Aclaratoria: interrumpo
una serie de cuatro escritos e incluyo el siguiente porque, sinceramente, creo
que surgió repentinamente un acontecimiento que amerita esto y más.
Amuay, en conjunto con Punta
Cardón, constituye el núcleo refinador de petróleo más grande del mundo y, por
la misma lógica de su tamaño y complejidad, tiene más puntos vulnerables que
cualesquier otro centro refinador del mundo. Hay un refrán criollo lleno de sabiduría
popular, “el que lo picó culebra brinca
cuando ve bejuco”. Yo estoy picao e’
culebra, así que todavía estoy brincando y quien sabe por cuánto tiempo
más. Y en este momento el brinco me lo refuerza el conocer los despropósitos de
la aberrante oposición venezolana.
Por favor, no me tilden de
fanático anticipadamente y, si no les cuesta mucho, léanme.
Me da muy mala espina que con los
antecedente maléficos de mal llamada oposición venezolana que, según muchas
opiniones de los expertos y analistas de encuestas, solo tendrían una pequeña
opción de remontar los resultados hasta ahora logrados, y eventualmente subir
los numeritos y podrían aspirar a ganar las elecciones del 7 de Octubre, si
llegara a ocurrir en el país UN EVENTO CATASTROFICO.
Cada vez que ocurre cualquier
fenómeno natural o no, salen cientos de “expertos” vaticinadores a vomitar su
carga escatológica culpando al Gobierno Revolucionario de todo. Ya se ha vuelto
un lugar común y un chiste fastidioso la desgastada expresión “Culpechave”. Y los medios controlados
por la enfermísima ultraderecha cipaya lamepatas de los gringos y por el propio
imperio a servir de amplificada caja de resonancia, lo que contribuye a
enfermar aún más a todos los disociados afectados por infofrenia.
Hoy, sinceramente me dio asco y
actuó como vermífugo revulsivo leer, más por masoquismo que por curiosidad,
algunas de las expresiones y malhadadas diz
que opiniones sobre la tragedia de Amuay, donde murieron varias decenas de
compatriotas y otros cuantos resultaron heridos con gravedad variable, además
de los otros cientos de afectados por esa desgraciada tragedia. Causas
azarientas, puede ser; causas técnicas también pueden ser a pesar del elevado y
comprobado profesionalismo y experiencia de quienes manejan a diario las complicadas
y delicadas operaciones de una refinería de esa magnitud y complejidad. Cualesquiera
que sean las causas, esas son cosas que pasan aún entre las mejores familias.
Lo que me preocupa, me causa
furor y me engrincha es la
posibilidad que considero altamente probable que haya sido un sabotaje y, sabiendo
lo que sé de acontecimientos anteriores, no lo puedo descartar a priori. Ya me picaron varias culebras y el bejuco que ahora salta a la vista me
pone a brincar.
Muy a propósito de lo que digo lo
resalto ampliamente en un libro que escribí a lo largo de seis años y aún
permanece inédito. Explico, narro y analizo, solo o en conjunto con otros, muchos
de los terribles acontecimientos generados por gente de muy mala leche, la
gentuza del petróleo, durante el malhadado paro-saboteo petrolero de finales de
2002 y comienzos de 2003 que, por cierto, todavía está activo porque nadie ha
tenido las bolas para finalizarlo; tan solo lo flexibilizaron por lo que sigue vigente. Sé de lo que son capaces
porque vi y experimenté mucho de lo que hicieron entonces movidos por una
infernal locura cargada de odio, resentimiento, sadismo e infernales complejos
que los enfermaron con una locura que hasta entonces no había conocido. De
idéntica manera como destrozaron toda clase de cosas demostrando muy mala
entraña utilizando los más disímiles métodos, inclusive el vulgar de caerle a
mandarriazos a pocetas y urinarios para que los
chavistas no mearan, no tendría nada de extraño que algún mercenario de la
CIA como el capturado recientemente, paramilitares o delincuencia común haya
sido contratado con dinero que le mandan los gringos a manos llenas para
provocar daños. Si fueran hombres machos lo harían ellos mismos pero son tan
cobardes gallinas que se atrincheran detrás de faldas y después, si los
señalan, salen llorando a decir que ellos no fueron. La peor caterva humana es
la de los asquerosos maricones cobardes que no asumen como machos sus
responsabilidades y siempre terminan escondiéndose o huyendo del país a
refugiarse en cualquiera de las cloacas y albañales que sus amos imperiales les
tienen reservados.
Lástima que mi libro no haya sido
leído por nadie aún. De haber sido así entenderían mucho de lo que está
sucediendo. Entenderían que si fue por “causas normales”, los técnicos de PDVSA
que rescataron la industria para el pueblo están total y absolutamente
capacitados profesionalmente para atender la contingencia. También entenderían
las razones que tengo para sospechar; así que pido a quienes me leen ahora que
si tienen alguna posibilidad de apoyarme para encontrar un editor, por favor lo
hagan. Me duele decir que pedí el patrocinio de PDVSA y hubo un largo rosario
de intercambio epistolar que, de repente cesó y…nada hasta ahora.
Les daré una sola perla: está
perfectamente comprobado que al Pilín León lo tenían envenenado para que
chocara con el puente y se produjera una gran catástrofe.
El mismo Sr. Presidente hizo
mención hace algún tiempo que este próximo diciembre se cumplen diez años de
esa maravillosa gesta que rescató para siempre el petróleo y la industria que
es de todos y nadie hasta ahora ha producido nada. Ni libros, ni escritos, ni
películas ni series de televisión o radio. Por supuesto, él no sabe ni puede saber
sobre mi trabajo.
El título es “LA TOMA DE LA
COLINA”. Ese fue el nombre clave que utilizó el gobierno revolucionario para
bautizar el plan de recuperación de la industria. Mi libro no es un librito;
consta de 60 capítulos de 30000 caracteres promedio por capítulo y, aunque es
una novela donde la ficción corre a sus anchas, está basado en hechos reales,
en personajes reales que en más de 4000 entrevistas nutrieron mi intelecto.
Una de las razones fundamentales
para escribir el libro fue el dar a conocer a todos lo que yo tuve oportunidad
de saber, que por cierto no es todo, falta mucho. Entonces lo creí un deber. Todavía
lo creo así.
PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA -
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
creo que hay ambos: sabotaje, y también cierta negligencia del personal o directiva de PDVSA en no cumplir a cabalidad todos los protocolos preventivos de seguridad industrial, considerando que estábamos avisados desde hace meses por varias fuentes que se estaba planificando un evento trágico para cambiar los resultados electorales
ResponderEliminarCamarada;
ResponderEliminarUn saludote. Lamento contradecir tu apreciación sobre la incapacidad técnica y o humana de los trabajadores de PDVSA para llevar a cabo con éxito los "protocolos" de seguridad. Esa es una manida tesis macabra por parte de ciertos personeros que se creen los únicos ungidos por Dios para hacer las cosas. Y están más "equivocaos..."
Lo del sabotaje es un presentimiento teniendo en cuenta mi anterior experiencia; no obstante, lo lógico y correcto, aunque no lo digo explicitamente en el escrito, es esperar los resultados de las investigaciones que se llevarán a cabo con objetividad y, de eso, no me cabe duda.