domingo, 28 de diciembre de 2014

Meditando algo más

Como ayuda visual, vean otra vez la foto incluida en el anterior escrito.

Cuando descanso en mi hamaca casi siempre con la misma orientación hacia el NE, veo obligatoriamente al palo sano seco. La mirada no suele centrarse en el primer plano y ver al robusto, frondoso y siempre verde árbol de mango sino en el palo sano en un segundo plano. Lo veo, lo observo, centro la mirada y lo imagino cuando estaba plenamente vivo, orgulloso y frondoso esparciendo su enorme belleza a la vista de cercanos y distantes observadores. Es posible que a mi imaginación la ayuden algunas ramas de un almendrón por delante y las de un alto tamarindo por su parte posterior. Y pienso, pienso, pienso.

Me prengunto cuantos años, siglos tal vez, los que tardó la madre tierra en crear ese portento de la naturaleza, portento de unos veinte metros de altura, quizás más. ¿Cuantos se cobijarían bajo su sombra en todo ese tiempo? ¿Cuantos miles de pájaros se habrán montado en su espectacular ramaje? Como quisiera escudriñar los secretos que guarda el palo sano donde concentro mi atención aún sin proponérmelo.

No tengo idea de cuanto tiempo hace que perdió su follaje y solo me atengo a lo que veo, sus aún fuertes ramas secas que permanecerán erguidas hasta que la madre tierra que las parió las llame a formar de nuevo parte de su seno. Se fueron sus vivas hojas, se fue su follaje, sus flores, sus frutos y cuantas cosas de tantas que cotidianamente nos rodean se nos van sin remedio.

Ese ir y venir de la vida, sin querer, sin proponérmelo, me hizo pensar en cosas que eran algo así como el pan nuestro de cada día y que se han ido, las hemos ido olvidando y las nuevas generaciones no tienen idea de su pasada existencia.

Nuestro país ha dado un gran vuelco estos últimos quince años y se han ido tantas cosas que ojalá no vuelvan para desgracia nuestra. Vienen a mi memoria pero no las añoro porque, verdaderamente, estoy contento que se hayan ido. Cero nostalgia y, si acaso existen en algun recóndito plan o dimensión de cualquier vida; pues, que se queden por allá hasta que se desaparezcan con el olvido.

Así es que me parece importante recordar algunas a quienes las olvidaron o no las vivieron.

Tal cual como se fueron las hojas del palo sano, se fué bien lejos del país la recluta, aquel odioso e inhumano sistema de cazar jóvenes para meterlos (que no incorporarlos) a la fuerza en el sistema militar. Recuerdo sin nostalgia las carreras y las escondidas cuando estaba en la edad para ser reclutado.

Se fue la peinilla. Terrible instrumento que usaba la Guardia Nacional y la Policía para castigar atrozmente a quienes nos atrevíamos a protestar por algo. Y cuantos inocentes también la sufrieron por estar en el sitio equivocado a la hora equivocada.

Se fueron los bachilleres sin cupo en las universidades. Cuantos miles truncaron sus vidas al serles imposibilitado el ingreso a las universidades públicas por falta de cupo, un mecanismo creado por la oligarquía burguesa imperante para solo permitir a sus hijos el ingreso a las universidades. Los pobres hijos del pueblo tenían que continuar siendo sus peones esclavizados, víctimas de una bestial forma de exclusión social educativa.

Se fue la Ley de Vagos y Maleantes, un oprobioso esperpento legal para joder a Juan Pueblito. No se sorprendan si les digo que esa aberración legal no la administraban los jueces. No, no la administraban ellos. La administraban los llamados "prefectos" - prefiero escribirlo con minúsculas en señal de asco y repudio - funcionarios civiles de décima categoría, generalmente esbirros policiales puestos para reprimir al pueblo. Correspondía a ellos apreciar y determinar si cualquier desgraciado que cayera en sus manos era, según su único concepto, apreciación y entendimiento que era vago o maleante. Desgraciado quien tuviera la desgracia de ser mirado feo por uno de esos perversos seres antihumanos porque sus huesos irían a dar a las llamadas Colonias Móviles de El Dorado por tiempo indefinido, una ergástula oprobiosa donde se violaban todos los derechos humanos ubicada en lo profundo de la selva guayanesa, lejos de todo contacto con la mal llamada civilización. Cuantos desgraciados seres, todos pobres, pasaron allí años sin término por el solo hecho de no haberle caído en gracia a uno de tantos chácharos con dudoso rango de prefecto o jefe civil.

