, pero fue política de los imperios la
limpieza étnica y el desalojo de los pobladores, cometiendo toda
clase de atropellos, crímenes de lesa humanidad, genocidio y toda
una larga cadena de barbarie y para ello han contado con todo el
apoyo logístico militar para acabar con un pueblo inerme.
A
mi en particular me provoca hilaridad el absurdo argumento sionista
que Dios les dió esa tierra. Entonces que muestren el documento.
Imaginen que los mexicanos le reclamen a los gringos la devolución
de la mitad de su territorio que fue robado a mediados del siglo XIX,
algo mucho más reciente. Nadie
en el mundo niega que un minúsculo territorio es cubano, el absurdo
enclave colonialista de Guantánamo o que las islas Malvinas son
argentinas. Bueno, que los gringos y los ingleses devuelvan esos
territorios ya. Ah, pero los pobres pendejos palestinos si tienen que
morir o emigrar para darle gusto a los sionistas.
Muchos
judíos inocentes fueron llevados a teritorio palestino bajo engaño,
alienados, para que sirvieran de carne de cañón
a
intereses mercantilistas muy egoístas de grandes capitalistas con
fines muy torvos, y los mantienen bajo un constante lavado cerebral
con una hábil
manipulación
mezcolanza de religión, falsos
valores étnicos y una larga ristra de mentiras y barbaridades, por
lo que tocará al verdadero pueblo judío ilustrado hacer su propia
revolución y sacudirse a esos perversos asesinos manipuladores,
cínicos e hipócritas.
Parte
de la ayuda
que
pueden dar
los
pueblos amantes de la justicia y la paz
es
obligar a sus gobiernos a romper todo tipo de relacion con el
gobierno sionista - sionazi - de Israel y bloquearlos económicamente,
no comprar productos comercializados por las empresas que los
patrocinan y, por supuesto, no venderles nada. Aislamiento
total.
¡INDEPENDENCIA Y
PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y
VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
(Continuará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario