viernes, 21 de febrero de 2014

Caretas fuera


Gringos de mierda, váyanse al carajo – Hugo Chávez.

Interrumpo mi serie de escritos sobre las Guerras Económicas porque ha ocurrido un evento que no podemos pasar desapercibido: se cayeron las caretas. El Gobierno Revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela obligó al gobierno imperialista gringo a destapar su feo rostro intervencionista en los asuntos internos de todo el mundo, lo obligó a demostrar sus verdaderas intenciones de apoderarse de los recursos naturales de nuestro país. Lo obligó a descubrirse publicamente como el articulador de todos los planes macabros que tienen contra el pueblo venezolano.

Creo que por primera vez en la historia de todas las intervenciones que han hecho en todo el planeta contra gobiernos que no se someten a sus designios, han mostrado sus fauces sangrientas anticipadamente. Publicamente han reconocido que son los impulsores de los planes de desestabilización, de guerra, contra Venezuela.

La impaciente locura de apoderarse de los recursos del país los llevó a destaparse y han tenido el grosero atrevimiento de intentar imponer una cartilla al país y ordenarle lo que tenemos que hacer; o sea, obedecer sus macabras órdenes. ¡Pobrecitos! ¡Que idiotas son ellos y peor aún sus apátridas lacayos! La estúpida arrogancia les impide comprender que cosa es SOBERANIA y pretenden patearla.

Para quienes aún no lo saben en Venezuela y el mundo, el día 15 de febrero de 2014, un oficinista de décimacuarta categoría, un piche empleaducho del departamento de estado gringo (en minúsculas en señal de asco y repudio) tuvo el descarado, grosero y osado atrevimiento de llamar a nuestro Embajador en la podrida e inútil OEA y leerle las “órdenes”, entre ellas que el Gobierno Nacional dejara hacer lo que le diera la gana; es decir, ejecutar las órdenes de ellos, al traidor a la patria, el malandro fascista terrorista drogadicto criminal leopoldo lópez (idem) y que liberaran los gamberros asesinos incendiarios que recientemente han causado tanto daño y desasosiego a los virtuosos habitantes de muchas partes del país.

Ese asqueroso delincuente, y unos cuantos más, son TRAIDORES A LA PATRIA. En muchas partes del mundo esas crápulas son simplemente fusiladas sin contemplación alguna. Es lo que merecen. Durante la Guerra a Muerte los degollaban para ahorrar balas.

Pero los gringos también tuvieron el descarado atrevimiento de amenazarnos con “tomar medidas”. ¿Qué quieren decir con “tomar medidas”? ¿Van a invadirnos y lanzar bombas solo mata chavistas como han hecho con tantos sufridos países? Pues, que nos invadan pero no nos doblegaremos y tendrán que matarnos a todos.

Citaré algunas frases pronunciadas o escritas por nuestro Padre Libertador simón Bolívar:

Cuando el clarín de la Patria llama, hasta el llanto de la madre calla. Si ese clarín sonara iríamos prestos a nuestra trinchera de lucha. Alguien afirmó que EL AMOR A LA PATRIA ES SUPERIOR QUE EL AMOR A LA MADRE Y A LOS HIJOS. De eso hay en la historia patria muchas demostraciones fehacientes, tales como el caso de la madre de los siete Hermanos Torres, llamados los Macabeos, naturales de Carora (Lara) quienes murieron en la Guerra de Independencia y la madre afirmó: Lástima que estoy vieja y no puedo parir más hijos para dárselos a PATRIA. O la madre de los cuatro muchachos que murieron en la Batalla de La Victoria y le llevó al General José Félix Ribas el menor, un niño de doce años, y lo ofreció para que también muriera, si era el caso. Ofrendó su quinto hijo ante el altar de la PATRIA.

Citaré de memoria un segmento de la carta respuesta dirigida a Juan Bautista Irving, enviado gringo a reclamar la devolución de varios barcos que fueron capturados en el Orinoco despachando armas a los españoles, cuando éste se atrevió a amenazar al Libertador: la mitad de los hijos de la patria han muerto en esta guerra, y la otra mitad está ansiosa de correr idéntica suerte, luchando contra España o contra el mundo entero si éste se opone a nosotros. Respuesta digna de un macho a las pretensiones de un vulgar filibustero prepotente.

La guerra económica desatada contra Venezuela no está desligada de otras guerras. Es solo un componente malvado de una estrategia mayor compuesta de otras formas de guerra también malvadas, la guerra psicológica, la guerra mediática, la guerra terrorista y todos los demás inventos, también perversos y malvados, para causar daño a los pueblos que no se someten a los designios del imperio gringo, afortunadamente en decadencia y en vías a su desaparición que, ojalá, sea pronto para beneplácito de un mundo se vea libre de esa demoníaca peste. Bastante daño han causado a la humanidad...¡Y ya basta!

¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! 
 ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS! ¡CHÁVEZ VIVE! ¡LA LUCHA SIGUE!

domingo, 16 de febrero de 2014

Las guerras económicas – Cuarta Parte


Las clases dominantes saben mucho y todas sus empresas están unidas para lograr los fines ulteriores de la clase en general, tienen experiencia de milenios y tienen a la mano bien afinadas y afiladas todas las armas que les permiten afianzar su dominación, explotación y hambrear los pueblos. Venezuela está ahora en el ojo del huracán aguantando una cadena de ataques despiadados. Ellos cuentan con equipos de gente preparada y muy inteligente; eso sí, carentes de toda ética, moral y valores humanos que los asesora permanentemente en el desgraciado arte de como jodernos más.

