domingo, 31 de octubre de 2010

Una primera respuesta a “anónimo"

No mi amigo, no es un chiste. Fíjate; te llamo “amigo” sin saber quien eres, de donde escribes, etc. Me pareciera que vives fuera del país y también que alguna vez fuiste venezolano. No te dé rabia. Me das la impresión que tal vez alguna vez lo fuiste, que naciste aquí pero perdiste el cordón umbilical que debe atarte a esta patria bella, generosa y ahora en camino directo al socialismo.

Eres generoso en conceptos hacia mí, te parecí educado, con capacidad de razonamiento. Educado, no lo sé. Haber pasado por universidades, tener diplomas de cuarto nivel, hablar algunos idiomas no me hace educado. Esos no son más que herramientas para aprovechar y medrar mercantilmente según el razonamiento de los capitalistas. Salvo, claro está, cuando los idiomas extranjeros sirven para leer los originales de las grandes obras de la literatura universal. Con capacidad de razonamiento, dices. Todos, creo, la tenemos. Pero el razonamiento es como un vehículo que va hacia donde lo llevemos, el no nos lleva a nosotros. En mi caso, lo voy a confesar por primera vez públicamente, perdí los primeros tiempos de mi vida porque me hicieron creer que era un ser “mejor” que la mayoría de los demás y que, por lo tanto, tenía el derecho natural para despachurrarlos y aprovecharme de lo que ellos escasamente producen. Y digo que perdí esos tiempos porque, muy tarde por cierto, comprendí cabalmente que yo era otro tipo chusma, marginal, orillero, pata en el suelo, amén de otros epítetos como “esos ilustres señores” nos endilgan a diario. (Te sugiero leas también algunos de mis anteriores escritos, por ejemplo, los de respuesta a Miguel)

Si para ti, tener capacidad de razonamiento es pensar idéntico a ti; entonces, antes la tuve, ahora no. Debo haberla perdido y pienso distinto. Y tengo muchas razones que son producto de muchas reflexiones, de mucho estudio, de mucha observación, de mucha comparación. Así que lamento mucho desilusionarte al no pensar como tú; pero la enorme diferencia entre ambos es que yo no te descalifico por ello.

La Política, así, con P mayúscula, no me ciega. Antes, por el contrario me ha abierto los ojos y el entendimiento, me ha hecho comprender algo muy sencillo que siempre me vedaron: la Política es la maravillosa ciencia de hacer bien al prójimo buscando, por alguna vía práctica, la redención social de la humanidad. Eso fue lo que predicó Jesús hace dos mil años y el equivalente de Fedecámaras, la CTV, la Conferencia Episcopal, los poderes fácticos de la época lo crucificaron. Entonces empecé a pensar en el país, en mi país, en la patria grande. Entonces y solo entonces empecé a sentir dolor por mi país y ojalá pueda hacer algo, aunque sea mínimo, para aliviar no mi dolor sino el de otros.

Me gustaría saber, en caso de que estés realmente convencido, de donde sacas eso de “el deterioro y el atraso en que se esta hundiendo el país”. ¿Realmente lo crees? ¿Cuál deterioro? ¿Cuál atraso? Amigo: el ciego pareces ser precisamente tú. O, en todo caso, confundido, engañado, alienado.

En cuanto a los jóvenes “que has visto salir del país”, me consta, lo sé, me lo han confesado inclusive con lágrimas en los ojos, muchos han sido víctimas del más cruel engaño por parte de los medios y de personas mal intencionadas. Me haces imaginar que tal vez tú seas uno de ellos.

Tu caso se parece en algo a Miguel. El llegó a mí por la misma vía que tú. Fue a él a quien respondí. Lee los comentarios que él me hizo y las respuestas que le di. Son apropiadas para ti también. Sigue escribiendo, te lo agradezco. Si no te importa, dime donde vives e identifícate y, si no quieres hacerlo públicamente, mis correos electrónicos están a la orden en esta misma página. Digas lo que digas, bienvenido serás.

Sin saber quien eres, te extiendo mis mejores saludos Revolucionarios y Bolivarianos.


PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!

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