lunes, 4 de octubre de 2010

Las elecciones parlamentarias

Ya pasaron y los resultados son, para unos cuantos, asombrosos. Los primeros asombrados son los de la Mesa de Ultra Derecha; muchos de ellos querían que los votos de los enfermos mentales que los siguen fueran menos para ovular cantando fraude, pero la cantidad desmesurada de idiotas que todavía quedan en el país les aguó la fiesta. Ahora, los fraudófilos (¿o será fraudógenos?), si persistieran en mantener sus enfermizas tesis no les quedaría otro remedio que renunciar a sus curules parlamentarias fraudulentamente mal habidas. Lógico, eso sería una actitud decente pero, claro está, se descarta de antemano porque en sí resultaría una contradicción, ellos no son decentes.

Mientras que el PSUV se devanará los sesos buscando en que fallaron, los de la MUD no harán nada. La respuesta la saben ellos y la sabemos todos. Tienen una definida clientela de enajenados e imbéciles siempre pegados a sus sudaderas y, además, otro grupo de corifeos absolutamente envenenados por las emanaciones letales de todos los medios habidos y por haber en Venezuela y el mundo. El problema lo tendrá solo el PSUV. ¿Qué pasó?

Yo soy militante del PSUV. Fui aspirante a candidato a Diputado a la Asamblea Nacional. Debería decir lo que diré en las instancias internas del partido; sin embargo, se me presenta un problema logístico que se le debe haber presentado a muchos que considero una de las probables causas de la baja votación obtenida. ¿No la presienten, copartidarios? Los sacaré de dudas. Los gobernantes locales y los cuadros organizadores fallaron en numerosas partes del país y, supongo, en unas más que en otras y, entre otras fallas, no nos dijeron quienes eran ni donde se les localizaba. Los correos electrónicos y los teléfonos del partido no funcionaron y, en el caso de los mensajes que sí pasaron las respuestas las espero todavía. Pregunta escabrosa: ¿también estará infiltrado el propio partido por una quinta columna saboteadora? Dentro del gobierno, la respuesta es obvia, si. Pregunta menos escabrosa: ¿habrá sido invadido el partido por una burocracia ineficiente, o mejor dicho, inútil? De la administración pública, ni hablar.

No creo que me inviten a conversar. ¿Habrá en mi región con quien debatir? No lo creo. Soy sincero. Ojalá me hicieran cambiar de opinión. Por eso expongo mis piches ideas por aquí. Al fin y al cabo los escuálidos no las leerán porque ellos son alérgicos y les enferma entrar a las páginas de Internet de los revolucionarios. No hay porque preocuparse y, si las leen, ¿qué?

A partir del próximo escrito daré algunas de mis razones. ¿Se levantará alguna ronchita? Presumo que sí. Y lo sentiré mucho pero, como dijo Artigas, “con la verdad no ofendo ni temo”.


PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!

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