Explicación
preliminar para las(os) gentiles lectoras(es) de otras latitudes:
Parodiando
la última estrofa del Himno Nacional del la República Bolivariana
de Venezuela que dice así: “Seguid el ejemplo que Caracas dio”.
Catia:
popular parroquia muy combativa al oeste de la ciudad de Caracas, la
más numerosa.
Para
comprender mejor a cuanto diré más adelante, invito cordialmente a
ver un corto video:
En varios de mis anteriores escritos en este blog he repetido varias veces la frase lapidaria y futurista de Antonio Guzmán Blanco, un corrupto presidente de Venezuela del Siglo XIX, “en Venezuela no hay empresarios sino pulperos enfranelaos”. Acertó, la gran mayoría de nuestros mal llamados empresarios, son eso mismo, pulperos enfranelaos que no producen y jamás han producido nada, salvo las honrosas excepciones que suelen confirmar la ley.
Me
explico: recuerdo los viejos pulperos de mi niñez en mi pueblito
rural, eran señores muy, pero muy flojos, costaba que se movieran,
recibían los sacos de productos que los campesinos traían en sus
arreos de burros o mulas, cuando alguien venía a comprarles los
envolvían, despachaban, cobraban y no hacían más nada. Los
modernos pulperos, claro está, manejan toneladas de productos
y el empaquetado lo hacen obreros y máquinas; es decir, son mucho
más vagos que los viejos pulperos de mi infancia. Eso hace el
conglomerado oligopólico de empresas Polar, empacar mecanicamente,
cobrar y esquilmar al pueblo y, también, explotar sus trabajadores
que hacen funcionar las máquinas empaquetadores. ¿No me creen? Solo
piensen un momento en el proceso del arroz. No lo reciben en sacos
sino a granel, lo embolsan y ya, salvo al que le agregan veneno
llamado eufemística y pomposamente saborizante.
El
oligopolio Polar es, no lo duden, el principal impulsor de la
atroz guerra económica que no es contra el gobierno, es contra el
pueblo, contra todo el pueblo, contra quienes apoyan y contra quienes
adversan al gobierno y
pretenden que los apoyemos sumándonos a los planes golpistas y
desestabilizadores que una enorme mayoría de pulperos, no
empresarios, han desatado desde hace ya bastante tiempo, pero la han
arreciado contra el Sr. Presidente Maduro, conjuntamente con
simultáneas guerras psicológicas, mediáticas, financieras,
políticas, violencia, sabotajes y muchos otros actos criminales
contra la patria y
contra nosotros todos.
Pretenden que creamos que el culpable de todas las desgracias que
ellos crean es el gobierno y nos aliemos con ellos para ayudarlos a
derrocarlo. Si serán también tan retestúpidos que nos agreden, nos
causan daños muchos irreversibles, nos someten a muchos
sufrimientos, nos aprietan el pescuezo, nos golpean la barriga y el
bolsillo y, encima, nos incitan a que los apoyemos. Repito, ¿como
serán de tarados para pretender que con ese criminal método
terminemos apoyándolos? ¿Creerán que los venezolanos somos tan
rependejos?
Deberían
estar agradecidos que aguantamos estoicamente y, a pesar del tiempo
transcurrido, no les hemos causado el más mínimo daño. Creo que ha
llegado el tiempo de empezar pacificamente
a
golpearlos donde verdaderamente les duele. Han escondido y acaparado todos los productos necesarios para la vida,
estrangulado
los canales de distribución
y manipulado la comida (harina, arroz, pasta, aceite, margarina,
salsa de tomate, artículos de limpieza y otros rubros esenciales
para la vida) para
crear angustia y desesperación,
pero despachan abundantes refrescos carbonatados, yogurt químico,
cerveza, otros licores y productos chatarra que en ningún momento
han faltado en ninguna parte.
Razón
tiene la gente de Catia, los apoyo, respaldo y animo a no cejar en la
lucha que han comenzado. Es más, incito y excito a todas las demás
comunidades a seguir
el ejemplo que Catia dio,
a boicotearles la distribución de productos dañinos no esenciales y
que solo traigan alimentos a las comunidades. Si
no despachan a las comunidades la necesaria comida, no
permitamos
la llegada ni la descarga de camiones cargados de veneno. Es más, definitivamente dejemos
de adquirir porquería dañina para la salud. En
cuanto a mi, personalmente, no he adquirido productos Polar desde el
paro-sabotaje petrolero de 2002/2003 y sé que muchas otras personas
también lo hacen e invito a aquellos
que tengan Twitter a
divulgar
la etiqueta #BoicotPolar
Animo
gente de Catia. El pueblo unido jamás será vencido. Recuerden que
p'alante es
p'allá.
Si no hay comida, que los enviciados no compren refrescos, cerveza y
chucherías chatarra, todos dañinos para la salud y, tampoco,
comprar los demás productos a bachaqueros quienes son sus cómplices
voluntarios o involuntarios.
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA
SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA
PATRIA SIGUE Y SIGUE!
No hay azucar, pero como abunda la Pepsi. Que viva la diabetes!! Lo comparto.
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