viernes, 18 de febrero de 2011

RATIFICO LO AFIRMADO

El mes pasado escribí mis dos artículos No soy Diputado, Gracias a Dios y otros artículos en los cuales, de manera tangencial, toco el mismo tema. Ayer escribí en mi cuenta Twitter que ratificaba lo dicho. ¿A qué me refiero específicamente?

Tan solo vi fragmentos de la transmisión por TV de la última sesión y, con toda franqueza, me produjo asco, verdadero asco lo que escasamente pude captar.

Ratifico lo dicho y reafirmo, Gracias a Dios no soy diputado. Gracias electores de mi circuito por no haberme elegido. No tengo la suficiente fuerza en las entretelas de mis tripas ni en mi epiplón para soportar la nauseabunda actuación de la oposición. ¿Cómo se le ocurre a un cretino baboso dedicar el tiempo que el estado le paga para dedicarlo a ofender mujeres? La pregunta que me hago es, ¿será que a él no lo parió una mujer? A mi enseñaron desde niño que las mujeres se respetan, se respetan por mujeres, se respetan por seres humanos y se respetan, sobretodo, por ser madres.

Pero eso no es todo. La imbecilidad galopante de otro grupo de inútiles vagos que no aprendieron, ¿o debo decir desconocen? las normas mínimas de urbanidad y civismo. ¿Qué pensarán los disociados y otros enfermos mentales que votaron por ellos para que los representaran “dignamente” en el Parlamento? Esos cafres no saben el significado de la palabra DIGNIDAD. Tampoco saben lo que es respeto, cortesía, buena educación.

Demasiada paciencia tienen los diputados y diputadas revolucionarios para aguantar semejantes chaparrones de porquería al punto de conservar su ecuanimidad ante tales demostraciones de la peor bajeza.

Gracias electores por no elegirme. Yo no lo hubiera soportado.

Lo repito por enésima vez: Gracias a Dios, no soy Diputado.



PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!

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