Muchas cosas más se han ido gracias a la Revolución Bolivariana que las eliminó para siempre porque los de la burguesía parasitaria, explotadora, chupasangre, traidora, pitiyanqui, cipaya y otros calificativos, simple y llanamente, ¡No volverán!

Cerraré esta triste reláfica con algo, tal vez, gracioso para algunas(os). Se fue un refrán piropo que decía: "Tienes los ojos más negros que el porvenir de un maestro de escuela". Dejo a su memoria e imaginación las razones para su desaparición.

Por encima de los recuerdos tristes que suelen aflorar durante estos días de fiesta propicia para la paz y la unión, les impongo la ineludible obligación de ser muy felices, no solo durante la Navidad y el Año Nuevo sino durante todo el 2015 y todos los años venideros. Jamás olvidemos que SER FELICES ES DEBER REVOLUCIONARIO.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
¡FELIZ CHAVIDAD!

viernes, 26 de diciembre de 2014

Meditando



La imagen que hoy presento a mis queridas(os) lectoras(es) es la que, indefectiblemente, veo desde mi hamaca cuando tropicalmente me someto al descanso. Pero, para mi, el descanso es tiempo de resumen, recapitulación de eventos y, a la vez, momento ideal para reflexionar y meditar.

Describiré la imagen. La dirección de mi mirada se va rumbo al Noreste y diviso el claro cielo de límpido azul que cubre esta paradisíaca parte de mi Venezuela. Lo que pareciera niebla no lo es, es el reflejo de "ese sol que suda blancos, ese sol que tuesta negros", a decir del gran poeta Andrés Eloy Blanco. En primer plano, un trozo de mi hamaca y el contorno del techo; más allá un imponente árbol de riquísimos mangos y también se ven pequeñas ramas de un ciruelo, pero del que produce las aciditas ciruelas de huesito. Si, ya sé, se están fijando en la parrillera donde ocasionalmente asamos carne o pescado, especialmente un delicioso lebranche envuelto en hojas de plátanos para comer con yuca. Al fondo un árbol seco de "palo sano" al cual le encuentro un gran belleza tal como está y siempre lo imagino cuando vivía con todo su esplendor.

Al PALO SANO seco le encuentro la belleza de las zonas áridas y la belleza de la muerte con dignidad; erguido, de pié, firme, soportando estoicamente el final y permaneciendo así, quien sabe por cuanto tiempo antes que la mismísima madre tierra se lo trague, o lo que es lo mismo, que vuelva al mismo lugar que lo parió y le dió vida noble para deleitar a tantos con su acogedora sombra. Está muerto, pero no, para mí está más vivo que nunca y a veces siento como si me hablara, como si me comunicara alguno de los tantos secretos que encierran sus secas pero muy nobles ramas yertas.

Medito, trato de hacerlo siempre porque me produce un gran descanso mental y, también, un refrescamiento de las ideas, esas ideas que van y vienen moviéndose al compaś con que seguramente se movieron las ramas del palo sano impulsadas por una de tantas refrescantes brisas tropicales que vienen del gran Caribe, ese mágico y trágico mare nostrum.

Como es de esperarse, todo el año llegan muchos pájaros que decoran los árboles y el cielo, especialmente durante los meses de cosecha de frutas, mangos, ciruelas de huesito, guayabas, guanábanas y pienso cual será la razón por la cual los pájaros no comen tamarindo. Y cómo disfruto viéndolos en los secos ramajes del palo sano porque se destacan mucho, al contario de los otros árboles donde se esconden entre las siempre verdes hojas. A mis amigos de latitudes nórdicas o súricas (palabra ahora inventada por mí y, por favor, no corrijan) les digo, o mejor, les recuerdo que la mayoría de los árboles del trópico están siempre verdes a menos que la sequía sea muy intensa durante algunos pocos meses.

