lunes, 26 de mayo de 2014

La mentira como fundamento



Dedicado con especial cariño a una lectora española.
Tú sabes quien eres.

Quienes hayan estudiado o leído un poco sobre Ventas, Supervisión de Ventas o como recientemente dicen, Marketing, recordarán que existe una sección llamada Necesidades Inducidas o algo similar. Se adiestra a los vendedores o promotores a intentar crear falsas necesidades en los clientes para que adquieran el producto ofrecido, sea éste jabón, automóvil, viaje o cualquier cachivache. Pero en esa aplaudida sección de los cursos para formar vendedores exitosos no se dice nada acerca de la falta de principios éticos y o morales que involucra esa “técnica”.

Los vendedores exitosos, quienes más venden, son aquellos con mayores “cualidades” para crear necesidades ficticias en los clientes potenciales y, de hecho hay numerosas “técnicas” para crearlas y, así, de esa manera se induce a las personas a comprar lo que no quieren, no desean o simplemente no necesitan. Inútil decir que para ello se recurre al engaño, la mentira, el temor

Apelando a esas técnicas totalmente carentes de ética, moral, humanismo y civilidad manipulan incautos desprevenidos, los atiborran de productos que probablemente jamás necesitarán; pero, además, también les lavan el cerebro para hacerles creer que han hecho “el mejor negocio de su vida” que, para colmo los alegra y se pavonean haciendo creer a los demás “su éxito”, lo cual procede de una reacción post hipnótica plantada para que sirvan de “promotores voluntarios” a la causa del vendedor a quien le llegarán por añadidura más clientes. ¿Qué genio inventó esa macabra técnica? Que nadie se asombre, eso se estudia a los más altos niveles en esas “ciencias del comportamiento humano” que el capitalismo perverso inventó para despojar de cualquier manera el dinero a los demás.

Recuerdo hace muchos años un tremebundo libro que enseña sin reservas muchos trucos deshonestos para manipular a las personas incautas. Un libro muy vendido y promocionado escrito por un tal Dale Carnegie, “Como ganar amigos e influenciar las personas”. ¿Existió realmente ese autor? Muchos lo dudan y parece que los nuevos métodos ya lo relegaron al pasado.

Hasta aquí es horroroso hablar de eso. Siempre y cuando se redujera al ámbito de las casas comerciales el daño producido es aparentemente solo económico. Lo peor es que los especialistas manipularon a “los políticos” para que también lo usaran y, vaya, que bien les ha ido. Manipulan, mienten, tergiversan, engañan y todos los verbos conexos o relacionados para solo obtener el poder político. Inútil decir que jamás cumplen sus promesas. Ellos quieren el poder por el poder mismo y porque les sirve de poderoso trampolín para sus negocios, para su enriquecimiento.

Pero el asunto ha dado otro paso al frente. Ya ha dejado de estar circunscrito al ámbito de un país. Ya son los países poderosos, conducidos por mafias poderosas, quienes han puesto en práctica la política del engaño, la mentira, el chantaje, la amenaza, etc., para despojar los más débiles e indefensos sus recursos.

Política, la que se escribe con P mayúscula, es la ciencia sublime a ayudar a los demás. Política viene del griego polis que quiere decir ciudad, sociedad, grupo humano y en su verdadero significado la persona calificada de Político es aquella que contribuye de la mejor manera al mejoramiento, progreso y desarrollo de la comunidad. Pero, además, lo Política no está reñida con la ética, la moral y las buenas intenciones. Al contrario, la Política es ética, es moral, es humana, es desinteresada, es bondadosa; en resumen, es algo muy olvidado por la mayoría porque se lo han hecho olvidar, es AMOR. Sí camaradas, la Política es amor desinteresado como debe ser el amor verdadero, aquel que se da sin medida, sin pedir nada a cambio, que se da desinteresadamente tan solo por el gusto y el placer de dar. La política es el mayor monumento a la caridad bien entendida.

Quienes se auto llaman políticos y no practican la política dentro de los lineamientos humanos de esos sublimes valores universales no son unos Políticos, son unos charlatanes, son fraudes, son unos embaucadores. No les hagamos caso, debemos apartarlos bien lejos de nosotros.

Afortunadamente, el mundo está cambiando, reaccionando en algunos lugares y se le está dando a la Política su verdadero rumbo. Ojo avizor, descubramos esos lugares del planeta y sigamos su ejemplo.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!

4 comentarios:

  1. Excelente contenido que sirve de reflexión en la conducta de cada uno a diario, en la cotidianidad. Qué tan difícil es el autoanálisis y darse cuenta que estamos todos y todas contaminados por el capitalismo. Es importante tomar conciencia de lo que realmente se necesita consumir y disfrutar porque si revisas a tu alrededor es impresionante observar la cantidad de personas que "comparten" una cerveza (y de paso Polar el cual es otro tema) en frente de las licorerías ignorando el cartel que indica prohibido la ingesta de licor en las cercanías del establecimiento pero las personas hacen caso omiso y se desbordan consumiendo licor porque lo asocian con diversión. Y este es un solo ejemplo de la conducta del venezolano o venezolana sumido en una trampa del cual no sé da cuenta. Es mi aporte humilde para el crecimiento y toma de conciencia en colectivo aprovechando el espacio que me brinda el autor. Gracias Juan-Pedro. Abrazos..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias amiga por tu valioso aporte que engrandece mi humilde escrito. Has profundizado en una de las múltiples aristas del tema. En agradecimiento vaya un abrazote y los mejores deseos.

      Eliminar
  2. Mi querido y recordado amigo, me gusta leer tus reflexiones, me identifico con tus escritos, en realidad escribir para despertar emociones y despejar dudas, es un arte de Política hHumanista

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mil gracias amiga por los inmerecidos conceptos. Tú, como siempre, solidaria y generosa. Vaya un abrazote y mil felicidades.

      Eliminar