Cuando
empiezo a escribir esto en tiempos de Navidad de 2016, para
publicarlo en mi blog algún día, es decir, cuando recupere mi señal
de Internet, me encuentro ante muchas dudas sobre, precisamente, que
escribir. Se agolpan los temas en mi mente al pensar en el destino
inmediato de mi país. ¿Cual tema especificamente tocar? ¿Que nos
espera en 2017 y, digamos por ejemplo, el primer trimestre del año?
Por otra parte, no deseo entristecerme ni preocuparme
innecesariamente porque las fiestas de Navidad y Año Nuevo son para
precisamente lo contrario, tener paz, alegría, felicidad y buenos
propósitos
Lo
primero que saco de mi chistera imaginaria imitando al mago que saca
un conejo, es pedir a todos los Dioses; el mío, el tuyo, el de ella,
el de él, que la CANTV, por fin, cumpla su promesa de instalar
telefonía fija en mi comunidad y contar con un servicio de
comunicaciones más confiable, Internet incluida. ¿Lo harán? La
duda no deja de asaltarme si los técnicos, administradores,
gerentes, directivos; en general, la burocracia de la CANTV se suelta
de sus propias amarras y deciden entre todos comenzar los trabajos
interrumpidos hace año y medio. ¿Vencerán los escollos que dicen o
creen ellos tener al frente? Lo pongo en duda por culpa del filósofo
George Bernard Shaw, quien afirmó en su obra Man and Superman -
Hombre y Superhombre (1903) - en el capítulo 'Maxims for
Revolutionists' – 'Máximas para Revolucionarios':
'The
reasonable man adapts himself to the world; the unreasonable one
persists in trying to adapt the world to himself. Therefore all
progress depends on the unreasonable man.' Traducido a mi manera:
'El hombre razonable se adapta
al mundo; el irrazonable persiste en
adaptar el mundo a sí mismo. Por lo tanto, todo el progreso depende
de los irrazonables'. La pregunta se reduciría tan
solo a dilucidar si la gente de CANTV se adapta al mundo o no. Hasta
ahí dejo el tema. Que ellos den la respuesta y ustedes la opinión
al respecto.
Salto
a otro tema menos específico. La guerra de nonantangésimanona
generación con la que pretenden diezmar a Venezuela y a la mayoría
de los venezolanos, incluidos entre ellos y ellas los musiúes y
las musiúas que se
han integrado con nosotros. Me
duele y entristece que muchos de mis compatriotas no entienden, no
comprenden, no quieren o no
pueden creer que esa maldita
guerra es una realidad y que nos atacan sin la menor compasión por
todos los flancos imaginables o no
porque, desgraciadamente, son como aquel personaje de la novela
Babbit de Sinclair Lewis, magistralmente descrito así: “He
had never ridden in a motor car, never seen a bathtub, never read any
book save the Bible, McGuffey's readers, and pious tracts; and he
believed that the earth is flat, that the English are the
Lost Ten Tribes of Israel, and
that the United States is a democracy”,
que traducido a mi manera es;
“Nunca se había montado en un carro, nunca visto una
bañera, nunca leyó ningún libro salvo la Biblia, las revistillas
McGuffey's y las octavillas pías; también creía
que la tierra era plana, que los Ingleses son las Diez Tribus
Perdidas de Israel, y que los Estados Unidos es una
democracia”.
Personajes
como el descrito anteriormente justifican una opinión anónima que
los engloba y dice así: Eres
un ignorante cuando intentas y sigues los pasos de otros sin medir
las consecuencias. También eres un ignorante cuando te metes en
discusiones sin saber de que se tratan. Ellos
mismos no saben, no entienden, no se dan cuenta que son precisamente
las primeras víctimas de “sus” admirados victimarios que
han cometido con ellos uno de los peores crímenes, los han despojado
de su voluntad, de su libre albedrío, de su capacidad de pensar y
razonar. En suma, los volvieron eunucos mentales y justifican lo
dicho por Mario Puzzo en su obra Los Borgia, “Despojar
a un hombre de sus posesiones y sus riquezas, incluso de su vida, era
un crimen menos atroz que privarlo de su voluntad, pues, sin
voluntad, los hombres se convierten en meras marionetas de sus
propias necesidades, en seres sin vida, sin capacidad de elección,
en bestias de carga sometidas al látigo de otro hombre”.
Esos enemigos cobardes de
Venezuela no dan la cara. Se enmascaran de mil maneras aunque tenemos
ciertas pistas y muchas pruebas para saber quienes son. Ellos
simplemente buscan acabar con el país para despojar y saquear sus
ruinas tal como lo hicieron aquí durante siglos y lo hacen en otras
partes del mundo. Son sin duda los peores pillos, criminales de la
peor laya a quienes nada importan los seres humanos que destruirán y
se enfrentan a quienes SI amamos el país y lo queremos para
nosotros, no para repartición entre bandas de ladrones y asesinos.
Es la eterna lucha entre el bien y el mal, entre los hombres buenos y
los malvados que inspiró a Fray Luís de León su famoso poema que
empieza así:
Que
descansada vida
la
del que huye del mundanal ruido,
para
seguir la escondida senda
de
los pocos sabios que en el mundo han sido.
Bien
descrito, por cierto, por Mario Puzzo en su obra citada, “Es la
lucha por el poder lo que hace que los hombres se enfrenten unos a
otros. Ahí radica el mal de nuestro mundo; siempre será un mundo
injusto, siempre será un mundo cruel para los menos afortunados.”
Puzzo habla de la lucha por el poder, pero, el poder ¿para
qué? No hay duda alguna, el poder para saquear a su antojo los
bienes que pertenecen a otros y a quienes pisotearán y destruirán
sin compasión alguna. Las víctimas serán siempre “los menos
afortunados”. Los ricos no sufrirán ni siquiera el más mínimo
rajuño. Ellos son parte de
las bandas de saqueadores del país donde nacieron y usufructúan un
documento de identidad, pero no lo sienten ni jamás han formado
parte de él. Su peludo corazón lo han tenido siempre en otra parte
que muy bien puede ser el rincón más tenebroso del infierno.
Puede
que les haya parecido pesimista pero no, al contrario, en lo personal
soy y estoy optimista. El pueblo venezolano ha demostrado
historicamente que ha sido, es y será el pueblo de las
dificultades. Como suelo decir
medio en serio, medio en broma, “más feas las he visto y se han
casado con ellas”. Tengo la certeza, la seguridad que ¡VENCEREMOS!
Nos empinaremos por sobre las más escarpadas cuestas que se nos
atraviesen y prevaleceremos. Cero
pesimismo y recurro a otro Anónimo para fijar la idea: “Worrying
does not take away tomorrow’s troubles. It takes away today’s
peace”, o
sea, “Preocuparse no
elimina los problemas de mañana, sino la paz de hoy”.
Les
dije al comienzo que los temas se me agolpaban en la mente y,
créanme, en ese momento no sabía el curso que tomaría este escrito
que, por cierto, no lo he hecho yo, vinieron en mi auxilio y me
ayudaron, nada más y nada menos que Fray Luís de León, George
Bernard Shaw, Mario Puzzo y
el autor más citado del mundo, un tal Sr. Anónimo.
¿Qué tal?
Y para cerrar, con mucho
retraso, mis mejores deseos a todas y todos que tengan y disfruten un
fabuloso Feliz Año 2017 – el resto que falta - lleno de paz,
ventura, alegría y felicidad.
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA
SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA
PATRIA SIGUE Y SIGUE!