domingo, 12 de marzo de 2017

Novatadas de los CLAP – 2


¡Al fin! ¡Llegó la caja del CLAP! ¡Llegaron las cajas del CLAP! Después de larga espera, promesas, vaticinios, augurios y mentiras, llegaron. Cundió la alegría y, también, algo de desilusión. Los productos, todos mejicanos. Producidos y empacados en México, excepto el arroz de origen gringo tal como lo señala el empaque. De los costos y precios, se mencionan en otro escrito.

¿Qué salta a la vista?

Depende de quien analice. A mi, lo primero que me llamó la atención es que, tal vez debido a las regulaciones mejicanas, lo que nosotros llamamos permiso sanitario no existe o la obligación legal de mostrarlo. Ningún empaque señala nada al respecto tal como estamos acostumbrados con los productos venezolanos. Nuestra regulación establece que todos los productos alimenticios deben contar con el el debido Permiso Sanitario; el cual se concede, por parte de las autoridades sanitarias venezolanas, después de un análisis por su parte.

Ante esa ausencia, me pregunto: ¿tienen esos productos mejicanos algo que se asemeje a nuestros controles sanitarios? ¿Pasaron esos productos por algo parecido antes de permitir su entrada al país? Inclusive, nuestras regulaciones se lo exigen todos los productos importados. Entiendo la urgencia y la celeridad del procedimiento para traer esos productos en vista del saboteo de los empresarios locales para entorpecer el abastecimiento; pero, si no pasaron por ningún procedimiento sanitario estaríamos ante una violación flagrante de nuestro ordenamiento legal. De ser así, ¿quien lo ordenó? ¿por qué? Se me ocurre pensar que para exonerar de ese requerimiento a una o varias importaciones de emergencia por las razones que sean, se debe contar previamente con un documento emitido por una autoridad competente, sea decreto, providencia, resolución o como se llame. No saltárselo a la torera.

No discutiré lo que llamo antes la celeridad requerida ante las condiciones que actualmente prevalecen en nuestra sociedad. No obstante, opino que saldría mucho más barato comprar los productos a granel (con su correspondiente documentación sanitaria) y empacarlo localmente, lo que generaría los consiguientes puestos de trabajo. Nada de comprarlos empacados, especialmente granos, azúcar, aceite, etc.

Debo también referirme a la calidad. No digo que sea mala. Digo que no son los niveles de calidad a los que estamos acostumbrados, salvo algunos casos concretos que son, generalmente, iguales, tales como el arroz. Lo más resaltante al respecto es la harina de maíz. Señores compradores, la harina de maíz que nosotros usamos para nuestras arepas es casi única en el mundo, ustedes compraron harina para hacer tortillas mejicanas. Les explico, nuestra harina para hacer arepas la inventó y patentó el insigne Dr. Luís Caballero Mejías no es cualquier harina y somos practicamente los únicos en el mundo que la elaboramos y, llegando a este punto, no mencionaré para nada los delitos cometidos por Empresas Polar, lo cual he hecho en otros escritos en este mismo blog. Nuestra harina se diferencia de la harina de maíz elaborada en cualquier parte del mundo. Otras son granos molidos a diferente granulometría y tienen su uso específico. La venezolana es maíz cocido, molido húmedo y luego esa masa deshidratada, siendo esa la razón por la cual se recompone la masa al echarle agua. De ahí viene esa magia propia de nuestras arepas, el sabor, la textura y el olor a los que estamos acostumbrados. Otras harinas de maíz de otras partes del mundo pueden ser de excelente calidad - no lo pongo en duda – pero simple y llanamente no son para hacer arepas.

Espero que las próximas cajas CLAP – ignoro cuando podría ser la próxima – vengan con productos que no dejen dudas respecto a su correspondiente registro sanitario, que sean de calidad compatible a nuestros gustos y; por supuesto, productos comprados a granel y empacados en el país. Generar puestos de trabajo debe ser prioritario a todos nuestros planificadores. También espero que los precios estén en líneas con sus costos reales y, como quiera que puntualmente se trata de productos importados, saber la tasa de cambio usada para calcular sus precios en bolívares.

¿Estoy pidiendo mucho? Me respondo a mi mismo, no lo creo. ¿Qué opinan ustedes, queridas(os) lectoras(es)


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!



2 comentarios:

  1. Saludos. Estoy totalmente de acuerdo. Ciertamente no hay control sanitario con esos productos ni con muchos otros que en la actualidad han salido al mercad nuestra salud es lo primordial. Tengamos conciencia, humanidad y amor compasivo con estas herramientas los efectos de nuestras acciones serán en pro de todos.

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  2. Gracias amiga. Un saludote afectuoso. Como siempre certera en tus apreciaciones que sirven, ¿quien lo duda? a mejorar mis opiniones.

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