Una petición española

Un lector me escribe desde España y, en parte, me regaña por el rollo y el desenrollo del Provincial (BBVA). Siguiendo mi costumbre, le pedí permiso para referirme públicamente a sus “observaciones” y, al igual que todos los que me escriben en privado, se negó. Sin embargo debo referirme a parte del contenido de su correo.

Con cierta ironía cita el último párrafo de mi anterior artículo: “No nos hemos copiado de nadie. Es una preciosa experimentación de aprender haciendo. Ensayo y error. Hemos tenido muchas fallas, hemos cometido muchos errores pero son nuestras fallas y nuestros errores. Los aceptamos y reconocemos. De ellos aprendemos y vamos mejorando poco a poco. Nunca nada será perfecto jamás pero sí mejorarán las cosas”.

Sus irónicas palabras fueron: “Dice Ud. que han tenido fallas y han cometido errores pero, ¿Qué aciertos habéis tenido si es que los habéis tenido? ¿Qué tienen de especial vuestras fallas y vuestros errores que habla Ud. como si fueran especiales, diferentes a las fallas y errores de los demás? Reconocer las fallas y los errores no los convierte en actos positivos. ¿Qué es lo que habéis mejorado?... Si fuera venezolano creo que no tendría capacidad para ser chavizta, así que le pregunto, ¿Por qué es Ud. chavizta?... ¿Qué posición gubernamental ocupa Ud….?

Muchas gracias amigo lector hispano porque me has dado ideas para escribir. Te ruego sigas dándomelas. Perdona que solo me refiera resumidamente a los temas que he citado. Empezaré por el final. Allá voy.

No ocupo ninguna posición gubernamental ni aspiro a ninguna; tan solo por primera vez en mi vida soy militante del un partido político, el PSUV, que orgullosamente exhibo su logotipo en esta página. En esta respuesta envuelvo a otras de tus preguntas. Según nuestro generalizado criterio, las responsabilidades en la conducción y engrandecimiento del país no descansan solo en el gobierno, todos los ciudadanos somos co-responsables y nosotros los socialista aún más. Los problemas a resolver en Venezuela son de todos y, valga la redundancia, no solo del gobierno. Es más, muchos burócratas torpedean, retrasan, sabotean y entorpecen las decisiones gubernamentales.

Digo nuestros errores porque también me siento partícipe de ellos y de sus probables soluciones. Claro está, semánticamente hablando, esos errores no son míos en lo personal ni tampoco tienen nada de especial; creo que todos cometemos errores. Los únicos que no los cometen son precisamente los que nunca hacen absolutamente nada. La diferencia que tú observas es que, perdona la soberbia, creo que el único gobierno del mundo a lo largo de la historia, y especialmente el gobernante, que ha confesado y pedido perdón públicamente por sus errores ha sido el Presidente Chávez. No he sabido de ningún otro que lo haga o lo haya hecho. Si alguien lo sabe, por favor dígalo y sáqueme de mi ignorancia. Todos los demás gobernantes de todas partes son “perfectos e infalibles”. Ninguno jamás se equivoca o se ha equivocado. Son, oficialmente, seres perfectos cuya superioridad está por encima de todo.

Otro día diré, tal vez, las razones que me animan a estar comprometido con la Revolución Bolivariana y su actual líder Hugo Chávez. Por ahora no me animo a hablar de mí mismo. Lo siento.

Seré muy escueto con los logros y aciertos. No tengo números a la mano y, además, siempre me han aburrido las estadísticas, por lo que me referiré tan solo a algunos logros concretos que vienen a mi memoria en este momento y lo haré indistintamente de su importancia absoluta o relativa.

Empecemos por la educación. ¿Sabías que Venezuela es desde hace varios años uno de los muy poquitos países LIBRE DE ANALFABETISMO? Según la UNESCO, somos el quinto país en el mundo con más estudiantes universitarios y segundo en Latinoamérica. Solo somos superados por Finlandia, Grecia, Corea del Sur y, asómbrate, CUBA. La inclusión escolar se aproxima al 100% y la deserción escolar al 0%. Más de 1.200.000 personas, la mayoría pobres y, por tanto, sempiternamente excluidas de la sociedad, han recibido gratuitamente “Alfabetización Tecnológica”, esto es capacitación en el uso de las computadores y las más modernas tecnologías de la información a las cuales tienen acceso gratuito y universal en casi 1.000 infocentros en todo el país, espacios provistos de computadoras y otros servicios, además de personal capacitado que los instruye permanentemente. En doce años se han construido más edificaciones escolares, escuelas básicas, liceos y universidades que en los cien años previos. La educación universitaria está al alcance de todos en los 335 municipios del país. Se han incorporado más de 500.000 maestros y profesores. Las misiones educativas han incorporado a todos los excluidos históricamente y. como dato curioso, desde aprender a leer hasta graduarse en las universidades, lo han hecho personas hasta de más de 100 años de edad.

Sigamos con la salud. Casi la totalidad de la población tiene acceso gratuito a la salud, incluyendo medicinas, exámenes rutinarios o especializados. Hay caso 8000 módulos de salud donde antes no existían, en los barrios; más de 500 Centros de Diagnóstico Integral con capacidad de hospitalización, cirugía, cuidados intensivos, etc. Más de 500 Salas de Rehabilitación Integral por primera vez en la historia; más de 30 Centros de Alta Tecnología. Mas de 4000 sillones odontológicos. ¿No has oído hablar del Hospital Cardiológico Infantil? Allí se atienden los niños (hasta 18 años) con problemas cardíacos, tiene capacidad para transplante de corazones, ya ha salvado miles de vidas y atiende a pacientes provenientes de TODO EL MUNDO. Por otra parte, las misiones de salud la han llevado a todas partes. Por ejemplo, la Misión Milagro ya ha realizado más de un millón de intervenciones quirúrgicas y ha devuelto la vista a gente de diversos países. La gratuidad de la salud se extiende a todos, inclusive, pacientes de otros países vienen a Venezuela y se les atiende sin discriminación alguna, sin que tengan que pagar ni un solo centavo.

Permíteme que por hoy lo deje hasta aquí. En otro momento te hablaré de otros temas. Así, escuetamente, como lo recuerdo y como me va saliendo. Te juro que no estoy usando apuntes ni nada parecido. Y nuevamente gracias por la oportunidad que me das para decirle al mundo algo de lo bonito que ahora desfrutamos.

PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!