Si
alguna(o) de mis lectoras(es) ha tenido la curiosidad de ir a los
orígenes de esta blog habrá notado que surgió en 2010. En
ese entonces hubo elecciones para elegir diputados a la Asamblea
Nacional. Amigos, vecinos y otros me ofrecieron su apoyo, me
entusiasmaron y, efectivamente, me postulé para Diputado. Hubo
elecciones, no gané en mi circuito. Ahora vivo en otra comunidad, en
otro pueblo y vuelve a ocurrir lo mismo; nuevamente vecinos, amigos y
otros muestran sus simpatías y me ofrecen apoyo. Estudié brevemente
simpatías y apoyos que podría lograr, además de otras
consideraciones y, llegando a ciertas conclusiones, no acepté ser
postulado.
Pensando
por adelantado, si llegara a ser electo a la nueva Asamblea
Constituyente, no les quepa la menor duda, que una de las medidas que
propondría y lucharía para su aprobación sería la inclusión en
el Código Penal de las más severas penas, sin atenuantes ni
beneficios, a los delitos de lesa Patria, lesa humanidad, terrorismo
de todo tipo y el peor de los castigos para los traidores a la
patria, incluyendo entre estos a quienes reciben financiamiento de
gobiernos y o instituciones extranjeras para atentar contra la paz y
estabilidad de mi país. Revivir, actualizar, adaptar a la época
aquel famoso decreto del Libertador estableciendo severas penas a
jueces y otras autoridades judiciales que no sancionaran delincuentes
como debe ser.
Los
aspectos económicos no pueden ni deben quedar fuera de los ámbitos
señalados en el párrafo precedente. Facilmente se pueden vincular
esos delitos con las formas de guerra económica a las que nos han
sometido. Atentar contr la barriga colectiva es crimen de lesa
humanidad, ¿o no?
Pero
todavía iría más allá. Pediría lo más drástico. Lo que
verdaderamente castigaría de manera ejemplar a esos malos hijos de
la Patria. QUE TAMBIÉN LES SEAN CONFISCADOS TODOS SUS BIENES. Lo
único que les duele es el bolsillo.
Y
para hacerles bajar la cerviz de manera definitiva, cero privilegios
especiales. No, nada de eso. PRISIÓN COMÚN. Que los metan con los
peores delincuentes en cárceles comunes. Ellos son aún peores que
los peores. Y lo afirmo porque un asesino o un ladrón es redimible.
Ellos jamás lo serían.
Es
ahora cuando empiezo a estudiar lo que seguramente haría. Pero como
no seré yo, lo propondría con fuerza a quienes sean mis futuros
voceros en próxima Asamblea Nacional Constituyente. Tomen nota que
no digo “representantes” sino “voceros”. Tal vez no me
entienden fuera de Venezuela; los elegidos no representarán, solo
hablarán y harán lo que les sea ordenado porque la soberanía
nacional reside intransferiblemente en el pueblo, no es delegable.
Opino
que el Sr. Presidente tomó la decisión más acertada. Los traidores
a la Patria no quieren otra cosa que la erradicación de la
Revolución Bolivariana; pero, analicemos algo lo que realmente
ocurre en Venezuela. Según encuestas serias y confiables, más del
80% de la población no quiere violencia y es lo más natural del
mundo. Hay que ser loco para estar de acuerdo con semejante diablura.
Pero, ¿que pasa con el resto? Quienes quieren violencia, los
vendidos al imperialismo gringo y al gran capital neoliberal son
apenas una ínfima minoría. La gran ventaja con que cuentan es con
el financiamiento ilimitado que le proporcionan la CIA, la NED, el
Instituto Republicano, la Fundación Adenauer, banqueros,
empresarios, etc., y sobretodo, apoyo mediático a escala casi
mundial. El resto que los apoya pero no participa en sus acciones
criminales es un puñado de enfermos de infofrenia, disociación
psicótica y otra variedad de patologías mentales que, de hecho,
confieren a ese aspecto características a ser tomadas en cuenta como
un verdadero problema de salud pública. Tal vez, algunos serán
curables, otros son candidatos a ingresar a sanatorios mentales de
manera vitalicia.
Con
esa clase de oposición no se puede negociar nada, no hay forma
humanamente posible de dialogar ni de establecer acuerdos en
beneficio mutuo ni en beneficio para el país. Pienso que el Sr.
Presidente tomó la decisión más acertada. Que el pueblo decida lo
más conveniente, lo más sano, lo que crea que más le conviene.
Llegado a este punto debo señalar y resaltar las palabras
fundamentales del Sr. Presidente al anunciar su sabia decisión al
país en general:
El
poder radica intransferiblemente en el pueblo; el pueblo me confirió
el poder que detento; pongo ese poder en manos del pueblo a quien
pertenece y que el pueblo sea quien decida. Me subordinaré ante la
soberana y plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente.
¿Quieren
más democracia? ¿De qué dictadura me hablabas?
Esa
conducta es eminentemente bolivariana. Nuestro Libertador dijo,
palabras más, palabras menos, cito de memoria:
Creo
más en la sabia intuición del pueblo que en los consejos de los
sabios porque el pueblo es incorruptible.
Buenos
presagios. La inmensa mayoría se alegró con esa decisión y la
apoya con entusiasmo. Ahora a esperar, desear y confiar que todos los
Dioses, los Dioses de todos, bendigan la Patria Venezolana para el
bien de todos, incluyendo a los enfermos mencionados porque ellos, si
acaso merecen algo, es nuestra lástima y nuestra compasión.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHÁVEZ
VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
EXCELENTE BLOG !!!!!..... VAMOS CON LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE YAAAA !!!!!!... SIEMPRE CHAVISTAS....
ResponderEliminarMil gracias por esaa cariñosa fidelidad que te hace merecedora de mis elogios y mejores deseos. Si, efectivamente, la ANC es la mejor de las soluciones. Lástima que alrededor del mundo pocos(as) lo entienden. Para entenderlo hay que vivir nuestra experiencia de vida y; aún así, muchos no lo consiguen.
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