Pero me extravié en el pequeño rico paisaje que gozo desde mi hamaca y me fuí literalmente por las ramas. Pero, ¿de qué otra cosa se puede hablar en esta temporada de Navidad y Año Nuevo? Hagamos un alto, descansemos un porquito de esos temas lacerantes relativos a la política y todo cuanto de ella se deriva. Creo, sin embargo, que bien vale la pena recordar un símbolo muy íntimo relativo a Jesús Niño olvidado por la imperante sociedad de consumo que lo mercantiliza todo. Ese Niño, para muchos en el mundo "El Niño Dios", nació como uno de los seres más pobres y excluídos de la humanidad. No nació en cuna de oro; al contrario, nació en un pesebre en una cueva y, por supuesto, rodeado de animales. Dicen los textos que a su madre María la rechazaron en todos los lugares adonde acudió en busca de refugio y pienso a veces en la angustia que debió haber vivido considerando que el parto ineluctablemente se acercaba. Que gran belleza espiritual encierra el recuerdo tradicional de montar un pesebre para decorar las navidades en muchos hogares, que gran belleza enciera el hecho de armarlo en unión familiar en la cual los niños suelen ser los más destacados protagonistas. Que gran belleza encierra la infantil espera por los regalos que les traerá el pequeño divino contemporáneo. Valga otra acotación especial para mis amigas(os) de otros países, le de significarles que, en Venezuela quien trae regalos a los niños en Navidad es el Niño Jesús y lo hace justamente a la hora de su nacimiento, a la medianoche del 24 para el 25 de Diciembre. Que belleza encierra el acto de obediencia infantil que, sin chistar, obedecen la orden o insinuación de ir a dormir y, seguramente arrullados por una música celestial, duermen felices como nunca en esa noche tan especial. Por la mañana, bien tempranito, los padres, sin posibilidades de protestar, tendrán que interrumpir su descanso ante la alegre algarabía de los chipilines que celebran sus regalos. A veces medito y reflexiono sobre lo lindo que hubiera sido para todos no haber nunca dejado de ser niños. Y a esta reflexión debo añadir una petición, un ruego muy encarecido a muchos padres: por la futura salud mental y espiritual de sus niños, de sus hijos, por Dios, que el Niño Jesús ni nadie les traiga jamás juguetes bélicos.

¿Qué otra cosa puedo decirles ahora? Pues lo habitual de siempre por esta época, que sean inmensamente felices, pero felices de verdad. Que esa sensación de paz que todos intentamos lograr en estos días mágicos sea perdurable todo el año y todos los años. La única riqueza que les deseo es la de disfrutar siempre de paz mental y espiritual porque ella nos hará más fuertes para liberarnos de todo mal.


FELIZ NAVIDAD Y UN ESPECTACULARMENTE DICHOSO AÑO NUEVO 2015


¡PATRIA SOCIALISTA Y VICTORIA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!
¡FELIZ CHAVIDAD!


jueves, 25 de diciembre de 2014

Bajaron los precios del petróleo - 2 -

No estaba en mis planes hacer este escrito y mucho menos publicarlo, pero las circunstancias me lo imponen. Un caballero cuyo nombre omito porque no cuento con su autorización para hacerlo público, me escribió un correo personal que, pienso, amerita mi respuesta. Lamento que este intercambio de correspondencia ocurra precisamente en estas fechas propias para la paz, la meditación y el descanso espiritual. Ahí van el correo recibido y mi respuesta. Juzguen ustedes, mis amables y amadas(os) lectoras(es). Ah, y no olviden ser felices, muy felices ahora en este tiempo sino todo el 2015 y los años venideros.

He aquí, tal cual, el correo recibido de mi amable corresponsal:

"Amigo Juan Pedro
No hay nada que celebrar con la caida de los precios del petroleo.

Pero tampoco hay nada para sorprenderse.

