viernes, 23 de diciembre de 2011

NAVIDAD – NOËL – NATALE – NATAL – CHRISTMAS – WEIHNACHTSFEST


¡Feliz Navidad!

¡Joyeux Noël!

¡Buon Natale!

¡Feliz Natal!

Merry Christmas!

¡Frohe Weihnachten!

Es probable que en este mundo loco y convulsionado de hoy en día muchos no se hayan percatado, o no quieran percatarse, que llegó el tiempo de Adviento que culminará con la llegada de la Navidad. No quiero herir ninguna susceptibilidad tratándose de creencias o religiones, así que si alguien cree que correrá el riesgo de ser al menos molestado con lo que voy a decir, tiene dos opciones: una, dejar de leer ya; y, dos, abrir su mente y su corazón, porque este escrito está muy lejos de tener esas intenciones. No me referiré a la Navidad como fiesta o creencia religiosa. No. Esa no es mi intención.

Así como cualquier cuerpo humano se fatiga con el diario tráfago, con el sufrimiento y los karmas que le caen encima y llega un momento cuando necesita un reposo; de idéntica manera, las sociedades y los pueblos se cansan y, por tanto, requieren, con desesperación diría yo,  un descansito. Muchos pueblos y sociedades del mundo usan el tiempo de Navidad como pretexto para eso, para descansar un poquito, tener una excusa para alejarse algo, para evadirse de tanto sufrimiento, tanto sacrificio, tanta tortura que deben soportar a diario e ininterrumpidamente. A cada uno nos toca nuestra cuota de castigo a soportar estoicamente y un descansito no nos viene mal. Hay una vieja copla venezolana que dice “mientras el palo va y viene las costillas descansan”.

El género humano que, dicho sea de paso, es la única especie en el reino animal que hace la guerra entre sí, solía hacer treguas en la época navideña y los ejércitos paraban por un rato su carnicería e inclusive llegaban a festejar con los enemigos. Eso se acabó. Los grandes poderes, o mejor dicho, los poderosos se creen los únicos con derecho a vivir y a todo lo demás pero pareciera que su ambición y su codicia les borraron la necesidad del reposo. Sugiero a quienes pudieran tener acceso a algún poderoso que, de ser posible, le transmita un mensaje:

Descansen ustedes también aunque no sean humanos. Si educadamente no les hacen caso, entonces pónganse groseros y díganles váyanse a la mierda y no jodan durante unos cuantos días.

La Navidad en el mundo trascendió los límites del sincretismo de la religiosidad y de la espiritualidad y, en cierta forma, retomó parte de sus orígenes, una fiesta pagana en honor al Sol Invicto con motivo del solsticio de invierno boreal, que no era más que un pretexto social para tomarse unas vacaciones y hacer catarsis de sus tragedias cotidianas. Era esa la forma para justificar un descanso. Y eso precisamente, aunque con otras connotaciones, es lo que de alguna manera prevalece en el mundo actual. La necesidad del reposo tomó como pretexto a la Navidad.

Para los religiosos, creyentes del judeocristianismo, que se dicen muchos pero en realidad son muy pocos quienes lo practican, hagan sus ritos religiosos con lo que suelen llamar fe. A los demás, no se entrometan y, por el contrario, déjenlos hacer como les plazca y descansen ustedes también.

A los poderosos tal vez les convenga descansar para recargarse de más maldad y volver después de Año Nuevo con más refinamiento a desgraciarnos la vida a nosotros los pendejos.

En el siguiente escrito, les pondré algo festivo apropiado para estos momentos.


PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA - ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

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