La
OEA (Organización de Estados Americanos) se reunió los días 6, y 7
de marzo de 2014, naturalmente, of course,
en su sede en Washington, EEUU, para - digo yo - “considerar” el
caso Venezuela a petición del gobiernito de Panamá y es vox
populi que lo hizo obedeciendo
órdenes de los Estados Unidos, lo cual no debe resultar extraño a
nadie. El petitorio panameño,
entre otras cosas, pedía nombrar una comisión interventora (?) que
viajaría al país para analizar “el caso Venezuela” como paso
previo a una intervención directa que “estabilizaría” el país
e impondría la paz y, luego,
el día 21 para intentar montar un verdadero show,
al cual no me voy a referir por el gran ridículo que les resultó.
En ambos casos, la derrota de esos tres mosqueteros de la
antipolítica fue aplastante
y la Revolución Bolivariana salió fortalecida internacionalmente.
Inútil decir que la mayoría de los medios mundiales silenciaron
esas noticias que, de ser publicadas, hubieran sido de alto impacto.
Nota:
no polemizaré con nadie si considera que los términos que uso no
son los “adecuados” o “correctos” en el eufemístico lenguaje
diplomático. Así lo entendí y creo que una inmensa mayoría
también. De paso, esta aclaratoria me permite expresar que me gusta,
así en tiempo verbal presente, el lenguaje de Chávez, quien siempre
habló claro con PALABRA DE PUEBLO, comprensible para todo el mundo
porque, inclusive,
a los traductores se les hacía más fácil expresar sus ideas en
otros idiomas.
Las
razones del caso Panamá (EEUU) – OEA – Venezuela son
aparentemente los recientes hechos de violencia ocurridos a partir
del día 23 de enero de 2014, con un muy lamentable saldo de muertos,
heridos, destrucción y daños a la propiedad pública y privada y su
inevitable incidencia en muchos otros aspectos de la vida nacional.
Pero el caso fue presentado apuntando interesadamente a un solo lado
de la situación, y se calificó al Gobierno Venezolano de
que sé yo tantas cosas, mientras que se presentó a la oposición
como un sufrido conjunto de figuras celestiales sometidos a la peor e
inhumana represión.
No
voy a explicar detalles suficientemente conocidos y solo me limitaré
a decir que la pantomima panameña fue parte de un plan elaborado
cientificamente para derrocar al legítimo Gobierno democrático de
la República Bolivariana de Venezuela, tal como exitosamente lo han
llevado a cabo en otros numerosos países.
Cronologicamente,
las fases de ese plan “perfecto” fueron: guerra eléctrica,
guerra económica, violencia política desenfrenada, delincuencia
TERRORISTA mercenaria,
intervención de la llamada “comunidad internacional” (un
eufemismo infantil para decir EEUU y sus lacayos), y todo lo anterior
atravesado transversalmente por una despiadada guerra mediática a
escala mundial
absolutamente inmoral y una grosera guerra psicológica para minar
mentes y
conciencias.
Ha
sido esta reciente la quinta
vez que lo han intentado intensamente contra la Revolución
Bolivariana, contra Chávez y, ahora, contra Maduro. Año 2002 con el
golpe de estado y efímero derrocamiento del Presidente Chávez; año
2002 – 2003 con el paro sabotaje petrolero; años 2004 y 2007 con
las “guarimbas” y la desestabilización
del país y, recientemente, como dijimos antes.
No
es secreto para nadie que estos planes para tumbar gobiernos
populares, queridos por los pueblos, queridos por aquellos invisibles
hijos
de nadie que nunca tuvieron nada, son
y han sido impulsados por la élite gubernamental gringa y, así como
antes lo hicieron con intentonas encabezadas por militares traidores
a sus patrias, desde 1973 fueron modificados y así, con nuevos
componentes, lo hicieron contra el Presidente chileno Salvador
Allende. A lo largo de estas cinco últimas décadas han
perfeccionado estos planes con el concurso de CIENTÍFICOS
y especialistas en todas las áreas. Mentes lúcidas y gente
preparada que cuenta con gente traidora
también lúcida y preparada en los países objetivo. Todos
sin ética ni moral. Todos sin valores humanos.
Repetida
la somera explicación anterior, y digo repetida porque todos mis
lectores la conocen, les planteo una duda. Tanto Chávez como Maduro
y todos los personajes dirigentes de la Revolución Bolivariana han
sido despreciados y descalificados por los muy ilustrados encopetados
opositores por ser gente chusma, bruta, animal, ignorante, sin
estudios, sin preparación y una larguísima etcétera. Por ejemplo,
a Chávez lo llamaron “mono” y a Maduro lo llaman “maburro”.
Si
todo eso es cierto como esos “cráneos” opositores realmente lo
creen y asumen al igual que sus seguidores, similares, conexos y
afines, me hago y les hago a ustedes mis lectores una pregunta, y se
la hago también a aquellos opositores que tienen alguna capacidad
para razonar:
¿Como
es y como ha sido posible que esos planes súper inteligentes, tan
bien estudiados, tan bien planeados, tan bien ejecutados por gente
tan inteligente y preparada, con
todos los recursos monetarios y financieros a su disposición, que
han sido exitosos en muchos países, en todos donde se han aplicado
y; en cambio, en Venezuela, haciéndolo contra brutos, chusma sin
estudios ni preparación alguna,
orilleros, lumpen,
marginales, patenensuelo,
etc., etc.,
han fallado una y otra vez a lo largo de quince (15) años y
solo han logrado fortalecer aún más la gloriosa Revolución
Bolivariana?
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! - ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ
VIVE Y VIVE! - ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!