La
burguesía es el sector más podrido de la sociedad venezolana. Tiene
en sus genes el racismo social y todos los demás somos menos que
nada; es el antiquísimo concepto judío extremista que ellos son los
elegidos de Dios y todos los demás somos goim,
que aunque eufemisticamente traducido como gentiles, realmente
significa mierda. Identicamente,
la burguesía se cree ungida por el derecho divino para ser los
únicos rectores de la vida, que solo ellos tienen derecho a todo y,
especialmente, que tienen siempre la palabra rectora.
Recordemos
que ellos traicionaron y nunca quisieron a El Libertador Simón
Bolívar, Padre de la Patria. Cuando El Libertador murió
hicieron fiesta y el Concejo Municipal de Caracas emitió decretos
ordenando quemar todos los documentos sobre los honores que le fueron
concedidos, sus retratos y, en fin, todo cuanto le recordara. Que el
asqueroso actual presidente de la Asamblea Nacional haya lanzado a la
basura, despectivamente, empleando lenguaje soez, los símbolos
patrios y los recuerdos de El Libertador no debe asombrarnos aunque
nos genere patriótica rabia. Es lo normal y natural en ellos, no son
patriotas, no tienen patria ni saben que cosa es, odian y desprecian
al pueblo que, supuestamente, está ahí solo para servirles,
obedecerles, adularles, ser esclavizados y explotados. Solo esperan
loas de esos a quienes consideran útiles unicamente como sus
serviles lacayos. Encima, sienten un profundo desprecio por las leyes
que ellos no hicieron, no las reconocen y menos están dispuestos a
cumplirlas u obedecerlas; ya lo demostraron con hechos concretos al
desacatar, nada más y nada menos, que la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, aprobada con el voto mayoritario
del pueblo; es decir, el pueblo los importa un cipote y no les da la
gana de respetarlo.
Dicho
lo anterior, tengamos siempre presente que ellos no descansarán
hasta desaparecer la Revolución Bolivariana y sus ejecutorias. Para
eso trabajan y dirigen todas sus acciones y todos sus esfuerzos.
Tampoco debe asombrarnos pero si acicatearnos a enfrentarlos con todo
en todos los terrenos. Si ellos quieren desaparecernos, ¿qué
podremos nosotros intentar entonces?
Lograron
un triunfo electoral que los sorprendió a ellos mismos; cada
diputadillo se cree, además, presidente, ministro, gobernador,
alcalde; en fin, dictador supremo y no están dispuestos a respetar
ley ni nada. Lo que quieren es imponer a troche y moche su “augusta”
voluntad. Lograron ese triunfo coyuntural porque fue realmente
efectiva la guerra desarrollada contra la sociedad, lograron engañar
con falsas ofertas a muchos; también, lograron envenenar a muchos
con la sarta de chismes que urdieron contra la integridad de mucha
gente honorable, que regaron por todos los medios de alienación
nacionales e internacionales. Es más. Todos sabemos sin lugar a
dudas que no hacen nada por propia iniciativa, todos sabemos que
obedecen órdenes de sus amos imperiales y, también, todos sabemos
quien paga la orquesta para que bailen los monos.
Tienen
tanta ansia y desespero por asaltar el poder político que no se
controlan y sueltan la lengua. Ya vimos el triste, inmundo y grotesco
espectáculo de ciertos pichones de Mefistófeles anunciando su
programa: tumbar el gobierno en seis meses.
Y
es llegado este punto cuando advierto que, si les dio resultado la
guerra económica para asaltar la Asamblea Nacional, incrementarán
esa guerra, aumentarán la ofensiva, nos someterán a más
privaciones para lograr su objetivo.
Pueblo,
no seamos tan cautos, entre sus falsas promesas estuvo la
desaparición de las colas y la normalización del abastecimiento por
parte de sus socios de fedecámaras, consecomercio, ansa,
conindustria, venamcham, asociación de droguerías y farmacias
(minúsculas en señal de asco y repudio) y demás grupos mafiosos.
Al contrario, están envalentonados y la escasez se agudizará, los
precios subirán a la estratósfera, el hambre campeará, morirán
muchos por falta de medicinas y todo empeorará.
¿Permitiremos
que la burguesía y los gringos logren lo que quieren? La respuesta
la tienen ustedes. Peores las ha visto este glorioso pueblo y ha
vencido. Esta vez, un pueblo retrechero que se nació en los vivacs y
se crió en los campos de batalla no debe ser derrotado y no lo será.
Ya sabemos de antemano cuales son los planes del enemigo y eso es una
ventaja a nuestro favor.
Pueblo,
adelante, ya sabemos lo que nos viene y nos vendrá. Esperemos que no
sea necesaria la intervención de Rondón, quien permanecerá en la
reserva. ¡Por ahora!
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ
VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
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