El petroleo tarde o temprano podía caer y cayó.

Lo deprimente es que esta caída pegó a nuestro país totalmente dependiente de la renta petrolera y absolutamente desprevenido, mas una vez.

Si recordamos el FONDEN, da ganas de llorar.

Del bendito FONDEN, ni su pagina web funciona.
http://www.fonden.gob.ve/

Nos volvieron a saquear. Yo no veo grande diferencia entre RECADI y CADIVI. ¿Y usted?

Lo unico que cambió fue el perfil de los ladrones. Antes eran burgueses hoy son boliburgueses. El resto todo igual.

Al igual que RECADI van a encontrar otro chino, o un turco, o un maracucho para que asuma la culpa de todo.

Pero al igual que en el escandalo de PDVAL, los principales responzables del desfalco de CADIVI van a quedar totalmente impunes.

¿O usted tiene alguna duda?

Mientras tanto lo importante es ocuparse de las sanciones de EEUU contra los altos funcionarios venezolanos. ¿No es verdad?

De eso depende el futuro de nuestro país y de nuestras familias.
Al final el dinero del tesoro nacional se há hecho para desviarlo o despilfarrarlo. Es tan natural en nuestro país que nadie hace nada para impedirlo y menos para castigarlo. Todos los que podrian hacer algo estan mirando para otro lado.

Saludos
"

Ahora mi respuesta enviada a su correo personal:

"Camarada;
Te saludo y doy las gracias por tu comentario. Además es tiempo de Navidad y Fin de Año, por lo tanto no es tiempo de pelear aunque no pelearía contigo en ningún momento. Respeto tus opiniones aunque no las comparta porque eso, respetar las ideas ajenas, es deber de todo revolucionario. Te menciono por si no lo sabías, que también es deber revolucionario SER FELICES. Sí, camarada, ser felices a todo trance.

No obstante lo anterior, me permito decirte algunas cositas sin que ello signifique llevarte la contraria ni, mucho menos, criticarte. Mucho menos intentar convencerte. Dices que "No hay nada que celebrar con la caida de los precios del petroleo. Pero tampoco hay nada para sorprenderse. El petroleo tarde o temprano podía caer y cayó." Es cierto, muy cierto, totalmente cierto y no me sorprendió, pero creo en lo que afirmé, que la manipulación de entes interesados en esa perversidad contra el país tuvo éxito. Es posible que recuerdes que en 2002/2003 hubo un criminal paro-sabotaje petrolero contra TODO EL PAÍS y, al no producirse petróleo, los precios cayeron a CERO y el país no colapsó; al contrario, se levantó de esas ruinas causadas por los traidores a la patria con más fuerza y, ahora, te aseguro que volveremos a salir más fortalecidos. Razón tenían Lenín y Chávez al parodiarlo, que a la revolución le hace falta el látigo de la contrarevolución.

También te digo que no discuto lo que afirmas sobre FONDEN, PDVAL, CADIVI. etc. Eso no me consta, no tengo pruebas y me gusta decir que el burro es negro cuando tengo los pelos en la mano. Solo sé que eso que afirmas ha sido el pan nuestro de la sempiterna campaña mentirosa de la oposición. Lo dicen a los cuatro vientos pero hasta el día de hoy ni una sola prueba. Es altamente probable que tú tengas alguna y sería bueno, y te aplaudiría, que la presentaras. Sería además tu obligación, si eres venezolano como supongo, hacerlo en bien de la patria misma.

Hablas de los boliburgueses. Yo le quitaría el prefijo "boli" y lo dejaría simplemente en lo que son: BURGUESES. Esa gente, mi querido camarada, no son ni remotamente BOLIVARIANOS y mucho menos REVOLUCIONARIOS. Que sean burgueses de nuevo o viejo cuño no hace ninguna diferencia, son la misma miasma que todos los demás y no hay diferencia entre ellos; corruptos, ladrones, vivianes y tantos epítetos más. En lo que si estoy de acuerdo es que en caso de ser cierta su existencia, la cual no niego, hay que acabar con ellos y vuelvo a apelar a tu patriotismo para que señales con los pelos en la mano aquellos que tú conoces.

