A
raíz de mi último reciente escrito
he recibido, no por los comentarios escritos allí sino por correo,
la critica que
soy radical. La acusación, o mejor digamos el señalamiento, se
incrementó cuando escribí algunos twitters con la etiqueta
#DisolvamosLaAsambleaYa
Acepto
el señalamiento, la acusación o como quieran llamarlo porque, si
soy sincero con mis lectoras(es)
es lo que siento. Refiriéndome a la organización criminal
autodenominada empresas polar (minúsculas
en señal de asco y repudio) también escribí que sus fechorías se
acabarían probablemente cuando el pueblo se enfureciera y les
saquera y quemara sus galpones con sus directivos dentro. Si lo dije
y si es incitación a la violencia que me acusen , juzguen
y condenen,
asumo mi autoría y mi responsabilidad publicamente.
También
he dicho que ya estamos muchos bastante cansados de aguantar las
impertinencias de la burguesía criminal y sus lacayos los
politiqueros de oficio, especialmente sus asquerosas crápulas
devenidos en diputados a la Asamblea Nacional, donde llegaron ya
sabemos con cuales engaños, falsedades y mentiras. Después del
golpe de estado de 2002 y del paro-sabotaje petrolero, la maravillosa
magnanimidad del Comandante Eterno los amnistió, es decir, les
perdonó sus fechorías pero ellos no creyeron en tal magnanimidad,
creyeron que era debilidad, o no sé que, y continuaron con su
interminable guerra contra la Revolución y contra el pueblo,
causando cada día más daño no solo a los revolucionarios sino a
toda la sociedad, incluyendo los descerebrados que los siguen y
apoyan. Esa tozudez, estupidez, recalcitrancia, enfermedad o
mala leche los ha llevado a dañar y atacarnos a todos con armas cada
día más destructivas y, en cambio, el gobierno y los líderes
revolucionarios hacen todos los mejores esfuerzos para preservar la
paz de la república, así que he esgrimido la tesis de devolverles
los golpes con las mismas armas que ellos usan, igual que como
hacemos con los carajitos malcriados y desobedientes a quienes
llamamos la atención una y otra vez y, como no hacen caso, nos
obligan a darles cuatro nalgadas para que obedezcan y respeten. Santo
remedio.
Algunos
gandules diputados han puesto de moda ultimamente atacar todo lo
atacable al punto que algunos de esos gamberros asquerosos ha llamado
al asedio de instalaciones de dependencias institucionales del
Estado, incluyendo violencia física contra diferentes funcionarios
que solo cumplen con su deber. Ellos atacan, destrozan, dañan y
encima se quejan. Estoy seguro que si se les plantan cuatro machos
“con los cojones negros y rayados que les zampen cuatro coñazos
por la jeta” se les bajarán los humos y se tranquilizarán. Seguro
que también será santo remedio. Pensarán bastante antes de volver
a dañar la tranquilidad y paz públicas. Y lo afirmo porque la
mayoría de esos imitadores de guapetones de barrio son una bandada
de maricas cobardes. Se cagan frente a un hombre de verdad, con
tabaco en la vejiga como los llamaba mi abuelo.
Si
lo dicho anteriormente es incitación al odio y la violencia, que me
acusen, juzguen y condenen; pero, también tendrán que acusar,
juzgar y condenar a todas(os) aquellas(os) que concuerden conmigo.
Lectoras(es): ¿están o no de acuerdo conmigo? Si lo están, las(os)
invito a conformar la masa crítica para pedir a las autoridades
policiales MANO DURA contra la delincuencia disfrazada de política.
Los diputados no tienen inmunidad parlamentaria ante el puño de un
hombre que les reviente el hocico para que aprendan a respetar y que
se vayan tranquilitos a cagar los dientes que se traguen. Y a llorar
al valle o a El Valle. Seguro que sería también santo remedio para
acabar con la guachafita.
Igualito
habría que hacerle a los malandros que se hacen llamar empresarios
siendo acaparadores, hambreadores, pillos, ladrones, delincuentes.
Descubrir donde esconden los productos, saquearles los galpones y
quemárselos para que aprendan a respetar. Aquellos que logren
salvarse de la furia del pueblo, segurito que lo pensarán y cogerán
riel, andarán derechitos, porsia. Santo remedio, no lo dudemos.
Se
dice que el mejor método para enseñar es con el ejemplo. Ya muchos
estamos cansados y fastidiados de que nos tomen por bolsas; entonces,
devolvamos cachetada por cachetada, nada de seguir poniendo la otra
mejilla porque abuso es abuso y hay que pararlo antes que se vuelva
maña.
Si
por lo dicho soy radical; pues, entonces, seré radical. Seamos
radicales todos, entonces. Es por nuestro propio bien para que al
menos se suavice un poco la guerra que ya nos tiene hartos. No es
posible que sigamos de pendejos aguantando todos los golpes
retribuyéndolos con sonrisitas melifluas, llamándolos a comportarse
como chicos buenos. No lo harán, aceptemos, tengamos conciencia y
terminemos de aceptar que ellos no modificarán su conducta mientras
sigamos llamándolos lastimeramente a que se aquieten. Es preciso y
definitivo darles el escarmiento que merecen.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ
VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
Sies por eso, yo tambien soy radical. Al fscismo no se le trata con mano blanda.
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