Al contrario, los venezolanos y los pueblos del planeta en general, ESTAMOS DESUNIDOS al punto que hay muchos de entre nosotros que apoya y simpatiza con los oligarcas burgueses poderosos, e inclusive los ha convertido en objeto de admiración e imitación. No contamos con ningún equipo científico asesor que nos ilustre en la manera de cómo defendernos de ellos. Si tuviéramos alguna orientación tal vez no caeríamos como verdaderos pendejos en las trampas que nos tienden regularmente.

Nadie puede negar que orquestan bien preparadas campañas de desinformación para confundir, enredar, manipular, engañar la opinión pública. Las mentiras descaradas, las medias verdades, la tergiversación forma parte de la arquitectura de todo lo que difunden a través de sus medios. Ya lo he dicho en escritos anteriores, la propaganda, la publicidad, el marketing es la más refinada “ciencia del engaño”. Eso lo manejan “científicamente” “expertos” en el “arte” de engañar. Para nadie es un secreto que existen equipos bien preparados y bien adiestrados para elaborar, preparar, dirigir campañas dirigidas al subconsciente de los seres humanos distraídos para convertir en sus víctimas propiciatorias. Recuerden los venezolanos el viejo lema (slogan) de ARS Publicidad, “déjenos pensar por usted”. Eso lo resume todo, ellos piensan y todos los demás somos idiotas redomados que nos tragamos sin chistar las ruedas de molino que ellos nos edulcoran. Razón tuvo el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez (a quien el Señor tenga en la gloria) cuando afirmó, parafraseando al genial Víctor Hugo que lo que hace falta es tener conciencia; es decir, la suma de las ciencias. O dicho de otra manera más entendible, debemos estudiar, tener conocimientos, tener cultura y tener conocimiento de la realidad del mundo que nos rodea para así poder descifrar los mensajes ocultos que intentan infiltrarnos a todo trance a toda hora.

Da risa ver en las pantallas de televisión a tanto cínico revestido con artificial fingida pose de sabelotodo intentando hacernos creer que 2 + 2 no es 4. Da risa leer en las primeras planas de los periódicos la manera sibilina de parafrasear los titulares de tal manera que todo se entienda de manera diferente a lo que realmente es. Da risa ver por TV o leer en los diarios MENTIRAS, o mejor dicho GRANDES EMBUSTES que afirman una inexistente realidad.

Pero voy a entrar en otro tema. Los empresarios venezolanos, repito, salvo honrosas excepciones, no emprenden nada. Como afirmó Guzmán Blanco, son apenas pulperos enfranelaos esperando agazapados la llegada de los tontos a comprar cualquier cosa sin hacer el menor esfuerzo ni correr el menor riesgo. Cuando era niño o más allá, recuerdo con claridad que había fábricas de golosinas de todo tipo en muchos lugares. Jamás podré olvidar que íbamos a comprar bolsas con recortes de galletas a precios verdaderamente simbólicos. Igualmente había fábricas de jabones, pasta dental, ropa, zapatos y mil cosas más. Muchas de esas fábricas prosperaron, crecieron, se desarrollaron y se convirtieron en reales industrias; pero, llegó un tiempo que se volvió moda mudarlas a otros países para evitar las precarias leyes laborales que tanta sangre, sudor y lágrimas costó a muchos sindicalistas honestos incluyendo sus propias vidas. También llegó una moda de venderlas a inversionistas extranjeros para que las cerraran de tal manera que sus productos importados no tuvieran ninguna competencia y, luego, se fueron al exterior a comerse lo que tanto les costó a sus antepasados. Ejemplos hay en abundancia.

La consecuencia que ahora se vive es que la mayoría de las chucherías súper caras que comen los niños son basuras envenenadas con diversidad de productos químicos, y son importadas. Me ha cansado de buscar jabones fabricados en el país y es cosa bien rara y extraña encontrarlos. No hablemos de ropa o calzado hecho en el país: diría que casi el 100% viene de otras partes. Y así ocurre con infinidad de otros bienes o productos, no se fabrican en el país. Entonces, yo me pregunto y les pregunto; ¿qué carajo emprenden los llamados empresarios venezolanos? No son siquiera capaces de montar una fabriquita de caramelos o de jabones. Carajo, si hasta los chupi-chupi – bambinos dicen los guaros - son traídos de Colombia y elaborados bajo no se sabe que condiciones sanitarias. Vergüenza debería darle a esos que se llenan la bocota autodenominándose “empresarios” porque. Sencillamente, no EMPRENDEN un carajo.

Todos sabemos lo que hacen pero ha ocurrido algún raro fenómeno que pareciera que no nos damos cuenta y, por lo tanto, no interiorizamos lo que a todas luces sabemos.

¿Qué hacen? Sencillamente, lo mismo que siempre han hecho los pulperos enfranelaos toda la vida. Compran barato y malo y venden lo más caro posible.

Comprar y revender tomates es muy fácil. No hay que preparar tierras, cultivar, regar, realizar prácticas culturales, cosechar, embalar, distribuir y vender. Es mucho riesgo, mucho esfuerzo y consume tiempo. Comprar y revender es de hoy para hoy y como mucho de hoy para mañana. Y el ejemplo del tomate lo podemos extender a casi cualquier artículo o bien. Lo importante para ellos es no arriesgar nada. Inversión sobre seguro con ganancias exorbitantes. Son verdaderos PARÁSITOS. No contribuyen con absolutamente nada; sino que, al contrario, MEDRAN.

No merecen mi respeto ni el de ustedes. Al contrario, aunque dicho en lenguaje figurado para que no me tilden de asesino, habría que extirparlos para recuperar parte de la salud del país.


¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA! - ¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS! - ¡CHÁVEZ VIVE Y VIVE! - ¡LA PATRIA SIGUE Y SIGUE!