Respecto a lo último, que "el futuro de nuestro país depende de las sanciones que los gringos nos impongan", francamente discrepo. Pero además discrepo porque el honor y al amor a la patria me lo imponen. Para mí, perdona el lenguaje, QUE ESOS GRINGOS DE MIERDA SE VAYAN AL MISMÍSIMO CARAJO. Esas son palabras textuales del Eterno y Amado Comandante Supremo, duélale a quien le duela. Este país, hijo de los Libertadores de todo un continente no se puede cagar en los pantalones porque un gringo pendejo y, sobretodo, absolutamente ignorante se le ocurra hablar bolserías. Sus sanciones y todo lo que se les ocurra a mi, en lo personal, me tiene sin el menor cuidado al igual que a todos los venezolanos patriotas. De paso, perdona el personalismo, tuve todas las visas gringas habidas y por haber pero nunca más las pedí desde el día que empezaron a humillar a los venezolanos con esas colas de la devergüenza y cobros abusivos. Allá los cretinos que no pueden vivir sin ir a rendir pleitesía a Pluto o a Mr. Michael Mouse. O me las dan gratis, con buena atención y respeto o que se las metan por el mismísimo bolsillo. Así como lo hacen no las quiero, las repudio. Al fin y cabo son ellos los que se pierden el enorme honor de mi presencia en su territorio. Para cerrar esta parte, camarada, te invito a buscar las extraordinarias palabras de macho con honor que nuestro Padre Bolívar le replicó al enviado gringo llamado Juan Bautista Irving, cuando esos filibusteros contrabandearon armas para dotar a los españoles y el Ejército Patriota incautó sus naves. Busca esas palabras, son elocuentes y hoy podríamos decirles a esos asquerosos algo parecido.

Hasta otra oportunidad Camarada. Te reitero mis saludos y deseos navideños augurando paz, felicidad y bienestar extensivo a todos los tuyos."


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! - ¡VIVIREMOS Y VENCERENOS!
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domingo, 14 de diciembre de 2014

Bajaron los precios del petróleo

¡Que bueno! Me alegro que hayan bajado los precios del petróleo. Han tenido éxito todas las manipulaciones para hacer bajar artificialmente los precios del petróleo por parte de gobiernos, organismos y otras organizaciones de todo tipo de la burguesía mundial.

¡Lo han logrado! ¡Los felicito y los congratulo! Y no me digan que estoy loco por que me alegre. Lo más simplista sería creer, sin meditarlo antes, que un venezolano tendría que entristecerse porque bajara el precio del principal recurso del país, del que provee la mayor suma de divisas, de aquello que "nos posiciona" (vaya palabreja de moda) en el ámbito internacional.

Me parece maravilloso que hayan bajado los precios del petróleo. Tiene vigencia ahora la trillada frase aquella que "las crisis deben aprovecharse como oportunidades". Naturalmente, ahora tenemos otra gran oportunidad de hacer higiene social y, de paso, económica. Quienes tienen razón para estar cabizbajos son los eternos chupadores del erario público, las sempiternas sanguijuelas que desangran la economía nacional y, logicamente, al pueblo trabajador, al pueblo productor; los que solo aspiran que papá gobierno les colme sus ansias de divisas convertibles para satisfacer sus particulares gustos hedonistas.

Me parece maravillos porque es una gran oportunidad para poner un torniquete a la vena rota por donde se desangra al país.

El gobierno nacional tiene ahora la excusa perfecta para negar divisas convertibles a esos parásitos ladrones: NO HAY.

Y solo habrá para aquellos que realmente producen, fabrican, manufacturan, elaboran. Nada para traficantes de baratijas. ¿Que las baratijas también hacen falta? No lo niego. Es cierto que también se necesitan peines, espejitos, ganchitos para sujetar el cabello, cremitas, lociones; pantaletas, sostenes, calzoncillos, cordones para los zapatos; caramelos, chupetas y otras golosinas. Aquí hago un alto: he visto y me da pena y vergüenza ajena observar en muchos elegantes ventorrillos "chocolate importado". Carajo, si en nuestro país se produce el mejor cacao del mundo, ¿como es que vamos a importar chocolates de Europa, donde no se produce ni un gramo ni siquiera del malo, en vez de producir y orgullosamente consumir del nuestro? Francamente, lo que provoca es maldecir esos antipatrias asquerosos que lo importan; ṕero, también, a los burócratas que les hacen el juego, se los permiten y les otorgan divisas.

