viernes, 9 de diciembre de 2016

Conciencia

The theory called the Integrated Information Theory of Consciousness or ITT postulates that the amount of integrated information that an entity
possesses corresponds to its level of consciousness.

Jeffrey A. Zilahy - A cultural paradox fun in Mathematics, Page 74, J 2 the Z Publishing.

Traducción:
La Teoría llamada de la Información Integrada de la Conciencia postula que la cantidad deS información integrada que posee una entidad corresponde a su nivel de conciencia.

Jeffrey A. Zilahy es un matemático estadounidense estudioso de la más modernas y sorprendentes teorías matemáticas de los últimos tiempos. En su obra citada de donde extrajimos su sentencia que nos sirve de epígrafe, cita muchas de estas teorías y, son tan solo teorías porque aún no se han demostrado, aunque muchas de ellas han producido resultados sorprendentes que deben ser estudiados y comprobados por la comunidad científica. Es una pequeña obra que recomiendo por la sencillez de su texto y por su intención de hacerla asequible al público en general por su enfoque al cual trata de hacer grato y divertido hasta cierto punto. Si tradujéramos el título sería literalmente “Una divertida paradoja cultural en las Matemáticas”.

No me referiré a la obra sino a una formidable coincidencia. Considero probable que el científico Zilahy no haya leído Los Miserables del eminente autor francés del Siglo XIX Víctor Hugo, quien afirma en su monumental obra que “la conciencia es la suma de las ciencias” lo que, para mi, equivale exactamente a lo afirmado por el Dr. Zilahy. Ambos autores, separados en el tiempo, en la cultura, la formación y la distancia coinciden en llegar a la misma conclusión utilizando enfoques científicos totalmente diferentes.

Tampoco creo que el Dr. Zilahy mucho menos haya leído al grande e ilustre Apóstol Cubano José Martí quien afirmó, como sabemos o deberíamos saber, que “para ser libres hay que ser cultos”. Para mi, las tres afirmaciones son exactamente iguales.

Pero hay una reciente coincidencia mayor y más sorprendente aún, es lo mismo afirmado machaconamente tantas veces de diferentes formas y maneras por el Comandante Eterno de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez. Dudo que el Dr. Zilahy sepa algo de Chávez, que lo haya leído o estudiado. Chávez insistió hasta más allá del cansancio en la necesidad de la buena educación, de la cultura más amplia, del maravilloso hábito de la lectura, de la necesidad del debate y el intercambio de ideas que involucren el conocimiento de todas las artes y las ciencias para tener un pueblo consciente que, a su vez, tenga al alcance de sí las palancas para el desarrollo de la nación en todos los terrenos del saber humano; no solo de la teorías matemáticas con el Dr. Zilahy, no solo de las ciencias sociales como Víctor Hugo, no solo en la educación como José Martí. La consciencia bien formada y bien empleada produce seres humanos, hombres y mujeres, no solo probos sino también productivos; pero, ¿productivos para qué? - obviamente para contribuir con el engrandecimiento de la Patria, de la Patria Grande.

Ya se estarán preguntado algunas(os) lectoras(es) a que se debe la perorata anterior. Les respondo. He observado por diversas vías que hay todavía muchos conciudadanos que no entienden ni terminan de aceptar como un hecho cierto la devastadora guerra, no sé de que generación, a la que nos tienen sometidos desde hace bastante tiempo. Guerra contra todo el país, contra TODO EL PUEBLO, incluyendo aquellos que por sus razones la apoyan y quienes no terminan de aceptarla como una triste y dolorosa realidad.

A ese punto quería llegar. A la terrible falta de consciencia que los caracteriza. Y los caracteriza, obnubila y confunde porque la suma de las ciencias que ha pasado por sus mentes no les ha sido suficiente para darles claridad a sus pensamientos: así que, recordemos también que la cultura, en todos los sentidos, es el gran motor generador de consciencia y a estas alturas, considerando la barahunda a la que nos han sometido, todos deberíamos saber que los métodos, estrategias y tácticas que nos han aplicado para hacernos sufrir se las hicieron, en primer lugar al Gran Mártir Latinoamericano, el Presidente de Chile Salvador Allende. A posteriori, ese maligno plan lo ampliaron, modificaron y perfeccionaron en su maldad y lo aplicaron en la desaparecida Unión Soviética cuyas consecuencias desastrosas aún sufre el gigante euroasiático. Las experiencias de Chile y la Unión Soviética las “perfeccionaron” - si acaso cabe el término – y las han aplicado en Venezuela con una enorme diferencia que los debe tener al borde de la locura y de la desesperación: a pesar de la descomunal inversión y esfuerzos hechos, todavía, después de tantos años, la Revolución Bolivariana sigue campante, no han podido ni podrán destruirla como son sus malditos planes.

Sé, estoy a la vez consciente, que muchos de mis conciudadanos no saben, no creen o no quieren saber ni creer que estamos sometidos a esa malhadada guerra. ¿A que se debe? No me cabe duda: a la falta de consciencia y por eso es hora de hacer una contracampaña cultural que los motive a informarse, a aprender, a culturizarse, a adquirir conciencia y si ésta es crítica, mejor aún. Hacer lo propuesto sería una enorme contribución al mejor desarrollo y engrandecimiento de la Patria.

Animo camaradas que amamos la Patria, p'alante es p'allá. Asumamos cada uno de nosotros el rol que corresponde a cada quien.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!




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