martes, 11 de septiembre de 2012

Las Técnicas del Engaño – Parte IV de IV


El gran humorista español Enrique Jardiel Poncela escribió hace muchos años un maravilloso libro que nos hizo desternillar de risa y siempre he estado confundido con el título de ese libro, porque, para mi particular manera de entender tiene dos, a saber, …Y hubo una vez once mil vírgenes o La Historia de un Don Juan llamado Pedro. Pero lo realmente importante no es el o los títulos sino el contenido. Si no lo han leído aún, lo recomiendo y espero que lo disfruten.

Por supuesto que no voy a referirme al texto de esa obra y solo mencionaré tangencialmente unos pocos aspectos. A Grosso modo se trata de un seductor de mujeres que perfeccionó sus diferentes métodos de conquista, los cuales seleccionaba y aplicaba según las características de cada interfecta. Tenía un archivo muy bien sistematizado en el cual tenía asentadas miles de características, particularidades, preferencias, aficiones, etc., de ejemplares del mal llamado sexo “débil”. También, al contrario, lo que no cuadraba a las mujeres según su “raza”, tipo, oficio, religión, nacionalidad, etc. En resumen, en ese maravilloso archivo tenía además los lineamientos del plan de ataque a seguir según el caso, lo cual le aseguraba el éxito que, según el autor, siempre obtuvo. La infalibilidad de aquellos métodos le funcionó a la perfección y, de esa manera, las ciencias aplicadas a la esfera “amorosa” rindieron sus frutos a cabalidad.

Así también ocurre con el engaño a personas, colectividades, pueblos y naciones. Los más variados métodos hoy en día se estudian en profundidad, se sistematizan y se aplican, y para ello se valen, entre otros, de la Psicología, la Informática, la Psiquiatría y las llamadas Ciencias del Comportamiento, etc. La aplicación de métodos científicos en Universidades, Centros de Investigación, tanto teóricos como aplicados, es algo que se hace hasta con alarde al punto de discutirse públicamente en Foros, Conferencias y Congresos “Científicos” en muchas partes e inclusive se publican y difunden los resultados en libros, revistas y “papeles científicos”. Es más, se llevan a cabo experimentos que califico de inmorales, con la anuencia o no de personas, de seres humanos convertidos en ratas de laboratorio. Quienes duden, lean un libro que creo bien documentado, La Doctrina del Shock (The Shock Doctrine)  de la escritora canadiense Naomi Klein. Los pelos se me erizaron cuando o leí.

Lo que escribió humorísticamente Jardiel Poncela me movió a la risa, pero es lo mismo que lo desarrollado por Naomi Klein que me movió a la rabia y al estupor. Las diferencias son tan solo de estilo, el primero se basa en la imaginación y el segundo en la dura realidad; y los propósitos de cada libro también, por supuesto, también son distintos aunque ambos autores lograron y logran lo que se propusieron.

A propósito dejé de último el final de …Y hubo una vez once mil vírgenes o La Historia de un Don Juan llamado Pedro. No lo diré pero es una gran lección a futuro – quienes lo hayan leído saben a qué me refiero – que resumo con un refrán muy común, con sus distintas versiones entre los países donde hablamos castellano: A CADA COCHINO LE LLEGA SU SABADO.

PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA  -  ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

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