Sigo aleatoriamente con la lista de bagatelas que no es necesario importar. En todos los centros comerciales, esos santuarios del lujo y del consumismo desenfrenado e inhumano, se ven profusamente en exhibiciones de la desvergüenza, a precios generalmente estratosféricos, cosas tales como lápices, orfebrería barata, mala y carente de estética, pasta dental, revistas pornográficas o, en todo caso, vacías de contenido; correas para reloj, miles de confituras alimenticias, bebidas de dudoso valor alimenticio y una laaaaaarga etcétera.

A los peticionarios de divisas se les debe hacer una primera pregunta obligatoria:

Eso que se pretende importar, ¿ya lo fabrica usted o alguien en el país y, en caso negativo, se puede producir a corto plazo?

Pero también sería necesario hacerles otra pregunta: Eso que se pretende importar, ¿es realmente necesario? Hago la pregunta porque, francamente, he visto tal cantidad de cosas absolutamente inútiles, traídas de no sé donde, que, perdonen, no sé para que sirven; y lo peor, no lo saben ni siquiera los mismos vendedores.

Cuando exista producción local parcial que no llega a satisfacer "las necesidades del mercado" (tremendo eufemismo), se les puede perfectamente condicionar la entrega de licencias de importación al compromiso de producir en el país en plazo determinado.

Hoy en día es muy fácil contar con una base de datos actualizable que contenga a todos los productores, fabricantes, elaboradores, etc. de cualquier cosa. Si alguien pide permiso para importar algo de eso, se llama inmediatamente al productor real o potencial para que satisfaga con producción local, total o parcialmente, los requerimientos del aspirante a importador.

Ojalá este clamor llegue a oídos de alguien que pueda influir en la toma de ciertas decisiones y, de alguna manera, contribuya al ahorro de divisas que, maravillosamente, ahora son y serán menos y que debemos preservar, no despilfarrar, en beneficio del gran colectivo nacional. Cuando volvamos a tener abundancia sí se podrán emplear efectivamente bien y, ojala, cuando llegue ese momento se haya reducido el peligro de futuras hemorragias.

Señores con poder de decisión, tenemos tremenda excusa para justificar la "pichirrez" que se debería aplicar para, repito, poner un torniquete y detener ya, de una vez por todas, el desangre al que ha sido sometido el país por parte de esa oligarquía parasitaria, floja, sinvergüenza, inútil, traidora, cipaya, etc., etc.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE! 

viernes, 12 de diciembre de 2014

¿Empresarios o pulperos?

Lo he repetido varias veces en estos escritos. Por allá por los años 80 del siglo XIX, el llamado Autócrata Civilizador o Ilustre Americano, el corruptísimo dictador venezolano Antonio Guzmán Blanco fue a la ciudad de Barquisimeto, unos 350 kilómetros al oeste de Caracas a una reunión con los “empresarios” de la región centro – occidental. Imaginemos el penoso viaje en coche tirado por caballos, el unico medio de locomoción terrestre de entonces. Se cuenta que llegó por la tarde, se quitó el polvo del camino y se fue a descansar. Al día siguiente asistió a la reunión de la cual se retiró a la media hora y, de inmediato, regresó a Caracas prometiendo nunca más volver a la llamada “ciudad de los crepúsculos”, no sin antes lanzar una lapidaria frase:

Esos carajos no son ningunos empresarios, son unos pulperos enfranelaos”.

Lo curioso del caso es que las palabras de Guzmán Blanco ahora, más de cien años después, siguen vigentes. La gran mayoría de los llamados pomposamente empresarios, no solo los de centro – occidente sino los de todo el país, son unos tipos arrogantes y soberbios que miran al común de los mortales por encima del hombro con gran desprecio, pero no son otra cosa que vulgares pulperos enfranelaos.

