Salí de curioso a ver en Internet como trataron los medios españoles el caso de la aparente controversia entre el Presidente de la República y el Banco Provincial, filial de un banco español. Mi primera sorpresa, aunque presentaron la noticia de forma escueta, no dieron mayores detalles, los medios fueron bastante ecuánimes lo cual la mayoría de las veces no es así. Por lo general, los medios internacionales, los españoles entre ellos, acusan a Venezuela y su gobierno de todo, distorsionan la noticia y escriben muchas mentiras.
Supongo que no abundaron en detalles para no tener que dar razones, entre ellas la actitud obstruccionista del banco en contra de los adquirientes venezolanos de vivienda, la complicidad del banco con los constructores y empresas inmobiliarias que los han estafado y, sobre todo, la arrogancia con que las empresas españolas tratan a los venezolanos, especialmente los de las clases sociales no muy adineradas. Los millonarios no piden financiamiento para adquirir sus viviendas.
Es opinión generalizada que el Banco Provincial es una entidad muy discriminadora y a los no adinerados trata muy mal y los somete a todo tipo de exacción. Los créditos son solo para un pequeño grupo de empresas de alguna manera vinculados a ellos. Las excepciones no son particularmente notorias.
En el caso que nos ocupa, el banco apoyó y financió a los ladrones. Cuando se destapó la olla, hizo todo lo posible por torpedear las aspiraciones de los estafados, obligarlos a condiciones infamantes (e ilegales). Al llegar al punto de tener que conversar con las víctimas hizo gala de soberbia discriminadora y despreciativa y rechazó todo, inclusive oírlos. El Señor Presiente, a mi manera de ver, hizo lo correcto. Le presentaron pruebas contundentes y actuó correctamente, como manda la ley, para poner las cosas en su sitio.
Al ser inmediatamente presentada la noticia en España, los medios a los cuales tuve acceso no dijeron nada respecto a la actuación de los voceros del banco ni tampoco a las causas que motivaron la intervención justificada del Jefe del Estado. Se centraron en “la amenaza de nacionalización del banco”. La tergiversación de la noticia estuvo precisamente en lo que deliberadamente no se dijo. Ahí vino mi segunda sorpresa: los comentarios de los lectores, en su inmensa mayoría, estuvieron de acuerdo y apoyaron a Hugo Chávez. Unos más, unos menos, aplaudieron su actitud. (Ver, entre otros, www.publico.es)
Mi tercera sorpresa está en una de mis apreciaciones tal vez un poco tirada de los pelos. Después de más de DOCE AÑOS de bombardeo mediático en contra de Hugo Chávez y en contra de todo lo que ha hecho, hace y hará el gobierno que el pueblo de Venezuela libérrimamente se dio, de toda la campaña negativa por parte de los medios internacionales y en especial los españoles, después de tanta mentira y distorsión, muchos lectores españoles no se han tragado las ruedas de molino que han intentado atapuzar en sus gargantas.
Me alegra el fracaso de esos “gamberros” de la información. Gracias a parte del pueblo español que ha sabido discriminar entre la verdad verdadera y las falsas verdades que muchos de sus medios han tratado hacerles creer.
Ojalá estas líneas sean leídas por algún español. Le ruego las difunda y las comente porque les diré, resumidamente, la verdad del origen de la noticia.
Desde hace muchos años, en Venezuela se han ido formando verdaderas mafias formadas por constructores, empresas inmobiliarias y financistas, bancos y casas de bolsa que ofrecen, con profusión de publicidad y propaganda engañosa, solución al terrible problema de la falta de viviendas que dejaron los gobiernos de la llamada IV República, esto es, antes de la llegada al poder de la Revolución Bolivariana.
Nunca cumplen con las promesas inclusive con las incluidas en los contratos de compra-venta. La trampa está en la demora. Los obligaban a firmar nuevos contratos y compulsivamente a aceptar escaladas de precios y a pagar, como dicen en España, “las cuentas del gran capitán”. Han inventado toda clase de trampas y de formas de manipulación y para ello han estimulado la individualización de los problemas a fin de evitar que los compradores se unan en defensa de sus derechos. Han violado descaradamente el ordenamiento legal; por ejemplo, implantaron el cobro del llamado IPC (Índice de Precios al Consumidor) para indexar (inflar) los precios no obstante una prohibición del Tribunal Supremo de Justicia. Se han burlado de las necesidades de la familia de la forma más indecente y más inmoral. Además, la calidad de las construcciones es de pésima calidad. No cumplen ni siquiera con las normas mínimas de ingeniería y seguridad.
A medida que la olla se destapa, se ha sabido hasta ahora que hay más de CIEN MIL familias estafadas. Muchas de ellas esperando la entrega de sus viviendas desde hace más de DIEZ AÑOS. Es un asunto tan horroroso que se ha convertido en un PROBLEMA DE ESTADO. El gobierno responsablemente ha actuado, por fin, oyendo el clamor de un importante sector de la población.
Los bancos, incluyendo el Provincial (BBVA), están obligados a cumplir con las leyes de la República Bolivariana de Venezuela. El Presidente, y todas las instituciones del Estado, están obligados a hacer cumplir esas leyes.
PATRIA SOCIALISTA O MUERTE - ¡VENCEREMOS!
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