sábado, 5 de julio de 2014

¿Hay realmente crisis en Venezuela?



Desde niño creí en una frase aparentemente irónica que a lo largo del tiempo fui confirmando; es decir, aceptando su veracidad a la vista de los hechos y los sucesos. Esta frase dice así:

Lo que es bueno para Fedecámaras es malo para el pueblo.

Y, por razonamiento en contrario:

Lo que es bueno para el pueblo, es malo para Fedecámaras.

Nota para los lectores de otras latitudes: Fedecámaras, en Venezuela, es la siempre muy pomposa Federación de Asociaciones de Comercio y Producción; es decir, la unión de los burgueses, oligarcas, explotadores, chapasangre, hambreadores del pueblo, siempre vendidos a los intereses de las grandes corporaciones transnacionales y al gobierno gringo, a quienes el país lo consideran su coto cerrado y creen que pueden hacer con él lo que les dé la gana, incluido regalarlo a sus amos a cambio de migajas. Por supuesto, no tienen ni la más remota idea de los que se llama amor a la patria. Son en su mayoría venezolanos de nacimiento pero su corazoncito es gringo de a bola.

Tal como magistralmente lo explica Eduardo Galeano en sus “Venas abiertas de América Latina”, surgieron de las explotaciones comerciales coloniales cuando ellos se enseñoreaban sobre esta paupérrima colonia; al punto que, en estos tiempos que corren, todavía se consiguen descendientes directos de aquellos amos y señores de vidas y haciendas, tal como era el estado imperante de aquellos tiempos. Vino la larga y sangrienta Guerra de Independencia en la cual Venezuela sacrificó la mitad de su población y es inútil decir que ellos tomaron partido por España. La gran mayoría de ausentó del país a disfrutar sus haberes mientras los demás morían pero, una vez alcanzada la Independencia, volvieron a reclamar lo suyo y para ello se valieron de sus mil mañas para comprar gobernantes traidores que instauraron un gobierno burgués y oligárquico sumiso, por supuesto, a sus mandatos e intereses. Es lo que la historiografía conoce como la IV República que perduró desde 1830 hasta el 2 de febrero de 1999 cuando Hugo Chávez ascendió al poder mediante el voto universal, directo y secreto ungido por el sufrido pueblo venezolano; es decir, por las víctimas históricas de esas nefastas castas.

Un gobernante de ellos mismos, muy corrupto, entreguista y traidor, afirmó por allá por los años 1880 que en Venezuela no había empresarios sino pulperos enfranelaos. Eso es cierto. Empresarios es quien emprende y arriesga como cualquier jugador de dados o cartas. Pero esos carajos no arriesgan nada porque siempre han vivido, perdón, medrado, de las arcas públicas, esas que por derecho pertenecen a todo el pueblo. Para nadie es un secreto que llevan siglos chupándose la teta del estado y con tal avaricia que al pueblo solo han dejado miseria, muerte y desolación.

Inútil también decir que se han opuesto incluso sangrientamente a la Revolución Bolivariana que, dicho sea de paso, no les ha quitado nada salvo algunos privilegios tales como el de nombrar Ministros, Presidentes del Banco Central de Venezuela, Jueces y Magistrados y, por supuesto, dirigir la política económica del Estado. Es tal la rabia y la furia desatada que no les ha importado, ni siquiera la más mínima pizca, hacer daños cuantiosos a SU país con tal de recuperar sus postergados privilegios.

Siguen con sus empresas pero resulta interesante analizarlas. No hablo de todos porque existen honrosas excepciones, pero sí de una gran mayoría que son inescrupulosos comerciantes IMPORTADORES de cuanta basura se produce en el mundo que compran, por supuesto, a precios de gallina flaca con moquillo, y revenden a precios de oro revestido con platino. Otros son y que INDUSTRIALES; pero, esas industrias no industrializan nada, son simples ensambladoras de materias primas importadas de pésima calidad que arman, o mejor dicho, maquilan productos y les ponen la etiqueta HECHO EN VENEZUELA y, por supuesto, también venden a precios exorbitantes.

Esos mal llamados productores no han hecho un solo invento, no han mejorado un solo producto extranjero, NO EXISTEN LABORATORIOS NI CENTROS DE INVESTIGACIÓN Y MEJORAMIENTO para la creación de nuevos productos de mejor calidad. Es más, son incapaces de promover la fabricación de cosas tan sencillas como zapatos, ropa, muebles, jabones, caramelos y otros sencillos adminículos menores por lo cual es sumamente raro encontrar en las vitrinas o anaqueles un buen zapato, un buen pantalón, un buen jabón o un paquete de sabrosas chucherías hechos 100% en el país. En resumen, son una verdadera vergüenza como “empresarios”. Bien chimbos como se dice popularmente.

Hace muy poco arreciaron la “crisis” que ellos promovieron hace bastante tiempo y dispusieron incrementar el permanente desabastecimiento de todos los rubros y para ello se valen del acaparamiento descarado de todos los productos, desde tornillos y grifos hasta medicinas de alto costo, pasando por ropa, cosméticos, escobas y, por supuesto, alimentos en general. Pero, más grave aún, han recurrido a la más descarada especulación y usura con los precios con márgenes de ganancia cercanos a niveles estratosféricos. Como chiste, mucha gente habla del 5% isleño, lo que me cuesta 5 lo vendo por 500. Pero lo peor no es nada de lo dicho. También quieren que el papá gobierno les preste dinero que nunca pagarán como es su inveterada costumbre, porque ellos no arriesgan (invierten) sus propios capitales ni jamás lo han hecho, tal como ellos mismos habían diseñado en anteriores gobiernos.

Sugiero que lean una nota de prensa que es todo un poema relativo a cuanto he afirmado en la siguiente conexión:


Personas entrevistadas, sin excepción, centran todo el problema en una única razón, “la dificultad para obtener divisas para IMPORTAR”. Y no digo más. Todo cuanto ustedes, lectores, quieran agregar está totalmente justificado. Y permítanme pegar un grito estentóreo:¡¡¡ARRIESGUEN SU DINERO Y PRODUZCAN ALGO DE BUENA CALIDAD EN EL PAÍS Y DEJEN LA LLORADERA POR DIVISAS PARA IMPORTAR CHATARRA DE MALA CALIDAD!!


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS
¡CHAVEZ VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!

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