Los
acontecimientos históricos, grandes o pequeños, aparentemente poco
o mucho importantes no surgen de la nada, no nacen por generación
espontánea sino que se derivan de otros acontecimientos que pueden
ser lejanos o cercanos en tiempo y distancia. Si escudriñamos en uno
cualquiera de nuestra época y tratamos de desentrañar su posible
origen tal vez nos sorprenderíamos al comprobar que sus orígenes
fueron extrañamente muy lejanos.
Daré
un ejemplo. La llamada bíblica Ley del Talión tiene su origen en
tiempos remotísimos y fue derogada por Jesús de Nazaret hace unos
2000 años, pero sigue incidiendo en muchos acontecimientos de
nuestra actual época. Muchos afirman que la historia también es
cíclica y se repite en lugares insospechados o, lo que es lo mismo,
las vueltas que da la historia nos pueden dejar sumamente
sorprendidos. Y más aún nos dejan cuando reaparecen hechos que se
creían sepultados en el tiempo en los lugares geográficos más
insospechados.
El
Himno Nacional de la República Bolivariana de Venezuela se afirma
obra de Vicente Salias (letra) y Juan José Landaeta (música). No es
rigurosamente cierto. El himno surgió del pueblo y lo cantaba el
pueblo desde antes del tiempo que se acepta como el de los magnos
acontecimientos que dieron origen a la definitiva independencia; es
decir, el 19 de Abril de 1810 y el 5 de Julio de 1811.
Existe
documentación histórica donde está el registro que el pueblo
canta coplas anunciando el absurdo de la independencia,
tal como lo afirma el Regidor Vicente Basadre en memorial dirigido al
Rey de España fechado en 1806. Dicen
algunos historiadores que se llegaron a conocer más de 80 coplas de
inspiración popular y la labor de Salias fue recuperarlas e
incluirlas según lo que él consideró su calidad poética. Salias
se encargó de transcribir al pentagrama y hacer los arreglos
orquestales según los cánones de la música llamada culta. Por otra
parte, el himno oficial ha sufrido modificaciones a lo largo del
tiempo y solo vino a ser decretado oficialmente
como himno nacional bajo el gobierno de Antonio Guzmán Blanco en
1883, cuando se conmemoraba el centenario del nacimiento de Simón
Bolívar, el Libertador.
La
última copla del Himno, el oficial, dice así:
Unida
con lazos que el cielo formó,
la
América toda existe en nación,
y
si el despotismo levanta la voz
seguid
el ejemplo que Caracas dio.
Como
se puede facilmente observar, el espíritu y el concepto de Patria
Grande subyacía en el alma del pueblo venezolano para esa época, y
el llamamiento a seguir el ejemplo de Caracas es una exhortación a
los demás pueblos de nuestra América a iniciar y seguir la lucha
que tuvo su primera expresión precisamente en Caracas.
Algún
lector que ha llegado hasta este párrafo puede preguntar con la
mayor naturalidad a que vuelta de la historia quiero referirme.
Es
tan solo una especulación o una conjetura, tal vez una corazonada y
quizás un fuerte deseo.
Jamás
llegué a pensar que la exhortación que el pueblo venezolano hacía
con sus cantos populares a sus hermanos de Nuestra América llegaría
a - ¿imaginan donde? - a la mismísima España doscientos años
después. ¡¿Inaudito?! España siguiendo el ejemplo que Caracas
dió.
Los
venezolanos de entonces repudiaron a su rey. Con sus luchas
posteriores eliminaron todos los privilegios de casta, origen,
sangre, etc. Se hicieron CIUDADANOS y dejaron de ser súbditos,
vasallos. Muchos españoles de ahora están haciendo exactamente lo
mismo. Adelante españoles, los animo a dejar de ser súbditos,
vasallos cuanto antes y convertirse en ciudadanos.
En
aquella época, nuestros antepasados lucharon y lograron construir
una República donde todos los ciudadanos DEBEN
SER
IGUALES ante la ley.
Nadie es más que otro ni menos que nadie. Quedaron
abolidos para siempre los privilegios y los títulos nobiliarios
Bolívar, en su maravilloso discurso ante el Congreso de Angostura en
1819, afirmó y dejó para la posteridad frases
que se han
consubstanciado
con el alma misma del pueblo venezolano:
Los
Ciudadanos de Venezuela gozan todos por la Constitución, intérprete
de la Naturaleza, de una perfecta igualdad política.... el
principio fundamental de nuestro sistema, depende inmediata y
exclusivamente de la igualdad establecida y practicada en Venezuela.
Que los hombres nacen todos con
derechos iguales a los bienes de la sociedad, está sancionado por la
pluralidad de los sabios; como también lo está, que todos los
hombres nacen igualmente aptos a la obtención de todos los rangos;
pues todos deben practicar la virtud y no todos la practican; todos
deben ser valerosos, y todos no lo son, todos deben poseer talentos,
y todos no los poseen. De aquí viene las distinción efectiva que se
observa entre los individuos de la sociedad más liberalmente
establecida. Si el principio de la igualdad política es generalmente
reconocido, no lo es menos
el de la desigualdad física y moral. La naturaleza hace a
los hombres desiguales, en genio, temperamento, fuerzas y caracteres.
Las leyes corrigen esa diferencia porque colocan al individuo en la
sociedad para que la educación, la industria, las artes, los
servicios, las virtudes, le den una igualdad ficticia, propiamente
llamada política y social. Es
una inspiración eminentemente benéfica, la reunión de todas las
clases en un estado, en que la diversidad se multiplicaba en razón
de la propagación de la especie.
¡Cuantos celos, rivalidades y odios se han evitado!
Camaradas
de España, un sudaca los estimula a implantar la igualdad y el
primer paso sería deslastrarse de esa anacrónica institución
antinatura, antihistórica llamada monarquía (en minúsculas en
señal de asco y repudio) Un sudaca los anima a la lucha, al combate
frontal, cantándoles la última estrofa del Himno Nacional de la
República Bolivariana de Venezuela:
...seguid
el ejemplo que Caracas dio.
¡INDEPENDENCIA
Y PATRIA SOCIALISTA! ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
¡CHÁVEZ
VIVE Y VIVE! ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!