Eduardo Galeano, en su libro “Las Venas Abiertas de América Latina” los describe maravillosamente bien y los define, algo así, como parásitos que crecieron durante la colonia al amparo del comercio portuario importando de Europa toda clase baratijas, pero jamás intentaron producir algo.

Ambas ideas las he recordado con frecuencia al ver los noticieros de la televisión o leer algunas de las noticias más destacadas en los medios de difusión de mensajes de la burguesía. Observen que no los llamo deliberadamente medios de comunicación social porque ellos no comunican nada, solo atiborran a los distraídos lectores u oyentes con los mensajes, muy tergiversados y manipulados por cierto, que elaboran para alienar mentes y conciencias.

¿Pero que noticias son esas, a las que me refiero?

Pues, que los llamados empresarios, o sea supuestas personas que emprenden, o lo que es lo mismo, que arriesgan esfuerzo y capitales en una aventura que requiere inversión de dinero propio, se la pasan cual plañideras, llorando porque el gobierno no les da las divisas que quieren para IMPORTAR cuanta porquería se les ocurre, generalmente baratijas y otras menudencias que perfectamente se pueden producir en el país.

Entonces, les pregunto y me pregunto:

¿Por qué carajo no piden ayuda al gobierno para producir en el país?

Carajo, fabriquen algo, incluyendo productos que antes se fabricaban en el país con materia prima nacional. Que yo sepa, desde niño, en el país se fabricaban jabones, zapatos, chucherías, pantaletas y muchas cosas más que no requieren tecnología especializada alguna. Ahora, vayan a los llamados eufemísticamente supermercados o centros comerciales y encontrarán que todos esos adminículos son importados desde países tan lejanos como China, Corea, Filipinas o Malasia. Que pena y vergüenza ajena me da con mis paisanos que se hacen llamar empresarios aunque, a estas alturas, debo aclarar que no son todos porque sí existen excepciones que, por cierto, por alguna extraña razón no lloran si no que trabajan. Y lo hacen muy bien.

Queridas lectoras, queridos lectores, sería bueno hacer una campañita para hacer llegar al Gobierno Nacional esta aberración a la que me he referido hoy y no le den un solo dólar a quienes pretendan importar cosas que sí se pueden fabricar en el país sin hacer grandes esfuerzos. Que en vez de traer contenedores abarrotados de pantaletas chinas contraten una cuantas costureras, que las hay y muy buenas, y les dan trabajo. Que contraten zapateros, que también los hay, y fabriquen zapatos. Que inviertan en instalaciones sencillas que no cuestan mucho y fabriquen caramelos, chupetas y otras chucherías. Igual con los jabones y la pasta dental. O igual con tantos otros artículos de muy fácil elaboración.

Y también que el Gobierno Nacional otorgue las divisas que son de todo el pueblo a aquellos verdaderos emprendedores para montar fábricas y, luego, produzcan bienes en el país. Y no es cuestión de traer máquinas y otros implementos que se pueden fabricar aquí, porque bastantes mecánicos, herreros, soldadores, electricistas, carpinteros y otros obreros especializados también existen en el país para que fabriquen localmente muchísimas cosas. He visto en los puertos construcciones metálicas sencillas que cualquier taller de metalurgia de escasos recursos puede perfectamente hacer aquí.

La lista de ejemplos de los que ya se puede hacer en el páis sería demasiado larga y tediosa pero, señores burócratas, antes de conceder un solo dólar para importar cualquier artículo, cerciórense de que ese artículo es fabricable o no en Venezuela. Una manera sencilla de ahorrarle muchísimas divisas al país y de paso contribuir a erradicar el desempleo y la pobreza.

Ya basta de alcahuetear parásitos sinvergüenzas y flojos en desmedro de la población laboriosa. Solamente reflexionemos sobre los millones que han extraído del erario público que no han servido para nada sino para alimentar aún más fortunas mal habidas.



¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!