Por
primera vez en mi vida voy a manifestar pública admiración por un
formidable equipo de malvados que han derrochado inteligencia a
raudales, conocimientos, habilidades, experticia, sabiduría,
sagacidad y muchos otros atributos y han obtenido éxito formidable.
Eso sí, no han tenido ni pizca de moral, ética, caridad y tantas
otras cualidades que deben adornar a cualquier mortal. Y cuanta razón
tuvo nuestro genial Libertador al elaborar la frase histórica que he
tomado prestada para titular este escrito.
Desgraciadamente
voy a referirme a esos monstruos del averno que han infligido tanto
daño a mi patria. Me refiero a los artífices de esa destructiva
guerra de no sé a que maldita generación pertenecen; con todos sus
simultáneos componentes, económicos, psicológicos, mediáticos,
espirituales, terroristas,
etc., que han producido resultados muy perniciosos que, sabrá Dios,
cuanto tiempo tardaremos en recuperarnos. Nos han puesto a prueba sin
conmiseración alguna pero, les digo a ellos y a todos que los
venceremos, saldremos adelante, los derrotaremos sin
duda alguna. Como dijo Walt
Whitman, tengo la más cierta de las certidumbres
que así será. Así lo he decretado, así lo hemos decretado los
buenos hijos de la Patria.
¿Qué
nos han hecho? Enfaticamente afirmo que lo más desastroso que nos
han hecho ha sido acabar, inutilizar, hacer inoperativas nuestras:
- Políticas fiscales
- Políticas monetarias
- Políticas cambiarias
Los
países e inclusive ciertas organizaciones basan sus sistemas
generales en esas tres columnas para dirigir, modelar, auspiciar,
estimular o desestimular, actividades, desarrollo, crecimiento y
corregir desviaciones. Nos han llevado a un punto en que nuestras
políticas no surten practicamente ningún efecto en la dirección
del Estado y en el sano encausamiento del crecimiento y desarrollo de
casi todas nuestras variables en la mayoría de los aspectos de
nuestra vida en general, incluida la necesaria espiritualidad de la
población.
Esas
tres políticas sabiamente aplicadas en tiempos y condiciones
normales tienen la facultad de, especialmente, corregir desviaciones
en orientación, planes y programas a corto mediano o largo plazo y,
de paso, mantener una sana manera de desenvolvimiento. Pero,
¿tenemos o no escapatoria y seremos llevados a donde quieren?
Mi
respuesta es definitivamente un rotundo ¡NO!
Nuestro
pueblo ha sido historicamente el pueblo de las
dificultades. Es allí donde
estamos acostumbrados a lucirnos, a prevalecer. ¿Qué hacer?
Sencillo, poner en práctica la sabia enseñanza del Maestro del
Libertador Don Simón Rodríguez: INVENTAR. Inventamos o
erramos, dijo él; así que
inventaremos poniendo en práctica su otra sabia enseñanza, seamos
originales, no copiemos modelos extraños. Que
nadie sea llamado a engaño. Seguro estoy que nuestras soluciones,
nuestras respuestas serán originales y, por supuesto, inesperadas
para quienes pretenden destruirnos.
Sepan
esos malvados que nuestra maravillosa Constitución tiene los
elementos necesarios para derrotarlos tan solo con su aplicación en
los terrenos que sea menester, y para allá vamos con paso firme y
seguro. Eso sí, iremos sin vacilaciones y no piensen jamás que esto
será obra de tan solo el Gobierno, Será obra del pueblo y ahí
radica la gran fortaleza que no han tomado en cuenta. Quienes se
creen sabios, expertos, no se han paseado por otra famosa frase del
Libertador:
Tengo
más confianza en el tino y sabiduría del pueblo que en los consejos
de los sabios.
Y
eso, precisamente, ha sido y
siempre será lo que ustedes no incluyan jamás en las variables que
estudian
y consideran.
Y por ahí vendrá su sorprendente derrota más temprano que tarde.
Es más, mucho antes que cualquier previsión que alguien tal vez
haya pensado, si acaso lo ha hecho.
¿Que
vendrán días duros? No lo dudo. ¿Que sufriremos todavía un tiempo
indeterminado? Si. ¿Que seremos víctimas de sus nuevas maldades
programadas? Si. Pero, piensen también que cuando les llegue su
inevitable derrota no se lo explicarán, lo cual no es nada nuevo, en
otras ocasiones los hemos derrotado y todavía no se han explicado
las razones de esos fracasos.
Sé
también que son contumaces, tercos, tozudos e insistirán con nuevos
métodos, elementos, trampas, enredos y gastarán mucho dinero pero,
sépanlo, todo cuanto les ha dado resultados en otras partes aquí no
sirve de nada o, ¿es que no se han dado cuenta todavía? ¿Cuanto
garrote les falta todavía para darse cuenta? ¿Cuanto dinero más
están dispuestos a gastar sus patrocinantes? Si quieren recibir más
palos, insistan y se los daremos como siempre ha sido. Derrochen
tiempo y bastante dinero y de nada les servirá en definitiva.
Así
será.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ
VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
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